Cáceres, capital de provincia desde el siglo XIX sigue siendo capital de provincia del siglo XIX. Cualquier cosa que viene de fuera es recibida con alharacas y boato, como hace años se formaban arcos del triunfo. Ahora, esos arcos del triunfo son palabras y hechos que adornan la alfombra del recibimiento, y páginas de prensa escrita (pocas, que no están las gacetillas locales para gastar tinta).
Unos arcos del triunfo que se han ido levantando, a cada poco, anunciando la llegada de El Corte Inglés, desde 2005. Que hay que cambiar el plan de urbanismo, se cambia. Que hay que convencer al pequeño comercio de que El Corte Inglés es bueno para ellos, se convence a los tenderos de toda la vida (los tetovis), que hay que convencer a los hosteleros de que El Corte Inglés aumentará sus negocios, se convence a los taberneros de toda la vida (los tatovis), que hay que convencer a los cacereños de que… a los cacereños de toda la vida (los catovis) se les convence con poco.
Despues de nueve años, desde aquel lejano y próspero 2005 (se acuerdan, cuando ser mileurista era ser un pringao) hasta hoy, en 2014, cuando los perros son escuálidos, como el galgo de Alonso Quijano, muchos arcos del triunfo a base de declaraciones de todo tipo se han levantado. Todos esos arcos, y más que hubieran sido necesarios, levantados para que el maná de El Corte Ingés regara los bolsillos de tetovis, tatovis y catovis en general.
Ahora, el tres veces candidato de Falange Española Independente, Dimas Gimeno Álvarez, a la sazón, Consejero Director General del imperio de don Isidoro, comunica al Partido Socialista Obrero Español que desde el 10 de octubre de 2012 no tiene nada que ver con las pretensiones de intermediarios inmobiliarios para que la alcasenadora Elena Nevado, del Partido Popular, recalifique la parcela de unas austeras monjitas para construir un centro comercial de la mitad de superficie que el de Badajoz.
Derrumbados los arcos del triunfo, triunfante la Falange Española Independiente de don Dimas sobre el Partido Popular de doña Elena Nevado, a esta y a su cohorte de escuderos se les ha puesto cara da haba. Y andan diciendo, en las mismas gacetillas locales que ellos, y, sobre todo, Ella, doña Elena, siguen queriendo que El Corte Inglés se instale sobre el solar de las monjitas.
Pero como la realidad parece testaruda y no se traga los efluvios que emanan de arcos de triunfo virtuales, y cuando cada día está más claro que el Partido Popular, con mayoría absoluta aplastante, es incapaz de conseguir que los grandes almacenes destrocen los hermosos cedros de la calle Viena, todo resultan excusas, salidas por peteneras, rutas en BTT por los cerros de Úbeda.
Y las excusas con cara de haba van dando paso, a marchas forzadas, a la búsqueda de un culpable, de un pim pam pún al que echarle todas las culpas: los intermediarios inmobiliarios. Estos mismos que hoy mismo han conseguido mismamente lo que querían. La recalaficación del huerto urbano de las austeras monjitas.
A partir de ahora, todas las culpas de que El Corte Inglés recaerán, porque así lo ha decidido doña Elena Nevado, Senadora del Reino y Alcaldesa de Ná, en “los promotores”, como recordando aquella película de Mel Brooks, “Los Productores”.
Que ahora parezca que desde 2005 a 2007 el Partido Popular no hubiera gobernado con mayoría absoluta y nada hubiera sido capaz de avanzar en que los arcos de triunfo aduladores se convirtieran en la realidad de instalación de don Isidoro en Cáceres, es cosa del tiempo, que todo lo pasa (todo lo hace puré) y todo lo olvida.
Que ahora parezca que desde 2007 a 2011 el PSOE consiguiera sacar adelante, con la oposición y zancadillas de todo tipo del PP de doña Elena Nevado, el PGM, la norma que posibilitaba, legalmente, instalar la tienda del triángulo verde en Cáceres, es cosa del tiempo, que todo lo muele, lo liofiliza y lo quema.
Que ahora parezca que desde 2011 hasta ahora, el Partido Popular, con una aplastante mayoría política, haya sido incapaz de que su prima donna, donna Elena Nevado, pudiera hacerse el vídeo digital en 3D colocando el primer ladrillo de El Corte Inglés sobre el solar de las monjitas, es cosa… de los malvados promotores.
Pío, pío, que yo no he si(d)o es la consigna. Aparecer con cara de habas, o asumir que con esa cara no les dejan entrar en Media Markt, es mejor que asumir incapacidad, incompetencia.