Hace unos días (17 de abril), el concejal de cultura del Ayuntamiento de Cáceres descartaba que se pudieran celebrar festejos taurinos en la Plaza de Toros con motivo de las fiestas del patrón de la ciudad San Jorge. Decía el concejal que la falta de acuerdo de los grupos municipales con el Partido Popular. El concejal decía que se ha formado un tripartito antitaurino, con PSOE, Ciudadanos y Cáceres Tú (Podemos).
En la mañana de hoy, 22 de abril, se puede ver la Plaza de Toros, el llamado Coliseo de la Era de Los Mártires, rodeado de vallas. Cabe pensar que será porque lo van a pintar, aunque a simple vista parece que le hace mucha falta una mano de pintura. Ni en la web del Ayuntamiento, ni en los medios de comunicación, al menos los escritos y digitales, se ha informado de por qué está vallada la Plaza de Toros, ni en las propias vallas se ha colocado cartel alguno advirtiendo, si así fuera, del peligro existente.

Mirando más despacio, a las cubiertas de teja del inmueble, se aprecia que hay numerosas tejas vencidas. La distancia con la que se puede mirar, incluso aumentando el zoom de la cámara del teléfono móvil, hace que sea una mala señal el vencimiento de las tejas y que haya hiladas que quedan expuestas a que ráfagas de viento que pudieran producirse se las lleven por delante.
La Plaza de Toros de Cáceres se construyó en 1846 (en el catastro se data su construcción en 1860), tiene la consideración de monumento histórico, y está situada al sitio de la Era de los Mártires, que se formaba desde donde está situado el coso taurino hasta la zona más alta del Paseo Alto y terrenos donde se construyó en los años 20 del siglo pasado el Cuartel Infanta Isabel. Tiene una superficie catastral de 3.737 m2 construidos, sobre una parcela de 4.195 m2. Y uso deportivo.

Por lo que se puede apreciar en algunas de las fotografías captadas con el móvil, la cubierta de la plaza presenta serios problemas de estabilidad, por lo que en esta situación sería más que improbable que se pudiera celebrar cualquier tipo de festejos o actividades. Se han realizado algunas reparaciones, pero el inmueble en su conjunto necesita una rehabilitación integral, que suprima, en las zonas en las que es posible, barreras arquitectónicas que dificultan la seguridad de los espectadores, no solo para permitir el acceso de personas con movilidad reducida.
La creciente desafección del público por los festejos taurinos en Cáceres no es algo nuevo. Lleva ya unos años en los que cuando se han intentado celebrar corridas de toros o novilladas, los huecos de público eran cada vez mayores. Y ello a pesar de que por el Ayuntamiento se hacía el esfuerzo de adquirir un buen paquete de entradas para repartir y animar el graderío.

Un inmueble de este tamaño, cerrado durante los 365 días del año o abierto, en los más favorables para los taurinos, dos o tres días, no es algo que pueda permitirse la ciudad.

Su mantenimiento viene siendo cada vez más costoso, las reparaciones de cubiertas y otras reparaciones que se han realizado no son sino parches. La Plaza de Toros de Cáceres necesita una rehabilitación integral, costosa (dudo que la economía municipal la pueda asumir), y un estudio serio de usos, desde deportivos hasta eventos musicales, por ejemplo, pero que se realicen con las suficientes garantías de seguridad para todos.


Ahora que el Partido Popular, tras ocho años de una desastrosa gestión, seguramente tenga que dejar el poder municipal, o, como mucho, se vea en la tesitura de ser muleta de otro u otros partidos, se echan en falta menos lamentos de concejales que acusan a un hipotético pacto antitaurino, y más autocrítica de una gestión nefasta.
Vale.
En diciembre de 2015 subí una entrada a esta web referida al ofrecimiento por parte del Ministerio de Hacienda al Ayuntamiento de Cáceres del Edificio que había sido sede de la Demarcación de Carreteras, del Ministerio de Fomento. Un edificio (https://cercadelasretamas.com/2015/12/07/caceres-cerrado-por-falta-de-uso-xxxiii-fomento/) con una superficie construida de 1.800 m2.
La cesión que ofrecía Hacienda era gratuita, a la que el Ayuntamiento debía responder presentado un proyecto de uso definido, un calendario para ejecutarlo y disponer de solvencia económica para llevarlo a cabo.
Parece ser que el equipo de gobierno del Partido Popular, encabezado por Elena Nevado, ha sido incapaz de hacerse cargo de dicho inmueble por no poder acreditar las condiciones que para este tipo de cesiones se establecen en la legislación de Patrimonio de las Administraciones Públicas.
Y esa incapacidad es la que lleva a que la Delegación de Hacienda haya convocado anuncio de subasta pública de diversos bienes inmuebles, encabezando el antiguo edificio de Fomento, la relación.
Los datos que figuran en dicho anuncio son:
PRIMERA SUBASTA:
LOTE 1. Finca urbana en Cáceres, edificio en Plaza de los Golfines nº 6, (nº 4 según Registro de la Propiedad y nº 2 según Catastro), con una superficie de suelo de suelo de 561 m2 y una superficie construida de 1.800 m2 según Catastro. Según proyecto de rehabilitación la superficie es de 1.826,35 m2 .
Referencia catastral: 6428101QD2762G0001OG.
Inscrita en el Registro de la Propiedad nº 2 de Cáceres con el número de Finca 930, al Tomo 551, Libro 131, Folio 226. Superficie registral 580,50 m2. No constan cargas registradas.
Calificación energética: Inmueble excluido del ámbito de aplicación del R.D 235/2013 conforme al art. 2 .2 f).
Código de Inventario: 1987-724-10-999-0074-001.
Condiciones urbanísticas: las que se derivan del planeamiento urbanístico, a verificar por los interesados en el Ayuntamiento. Uso: administrativo-institucional.
Tipo de licitación:
1º Subasta: 1.144.309 €, depósito a constituir 5%: 57. 215,45 €.
Que el ayuntamiento de Cáceres haya sido incapaz de hacerse cargo de dicho inmueble es síntoma de una parálisis política total, puesto que las posibilidades para hacerlo son múltiples de acuerdo con la propia legislación. Sin embargo, la primera de todas ellas, de todas esas posibilidades solamente es competencia municipal: ¿para qué se puede conseguir ese inmueble? El Partido Popular ha dado, en este caso, como en muchos otros, muestra de una total falta de iniciativa política. Y, lo que es más grave: le está diciendo a la Administración del Estado y a la propia ciudadanía que en esta ciudad no hace falta nada, que lo que se haga o se deje de hacer se debe a la menguada iniciativa privada, porque el Ayuntamiento no sabe para qué puede ser útil un edificio de 1.800 m2 cuadrados, equivalente a unas 18 viviendas de 100 m2.
Ahora que se acercan las elecciones, la constatación de la incompetencia y la incapacidad del equipo de gobierno del PP quedan en evidencia y, si se presentan posturas a la subasta del 14 de mayo, a solo semana y media de las municipales, por el importe que se fija en el anuncio, el inmueble pasará a ser propiedad privada.
Vale.
Las recientes y actuales noticias sobre hallazgos arqueológicos en la calle Alzapiernas y en la Plaza de Galarza, me han traído al recuerdo la historia de un espantoso escarnio cometido con la ciudad de Cáceres hace poco menos de 60 años. Pero que había comenzado antes. Al filo de 1930.
Todo comenzó cuando el Ayuntamiento de la ciudad, a finales de los años 20 del siglo pasado quiso dotar a la ciudad de un moderno y amplio mercado de abastos. Para ello, encontró un emplazamiento adecuado: un espacio casi vacío, con unas cuantas edificaciones perimetrales de una sola planta, con cubiertas a un agua, y otras en el centro, a dos aguas, formando el mercado entonces; todas se encontraban en el espacio que hoy ocupa el denominado Foro de los Balbos. Curioso: en las ciudades romanas, el Foro estaba en el centro de las murallas. Aquí está fuera de ellas.

Fotografía de Valentín Javier para el expediente de autorización del
Mercado de Abastos adosado a la Muralla.
El espacio tenía un pequeño hándicap: la muralla de Cáceres acababa de ser designada Monumento Nacional. Ello no fue obstáculo para que el Ayuntamiento siguiera adelante. Encargó un reportaje fotográfico a Valentín Javier, en el que se vieran cómo estaban la Torre de la Yerba, el lienzo de la muralla y la Torre del Horno. En esas fotografías aparecía el espacio hueco que acogería el mercado de abastos.
Un mercado que cuando estuvo funcionando, y si no recuerdo mal (era bastante más joven que ahora), tenía su entrada principal a la misma altura que el soportal del Ayuntamiento y disponía de puestos de pescado en la planta baja, de carnes en la segunda y de frutas y verduras en la tercera, desde la que se salía a la plaza de las Piñuelas y al Adarve del Cristo, donde los hortelanos de la Ribera del Marco ofrecían sus productos más frescos.

Mercado de abastos con la Torre del Horno al fondo. Archivo Histórico Municipal de Cáceres
El mercado, con una estructura de hierro con tornillos y tuercas al modo de las construcciones mecánicas de puentes, estuvo en pie hasta comienzos de los años 60. Cuarenta años tapando la muralla, y se iba a demoler.
Claro, que el ayuntamiento de los años 60, con el franquista Diaz de Bustamante, que debía su cargo a su apoyo y el de su poderosa familia cántabra al dictador, necesitaba hacer otro mercado. Sin problemas.
Y sin problemas encontró un solar: la Plaza de Galarza. Bueno, exactamente un solar no. Solar lo fue cuando, para hacer el nuevo mercado de abastos ordenó allanar el Seminario fundado por el obispo Galarza en 1623. El edificio había dejado de ser seminario, fue cuartel hasta 1925, que entró en funcionamiento el Infanta Isabel, y de nuevo cuartel durante la guerra incivil. El cuartel viejo.

Vista áerea parcial de Cáceres.
Poco antes de que el edificio fuera demolido, tuve la ocasión de asistir en él a los dos primeros cursos de primaria, porque las Escuelas Normales, lo que ahora es el Instituto de Lenguas Modernas y el Prácticas, estaban todavía sanando heridas de guerra. Entraba a la escuela por la primera puerta, visto de frente el edificio, por la primera a la izquierda, la puerta más importante. Había un amplio zaguán, y a la derecha, subiendo dos peldaños, el aula donde nos daban clases de primero y segundo.
De frente al zaguán, una puerta amplia, de doble hoja, daba salida al patio, un cercado irregular, empedrado, duro, donde cuando podíamos jugábamos a lo que fuera en el recreo. Rodeando el patio, una edificación continua, de dos plantas, en las que, cuando nos aventurábamos a entrar encontrábamos cosas: culatas de madera que habían sido de fusiles, sacos terreros apilados…

El Seminario, el Cuartel Viejo, entraba, aunque sin citarlo, en la declaración general que hizo la Comisión de Monumentos de 1949 para el conjunto de la ciudad de Cáceres. Pero ello no pudo con la alcaldada.
El edificio fue derruido y en su lugar se levantó un mamotreto de arquitectura indefinible, que fue mercado de abastos… hasta que los cambios de modo de comercialización de mercancías, de alimentación, se lo llevaron por delante a las primeras de cambio. Eso, y un nulo mantenimiento, que hacía que entrar allí fuera casi perjudicial para la salud.
El mercado de abastos se arrumbó, y para sustituirlo se construyó el actual aparcamiento.
Del Cuartel Viejo, del Seminario erigido en 1623, no obstante, quedan muestras en la ciudad que deberían ser baldón para quienes profesan admiración por un franquista que no hizo sino devaluar la joya recibida, tanto con las declaraciones de Monumentos de los años 20 como con la declaración general de Ciudad Monumental de 1949.

Mercado de Abastos de Galarza. (del blog «Cáceres en el pasado»)
Las muestras que quedan son visibles: la puerta trasera del Palacio Episcopal, la que da justo al Arco de la Estrella es la misma puerta por la que yo entraba a escuela en 1960. La llevaron “piedra a piedra”, y la colocaron con esmero “piedra a piedra”. Y la colocaron mal.
La actual puerta de la Diputación Provincial también tiene las piedras y algunos adornos obispales procedentes del mismo edificio. Y la puerta del edificio que fue Demarcación de Carreteras, también. De hecho, en el proyecto, paralizado, de remodelación de este edificio, a juicio del arquitecto, lo único salvable, por valor histórico… es la puerta, una de las que tuvo el Seminario y luego Cuartel Viejo.
Vale
No me he equivocado al titular esta entrada con el mismo nombre que se denomina este modesto sitio web. La aparición de unas nuevas grutas en el entorno de Maltravieso y El Conejar, al realizarse obras para la Ronda Sureste de la ciudad de Cáceres, han traído al primer plano los cercados, los campos, las huertas, los riachuelos por los que discurrieron mis primeros años.

Y también me han traído a primer plano la reciente lectura de la edición que el Profesor Cerrillo Martín de Cáceres ha hecho del manuscrito “Abreviatura histórica de la ciudad de Cáceres”, compuesto por el Licenciado Juan Rodríguez de Molina. Si a través de la lectura del libro del profesor Cerrillo se va descubriendo la ciudad que fue Cáceres hasta el siglo XVIII y los rastros, muchos, que de ella quedan, las nuevas grutas descubiertas me completan una visión en el tiempo que se focaliza en la Cerca de Las Retamas.

Recorte de la foto del Vuelo Americano de 1856
Una Cerca situada junto a la de los Pozos del Calerizo de los que tantos años consumimos su agua potable. Una Cerca atravesada por un riachuelo seco las más veces, aunque algunos veranos nos sorprendía con agua abundante, que aprovechábamos para bañarnos.
La fachada principal de la Cerca de las Retamas daba al Camino Viejo de Montánchez, ahora denominado Ribera del Marco, con olmos a ambos lados, que ya en 1956 comenzaban a tener huecos sus troncos, algunos de un metro de diámetro, y que fueron cayendo año a año para alimentar las hogueras de San Jorge, que los más mayores del barrio preparaban.
Terminaba, por esa fachada oeste en una puerta con cancela (casi siempre cerrada, pero que no necesitábamos que estuviera abierta para campar a nuestras anchas entre las retamas) y dos fábricas de piedra enfoscada, y con un escudo nobiliario colocado sobre la parte izquierda.
Los lados norte (cerca de los pozos, hoy denominada Cerca de San Jorge) y este (un olivar al que cuando podíamos, íbamos a rebusco). El lado sur daba a un camino pedregoso, en cuyo margen derecho una pared de piedra limitaba con otra cerca, que con el tiempo fue la Cerca de Los Salas.
Por ese camino pedregoso, siguiendo las veredas que entre los duros salientes del terreno se habían configurado, caminábamos hasta llegar a la Cueva del Oso, hoy Cueva del Conejar.
Ya conocíamos la de Maltravieso, a cuyo interior entrábamos cuando el guarda, El Francés, no estaba. El Francés vivía en lo que hoy es la calle Miño, en la casa medianera con la de Juanito El Chochero y su mujer, que tenían un comercio, en el que aprendió el oficio de despachar Maruchi. Y su hermano Jesús. El señor Francés, como decíamos los muchachos era picapedrero y fue quien descubrió, casualmente, al hacer estallar un barreno, la entrada de la Cueva. Una de las entradas, que había dos, una más grande, de frente, y una más pequeña, a la derecha del arco a modo de portal que tenía, y tiene.
A la Cueva del Oso, ahora del Conejar, también nos acercábamos: allí no había guarda, solo basura y a veces algún perro o algún gato muerto. La entrada era más difícil que la de Maltravieso: había que acceder casi cuerpo a tierra, pero una vez dentro, se podía caminar un poco. Nunca muy adentro, porque el atrevimiento no nos daba para tanto.
También teníamos que tener cuidado cuando aparecían, de la noche a la mañana, los llamados soplaos. Eran unos socavones que aparecían al hundirse la tierra colorá entre peñascos. Unas veces, estos soplaos no eran más que un pozo natural que parecían no tener fin, como uno que apareció en la cerca donde hoy está el supermercado DIA, y en el que estuvieron vertiendo camiones de tierra sin que pareciera que nunca llegaban al fondo.
Otro apareció en la Cerca de las Retamas, en un tiempo en que sus pastos estaban destinados a una punta de vacas. Era grande, y tenía como un pilar de piedra que pareciera la entrada de una cueva, pero que el dueño de las vacas, con buen criterio, consiguió primero cerrar su perímetro y poco a poco rellenarlo: no quería que las vacas se fueran al fondo.
También sucedió, creo que fue en la segunda mitad de los años 60 que una mañana la Charca Musia amaneció seca: toda el agua se había ido por una poza que surgió en el fondo, cerca del muro de cerramiento. En la Charca hubo algún que otro ahogado, precisamente succionado por una de sus pozas.
Cuando surgió la noticia de las nuevas grutas, me acordé de aquellos años y de cosas como las que he comentado (y otras que prefiero no hacer). Porque resulta extraño que siendo el terreno entre la Cerca de los Pozos (o de San Jorge) y la Carretera de Medellín, formando un arco, en lo que hoy es el Residencial Vistahermosa, no hayan aparecido más.

Ha sucedido este hallazgo con una obra pública, y rápidamente se ha puesto en conocimiento de la Consejería de Infraestructuras de la Junta, y de la Consejería de Cultura, entiendo que como parte del necesario seguimiento arqueológico de las obras de la Ronda Sureste.
La Cueva de El Conejar está dentro del Polígono Vistahermosa, desarrollo urbanístico del SUNP-8 del Plan General de Ordenación Urbana de Cáceres, del año 1999. No conozco, aunque espero que sí se haya hecho, tanto un plan de seguimiento arqueológico como parte del Programa de Ejecución y del Proyecto de Urbanización, y de la construcción de cada una de las parcelas resultantes.
Las Consejerías de Infraestructura y de Cultura de la Junta de Extremadura han informado que se realizarán estudios geotécnicos de las grutas encontradas, aunque sería deseable que se ampliaran estos estudios a un área mayor de las mismas, y que se analice el seguimiento arqueológico que se haya debido realizar con motivo de la urbanización del Sector SUNP-8, Vistahermosa.
Vale.
Ayer, 14 de julio, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cáceres anunciaba la apertura de un expediente a una concejala del grupo de gobierno, Montaña Jiménez, por vulneración de la Ley de Transparencia. Curioso, muy curioso, cuando la vulneración, la ilegalidad cometida por la concejala ha sido por la legislación de régimen jurídico de las administraciones públicas.
Ocurrió que en una comisión se estudiaba un asunto urbanístico (qué si no, el urbanismo) que afectaba a terrenos propiedad del padre de la concejala. Por supuesto, todo esto con el Partido Popular.
La concejala en cuestión voto a favor de que la propuesta de que en los terrenos propiedad, entre otros, de su padre, se convierta en un parque de medianas superficies comerciales. La vulneración de la ley es clara y flagrante y no cabía otra solución que la de la dimisión de la concejala y de la anulación del acuerdo.
Inmediatamente la respuesta pública fue que el voto de la concejala no era determinante y que el asunto se iba a aprobar de todas maneras. Y en los dos medios escritos que se cuelgan en los quioscos de Cáceres aparecieron opiniones de juristas avalando la nimiedad del asunto. Con un par.
Si el asunto no era tal y ya parecía hasta amortizado, ¿a qué viene ahora que la alcaldesa del PP, Elena Nevado, impulse la incoación de un expediente por vulneración de la Ley de Transparencia?
Y a todo esto, ¿dónde carajos se esconde el PSOE, en una oposición que cada vez parece más que merecida?
Veamos.
La primera pregunta que surge no es si los terrenos son propiedad del padre de la concejala, que está confirmado, si no saber si sobre dichos terrenos tiene algún derecho familiar la concejala. Cuestión de herencias. ¿Ha preguntado alguien algo sobre esta posibilidad? ¿Y si dentro de unos meses, con todo el asunto ya aprobado definitivamente, el negocio ya formalizado, resulta que a concejala hereda las plusvalías?
Menos mal que el asunto era una cosa sin importancia…
La segunda pregunta que surge es si la concejala sabía los pasos que su padre estaba dando para mejorar y desarrollar la condición urbanística de los terrenos. Lo mismo se trata de una familia desestructurada, en la que padres hijos y hermanos no se hablan y eso podría justificar desconocimiento. O no, o en la familia se habla de los intereses de todos.
Menos mal que el asunto era una cosa sin importancia…
La tercera cuestión es, siguiendo el hilo de la segunda, si la concejala se enteró de momento de que el asunto de los terrenos de su padre se iba a ver en la comisión y no le dio tiempo a cumplir la ley y abstenerse.
Menos mal que era una cosa sin importancia…
La cuarta cuestión es si los propietarios de los terrenos, incluido el padre de la concejala del PP, habían mantenido reuniones con técnicos municipales o habían realizado consultas con ellos para preparar la documentación a presentar, algo que es habitual en la tramitación de documentos urbanísticos, que suelen ser complejos y que requieren de puntos de vista previos por técnicos municipales. Si las ha habido, como es seguro, a la oposición le cabe la obligación de conocer de esos técnicos las reuniones habidas, las cuestiones planteadas, la opinión que ellos han dado a los propietarios.
Porque, ¿seguro que la concejala del PP e hija de uno de los propietarios de los terrenos no ha asistido a esas reuniones, no se ha interesado personalmente por el asunto? Yo, no me lo creo, y sostengo que la oposición debería hacer que los técnicos afirmen o desmientan si la concejala ha participado en alguna reunión previa, si ha asistido a alguna toma de contacto entre propietarios y técnicos municipales, si se ha interesado personalmente por el asunto.
Menos mal que era una cuestión sin importancia…
Además, lo que se ha vulnerado por la concejala, del PP, por supuesto, es la legislación de régimen jurídico de las AAPP, y todo el asunto debería haberse anulado. Porque la ley no distingue entre un asunto menor o mayor, o un asunto en el que un voto sea o no decisorio. La ley es taxativa y la concejala debería haberse abstenido de participar en la reunión y de votar el asunto. No se trata de un asunto banal: es OBLIGACIÓN de la persona incursa en incompatibilidad la de abstenerse. Y si no lo hace y después se conocen las causas de esa incompatibilidad, deben anularse todas las actuaciones, todas.
Menos mal que era una cuestión sin importancia…
La oposición debe exigir la anulación de las actuaciones, la dimisión de la concejala del PP e investigar cuál ha sido su nivel de intervención en el asunto, si ha pedido a los técnicos municipales información interesada, si ha participado en reuniones previas a la presentación de la documentación, si después de presentada esta se ha interesado por su tramitación y por los sucesivos informes que se han emitido.
La actuación de la alcaldesa parece más un escudo por si luego suceden otras cosas. O es que alguien se puede creer que la concejala del PP no ha, al menos, comentado con la alcaldesa que estaba en tramitación un propuesta sobre terrenos de su familia. Increíble.
Vale.