Guía de recursos
Hace unos días se publicó que la Junta de Extremadura había pedido a los ayuntamientos que facilitaran un listado de recursos disponibles, susceptibles para ser utilizados en el curso escolar, al menos al comienzo. Si una vez comenzado, todo va más o menos bien, serán menos necesarios esos recursos.
Cuando quedan poco más de dos semanas para el comienzo del curso escolar 2020-2021, las dudas sobre cómo afectará la pandemia en cada territorio a ese comienzo comienzan las dudas, los nervios y, cómo no, las soluciones. Algunas fáciles, otras menos. En Extremadura, también. Por supuesto.
Algunos centros están planteando opciones, para evitar la acumulación de alumnos en las horas diurnas tradicionales. Por ejemplo, el IES Norba Caesarina plantea hacer una parte nocturna, algo que algunos alumnos y padres no aceptan, por diversas causas. Y en este afán de cada actor en el ámbito escolar (centros, alumnos, padres) se visualiza con propuestas alternativas.
En Cáceres, siguiendo con el ejemplo del IES Norba Caesarina, los padres de alumnos contemplan como alternativa llevar clases al Instituto de Lenguas Modernas. Una alternativa como cualquier otra. Pero que flojea si tenemos en cuenta que en el mismo edificio, en los mismos espacios libres, se encuentra el CEIP Prácticas, con lo cual se descargaría el Norba y se recargaría el ILM. No parece posible la alternativa.
¿Qué tipo de recursos ha solicitado la Junta de Extremadura a los Ayuntamientos’ ¿Qué disponibilidades hay en cada municipio?
Es evidente que la pandemia nos ha cogido a contrapié, pensando en que en nuestro mundo este tipo de circunstancias es impensable, y ahora es el momento de realizar un esfuerzo por disponer en cada municipio, en cada ciudad, de una guía de recursos, no solamente físicos, sino también humanos y de tecnologías que permitan afrontar mejor los meses que restan hasta que se pueda dar por vencida la pandemia.
La OMS parece que señala un plazo de dos años para esa circunstancia, aunque antes se produzca la aparición de una vacuna, que siendo eficaz, deberá serlo en el tiempo.
Los centros escolares extremeños, en general, tienen buenas dotaciones en materia de internet y pueden afrontar períodos de enseñanzas a distancia, y permitir que los alumnos con mayores dificultades económicas, puedan disponer de las herramientas necesarias.
También, los recursos que puedan poner los municipios al servicio de la comunidad educativa, deberán ser los apropiados a las necesidades que en cada momento demanden los centros. La primera mirada que se echa cuando se lee la noticia de la petición autonómica, es a los pabellones deportivos, de los que muchos pueblos disponen, pero habría que realizar un buen catálogo de infraestructuras para movilizar en el entorno de cada centro educativo.
En las ciudades más grandes, ese catálogo debería incluir las posibilidades de uso por los centros educativos más cercanos.
La propuesta de los padres de alumnos del Norba, en Cáceres, viene marcada por la inexistencia de ese catálogo, pues de existir, no habrían propuesto el antiguo Instituto de Lenguas Modernas, ya que en caso de ser necesario aumentar el distanciamiento entre alumnos del Colegio de Prácticas, sus espacios serían los primeramente accesibles.
Vale.