Archivos para January 31, 2014

Nada más anunciar ayer Mariano Rajoy que los contribuyentes con menos de 12.000 € de ingresos no tributarán por IRPF, le faltó tiempo al senecto Antonio Fernández consejero de Hacienda del gobierno de los mejores, esos que escuchan atón(t)itos la órdenes de su jefe, Iván Redondo, para salir hoy y contarle a sus amigos, los periodistas de eso que llaman medios de comunicación en Extremadura, que el 53,3% de los contribuyentes quedarán exentos. ¡Bien!

¿De qué coño se alegra, viejo?

¿Se alegra que más de la mitad de los trabajadores extremeños tengan unos salarios de mierda? ¿De eso se alegra?

¿Ha hecho cuentas para qué dan de sí 12.000 € al año? Descuente alquiler de vivienda, descuente gastos de agua (con ese canon que Vd., salvajismo fiscal, se sacó de la manga), de alcantarillado, de luz, de teléfono, de gas… ¿cuánto queda?

¿Sabe vd., viejo, cuántos de esos contribuyentes que ganan menos de 12.000 € al año tienen cargas familiares? ¿Sabe Vd., viejo, que la política de becas, de ayudas de libros, de ayudas de comedor, que están haciendo ustedes encarecen la vida, y que no llegan a fin de mes, ni a mediados?

¿Ha contado Vd. que tanto se alegra, cuántos de ese porcentaje del 53,3% tienen en su casa, a su cargo, una persona con discapacidad, o un dependiente al que ustedes, en hechos de salvajismo social, les están recortando, quitando, robando, unas míseras ayudas?

¿De qué coño se alegra, viejo?

¿Ha contado Vd. a sus amigos, los escribas sentados, cuántas familias extremeñas podrían mirar con alegría si pudieran alcanzar esos 12.000 euros? ¿le ha dicho vd, viejo que tanto se alegra, a sus amigos los periodistas, cuántas familias extremeñas hay en las que ninguno de sus miembros trabaja?

¿De qué cono se alegra, viejo?

¿Se alegra de la miseria en la que, cada día más ahondan ustedes a las familias?

¿Se alegra de los miles de jóvenes extremeños a los que ustedes están robando el futuro? ¿De esos miles de jóvenes que no encuentran trabajo porque sus decisiones políticas son la guillotina que secciona cualquier joven?

¿De qué coño se alegra, viejo?

Cuando sus amigos fotógrafos y cámaras de la prensa, toda amiga, por supuesto, le sacan su perfil Montiel, no se dan cuenta de que están produciendo una imagen tétrica, una imagen a elegir entre el Dómine Cabra o el malvado Fagin. Personalmente, me recuerda usted más al Dómine Cabra, que miraba por cuévanos.

Vale.

Cáceres, capital de provincia desde el siglo XIX sigue siendo capital de provincia del siglo XIX. Cualquier cosa que viene de fuera es recibida con alharacas y boato, como hace años se formaban arcos del triunfo. Ahora, esos arcos del triunfo son palabras y hechos que adornan la alfombra del recibimiento, y páginas de prensa escrita (pocas, que no están las gacetillas locales para gastar tinta).

Unos arcos del triunfo que se han ido levantando, a cada poco, anunciando la llegada de El Corte Inglés, desde 2005. Que hay que cambiar el plan de urbanismo, se cambia. Que hay que convencer al pequeño comercio de que El Corte Inglés es bueno para ellos, se convence a los tenderos de toda la vida (los tetovis), que hay que convencer a los hosteleros de que El Corte Inglés aumentará sus negocios, se convence a los taberneros de toda la vida (los tatovis), que hay que convencer a los cacereños de que… a los cacereños de toda la vida (los catovis) se les convence con poco.

Despues de nueve años, desde aquel lejano y próspero 2005 (se acuerdan, cuando ser mileurista era ser un pringao) hasta hoy, en 2014, cuando los perros son escuálidos, como el galgo de Alonso Quijano, muchos arcos del triunfo a base de declaraciones de todo tipo se han levantado. Todos esos arcos, y más que hubieran sido necesarios, levantados para que el maná de El Corte Ingés regara los bolsillos de tetovis, tatovis y catovis en general.

Ahora, el tres veces candidato de Falange Española Independente, Dimas Gimeno Álvarez, a la sazón, Consejero Director General del imperio de don Isidoro, comunica al Partido Socialista Obrero Español que desde el 10 de octubre de 2012 no tiene nada que ver con las pretensiones de intermediarios inmobiliarios para que la alcasenadora Elena Nevado, del Partido Popular, recalifique la parcela de unas austeras monjitas para construir un centro comercial de la mitad de superficie que el de Badajoz.

Derrumbados los arcos del triunfo, triunfante la Falange Española Independiente de don Dimas sobre el Partido Popular de doña Elena Nevado, a esta y a su cohorte de escuderos se les ha puesto cara da haba. Y andan diciendo, en las mismas gacetillas locales que ellos, y, sobre todo, Ella, doña Elena, siguen queriendo que El Corte Inglés se instale sobre el solar de las monjitas.

Pero como la realidad parece testaruda y no se traga los efluvios que emanan de arcos de triunfo virtuales, y cuando cada día está más claro que el Partido Popular, con mayoría absoluta aplastante, es incapaz de conseguir que los grandes almacenes destrocen los hermosos cedros de la calle Viena, todo resultan excusas, salidas por peteneras, rutas en BTT por los cerros de Úbeda.

Y las excusas con cara de haba van dando paso, a marchas forzadas, a la búsqueda de un culpable, de un pim pam pún al que echarle todas las culpas: los intermediarios inmobiliarios. Estos mismos que hoy mismo han conseguido mismamente lo que querían. La recalaficación del huerto urbano de las austeras monjitas.

A partir de ahora, todas las culpas de que El Corte Inglés recaerán, porque así lo ha decidido doña Elena Nevado, Senadora del Reino y Alcaldesa de Ná, en “los promotores”, como recordando aquella película de Mel Brooks, “Los Productores”.

Que ahora parezca que desde 2005 a 2007 el Partido Popular no hubiera gobernado con mayoría absoluta y nada hubiera sido capaz de avanzar en que los arcos de triunfo aduladores se convirtieran en la realidad de instalación de don Isidoro en Cáceres, es cosa del tiempo, que todo lo pasa (todo lo hace puré) y todo lo olvida.

Que ahora parezca que desde 2007 a 2011 el PSOE consiguiera sacar adelante, con la oposición y zancadillas de todo tipo del PP de doña Elena Nevado, el PGM, la norma que posibilitaba, legalmente, instalar la tienda del triángulo verde en Cáceres, es cosa del tiempo, que todo lo muele, lo liofiliza y lo quema.

Que ahora parezca que desde 2011 hasta ahora, el Partido Popular, con una aplastante mayoría política, haya sido incapaz de que su prima donna, donna Elena Nevado, pudiera hacerse el vídeo digital en 3D colocando el primer ladrillo de El Corte Inglés sobre el solar de las monjitas, es cosa… de los malvados promotores.

Pío, pío, que yo no he si(d)o es la consigna. Aparecer con cara de habas, o asumir que con esa cara no les dejan entrar en Media Markt, es mejor que asumir incapacidad, incompetencia.

Vale.

Cuando Cáceres es ya una ciudad cerrada por falta de uso, El Corte Inglés ni siquiera llega a abrir.

El consejero director general de El Corte Inglés, y antiguo candidato electoral de Falange Española Independiente, Dimas Gimeno Álvarez, ha contestado al Grupo Municipal Socialista de Cáceres que esa firma no se instalará en la ciudad. Al menos en muchos muchos años. Y aduce, en su escrito, dos razones básicas: el largo período de trámites administrativos y la actual situación económica. Dado que la segunda de las razones esgrimidas forma parte de un ámbito que se escapa a los reducidos muros de una capital de provincia, nos vamos a fijar en la primera, el largo período de tramitación administrativa.

En 2005, El Corte Inglés se fija en un determinado espacio (el Colegio de Las Carmelitas, en la Calle San Pedro de Alcántara esquina a Av. Virgen de Guadalupe. Aunque nunca se dijo, parece que más bien sólo se fijó en el amplio patio escolar del Centro, con una fachada más que interesante para la empresa comercial.

Gobernaba en 2005 en la ciudad de Cáceres el Partido Popular, con mayoría absoluta. En esas fechas, la tramitación administrativa que cita el directivo de El Corte Inglés estaba incluida en la Revisión del Plan General Municipal, que se había iniciado en 2002, siempre con la mayoría absoluta del PP.

En 2007 hubo elecciones municipales. Habían transcurrido dos años desde que la firma de distribución se fijara en el colegio de las monjas y la tramitación administrativa seguía sin resolverse. La mayoría absoluta del PP no había servido para gestionar el asunto (el Plan General Municipal) que permitiera la instalación del centro comercial.

El cambio de gobierno de 2007, con el PSOE en minoría y con el apoyo de IU y Foro Ciudadano, no mejoró la situación hasta que, por fin, en 2010, el Plan General Municipal fue aprobado. O lo que es lo mismo, en poco más de dos años y medio, el instrumento urbanístico, el trámite administrativo a que se refiere Dimas Gimeno, ya estaba concluido. Solamente quedaba ponerlo en marcha. ¿Por qué no ha sido posible?

Desde mayo de 2010, con el PGM aprobado, han sido múltiples las circunstancias que se han dado, pero básicamente se resumen en una: la avaricia especulativa de los intermediarios, que no promotores, en el desarrollo urbanístico de los terrenos.

¿En cuántas ciudades de España se ha instalado El Corte Inglés utilizando intermediarios inmobiliarios? En pocas. Normalmente, ha sido la propia firma la que ha localizado los terrenos, se ha puesto en contacto con propietarios y administraciones y ha conseguido resolver los trámites administrativos en menos tiempo. Eso, cuando no se ha instalado sobre terrenos que fueron de titularidad pública, como antiguos cuarteles propiedad del Ministerio de Defensa (Pamplona, Salamanca…).

Con el PSOE en el gobierno, sin mayoría absoluta -¡qué más hubiera querido!- se avanzó en la aprobación del Plan General Municipal que permitía la instalación de El Corte Inglés. Otra cosa son los intereses económicos.

En junio de 2011, el Partido Popular vuelve a ganar las elecciones, con una amplia mayoría absoluta. Desde entonces, con esa mayoría absoluta no ha sido capaz de sacar adelante la instalación de El Corte Inglés.

En octubre de 2012, la firma de distribución resuelve el contrato con los intermediarios. A partir de entonces, estos han seguido presentando documentos para el desarrollo de los terrenos, documentos que la mayoría de las veces o bien contravenían las previsiones del PGM o bien introducían elementos no contemplados en estas, con la única finalidad de aumentar sus expectativas de negocio… cuando ya El Corte Inglés había desistido.

A todo esto, ahora, cuando se conoce que desde el 10 de octubre de 2012 ya no existe contrato entre los intermediarios inmobiliarios y El Corte Inglés, caben algunas preguntas, a cual más inquietante.

¿Pretendía El Corte Inglés que el Ayuntamiento de Cáceres aprobara su instalación en esos terrenos concretos sin que la legalidad urbanística estuviera garantizada?

Si el 10 de octubre de 2012 El Corte Inglés finiquita el contrato con los intermediarios inmobiliarios ¿cuándo comunican estos, únicos interlocutores válidos, al Ayuntamiento esa finalización contractual?

¿Cuándo y cómo conoce la alcasenadora de Cáceres que el contrato entre los intermediarios inmobiliarios y El Corte Inglés ya no existe?

Algunas respuestas posibles son todavía más inquietantes. Por ejemplo, si la alcasenadora conoció esa ruptura contractual cuando se produjo, ¿por qué se avino a continuar tramitando el desarrollo de la Unidad de Ejecución o Unidad de Actuación Urbanizadora, según interese más al negocio de los intermediarios?

Eso sí, es de esperar que el Ayuntamiento exija, a partir de ahora, el abono del Impuesto de Bienes Inmuebles por las tres parcelas resultantes del planeamiento municipal, y aplique la ponencia catastral en sus máximos valores, el comercial, para la parcela de ese uso, el valor correspondiente a la parcela de uso docente, y el valor catastral que resulte para la parcela de uso residencial. A menos perder.

Vale.

En las previsiones de Transformación de las Fuerzas Armadas, presentada el pasado 29 de enero a los medios de comunicación, se dejaba meridianamente claro que para el volumen total de efectivos, una parte, la mayor, la conformarán lo que, en un lenguaje a ras de cómo la ciudadanía (escasa en cultura de Defensa, y no por culpa, precisamente, de esa ciudadanía) entiende lo que son las FAS, los operativos, unos 67.000 efectivos, en diversos “niveles de operatividad militar”. Y el resto, unos 53.000 estarían encuadrados en lo que se llama “apoyo a la fuerza”, incluidos los Cuarteles Generales.

Diversos analistas expertos en temas de Defensa, parecen concluir en algo que, además de cierto, es la madre de todos los corderos: la disminución del presupuesto de Defensa sin disminuir realmente el presupuesto del Capítulo I, el de Personal. En estos momentos, sobre un presupuesto de Defensa de 5.700 millones de euros, un 75% está destinado a gastos de personal.

Los expertos en la materia no se ponen de acuerdo en cómo disminuir el Capítulo I, pero sí saben dónde no se disminuiría ese apartado presupuestario. Por ejemplo, no se puede disminuir, mediante una reserva para mandos de largo alcance cuantitativo, porque el ahorro sería cambiar de casilla presupuestaria las retribuciones de esos mandos.

Por ejemplo, la disminución de efectivos de tropa y marinería, sometidos a contratos periódicos (salvo los que consiguen ser tropa permanente). El BOE publicó el 3 de enero cuántos eran los efectivos con los que contaban, a 31 de diciembre de 2013, las FAS.

Categoría militar

Numero de efectivos indicados en el art. 48.2 de la Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio

Oficiales

26.359

Suboficiales

28.890

Tropa y marinería

77.033

Total

132.282

Del total de 132.282 efectivos, la suma de mandos (oficiales y suboficiales) es de 55.290, y el resto, por tanto, tropa. La ratio resultante de cuántos efectivos de tropa y marinería hay por cada mando es de poco menos de 1,40. Aunque la estructura jerarquizada de los Ejércitos corrige en realidad esa ratio. Siguiendo el lenguaje menos cercano a la cultura de Defensa, estaríamos que hay menos de 1,40 soldados por cada mando.

Recortar tropa y marinería es complicado, entre otras cuestiones porque los efectivos “operativos”, además de una pirámide jerárquica, conforman una pirámide de edad que es preciso renovar. En mandos y en tropa. En la práctica, los 53.000 efectivos de “apoyo a la fuerza y los cuarteles generales” deberían ser (aparentemente) en su mayoría quienes ya han pasado por las unidades operativas y, por edad, antigüedad, o cualquier situación similar, van obteniendo destino en estas unidades de apoyo. De hecho, el sábado 8 de febrero de 2014, el BOE publicará una convocatoria de 2.000 plazas a cubrir este año. Efectivos necesarios para cubrir bajas y para que la pirámide edad se pueda rejuvenecer.

Desde el punto de vista militar, exclusivamente militar, la disminución del capítulo I de los PGE sería reducir la estructura, pasando a la reserva a los mandos correspondientes (esto ya hemos visto que no reduce, sino que cambia de sitio), y disminuyendo la tropa (esto sí reduciría ese apartado de personal).

El JEMAD, en su presentación a los medios de comunicación colocó, en la misma línea los 53.000 efectivos de apoyo a la fuerza, a 20.000 civiles. De la comparación de los datos del Capítulo I de los PGE de Defensa con los datos de efectivos militares, resultarían en el Ministerio unos 25.500 civiles (funcionarios y laborales).

Y es en este apartado en el único en el que sería posible disminuir el Capítulo I del Ministerio sin desplazar costes de personal de un ministerio a otro. El JEMAD, no sé si intencionadamente o no, colocó a esos 20.000 civiles, mayoritariamente personal laboral, en el punto de mira de el mejor camino posible para disminuir entre un 5 y un 10% ese capítulo I. Porque desde la Reforma Laboral es posible que la Administración, y así lo están haciendo en muchos casos, pueda formular EREs, tanto en Empresas Públicas como en organismos de la estructura general.

Formular un ERE, en el ámbito de Defensa, para disminuir el peso del Capítulo I en el conjunto del presupuesto, podría estar perfectamente justificado en causas de organización. La Transformación de las Fuerzas Armadas sería esa causa objetiva para que un ERE fuera viable.

 Otra cosa es que la Reforma Laboral no sea más que un ajuste de cuentas. Un ajuste de cuentas neoliberal contra el Estado del Bienestar. Pero eso es otra cuestión. Muy dura y manifiestamente injusta.

 Vale.

El pasado 29 de enero, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa presentó el “Proceso de transformación de las Fuerzas Armadas” en una convocatoria de prensa. Las informaciones recogidas por los diversos medios de comunicación presentes en la convocatoria y los análisis, todavía escasos, que del documento y los datos se han hecho, se desprenden algunas cuestiones. La primera, algo que nadie ha puesto en duda, es la necesidad de una profunda transformación de las FAS, adaptadas y adaptables cada vez más a los nuevos y cambiantes tiempos. La segunda, la necesidad de adecuar las FAS a las disponibilidades presupuestarias o, al contrario, tratar de adecuar los presupuestos a las FAS (es decir, aumentar el presupuesto, el % del PIB dedicado a la Defensa). La tercera, que viene de las asociaciones de militares, es que a los directamente afectados, a los militares, no se les ha consultado.

De los datos y previsiones presentados por el JEMAD, aparecen dos grandes bloques: las necesidades puramente operativas (prioridad fundamental y básica, la fuerza), y las de apoyo a la fuerza y cuarteles generales. En el primer grupo estarían 67.000 efectivos y en el segundo, 53.000 militares y 20.000 civiles.

Este escenario, pudiéramos decir que macro-defensa, se traduce cuando se van bajando escalones, se van definiendo espacios, se van desentrañando grupos, y así llegamos a cómo este proceso de transformación puede afectar, por ejemplo, a pequeñas ciudades, o medianas, en las que la presencia de una guarnición militar ayuda a las economías locales. Cáceres, por ejemplo, donde está aposentado el Centro de Formación de Tropa nº 1.

Es cierto que en 2013 y en lo que se conoce de 2014 el CEFOT 1 de Cáceres está teniendo y va a tener actividad, pero frases como que se pretenden centralizar centros y escuelas de los tres ejércitos, o que se entienda que se precisa una drástica reducción de estos centros y escuelas, vuelven a poner en cuestión el futuro.

El Centro existente en Cáceres no está en las prioridades de los 67.000 efectivos recogidos en el documento del JEMAD (http://www.emad.mde.es/EMAD/novemad/noticias/2014/01/140128_presentacion_JEMAD_transformacion.html) sino que forma parte de los 53.000 efectivos “no priorizados”, los de apoyo a la fuerza y cuarteles generales, sobre los que posible realizar ajustes.

En un artículo publicado en Atenea Digital, el Jorge Ortega, General de División retirado, al analizar el documento, se refiere a esa cifra de 53.000 efectivos “no priorizados” y la destaca como el primer elemento negativo del siguiente modo: El futuro de los 53.000 efectivos no priorizados no es sólo oscuro. Yo lo veo absolutamente negro. Estamos hablando de casi la mitad de los ejércitos.”(http://www.revistatenea.es/RevistaAtenea/REVISTA/articulos/GestionNoticias_16487_ESP.asp) Como en otras muchas publicaciones, ya sean puramente informativas o de análisis, las referencias son los 53.000 efectivos militares “no priorizados”, pero se olvidan de los 20.000 civiles metidos en el mismo saco.

En los PGE para 2014, aparece en el Capítulo I, de la Sección 14, un total de 158.090 personas. De ellos, 391 son eventuales, y por tanto, el resto, 157.696 de “plantilla”, entre militares de carrera o de tropa y marinería (contratos), funcionarios civiles y personal laboral, también civil. A 1 de enero de 2014 el total de efectivos militares, según publicó el propio Ministerio de Defensa en el B.O.E., eran de 132.282.

Con estos datos, descontados los efectivos militares del Ministerio de Defensa, quedan 25.414 civiles… y el JEMAD, en su documento señala 20.000 civiles no priorizados. O lo que es lo mismo, sensu contrario, para el Ministerio habría 5.414 civiles priorizados, en el mismo nivel de importancia que los 67.000 de la fuerza operativa.

Con estos números, con lo que se conoce, las perspectivas para unidades militares sobre las que se puede ejercer la reducción de efectivos, como el CEFOT 1 de Cáceres, y el hecho que de que haya unos 20.000 civiles cuya futura relación laboral está en entredicho, solamente cabe ejercer una potente presión política. Y los militares, como ya vienen señalando las asociaciones, procurar ser primero informados, y, después que se tengan en cuenta sus opiniones, y se tenga en cuenta la influencia negativa sobre sus entornos familiares.

Vale.