Archivos para Cefot

Desde que a finales de marzo de 2012 se conociera que el CEFOT 1, de Cáceres, quedaba en una situación de medio cierre por los recortazos del Gobierno del Partido Popular, han sido muchas las circunstancias en las que la intervención de la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que, además, es senadora, ha demostrado su interés por el asunto.
Así, el 5 de marzo de 2012, antes de que se conociera la precaria situación del Centro, Elena Nevado se había reunido con la Subsecretaria de Defensa. A nadie que tenga algo de idea se le escapa que ya aquel día la Subsecretaria algo avanzaría del asunto. Pero la alcaldesa dijo que la visita era de cortesía.

Por la información recibida, gracias, Elena.

Cuando el asunto del Cefot revienta en la prensa, la alcaldesa Elena Nevado propicia que se constituya (o se reconstituya) la Plataforma pro Cefot y, cuando se celebra la primera reunión (sin saber si iba a existir la tal Plataforma) ya tiene el Ayuntamiento encargada una pancarta, o varias, y abiertas cuentas de Twitter y Facebook. Plataforma, redes sociales y pancartas, por encargo de Elena Nevado, alcaldesa y senadora en defensa propia.

Por la previsión organizada, gracias, Elena.

Cuando se debaten los Presupuestos Generales del Estado en el Senado y el Gobierno del Popular determina que en 2013 no habrá oferta de empleo público para plazas de tropa, “materia prima” para el funcionamiento del Cefot (y todo indica que no, salvo milagro militar, nunca político), la alcaldesa Elena Nevado, que el día 8 de diciembre había presidido ufana la celebración de la Patrona del Cefot, el 11 de diciembre votó dos veces contra la continuidad del Centro Militar. Ella lo negó, pero los documentos del Senado la desmienten http://cercadelasretamas.blogspot.com.es/2012/12/cuidado-con-lo-que-votas-elena-nevado.html

Por la coherencia y por la sumisión al Partido y en contra de los intereses de Cáceres, gracias, Elena.

Cuando desde su condición de alcaldesa Elena Nevado tiene que tomar decisiones, como la de recortar el déficit del servicio de autobuses urbanos, no tiene ninguna duda, y, tal como había anunciado no se sabe aconsejada por quién, ofrece buenas noticias para el Cefot. En pocos días, decía. Y, efectivamente, dentro de su coherencia y su decidida acción política por la continuidad del Centro, ella, porque lo vale, decide cercenar el servicio de autobuses urbanos con el Campamento de Santa Ana. Las buenas noticias de Elena Nevado.

Por tu sensibilidad y por la obtención de buenas noticias, gracias, Elena.

Ah, y sobre los autobuses, hay una cuestión meridianamente clara: no puede decidirse sobre el servicio de autobuses urbanos de una ciudad desde el asiento de atrás del Audi oficial, ni con informes de nadie que no sepa que para subir al autobús urbanos hay que esperar a que el conductor abra la puerta.

Está claro que a la alcaldesa y senadora, el Cefot de Cáceres le da igual. Si esperaba buenas noticias, es decir, que vengan nuevos alumnos militares a la ciudad, ella misma se desmiente, porque, vamos a ver, ¿no sabe que todas estas cosas se saben “en Madrid” y que hay alguien apuntando y poniendo crucecitas? Pues ella, Elena Nevado, ella sola ha clavado una enorme cruz en el laberinto en que se encuentra el Cefot cargándose el transporte público.

Gracias por todo, Elena, gracias.
Vale
8 de diciembre de 2012. Elena Nevado, en la presidencia de los actos de la Patrona del CEFOT. 
El 11 de diciembre de 2012 votó contra la continuidad del Centro en dos ocasiones en el Senado

Fechas atrás, con motivo de invitar a los periodistas a un café con pastas, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, dejaba caer que pronto estaría en disposición de dar una buena noticia para el Centro de Formación de Tropa nº 1, el Cefot. Claro, que esa afirmación venía a tratar de tapar que un mes antes, sólo un mes antes, había votado, en dos ocasiones contra la continuidad del centro, en dos enmiendas en las que se pedía al Gobierno, a su partido, que dispusiera los créditos necesarios para su continuidad.
Y como es norma del Partido Popular, especialmente desde que el empleado de Angela Merkel, Mariano Rajoy es presidente del gobierno de la nación, la alcasenadora ha comenzado a cumplir su palabra. Ha comenzado a airear buenas noticias para el Cefot, convenientemente aireadas desde el BOPP.
La primera… La primera en la frente.
Cuando se están haciendo los informes de infraestructura, para lo que el Ministro de Defensa ha nombrado un Comisionado, va la alcasenadora y ayuda. A caer, pero ayuda.
Los informes que el Comisionado de Infraestructura de la Defensa está realizando para la toma de decisiones, determinarán no sólo cuáles son las mejores instalaciones para alojar unidades militares, sino cuáles son sus entornos, urbanos, periurbanos, comunicaciones, accesos… Todo eso forma parte de esos informes.
Y la alcasenadora de Cáceres, obligada por el Ministerio de Hacienda, que es quien realmente dirige y determina los presupuestos del Ayuntamiento, va y deja sin transporte público al Cefot. La decisión de la alcasenadora Nevado es que la línea 4, que actualmente tiene cabecera en el Edificio Múltiples y en el propio Cefot, solamente llegue hasta la entrada de una urbanización privada, el Ceres Golf (aunque en el Plan General Municipal sea suelo urbano, deben cumplirse muchos trámites administrativos para adquirir plenamente esa condición), y no unos 800 metros más allá, donde existe una instalación pública, como es el Centro militar.
Está claro que quienes toman estas decisiones, como la señora Nevado, lo hacen sentados en el asiento trasero del Audi oficial.
Ahora, cuando se están determinando qué instalaciones militares serán las que merezcan los informes más favorables, no bastará con el buen trabajo que realizan los profesionales que las utilizan y cuidan, sino cómo es su entorno, cómo se prevé el futuro de ese entorno.
Las dotaciones públicas, como el transporte urbano, es un elemento importante. No hay que olvidar que si, como hoy dice en un alarde onírico el BOPP, hubiera oferta de empleo de tropa, los alumnos, los aspirantes a soldados se verían privados de poder utilizar el transporte público para la realización en la ciudad de muchos de sus trámites (bancarios, oficinas públicas…) y les resultaría especialmente costoso recurrir a taxis.
Así es que la alcasenadora Nevado ya empieza a cumplir y a transmitir buenas noticias para el Cefot. Le quita el transporte público, que como son soldados, vayan y vengan corriendo a Cáceres, que ella los verá desde el Audi oficial cuando vaya y venga a Mérida a rendir pleitesía al emperador Monago.
Vale.

Tras el trámite en el Congreso de los Diputados, donde el Partido Popular votó en contra de una enmienda presentada por el Grupo Socialista que pretendía conseguir el compromiso de mantener en pleno funcionamiento y operativo de la Academia General Básica de Suboficiales, de Talarn, y del Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013 se tramita, en estas fechas, en el Senado.
La negativa de los diputados del Partido Popular que representan a la provincia de Cáceres, encabezados por Carlos Floriano, a apoyar la enmienda no augura, en el Senado, que los representantes de dicho partido por la provincia de Cáceres planteen su voto a favor.

Son cinco los senadores que tiene la provincia de Cáceres, de los que 4 son por elección directa y uno por designación de la Asamblea de Extremadura. De todos ellos, 1, Juan Andrés Tovar Mena, pertenece al PSOE, y los otros 4, Pablo Elena Núñez, Elena Nevado del Campo, Alberto Casero Ávila y Diego Sánchez Duque, al PP.

Actualmente, en el Senado se han presentado las enmiendas que los grupos parlamentarios consideran pertinentes para modificar el Proyecto de Ley de PGE 2013 remitido por el Congreso. En este trámite se han presentado dos enmiendas que solicitan la continuidad plena de capacidades del Centro de Formación de Tropa nº 1. Una de ellas, por el Grupo Parlamentario Socialista, dando continuidad a la presentada y rechaza en el Congreso. La otra, de igual contenido, tiene cierta enjundia política, no ya por el contenido, que es igual, sino por el grupo parlamentario que la presenta.

De todos es conocido el reiterado recurso que hace el Presidente de la Junta de Extremadura y del Partido Popular en la Comunidad Autónoma, José Antonio Monago, de Catalunya como soporte de demagogias y búsquedas de notoriedad.

Ahora, los senadores cacereños del PP se encuentran en la tesitura, políticamente poco defendible, de rechazar la continuidad del CEFOT nº 1, cuando quien pide esa continuidad es un grupo de senadores catalanes, en concreto, el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya (GPEP), del que forman parte senadores del PSC y de ICV. Tiene guasa que sean senadores de un territorio del Estado (Catalunya) vilipendiado permanentemente por el presidente de otro (Extremadura) quien pida defender cosas como el CEFOT nº 1, de raigambre social y de gran importancia económica para Cáceres.

A lo largo de lo que llevamos de año, desde que a finales de marzo se tuvo conocimiento de la situación práctica de ERE de funcionamiento en la que había quedado el Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, han sido múltiples las declaraciones que la senadora Elena Nevado, además alcaldesa de la ciudad, ha realizado de apoyo a la continuidad del centro militar. Pero ninguna acción positiva y, mucho menos, con resultados. La negativa de su partido de apoyar la enmienda presentada en el Congreso, es una muestra de ello. Y su conocimiento real de la situación, previo y ocultado al conocimiento público, también muestra su absoluta falta de compromiso con dicho centro. En política, además de palabras y gestos, están las acciones. No valen ahora que pudieran salir dirigentes populares de Cáceres, desde Carlos Floriano hacia abajo, diciendo aquello de que “se están realizando gestiones”, porque sencillamente, no es verdad. Si se están “realizando gestiones” los resultados a la vista están: el Cefot no se ha cerrado todavía porque, quizás, el Mando del Ejército sea reacio a cerrar unidades militares y cuarteles. Si las presuntas gestiones hubieran dado resultados positivos habrían salido, en tromba, a contarlo, con pelos, señales y fotografías.

Además de Elena Nevado haciendo declaraciones huecas y sin ningún compromiso real, también el senador Alberto Casero, alcalde de Trujillo, ha dicho en muchas ocasiones aquello de su “apoyo incondicional” al CEFOT nº 1. Pero de boquilla. La última vez, con motivo de una Jura de Bandera civil llevada a cabo en su ciudad, con la participación de todo el personal, todo, del CEFOT nº 1, que montó, también, una exposición y que colaboró para que la Sección de Música de la Academia de Infantería ofreciera un exitoso concierto de música militar y popular en el Teatro Gabriel y Galán. A esta participación “de los militares”, no acompañó una más entusiasta participación de los vecinos de Trujillo y su comarca, seguramente por falta de capacidad de convocatoria de Alberto Casero.

Ahora, cuando las palabras de Elena Nevado o los ¿compromisos de apoyo? asumidos públicamente por Alberto Casero durante la Jura de Bandera celebrada junto al emblema de su ciudad, Francisco Pizarro, han de ser demostrados, es cuando me gustaría verlos, dar la cara, transformar esas palabras en el hecho de votar a favor de la continuidad del CEFOT nº 1, asumiendo la motivación de la enmienda presentada por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya (GPEPC): La previsión presupuestaria del Gobierno contempla recortes en las políticas de Defensa, pero esto no debe, necesariamente, llevar aparejado el cese de funcionamiento de los centros formativos y la adecuada cualificación de las personas.

De los otros dos senadores espero aún menos que de Elena Nevado y Alberto Casero, que sin duda votarán en contra y añadirán un clavo más al futuro del CEFOT nº 1. De Diego Sánchez Duque, porque es un senador que ejerce de cargo de partido sin compromiso de representación provincial. Y del otro, un tal Pablo Elena, ni idea. Ni sé quién es… ni tengo interés en saberlo.

Vale.

Completando mi anterior entrada en este blog, copio los textos literales publicados en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados que constituye el acta de la sesión celebrada el 8 de octubre pasado.
Y finaliza esta entrada con textos literales de una información publicada el miércoles, en una publicación digital que traduce, exactamente, la realidad de cómo está la situación de futuro del Cefot de Cáceres.

Interviene Luis Tudanca, Diputado del Grupo Socialista. Se dirige a la Subsecretaría de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud:
Le preguntaba hace menos de un año sobre dos cuestiones muy concretas, sobre el centro de Talarn y el CFO de Cáceres; me decía usted que no había decisión tomada, y yo le vuelvo a preguntar: ¿la hay ahora? Porque en Talarn, por ejemplo, se habló de cierre en julio, luego se habló de cierre en diciembre y no sabemos qué pasará el año que viene. Además de un centro muy importante para la enseñanza estamos hablando de un centro muy importante para ochocientas familias que no merecen esta incertidumbre. Qué le voy a decir del CFO de Cáceres, del cual depende toda una comarca. Los meses pasan, sigue la incertidumbre, la preocupación crece, y con este descenso general del 20% en el programa y a la vez con su compromiso —es cierto, lo agradezco mucho— y el del secretario de Estado con la enseñanza y la formación y su potenciación en las Fuerzas Armadas, hay una contradicción que me parece que conviene aclarar por la tranquilidad de muchas personas y familias en estas dos comarcas. No se trata solo de más o menos efectivos o convocatorias públicas, sino —vuelvo a insistir— de planificación.
Contesta Irene Domínguez-Alcahud, Subsecretaria de Defensa.
En cuanto a los centros de Talarn y el CFO de Cáceres, en esto debería sobrar con la explicación que ha dado el secretario de Estado en el sentido de que ya se ha dicho que estos dos centros van a continuar abiertos durante este ejercicio y que, no obstante, están siendo objeto de estudio dentro de ese plan de infraestructuras que se está llevando a cabo en la Secretaría de Estado de Defensa. En ese plan de infraestructuras hay un representante de la Dirección General de Personal y de la Dirección de Reclutamiento para poner de manifiesto todas aquellas cuestiones sensibles relativas tanto a la enseñanza como a las cuestiones de personal que afectan a dichos centros.
Réplica de Luis Tudanca, Diputado del Grupo Socialista
Con respecto al CFO de Cáceres y el Talarn, ustedes empiezan bien, pero no terminan de rematar.
Vuelve a insistir en que es objeto de estudio; es que en el ministerio casi parecen opositores. Dejemos de estudiar las cosas y concretemos algunas porque llevamos ya dos presupuestos y hay algunos temas importantes, muy, muy trascendentes, que siguen sin concretar.

Revista Atenea Digital (www.ateneadigital.es). M.Ángeles Moya / Joaquín Calderón / Madrid   miércoles, 10 de octubre de 2012
Defensa no convocará nuevas plazas de tropa y marinería para 2013
En 2013 no está previsto que el Ministerio de Defensa convoque nuevas plazas de tropa y marinería en las Fuerzas Armadas, aunque todo dependerá «de cómo evolucione la situación económica». Así se lo han confirmado a ATENEA fuentes del Departamento que dirige Pedro Morenés. Estas fuentes aseguran que «podría hacerse, pero que no hay previsión de nuevas convocatorias», a pesar de que la tasa de reposición de plazas en las Fuerzas Armadas se encuentra en el diez por ciento que establece la Ley de Presupuestos Generales del Estado (al igual que ocurre en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, donde sí habrá nuevas convocatorias).
(…)
La imposibilidad, al menos por el momento, de convocar nuevas plazas ya fue esbozada el pasado lunes en la Comisión de Defensa del Congreso por la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez Alcahud, quien, durante su comparecencia, ya avisó de que «la rigurosidad» de las restricciones presupuestarias podría condicionar los concursos de reclutamiento.

Vale.

En la mañana de hoy, 8 de octubre, ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados, la comparecencia ante la Comisión de Defensa de los altos cargos del Ministerio del ramo para explicar los Recortes Generales del Estado para 2013. Recortes, que no Presupuestos.
En primer lugar, me ha llamado la atención el desparpajo con el que el portavoz del partido que sustenta al Gobierno, el diputado del PP de la Comunidad Valenciana Vicente Ferrer ha hecho alusión a su reciente condena por haber sido sorprendido conduciendo con una elevada tasa de alcohol en el cuerpo. Y el desparpajo con el que los medios de comunicación han alabado su “valentía” para reconocer su error. Es evidente que el error no estuvo en el consumo de alcohol, sino en que le pillaron. Creo recordar que no ha dicho que no volverá a ocurrir. En manos de gente que no controla su consumo de alcohol se encuentra la toma de decisiones que, por ejemplo, afectan a 220 familias que tienen su puesto de trabajo en el Campamento de Santa Ana en Cáceres, y a los muchos puestos de trabajo indirectos relacionados con la instalación militar.
En segundo lugar, siendo el asunto del Cefot de Cáceres un tema recurrente en la ciudad y en la Comunidad Autónoma, no comprendo cómo los medios de comunicación locales no están más atentos a los movimientos que en los centros de decisión se vienen produciendo. ¿Ignoraban los medios de comunicación regionales que hoy se celebraba tan importante Comisión en el Congreso? Entiendo, por otra parte, que medios como el BOPP, el más potente económicamente, no quiera informar sobre el asunto. Hay que proteger al amo y señor de la viña.
Durante la comparecencia del Secretario de Estado de Defensa se ha hablado, y mucho, de Programas Especiales de Armamento (lo del célebre crédito de 1.782.000.000.000 €), mucho de la escasa inversión disponible y poco más.
Durante la comparecencia de la Subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, su lectura sin puntos ni comas de los datos y números de las áreas de su competencia han dejado claro, entre otras cosas, que se van a tocar partidas como las destinadas a programas de apoyo al personal (ayudas sociales), como que se está disminuyendo, por la vía de la no reposición por jubilaciones, el número de efectivos de las FAS (unos 3.500 menos en 2013). Y de que en el próximo año el número máximo de efectivos de tropa y marineria no será superior a 80.000. En estos momentos, según diversas fuentes, ese número está en torno a 81.500. También ha hecho referencia a la raquítica oferta de empleo público para 2013, que será menor al 10% de tasa de reposición en cuadros de mandos. En tropa, ni eso.
Como los medios de comunicación de Cáceres y Extremadura no se han enterado de que en el maremágnum de números, euros, efectivos… que ha ido relatando la señora Subsecretaria de Defensa se encuentra escondido el cierre defenitivo del Cefot (salvo milagro, y ya se sabe que los milagros no existen ni vistiéndose de negro en el Vaticano), lo diré aquí.
El diputado Luis Tudanca (@luistudanca), del Grupo Socialista, ha intervenido para, desde la cortesía parlamentaria, ir poniendo en cuestión unas cuentas que no tienen razón en sí mismas, por su incoherencia. También ha preguntado por la situación futura de la Academia General Básica de Suboficiales, en Talarn (Lleida) y por el Centro de Formación de Tropa de Cáceres. Ha preguntado por cuál será el futuro del Centro militar cacereño, sobre el que el mayor de los pesares actuales que le aqueja es la incertidumbre.
Para quien no lo sepa, corresponde a la Subsecretaría de Defensa la realización de las convocatorias de personal, dentro de la oferta de empleo, de todo el Ministerio, tanto de personal civil (para 2013, tasa cero de reposición), como militar (para 2013, hasta el 10%, ni siquiera este porcentaje está asegurado, en cuadros de mandos y en especializades como medicina). Para personal de tropa, para el personal que si hubiera oferta de empleo el próximo garantizaría el futuro del Cefot, la señora Subsecretaria no ha tenido ni cifra ni porcentaje.
A la pregunta expresa, directa, del Diputado Tudanca, la señora Domínguez-Alcahud ha contestado que el Cefot está en estos momentos abierto, y que lo que suceda en 2013 ya no es cosa suya, sino que dependerá de lo que el recientemente creado Comisionado de Infraestructura determine. Y ese Comisionado no depende de ella, sino del Secretario de Estado.
Para quien no lo sepa, la alcasenadora Elena Nevado se reunió en Madrid, el 5 de marzo, con la subsecretaria de Defensa, con la misma autoridad que hoy ha dicho que el futuro del Cefot no depende de ella. Aquella reunión del 5 de marzo, sobre la que Elena Nevado mintió en papel oficial al emitir un comunicado diciendo que había sido de cortesía, sirvió para que el Ministerio de Defensa informara de primera mano del negro futuro que se cernía sobre el Cefot. Y la alcasenadora Nevado lo ocultó a la ciudadanía.
Hoy, cuando la Subsecretaria de Defensa, a quien corresponde la gestión del personal del Ministerio, a quien corresponde por ejemplo las áreas de Personal y de Reclutamiento, ha dicho que el asunto del Cefot es en otra puerta del Ministerio.
Ya sabemos en qué puerta, la de la calle.
Y mientras todo esto sucede, un IBM de la Junta de Extremadura, el Secretario General de Comunicación, un tal Juan Rodríguez Plaza, me dice, a una pregunta directa mía sobre lo que ha hecho hasta ahora José Antonio Monago para defender el Cefot, que la posición oficial de la Junta es la de apoyo cerrado a la alcaldesa y que es un asunto que no es competencia de la Comunidad Autónoma. ¿Apoyo cerrado a qué? ¿A la ocultación dolosa de la información que la Subsecretaria de Defensa trasladó a Elena Nevado el 5 de marzo?
Y mientras esto sucede, la alcasenadora Elena Nevado construye una plataforma a modo de barricada, sin saber (qué malos asesores tiene en la materia) que los tiempos políticos del Ayuntamiento no tienen nada que ver con los tiempos políticos de Castellana, 109, y estos tampoco se paren en nada a los del Palacio de Buenavista.
Y mientras esto sucede, un chico dizque bien parecido (esto es, un mindundi), que en su vida se ha visto en otra, Carlos Floriano, Diputado nacional por Cáceres y número 3 del Partido Popular, calla, con la desvergüenza de quien ni sabe, ni quiere, y, sobre todo, no puede decir nada. Espero que los “defensores” del Cefot, muchos de ellos ilustres votantes de la derecha, aprendan que no pueden confiar en el menos preparado de todos ellos.
Y mientras esto sucede, otro alcasenador del PP, Alberto Casero, pretende organizar, con cargo al erario municipal, una Jura de Bandera de personal civil en la Plaza Mayor de Trujillo, para que desfilen ante él los militares del Cefot. Y pretende darse un homenaje a la vista y enfundarse una bandera de patriotismo sin haber hecho nada, absolutamente, por quienes en ese acto le alegrarán la vista. A mayor gloria.
Y mientras esto sucede, José Antonio Monago… ¿qué decir de él? Mejor nada. Cuando salga a los medios con este asunto, si algún día se atreve comentaremos algo. De momento, en este y en otros muchos asuntos, me recuera a un dicho popular que aprendí de pequeño: Hay hombres, hombrinos, macacos y macaquinos.
Vale.

Decía el pasado 11 de julio en los medios regionales de información el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, que confiaba en la futura oferta de empleo público para que la continuidad del Cefot estuviera garantizada. Estulticia.
Fernando Manzano es el Secretario General del PP de Extremadura y presidente de la Asamblea legislativa autonómica. Confiar en la “oferta de empleo” como algo etéreo, futurible, ajeno a sus obligaciones políticas es muestra de estulticia política. Corresponde al gobierno de la nación, es decir, al Partido Popular, determinar cuál ha de ser la oferta de empleo público en la quese enmarcaría la continuidad del Cefot. Esperar, confiar, como si ello fuera responsabilidad de otros no es más que un ejemplo de la ignominiosa capacidad de los dirigentes locales y regionales del PP para hacernos crees que ellos no son responsables de nada.
La actitud de los cargos públicos y políticos (me niego a considerarlos dirigentes de nada y menos líderes) del PP de Extremadura respecto a la continuidad o no del Centro de Formación de Tropa nº 1, Cefot 1, es la demostración, para generaciones futuras, y para ciudadanos poco avisados, de lo que es la incompetencia, la incapacidad, la impotencia, la cobardía y la traición. Fueron elegidos por los militantes de su partido (perdón, los militantes del PP refrendaron a la búlgara lo que les fue impuesto, ese partido carece de democracia interna) para ganar unas elecciones. Y fueron elegidos por los ciudadanos cacereños y extremeños para defender los intereses de Cáceres y Extremadura.
Lo que hagan los militantes del PP que ven cómo el Cefot se cierra y pierden una referencia para situar “fuerzas vivas” entre sus amistades y cofradías, me trae al pairo. Allá ellos con sus vergüenzas (los que la tengan) y sus complicidades. Pero lo que están haciendo los cargos políticos del PP, elegidos con el voto libre de los ciudadanos tiene un nombre: traición.
Traición la que está cometiendo la alcasenadora Elena Nevado, que en la ciudad miente conscientemente a los ciudadanos y los engaña para colocar una pancarta en el balcón municipal y fomenta una plataforma que es una barricada tras la que esconder sus mentiras y su traición. Traición la que está cometiendo la alcasenadora Elena Nevado, que en el Senado, donde representa los intereses territoriales (el Senado es cámara territorial, cualquier licenciada en derecho lo sabría) de Cáceres y provincia, no ha tenido ninguna intervención en defensa del Cefot, ni, por supuesto, ha planteado, a la hora de discutir los Recortes Generales del Estado para 2012, una enmienda que garantizara oferta de empleo de tropa profesional, lo que habría supuesto la continuidad del Cefot.
Traición la que el alcasenador Alberto Casero, alcalde de Trujillo y senador, como Elena Nevado, está cometiendo con la buena gente que quiere darle el gusto de llevar un espectáculo patriótico a los pies de Paco Pizarro, y que, al igual que la alcasenadora Nevado, no ha tenido agallas de presentar ninguna iniciativa parlamentaria en el Senado, ni siquiera “por cumplir”, ni siquiera para arriesgarse a que le pusieran los jefes de su partido la cara colorá como un tomatito.
Traición la que está cometiendo el diputado nacional Carlos Floriano, presunto número 3 del PP, y que no es capaz siquiera de abrir la boca para defender la continuidad del Cefot. La capacidad de traición a los intereses de Cáceres de Carlos Floriano es tal que su sólo silencio, otorgando carta de naturaleza al cierre del centro militar, es la vergüenza y el oprobio de sus conmilitones que, en privado le critican, pero que (dogma de la moral judeocristiana) en público le defienden. Que Carlos Floriano siga queriendo ser considerado cacereño, es un insulto. Y su actuación pública, pura traición.
Traición es la que está cometiendo el presidente regional del PP (allá los militantes, que arrastren su vergüenza como puedan) y presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, que no ha sido capaz, cobarde como él sólo, de defender con ninguna palabra de aliento la continuidad del lugar donde trabajan a diario 240 personas. Alguien que, como Monago, maneja un lenguaje cuartelario, barriobajero, más propio del Bronx que de una persona con un mínimo de educación, es incapaz de alzar la voz, incluso bajito, para decirle al gobierno y al partido que lo sustenta alguna leve queja. Traición absoluta, en toda regla.
Y esa traición se consuma cuando ayer, viernes, el presidente del gobierno de la nación convoca una rueda de prensa tras la reunión del consejo de tramposos, digo de ministros, y oculta que ha remitido a sus jefes, a la UE las determinaciones que incluirá en los presupuestos generales del estado para 2013 y 2014. Ocultar el pequeño dato de un recorte salvaje, fundamentado en cuestiones ideológicas, es mentir, es, como hacen sus subordinados extremeños, traicionar. En ese documento, Mariano Rajoy ya establece que ni en 2013 ni en 2014 habrá oferta de empleo público.
La confianza, el futurible al que se refería el presidente de la Asamblea de Extremadura el 11 de julio, se ha desvanecido. Bien es verdad, que cuando Fernando Manzano decía aquello, su confianza era escasa o nula. Tanto por las previsiones que día tras día se conocen acerca de las decisiones que toma el gobierno (y de las que nos enteramos de aquella manera), como porque ni él ni ningún cargo público ni político del PP tienen las agallas suficientes como para plantar cara. El pesebre afecta a la voluntad. Y cuando la voluntad es escasa de serie, la anula.
Vale.

Decía en mi entrada en este blog de 29 de junio que para saber, definitivamente, el futuro del Centro de Formación de Tropa número 1, Cefot de Cáceres, habría que estar atentos al calendario de decisiones de política económica que faltan. Una de esas decisiones era el techo de gasto que el Gobierno propondrá al Congreso de los Diputados. Algo que debió hacerse antes del 30 de junio, pero que la intervención de nuestra economía por la Unión Europea ha retrasado casi un mes… el tiempo que se ha tardado en dar instrucciones al que dicen gobierno de España.
El viernes, 20 de julio, el gobierno dio a conocer el techo de gasto para 2013, que será mayor que el de 2012 (por el incremento del coste de la deuda), pero que en realidad supone una disminución superior al 6% en el gasto general del conjunto y que para los Ministerios supondrá un recorte real medio de otro 12,2%.
La decisión de “cierre temporal” de la Academia de Suboficiales de Talarn y del Cefot de Cáceres, entre otras cuestiones, fue explicada en su momento por los recortes presupuestarios. Recortes que se han plasmado en la Ley de Recortes, digo de Presupuestos Generales del Estado para 2012, aprobada en junio pasado y que incluían la disminución de 83.000 a 81.000 los efectivos de tropa y marinería. Con esta ley y con el RDL de recortes salvajes de julio, se ha esfumado cualquier posibilidad de que en lo que resta de año se lleve a cabo ninguna convocatoria de plazas de soldados, “materia prima” necesaria para el funcionamiento del Cefot de Cáceres. Incluso, la situación de cierre temporal puede ser la causa por la que el examen de ascenso a cabo, convocado para diciembre, no se celebre en las instalaciones del Campamento de Santa Ana.
Corresponde, debería corresponder, a los dirigentes políticos (el personal militar tiene limitada su capacidad de “reivindicación”) locales, provinciales y regionales del partido que sustenta al gobierno de la nación, hacer las gestiones necesarias para que los recortes que se desprenden del techo de gasto aprobado no terminen finiquitando (como sin duda parece ser la solución final) la continuación del Cefot.
Además, al techo de gasto tan recortado que la Unión Europea a ha obligado al Gobierno de Rajoy a adoptar, hay que añadir las previsiones del documentos “Visión 2025”, elaborado por el JEMAD (Jefe del Estado Mayor de la Defensa) a petición expresa del Ministro. El documento, filtrado (¿interesadamente, para ir allanando el camino?) a El País, y publicado coincidiendo con la comparecencia del Ministro Morenés en el Congreso para informar de la nueva directiva de Defensa, ha sido elaborado por el JEMAD con las informaciones facilitadas, a su vez, por los JEMES de los Ejércitos de Tierra y Aire y por el Almirante General de la Armada.
Las previsiones del documento “Visión 2025” cifran en 20.000 los efectivos (15.000 militares y 5.000 civiles) que deberá suprimir el Ministerio. Según los publicado por el periodista Miguel González, en El Pais, la mayor sangría de personal se llevará a cabo en el Ejército de Tierra, unos 10.000 efectivos. Desde el punto de vista económico (que es de lo que se trata) la mayor disminución, para que sea efectiva, deberá darse en la tropa, entre otras razones porque los mandos son funcionarios y sus retribuciones han de mantenerse, en activo o en la reserva. La alarma causada por la publicación del informe “Visión 2025” ha sido evidente en el ámbito del Ejército de Tierra. Si, como se dice en dicho informe, se disolverán dos brigadas (para entendernos, en Extremadura está la Brigada Mecanizada XI), el número de soldados va a disminuir, y las necesidades de formación de nuevas incorporaciones lastran, de modo definitivo, el futuro del Cefot.
En este panorama, el clamoroso silencio del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, o del presunto número 3 de la dirección del Partido Popular, Carlos Floriano, son la muestra, la prueba del 9, de que ni quieren defender la continuidad del acuartelamiento de Cáceres, ni pueden. Que no quieran es una decisión personal, pero que no puedan es el sello que fija su incompetencia y su falta de compromiso con la ciudad de Cáceres. Nada puede esperarse de estas dos personas, que carecen de mérito y capacidad para conseguir que el Cefot de Cáceres continúe.
En un segundo escalón de responsabilidades políticas están dos alcasenadores, Elena Nevado, de Cáceres, y Alberto Casero, de Trujillo. La primera, cuando fue informada del cierre por la Subsecretaria de Defensa en 5 de marzo de 2012, calló la información, y solamente cuando tres semanas después fue publicada por El Periódico Extremadura, se sorprendió y reaccionó impulsando lo que en su día fue la plataforma pro-Cimov. Pero lo hizo en defensa propia, como barricada. La pancarta que aún cuelga del balcón de su despacho en el Ayuntamiento es la prueba irrefutable de su incapacidad para haber resuelto favorablemente la continuidad del Cefot. Su condición de senadora debería haberla utilizada para presentar iniciativas parlamentarias que garantizaran el futuro del Cefot. Pero las 225 familias que tienen en el Campamento de Santa Ana su puesto de trabajo les da igual, exactamente igual.
El segundo, el alcalde de Trujillo, también es senador y todavía se está a la espera de que se atreva a presentar alguna iniciativa en favor de la unidad militar, alguna iniciativa para evitar que en cualquier momento se le tenga que poner la cara como un tomate de “colorá” afeándole su silencio. En cualquier momento, por ejemplo, cuando quiera presumir de tener a los militares del Cefot en la Plaza Mayor de Trujillo desfilando para él, para su ego.
Vale.

Cuando a finales de mayo el Ministerio de Defensa se sumó a la fiesta de los eufemismos que tanto le gusta a la derecha que manda pero no gobierna, y dijo aquello de que los “centros de formación estarán activos en función de cómo evolucione la oferta de empleo” (o algo así) se unió a las declaraciones anteiores de la alcasenadora Nevado, para terminar de desactivar la Plataforma que el propio PP había impulsado como barricada en su propia defensa.
Todas las declaraciones que siguieron a la pirueta eufemística del Ministerio, iban en la misma dirección: habrá que esperar a conocer la oferta de empleo de 2013, y ese año se sabrá cuál será el futuro del Cefot de Cáceres.
O lo que viene a ser, que ahora todos tranquilos, que ya a partir de enero de 2013 iremos viendo. Pero…
De aquí al 1 de enero del año próximo sucederán muchos hitos en los que sabremos algo tan importante como cuál será la oferta de empleo para el año próximo.
El primer hito importante será conocer el techo de gasto. Algo que debería haberse producido antes del 30 de junio, pero que el incompetente Mariano Rajoy no ha llevado al parlamento (bueno, él tampoco va), porque está esperando, entre otras cosas, que le digan “desde fuera” lo que tiene que hacer. El techo de gasto se tiene que aprobar en el Congreso de los Diputados es la cifra que ha de distribuirse en todos los epígrafes del gasto presupuestario. El pasado 16 de junio, el BOE publico la preceptiva Orden del Miniesterio de Hacienda dando instrucciones a los ministerios para la redacción de presupuestos para 2013. En marzo de 2012, el gobierno (o lo que sea eso) de Mariano Rajoy estableción ese techo de gasto para 2012 en 118.565 millones de euros, un 4,7% menos que en 2011. Días después, con los presupuestos ya presentados en el Congreso, el Consejo de Administración de La Moncloa aprobó un recorte de 10.000 millones en Sanidad y Educación. Con ese techo de gasto, la oferta de empleo de 2012 ha sido 0 marianero.
Para el próximo año, todas las previsiones, como se señalaba en algún confidencial, se encaminan a un recorte mayor, por lo que la oferta de empleo de 2013 tiene todo los visos de ser -0 (despidos de empleados públicos en una cuantía significativa para cuadrar gastos).
En el calendario de futuro del Cefot, en muy pocas fechas sabremos que, con un techo de gasto menor que en 2012, la oferta de empleo volverá a ser la misma que este año. Es decir, cero.
El hito del techo de gasto que hoy se anuncia que se conocerá en los próximos días (vamos, cuando Europa le ordene al gobierno que recorte sueldos de funcionarios y despida empleados públicos, “adelgace” el estado del bienestar ya famélico, y suba el IVA y otras cosas por el estilo). Y de esos números tan inmensos, se desprenderá la primera pista sobre cuál será el futuro del Cefot: si no hay oferta de empleo no hay futuro.
Con ese techo de gasto que Merkel ordene a Rajoy, se elaborará el Proyecto de Presupuestos para 2013, que tiene que tener entrada en el Congreso el 30 de septiembre a más tardar (para curiosos, en la agenda de plenos del Congreso ya están reservadas y señalas las fechas de comparecencias de altos cargos -los que sean- para informar). Y en ese Proyecto deberá ir un artículo específico, de los primeros, que hable de la Oferta de Empleo Público. Y deberá ir una Disposición Adicional que determine el número máximo de efectivos de tropa y marinería que deberá haber en las FAS a 31 de diciembre de 2013. En la Ley que se publicará en el BOE estos días, los PGE (los Recortes Generales del Estado) para 2012 fijan ese número máximo en 81.000. A comienzos de 2012, el número era de 83.000. O lo que es lo mismo, no solamente no ha habido oferta de empleo de tropa, sino que se están despidiendo (y se están suprimiendo, de paso, esas plazas) a 2.000 soldados y marineros. Las negociaciones entre CiU y el PP han estado a punto de que el número hubiera bajado a 80.000. Ya se verá para 2013.
El apacible calendario que la alcasenadora Nevado cree que le servirá de respiro, se comienza a desbrozar en pocas fechas. El techo de gasto será la primera piedra, en julio. En septiembre, el Proyecto de Presupuestos para 2013. Y en cualquiera de los dos casos, ella, como dirigente (o lo que sea eso de ser dirigente en estos tiempos) del partido en el gobierno debería influir si tuviera alguna fuerza.
Se puede dar el caso, además, que mientras en el último trimestre del año, con los presupuestos de 2013 en el debate parlamentario, un alcasenador del PP presuma, en su pueblo, del Cefot, y esté votando contra su continuidad en el Senado. El alcasenador de Trujillo Alberto Casero quiere a toda costa organizar (cueste lo que cueste, y cuesta un dinerillo) una Jura de Bandera de civiles en la Plaza Mayor de Trujillo (en la que prohíbe a los niños jugar a la pelota). Pero no tendrá la valentía de defender ante su partido y, mucho menos en sede parlamentaria, la continuidad del centro militar de Cáceres.
Con este calendario, el futuro del Cefot está en manos de un presunto gobierno que solamente puede hacer los presupuestos que le ordenan, y en manos de un partido que goza de una mayoría absoluta que utiliza en contra de los ciudadanos. Y de unos dirigentes políticos locales que son unos mindundis en Génova.
Dejo para el final al Presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, incapaz de alzar la voz ante cualquiera de su partido en Madrid y gallardo y altanero con los extremeños, y cuartelero – cuartelario en sus formas, pensando que vendiendo burras con mataduras puede alcanzar cotas de reconocimiento de líder político. De este señor, nada se ha sabido hasta ahora en defensa de la continuidad del Cefot, y no tiene la valentía de contestar cuando se le pregunta. Y de este señor nada es esperable en el futuro, porque ya sabe que no lo hay. Pero calla.
Vale.

Tras la última reunión, hace ya más de 15 días, de la alcasenadora Nevado con los miembros de la Plataforma “Cáceres con el Cefot”, parece que quedó meridianamente claro que el asunto del cierre de la instalación militar en la ciudad se había solucionado. Una de las principales fuentes de ingresos de esta capital de provincia había quedado a salvo de los recortes del gobierno del PP por la valiente y decidida de Elena Nevado. En realidad, no llegó a tal extremo de rotundidad (al parecer) con los miembros de la Plataforma, pero la inactividad de esta junto con el constante y machacón “argumentario” que el entorno del PP local y regional transmiten es que se trata de un asunto cerrado.
Incluso, durante los fastos de celebración del Primer Año de la Victoria, el asunto ni siquiera se mencionó (y dudo de que algún periodista lo preguntara). Asunto cerrado.
Pues dado que es asunto cerrado, con gran éxito por parte de la alcalsenadora Nevado, deben eliminarse las pancartas que afean las barandas de los pasos elevados sobre rotondas, y que no aportan a los conductores y acompañantes que pasan bajo ellas ninguna información relevante sobre la ciudad.
Y, por supuesto, debe eliminarse la pancarta que, a modo de barricada, se colocó en el balcón del Ayuntamiento de la ciudad, significativamente en la zona donde se encuentra el despacho de la alcaldía. Eliminar la barricada, digo, la pancarta sería la máxima aclaración a que el futuro del Centro militar de formación de nuevos soldados está resuelto y garantizado.
Elíminese la pancarta de su ubicación, que afea la fachada de la casa consistorial y que además perturba el paseo agradable de los cacereños por la Plaza Roja, y que han de contestar a cuantos visitantes miran y se preguntan, los más educados, que a qué se refiere esa pancarta. Y los más ordinarios (turistas de mochila, alpargata y cámara de 59 euros del Carreful) sencillamente preguntan: ¿qué coño es eso del cefot?
Las pancartas, cuando en realidad son barricadas, se eliminan una vez conseguido el objetivo. Y cualquier mindundi, chichinabo, botijero,IBM, traidor y demás allegados al PP local, provincial y regional se encargan de airear el éxito conseguido.
De la mediación implorada a Rajoy, nada se dice. De si Rajoy llegó a ver la carta de Elena Nevado implorando su mediación ante el ministro de Defensa, tampoco. De la carta enviada al Ministro de Defensa, nada se dice. Nada se sabe. Para qué.
Elimínese la pancarta, y el balcón municipal quedará en todo su esplendor, libre de barricadas.
Vale.

En la edición digital de El Periódico Extremadura de 27 de marzo de 2012, podía leerse el siguiente párrafo final de una información sobre el futuro del Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres: Por todo, la alcaldesa vuelve a insistir en que el Cefot es «una prioridad» para Cáceres y para Extremadura, que «se seguirá trabajando en todas las direcciones posibles para garantizar sus funciones» y que «no se renunciará y se peleará sin cuartel» por su mantenimiento en Cáceres. (http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/temadeldia/la-alcaldesa-de-caceres-dice-que-no-renunciara-centro-de-formacion-militar_644924.html)

Ahora que el Proyecto de Recortes (digo, de Presupuestos) Generales del Estado están en tramitación en el Senado, al que pertenece la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, y al que también pertenece, por ejemplo, el alcalde de Trujillo, Alberto Casero, ahora es el momento en el que la alcasenadora tiene la ocasión de demostrar lo que decía en tono entre sorprendida y enfadada por la noticia publicada respecto del futuro, más que negro, del mantenimiento del Cefot en la ciudad. Ya sabía ella, y muy bien, de primera mano, qué es lo que estaba pasando.

La situación precaria de futuro del Cefot de Cáceres, más cerca, cada vez, del cierre definitivo que de una continuidad garantizada ante la falta de oferta de empleo público para 2012 de tropa y marinería profesional y unas previsiones similares (o peores) para 2013, depende de los PGE.

Ahora, tras su aprobación en el Congreso, donde el PP, partido al que pertenece la alcasenadora Nevado rechazó, sin debate, sin dar ninguna explicación, una enmienda encaminada a garantizar la plena operatividad del Cefot, los PGE se encuentran en el Senado, donde Elena Nevado ha tenido la oportunidad de presentar enmiendas para garantizar la continuidad de la instalación militar en la ciudad de la que es alcaldesa. Pero no lo ha hecho. Ni ella, ni Alberto Casero, alcalde de Trujillo.

Ahora es cuando las palabras deberían haberse convertido en hechos. Pero no ha sido así. Mientras que en la ciudad impulsa una Plataforma con la que defenderse, a la que engaña manifestando no conocer la situación, cuando un mes antes de que esta plataforma eche a andar, ha implorado ante el Presidente del Gobierno su mediación con el Ministro de Defensa, en Madrid calla, y es cómplice de la situación de incertidumbre que se cierne, nubarrón más oscuro cada día, sobre la continuidad del Cefot.

El Ministerio de Defensa vincula la continuidad del Cefot a la “evolución de la oferta de empleo público”, al tiempo que anuncia, como hizo en vísperas del Día de las Fuerzas Armadas 2012, que anula todas las convocatorias de tropa para este año. La alcasenadora calla.

El Ministerio de Defensa vincula la continuidad del Cefot a la “evolución de la oferta de empleo público”, al tiempo que incluye una disminución de efectivos de tropa y marinería de 83.000 (31/12/2011) a 81.000 (31/12/2012), esto es, a una reducción neta de 2.000 soldados y marineros, lo que unido a la anulación de convocatorias para este año, impiden una renovación que sería la única opción posible para la pervivencia del Cefot.

En el trámite parlamentario que siguen ahora los Recortes Generales del Estado, en el Senado, con el silencio vergonzante de la alcasenadora, se ha presentado una enmienda, por parte de CiU, que ya fue rechazada en el Congreso (porque era igual en parte a otras de otros grupos minoritarios de izquierda), pero que tiene todos los visos de que, al ser la única que se presenta a la Disposición Adicional Vigésima Segunda. Una enmienda que reclama que el número de efectivos de tropa y marinería a 31 de diciembre de 2012 sea de 80.000. Su aceptación por el Partido Popular, seguramente ya pactada, puede formar parte los acuerdos (legítimos) entre formaciones políticas, pero que sería la puntilla definitiva, antes de finalizar el año, para el Cefot.

Hay que tener en cuenta, además, que los Recortes Generales del Estado, todavía en tramitación, quedarán obsoletos, en cuanto a previsiones de oferta de empleo público, a 30 de septiembre, cuando, por ley, el Gobierno de la Nación presente en el Congreso el Proyecto para el ejercicio 2013. La combinación de una disminución de efectivos, a 80.000, reclamada por CiU, junto con una más que previsible congelación (cuando no disminución) de las plantillas de personal de las Administraciones Públicas, puede ser letal, ya que la vinculación de futuro que se hace a la evolución de la oferta de empleo, no puede mantener, por más tiempo, una situación similar a la de un ERE encubierto para una instalación militar.

Vale.