La llegada del Partido Popular al Ayuntamiento de Cáceres comienza a notarse… para bien del Partido Popular. Las medidas de gobierno que se están adoptando demuestran la idoneidad de un gobierno de gente de bien para una ciudad que andaba descarriada en lo moral y en lo cultural.
El mejor ejemplo de la buena gobernanza que comienza a notarse está en las medidas de reorientación del edificio llamado Embarcadero, y que, tras la puesta en marcha de las acciones que se han diseñado, pasará a llamarse Embarcadero de Almas.
De todos es sabido la dificultad que tienen las bandas de nuestras cofradías para sus ensayos de cara a la celebración comme il faut de la Semana Santa cacereña, cuya declaración de Interés Turístico Internacional se ha conseguido gracias a las gestiones del Partido Popular desde su llegada al Ayuntamiento. Pues bien, a partir del 18 de julio, fecha imperecedera en nuestro calendario colectivo, las bandas de las cofradías penitenciales realizarán sus ensayos en el Embarcadero, e, incluso, se llevarán algunas andas para que, además de ensayar las armoniosas músicas que acompañan los pasos sagrados, puedan ensayar la armonía del paso con la música, las distancias a marcar entre paso y banda de música.
Además, el Embarcadero de las Almas será, cuando las bandas de las cofradías no lo utilicen, se potenciará la formación de bandas de majorettes, recatadas en sus uniformes, pero de coreografías estudiadas, que ensayarán para desfilar en las fiestas paganas, pero sobrias, que se desarrollan en nuestra ciudad.
Con estas actividades, además de las exposiciones dedicadas a cada una de las cofradías (con una exposición por mes, se tendrá todo el año cubierto el cupo de exposiciones del Embarcadero de las Almas), se habrá conseguido una actividad permanente y sostenible para un edificio que se había convertido, por unos ocupas enchufados, en un antro de degradación cultural, en el que lo mismo se hablaba de igualdad ciudadana o se exponían fotografías de mindundis vecinos de Las Minas, gentes que no saben apreciar el verdadero arte, la verdadera cultura.
Vale.
Archivos para junio 2011
En entradas anteriores me he referido a la legítima aspiración de que colectivos sociales, ya sea aquellos que se definen sin ánimo de lucro, como los que defienden derechos gremiales, de pasar la cuenta por los apoyos políticos prestados. Por ejemplo, taxistas y autobuseros.
Los taxistas cacereños consiguieron de la candidata del Partido Popular el compromiso de abrir la plaza mayor recién remodelada para que los taxistas pudieran cruzarla. El argumento era, prácticamente, que si no se accedía a ello, los profesionales del taxi perderían mucho dinero. Argumento compartido y defendido por la candidata, ya, desde el 11 de junio, alcaldesa de Cáceres.
Hoy, en un periódico local, aparece la información de que ese compromiso se retrasa hasta septiembre. ¿Ha valorado la alcaldesa de la ciudad el gravísimo perjuicio económico que originará ese retraso a los profesionales del taxi y a sus familias, que verán mermados, considerablemente, sus ingresos?
En septiembre, ya se verá, pero mientras tanto, son muchos ciudadanos de los que viven en el casco monumental que desean verlo libre de coches, y son cada vez más los cacereños que se están acostumbrando a disfrutar de una Plaza Mayor ganada para los peatones, para todos, que no están de acuerdo con el paso de ningún tipo de vehículos, salvo los de limpieza y los de emergencias.
Creo que los taxistas, tan contentos con el merecido premio del compromiso de dejarlos pasar por la Plaza Mayo, deberían ir pensando que “de lo suyo, nada de nada”. Porque en septiembre, con buen criterio, aparecerán informes técnicos desaconsejando la medida, y desde la alcaldía se comenzará con aquello de “modular” la medida, determinar las “condiciones técnicas” que puedan hacer posible el paso, excepcional, de taxis por la Plaza Mayor.
Tengo la impresión que a los taxistas, el #quehaydelomio se lo van a comer con patatas… con pocas patatas, porque el daño económico en el retraso de la medida los va a dejar en la pobreza, y si finalmente no se lleva a cabo, en la ruina. Esto, siguiendo con el argumento de que la medida comprometida por la actual alcaldesa, de no llevarse a cabo, produciría un grave quebranto económico al gremio.
Por otra parte, no he visto en ningún medio reflejada la entrevista, si mis informaciones no están erradas (o herradas, vete a saber), que el pasado jueves la alcaldesa mantuvo con representantes de un sindicato de transportes que defiende, dicen ellos, al gremio de autobuseros. Los medios no se han enterado, parece, de esta entrevista. Pero ya advirtieron los autobuseros, cuando se celebraron las elecciones, que esperaban que la nueva alcaldesa cumpliera su compromiso de que se les pagarían las cantidades adeudas. El compromiso, sí, vino reflejado en plena campaña electoral, cuando el partido de la actual alcaldesa y el sindicato anunciaron a bombo y platillo que los autobuseros suspendían los paros anunciados.
Dada cierta experiencia leyendo noticias, la alcaldesa les habrá pedido paciencia y que enseguida podrán cobrar (cuando el ayuntamiento cobre el canon del agua, ese que tanto se dedicó ella torpedear en la anterior legislatura) y los sindicalistas, minoritarios en la empresa, no dicen nada para que los trabajadores no constaten que “no sirven p’a ná”.
Al día de hoy, el #quehaydelomio de los taxistas está aplazado, mejor dicho, suspendido, hasta la convocatoria de septiembre. Veremos si no hay repesca en febrero de 2012. Y el #quehaydelomio de los autobuseros no tendrá, no tiene respuesta en el ayuntamiento, porque el asunto de las deudas salariales que el financiador de Fundescam, el gran Don Gerardo, dejó colgadas de la brocha.
Lo siento por los taxistas y por los autobuseros, pero es lo que hay.
Vale.
Desde que se celebraron las elecciones municipales, el 22 de mayo, han sido muchas las ocasiones en que diversos colectivos han hecho valer en los medios de comunicación su apoyo a la derecha, reclamando el consabido #quehaydelomio. Han pasado, y seguirán pasando, por la ventanilla que entreabre Elena Nevado para reclamar lo que, a cambio de sus apoyos, consideran que les corresponde recibir.
Pero, claro, una cosa es predicar y otra dar trigo. Lo que en campaña electoral era cuestión de poner el culo en la silla municipal y empezar a resolver los asuntos reclamados a cambio de apoyo político, ahora ya empieza a no ser tan fácil.
Lo que en la oposición eran continuas diatribas exigiendo cumplimientos, exigiendo realizaciones inmediatas (incluso proponiendo que una exposición pública del Plan General Municipal, presentación de alegaciones y su resolución se podría hacer en dos meses…), ahora que está al otro lado, en la silla del gobierno, ahora ya empieza a no ser tan fácil.
La excusa es, cuando menos, llamativa. Porque Elena Nevado no es nueva en el Ayuntamiento. Ha estado cuatro años de concejala, dos de ellos de portavoz de la oposición, y, además, ejerce la abogacía, lo que le da un plus de conocimiento de las administraciones públicas. O debería darle ese plus.
La excusa es… la burocracia. El exceso de burocracia.
En realidad, la burocracia no va a ser la excusa. Va a ser la esclusa por la que entren las peticiones de #quehaydelomio y la esclusa por la que salgan las largas. Y, en medio, como líquido viscoso en el que floten reclamaciones y requerimientos, estarán flotando los funcionarios, con el líquido pegajoso de los procedimientos, de las normas, de los plazos…
¿Aplicará algún líquido disolvente de viscosidades? ¿Eliminará funcionarios que hacen de tapón? ¿Será la burocracia la esclusa por la que se vayan al garete las promesas, los compromisos? ¿O será la burocracia la esclusa por la que, desde el primer día del primer mes del primer año de ejercicio del gobierno se estará poniendo el parche de la herida de la incompetencia?
Porque el tono empleado en la acusación, genérica, a la burocracia como gran problema para el cumplimiento de los compromisos políticos, puede derivar en muchas variables: un adelgazamiento de la administración (que no de la burocracia, que está en las normas) o una eliminación de garantías en los procedimientos.
El tono empleado para poner la burocracia en la esclusa por la que transitar la legislatura parece atribuirle un grado de intervencionismo, de causa última y universal de todos los males. O lo que es lo mismo: contra la burocracia, liberalismo. Contra garantías administrativas, desregulación. Porque la desregulación es, en sí misma, el elemento balsámico que disuelve las viscosidades burocráticas.
La burocracia, como argumento político, se convierte en la esclusa por la que todos los incumplimientos transitarán en el estrecho pensamiento neocon.
Vale.
Ayer, sábado, un medio local publicaba una información sobre las exigencias de cumplimento que el barrio de Aldea Moret estaba llevando a cabo a la alcaldesa electa de Cáceres. Exigencias que tienen que ver con una situación que se viene arrastrando desde hace muchos años y que tiene su punto definitorio en una sensación atávica de no pertenencia.
Es cierto que muchos vecinos de la barriada, cuando han de desplazarse a realizar cualquier tipo de gestión o compra al centro de la ciudad, dicen que “van a Cáceres”, como si Aldea Moret no lo fuera. Aunque de hecho no lo fue. Durante mucho tiempo, lo que ahora es barriada, era una población, una entidad local distinta, que contaba con su propio Ayuntamiento, estación de ferrocarril…Por eso, la sensación atávica de no pertenencia se suma a la percepción de abandono que muchas veces sienten. Y a la sensación de haberse convertido, por mor de decisiones políticas, en una especie de gueto al que han ido a parar la inmensa mayor parte de miembros de la etnia gitana que vive en la ciudad. Claro, que también los propios miembros de la comunidad gitana se sienten apartados, excluidos. De ahí el éxito, por ejemplo, que tiene entre ellos la presencia de la iglesia evangélica.
Los vecinos de Aldea Moret reclaman acciones concretas, pero también reclaman atención y cuidado. Se resolvió el problema del bloque C con su total desalojo, pero quedan otros bloques donde los mismos problemas de convivencia se han ido acumulando. Y al bloque C hay que darle una solución. Los vecinos de Aldea Moret reclaman, sobre todo, atención para superar los problemas de convivencia, de paz social, algo muy difícil de conseguir y que desde la filosofía política y económica que viene propugnando la derecha tanto a nivel nacional como local, no tiene visos de que pueda lograrse. El hecho de que por primera vez la derecha haya ganado las elecciones en esa barriada añade un plus de expectativas que, de no cumplirse, pueden derivar en situaciones de conflicto social de muy difícil reparación.
Hoy, domingo, el mismo medio local se refiere a lo que piden los comerciantes a la nueva corporación, aún sin tomar posesión. Piden parkings y vigilancia. O lo que es lo mismo: espacios para que sus clientes puedan dejar tranquilamente sus vehículos cuando compran en las tiendas y vigilancia para que esos clientes estén seguros.
En realidad, exigen lo mismo que los vecinos de Aldea Moret. En la barriada, los vecinos ¿normales? se quejan de los gitanos que les incomodan, según ellos, en su convivencia social. En el centro, los comerciantes (vecinos ¿normales?) se quejan de “otros” incomodan a sus clientes y eso repercute en menores ventas.
Son cuestiones, las dos, las planteadas por los vecinos de Aldea Moret y por los comerciantes del centro, que se corresponden con promesas políticas del tipo de las “soluciones inmediatas”. Tú vótame que lo tuyo te lo arreglo enseguida. Y, desgraciadamente para quienes han confiado su voto a la derecha, no es así. Atenderán, como es obvio, a las directrices que desde la dirección nacional les marquen.
Y así, mientras que las soluciones que pudieran plantearse para las exigencias de Aldea Moret (y que se venían llevando a cabo en la anterior legislatura que acaba con bastante éxito) tienen mucho que ver con el denominado Estado del Bienestar, las pocas cosas que el medio mudo jefe del Partido Popular suelta, hacen temerse lo peor, aquello de “podremos tener el estado del bienestar que nos podamos permitir”, las soluciones que demandan los comerciantes tienen mucho en común con lo que de verdad importa a la derecha: los negocios. Y si son los negocios tradicionales, para ellos soluciones las que pidan: parkings? vigilancia? Pues más parkings y más vigilancia, que es cuestión de dinero agradecido.
Como sigamos así, cada día con un colectivo, con un grupo de ciudadanos reclamando #quehaydelomio, cuando todavía faltan 6 días para la toma de posesión de la nueva corporación, no va a hacer falta nada para más que empezar el lunes a cumplir. O lo que es lo mismo: el lunes, 13 de junio, pasarán los taxis por la plaza, el martes, 14 de junio, las máquinas comenzarán la excavación de un parking en Cánovas, el miércoles, 15 de junio, se firmará la paz social definitiva en Aldea Moret, el jueves, 16 de junio, los autobuseros cobrarán lo que les dejó a deber don Gerardo, el viernes, 17 de junio, se reanudarán las ventas masivas de pisos son vender y el sábado, 16 de junio, en agradecimiento a que hemos solucionado todos los problemas, incluso los creados por la propia derecha (todos, of course), sacaremos a algún santo o santa en procesión. Por ejemplo, a santa Rita, abogada de los imposibles.
Vale.
Afirma, reafirma y grita el candidato del Partido Popular de Extremadura a la presidencia de la Junta que ha de mandar (sic) la lista más votada. Ya me referí a la falacia, en nuestro sistema político, que supone acudir al argumento de que gobierne (mande, en el argot de la derecha) la lista más votada, cuando la elección del presidente de gobierno en las CCAA, o del propio presidente del Gobierno, e, incluso, de los alcaldes, corresponde a los cargos electos, esto es, a los parlamentarios de las asambleas regionales en el caso de la presidencia de sus gobiernos, o al Congreso de los Diputados en el caso del Gobierno de la Nación, o al pleno municipal en el caso de los alcaldes.
Es el sistema, un sistema que no le gusta al bombero Monago (cuidado con lo que dicen de esa profesión algunos correligionarios). Y como no le gusta, su determinación es que ha de mandar (gobernar, en el lenguaje democrático) el candidato de la lista más votada.
Estaría bien, claro, si ese mismo candidato, arrastrando de mala manera sus contradicciones, o, en la práctica, haciendo gala de sus ansias de mando (ansias que no son aconsejables para el ejercicio democrático del gobierno), no hubiera, por ejemplo, propiciado un pacto en la localidad de Ceclavín, en Cáceres, para que la lista más votada, la del PSOE, no gobierne, sino que lo hagan los “independientes”, con el apoyo (¿rencoroso, vengativo?) del Partido Popular.
Los resultados electorales en esta localidad cacereña fueron de 624 votos para el PSOE (44,26%), 462 para AICE (32,77%), 252 para el PP (17,87%) y 44 para I.P.Ex (3,12%). Es decir, siguiendo el argumento interesado, muy interesado, del presidente regional del partido de la derecha, debería ser alcalde de Ceclavín el cabeza de lista del PSOE.
Arrastrar esas contradicciones de esa manera no solamente deslegitima a quien pretende hacer bandera de argumentos que no se corresponden con las leyes, con el sistema, sino que pone blanco sobre negro la capacidad de hipocresía necesaria con tal de alcanzar el poder para ejecutar el mando, que no el poder para ejercer el gobierno.
Cuando el señor Monago sea capaz de dejar de arrastrar sus contradicciones en declaraciones públicas, en doctrinas privadas, es probable que pueda estar en condiciones, democráticas, de ejercer el gobierno.
Mientras tanto, sus ansias de mandar más se parecen a un trastorno alimentario que a convicciones democráticas.
Vale.
El sindicato paracaidista de transportes, aparecido en Cáceres en las últimas elecciones sindicales en el servicio de autobuses urbanos de Cáceres, ya ha pedido a la alcaldesa electa aquello de #quehaydelomio. Dicen los gestores de ese sindicato que esperan que Elena Nevado cumpla.
Para que cumpla, y completar así el #quehaydelomio de hoy, el sindicato de transportes deberían presentar un escrito en el Ayuntamiento, el mismo día que Elena Nevado tome posesión, pidiéndole que cumpla, que para eso les prometió que si era elegida alcaldesa, cobrarían los atrasos que BUSURSA, la empresa del nunca bien ponderado Don Gerardo, les debe.
Claro, que hay un pequeño detalle. BUSURSA está en concurso de acreedores, y cualquiera cantidad que pudiera ingresarse ha de hacerse en el juzgado correspondiente, y ya, si eso, el propio juez, asistido de los administradores judiciales, determinará qué se hace con el dinero. Porque los trabajadores de BUSURSA en Cáceres están, como otros muchos, en la cola, en la lista de espera de que de las cuentas de Don Gerardo caigan billetes.
Eso de ir prometiendo cosas tangibles en campaña electoral, es decir, prometiendo lo que cada uno quien se habla quiere o necesita oír, tiene el inconveniente de que los interesados pasen inmediatamente por caja, a reclamar.
Iremos viendo en el inmediato futuro más inmediato, y algunas pueden ser llamativas. Presumir de que los gitanos de Aldea Moret han votado al PP, y que el mismo día vecinos de ese barrio comiencen a sospechar que cursos y contratos que se convoquen desde el Ayuntamiento irán a miembros de la etnia, ha sido uno.
Vamos, que el #quehaydelomio de Aldea Moret promete ser de lo más divertido. Más que el de los taxistas y los autobuseros juntos.
Vale.