Archivos para noviembre 2015
En la dictadura de Franco, los tecnócratas de prensa y propaganda del “GMN” idearon un eslogan, como otros muchos, que afianzaban la autarquía, pero le daban un punto de cosmopolitismo que, de modo machacón, influía en el modo de vida de los súbditos. Aquel eslogan era “Spain is different”.
Perdida, aparentemente, la condición de súbditos con la muerte del dictador, la evolución social y, sobre todo, económica, ha ido haciendo evolucionar aquel eslogan. Ya solamente quedan los restos. Ya Spain solamente es different en la Semana Santa y en los toros. Y en este último caso, parece que el terreno de juego está embarrado.
Los cambios sociales, la globalización, y el adoctrinamiento publicitario ejercen una poderosa influencia. Los antiguos súbditos de la dictadura, son ahora ciudadanos en un país sin soberanía, en el que mientras que la Constitución dice que la soberanía nacional reside en el pueblo, la realidad, la dura realidad es que la auténtica soberanía reside en los bancos y en las multinacionales.
La globalización, o, más en concreto, la colonización de los países por los intereses de las multinacionales avanza.
En Spain ya no hay nada diferente, quizás los nazarenos de semana santa.
Estos días, las multinacionales americanas han conseguido un nuevo hito en su colonización activa. Ha implantado de modo de destrucción masiva de la capacidad de reflexión, con campañas de publicidad. El “éxito” del black friday, la influencia de cyber monday, o la plena interiorización social de hallowen son signos, evidencias, de que la colonización ha triunfado en la España actual.
Bien es cierto que una parte importante del éxito (económico) del black friday ha estado sustentado por una potente maquinaria publicitaria, en papel, en ondas hertzianas… Se ha sustentado en todos los medios de comunicación convencionales y cientos de páginas web que viven gracias exclusivamente a dos fuentes de financiación: la publicidad de las grandes marcas y de los bancos, que son sus dueños.
Lo del black friday es un negocio, un mero negocio, cuya importación a España (con variantes llamativas del tipo de que los porcentajes de rebajas en nuestro país son bastante menores que los de USA, o que aquí las empresas se han dedicado a subir los precios días antes para luego “rebajarlos”) culmina la implantación definitiva de una suerte de colonia yanqui (transmutada en multinacional) para mayor gloria de unos súbditos que rinden pleitesía a los grandes bancos y a las multinacionales.
España ya no es diferente. Ni siquiera es pensable que lo fuera alguna vez. La pérdida de esa diferencia es mucho más profunda de lo que son una mera importación de fiestas (Halloween) o modos de negocio (black Friday o cyber Monday).
No es que la colonización yanqui sea aquello que se decía en los años 80, sino que se ha perdido, definitivamente, capacidad crítica, capacidad para discernir, capacidad para defender valores propios. Porque ya, de modo definitivo, parece que la derrota es definitiva.
Ver el entusiasmo (pagado, por supuesto) con el que las portadas de los periódicos se rinden al black Friday, o los locutores de los telediarios hacen apología del consumismo (cobrando, claro) y el silencio que tienen cuando, por ejemplo, una multinacional como Coca Cola se pasa por el forro de los botellones las sentencias judiciales, es la muestra de la derrota.
Spain is not different, Spain es un barrio de Springfield.
Vale.
El rechazo por la Asamblea de Extremadura de los PGEX para 2016 plantea dos cuestiones de interés. Por un lado, el modo en que se han rechazado, y, por otro, las consecuencias.
Al proyecto presentado por el gobierno de Fernández Vara se habían presentado tres enmiendas a la totalidad, una por cada uno de los grupos políticos de la oposición: PP, Podemos y Ciudadanos. Solamente una de las tres prosperó, la presentada por Podemos, que contó con el apoyo del Partido Popular. Según dicen los dirigentes de Podemos, no sabían que el PP apoyaría su enmienda. En el interesante mundo de las relaciones políticas entre partidos que forman la Asamblea, solamente desde la ingenuidad puede pensarse que Alvaro Jaén y sus compañeros no tuvieran información clara de la intención del PP de votar su enmienda. Y, en todo caso, el hecho contrastable es que, en el mejor de los casos para la credibilidad de los discípulos de Pablo Iglesias en Extremadura, han sido utilizados como arma arrojadiza del PP contra el gobierno de Fernández Vara.
La consecuencia inmediata de este rechazo es que, conforme a la ley, han de prorrogarse los presupuestos de 2015, los últimos aprobados por la coalición del Partido Popular e Izquierda Unida.
Pero esa prórroga tiene efectos muy interesantes. Por ejemplo, habrá que recordar que cuando Rajoy decidió suprimir la paga extra de diciembre de 2012 a los empleados públicos, se hizo mediante un Real Decreto Ley, luego convalidado por el Congreso de los Diputados, que daba a esa supresión el carácter de norma básica (de obligado cumplimiento para todas las administraciones). Cuando en diciembre de 2012 a Monago le cayó el gordo del impuesto bancario salió en tromba para decir que pagaría la extra a los funcionarios. Monago es, según su currículum, licenciado en Derecho, pero ignorante en cuanto a la aplicación de normas básicas, por ejemplo. Los funcionarios de la Junta, igualmente ignorantes del carácter básico de la supresión de la extra, aplaudieron con las orejas, jalearon, le hicieron la ola. Luego hubo de envainarse el ímpetu, reconocer que no podía pagar la extra y al final acordó adelantar la de junio del año siguiente. Y así siguen. Por cierto, Fernández Vara se sumó a “facilitar” que “sus” funcionarios (los de la Junta) pudieran percibir, por la vía del adelanto, la extra. De los funcionarios del Estado en Extremadura, se olvidaron. No eran “su problema”.
Ahora, cuando el gobierno de Rajoy ha pagado un tercio de lo que había recortado, lo ha hecho en una norma que no tiene carácter básico, dejando al resto de las administraciones con el presupuesto al aire, que se busquen la vida. Además, recurriendo a deuda pública.
Pero Rajoy sí ha incluido dos medidas retributivas en los Presupuestos Generales del Estado para 2016: pagar lo que queda por devolver de la extra confiscada en 2012 e incrementar en un 1% las retribuciones de los empleados públicos. Pero esa norma presupuestaria nacional, que tiene carácter básico, solamente se puede aplicar en Extremadura trasponiéndola a la propia Ley de Presupuestos regional. Algo que no puede hacerse porque el Partido Popular de Monago, con la cooperación necesaria de Podemos, han tumbado los presupuestos.
Ahora, aquellos funcionarios de la Junta que defendían por tierra, mar y aire que Monago les iba a pagar la extra de 2012 saltándose el carácter básico de la norma que la confiscó, claman porque la jugada política de su faro y guía, el canario de honor, no les afecte: quieren cobrar lo que les falta de la extra, haya presupuesto o no. Porque con el presupuesto prorrogado no pueden cobrarla, como no pueden ver incrementadas sus retribuciones en un 1% hasta que no haya presupuestos nuevos.
¿Seguirán esos funcionarios ganados por el benefactor Monago con la extra de 2012 aplaudiéndole? ¿Le exigirán responsabilidades? ¿Volverán a votar al Partido Popular?
Vale.
Miradla
los grandes payasos ibéricos que hicisteis siempre
pista y escenario de la patria y decíais en el exilio:
¡Mi España, la tierra de mi España!, en lugar de decir: ¡La arena de mi circo!
(León Felipe)
Aquello que escribía León Felipe, aquella feria de Medina que murió, es hoy la feria, el circo que vivimos en la Medina/España. Un circo retransmitido en directo y en diferido por las caenas que nos atan a la pantalla, por la tinta negra y sucia que derraman los periódicos, por las ondas saturadas de contaminación acústica.
La feria de Medina murió.
Como muere cada día un poco más la libertad. Y con su agonía vergonzosa y vergonzante muere cada día un poco más nuestra dignidad.
Asistimos impasibles el ademán a un espectáculo que se nos lleva por delante nuestra propia condición de ciudadanos y nos agranda en nuestra indignidad de súbditos.
Súbditos de un rey que corona una pirámide a la que le aúpan los empresarios ávidos de sangre trabajadora, cargos políticos encantados de haberse conocido, inanes.
Súbditos de un sistema político en el que la soberanía no reside en el pueblo, sino en la publicidad y en la propaganda.
Como alguna vez recuerda Miguel Ángel Aguilar, penúltima víctima de la avidez de fagocitar cualquier atisbo de libertad, no existen venenos, si no dosis.
No es un veneno el rayo catódico. Ni lo es la tinta impresa. Ni tampoco la onda hertziana. El veneno está en las dosis de manipulación, de propaganda que, al más puro estilo Goebbels, sacude nuestros ojos, atonta nuestros oídos y trata de impedirnos nuestra capacidad, menguante, de reflexionar.
Ya no hay feria en Medina, buhoneros.
Ya no quedan sino los charlatanes que esquilman los bolsillos de los atónitos súbditos cegados por las luces de neón, con los ojos ennegrecidos por la tinta y los oídos aturdidos por las bombas de los eslóganes vacíos.
Ya no hay feria en Medina, buhoneros.
Y ya vamos siendo un poco más súbditos, vamos siendo sometidos a una condición ínfima, ya no somos ciudadanos.
Ya no hay feria en Medina, buhoneros.
La próxima feria será cuando decidan los vendedores de esclavos. Y a esa feria no estaremos invitados. A esa feria seremos llevados para ser vendidos y pasar de unos amos despiadados a otros aún más.
Vale.
José Julio RodríguezGeneral de Ejército del Aire ex JEMAD
El sorpaso que ha supuesto el anuncio de Podemos de que el exJEMAD José Julio Rodríguez, ha levantado las bilis de la extrema derecha y sus voceros, y comentarios claramente mal dirigidos y en muchas ocasiones desconocedores de la realidad.
Los militares, ciudadanos de uniforme, tienen limitados derechos, entre ellos el de participar en política en tanto que estén en activo. En el caso del general Rodríguez, su situación actual es la de reserva, por lo que administrativamente sigue siendo militar, hasta su pase a retiro, que el interesado ya ha solicitado. Claro que, cuando esté retirado, seguirá siendo general del Ejército del Aire en su más alto nivel: el de 4 estrellas.
Algunos lamentan que un general de prestigio participe activamente en política, y más en un partido de perroflautas. Otra cosa sería que un general en la reserva o retirado formara parte de una candidatura de un partido de orden, esto es, del Partido Popular. Ahí nada que objetar. Por ejemplo, que un exJEME (Ejército de Tierra) fuera en las listas al Consell Insular de Menorca, como independiente, en las listas del Partido Popular no planteó en la anterior legislatura ningún inconveniente. Y que ocupara un cargo ejecutivo en ese Consell insular, el de la cartera de Transportes, tampoco. Y que al mismo tiempo siguiera impartiendo doctrina desde las páginas del panfleto de Marhuenda, o desde La Grapa, tampoco. Y no firmando como Consejero de Transportes del Consell Insular de Menorca, su cargo activo, sino como general de Ejército (R).
Sin embargo, tanto ayer como hoy, he escuchado algunas opiniones que inciden en la ignorancia unas y en el descaro y el cinismo otras.
Vayamos por la segunda. Que el todavía ministro de Defensa, conociendo que el general Rodríguez ya ha pedido su cese en destino (Orden de San Hermenegildo) y su pase a la situación de retiro, le afee su conducta. El ministro de Defensa que es quien reconoce contratos con empresas con las que estuvo relacionado hasta el día anterior a su toma de posesión (relacionado formalmente, porque en la práctica, amigos y compañeros de consejo de administración continúan) ligado a empresas que contratan con Defensa y se conozcan cosas como estas http://www.publico.es/politica/morenes-reconoce-haber-firmado-32.html.
El ministro de Defensa sí puede utilizar el argumento formal de que José Julio Rodríguez todavía está en la reserva, pero debería callarse porque su cargo ministerial caduca el 20D y las puertas de las empresas de armas las tiene entreabiertas. Como muchos generales y almirantes que se sientan en consejos de administración de empresas de armas y equipos y que pertenecen al poderoso lobby armamentístico, donde no necesitan hacer política de mítin y carnet de partido, pero sí hacen política económica… de la que le gusta al ministro de Defensa y a la caverna que tan bien le jalea.
Zaida Cantera, Comandante del Ejército, retirada