Según las informaciones de la prensa local, ayer, 16 de mayo de 2024, intervino en el Pleno del Ayuntamiento de Cáceres una asociación (AMA) para pedir explicaciones al alcalde sobre la tramitación de un informe de los servicios municipales muy favorable a los intereses de la minera australiana que pretende horadar el subsuelo de la ciudad.
Por toda explicación, el alcalde se manifestó contrario a la modificación, ya que si lo hacía sería prevaricar. Luego fuese y no hubo nada.
Porque el alcalde de Cáceres, del PP, con el sujetador de VOX, afirma que lo que digan los técnicos está bien dicho. Para este viaje no hacen falta alforjas, porque si eso es así, la figura del alcalde sobra, ya que la remisión del informe a la Junta de Extremadura la podría haber firmado el portero mayor, por poner un ejemplo.
El informe en cuestión plantea que una mina, en este caso subterránea, es compatible con el uso secular de los terrenos, ya que la extracción minera se sitúa a unos 40 metros por debajo del nivel actual del terreno natural. Es más. Visto el informe, estoy seguro de que si para determinar esa compatibilidad hubiera hecho falta afirmar que la extracción minera se situará (mejor, se situaría, porque está por ver que se lleve a cabo) a 60, 80 ó 100 metros bajo el nivel actual del suelo, el informe lo habría señalado.
Dicen los funcionarios que el papel lo aguanta todo. Es cierto, el papel lo aguanta todo, y en el caso del Ayuntamiento de Cáceres, el papel del alcalde lo aguanta todo.
Porque el informe tan bien alabado por la máxima autoridad “política” parece aguantarlo todo… salvo que la compatibilidad del PGM con el deseo de negocio de los mineros australianos no puede ser nunca real y efectiva.
Los ciudadanos cuando votamos, en cualquier tipo de elecciones, lo hacemos para que quienes resulten elegidos se dediquen a hacer política y no a convertirse en correveidiles de los informes que desde una administración lleguen a otra.
Lo que los ciudadanos de Cáceres, unas veces a través, como ahora, de AMA-Cáceres, o la Plataforma Salvemos la Montaña, o asociaciones ecologistas, o, como en mi caso, ejerciendo de franco-escribidor, le pedimos al alcalde de Cáceres es que adopte una decisión política, porque para ello se le votó en unas elecciones.
Lo que parece claro es que el alcalde ha ligado su futuro político a un informe técnico y jurídico cuya calidad es cuestionable. Y desde aquí adelanto que ese informe no podrá ser cumplido, y por tanto se volverá en contra del alcalde.
Y entonces, las palabras del alcalde se convertirán en premonitorias.
Vale.