En enero de 2020, la congregación de las Hermanitas de los Pobres anunció su marcha de Cáceres después de más de 140 años en la ciudad. Las razones se pueden ver en las noticias de mediados de enero. La residencia de ancianos que regentan, se cierra y la marcha de la ciudad de las monjas hacen que el inmueble esté ahora mismo en el mercado inmobiliario.
Hace poco menos de un mes, El Corte Inglés anunció el cierre de la planta de INDUYCO en la ciudad. Una industria que llegó a tener más de 600 trabajadores, aunque ya solamente queda menos de 40. Según la información de la empresa, será en el primer semestre de 2021 cuando echen el cierre.
Cuando nos llegue la nueva normalidad y, ojalá, se encuentre una vacuna contra el COVID-19, Cáceres se encontrará un poco más cerrada de lo que ha venido estando en los últimos años. Cerrada por falta de uso.
No parece que tras lo sucedido con el coronavirus, el edificio de las Hermanitas de los Pobres (conocido también como “Mi Casa”), haya empresas privadas, inversores privados que apuesten por comprar el inmueble y mantener su uso como residencia de mayores. Y otros usos, como hoteleros, tendrán que someterse a la nueva normalidad, a los nuevos requisitos que hayan de reunir las nuevas aperturas de hoteles si, como parece, se modifican de manera sustancial.
También puede resultar complicado encontrar inversores privados para la adquisición de la fábrica textil que cerrará próximamente. La “nueve normalidad” tendrá efectos negativos sobre las inversiones privadas, pero, al mismo tiempo, creará nuevas oportunidades de negocios, lo que podría posibilitar a El Corte Inglés encontrar compradores para su fábrica.
Se me antoja más fácil “dar salida” en la “nueva normalidad” a la fábrica textil que al inmueble de las hermanitas de los Pobres. Solamente una modificación, compleja, del PGM para facilitar su uso residencial, con una rentabilidad alta (aumento significativo de las superficies construidas), serían una opción. Pero no parece que un PGM prácticamente sin estrenar desde su aprobación en 2010 pueda ser sometido a una tensión tan alta.
Cuando escribo esto, (viernes, 8 de mayo de 2020) los sindicatos y asociaciones de profesores consideran prematuro abrir los centros escolares y menos aún realizar actividades presenciales. En este debate, sobre cuándo realizar la vuelta a la escuela y en qué condiciones, hemos de considerar interesante la posibilidad de reducir la ratio de alumnos por aula, con dos variables: aumentar el número de profesores y aumentar el número de aulas. Alternativamente, la formación online debería ser reforzada, y mucho, para poder disminuir las necesidades de nuevo profesorado y de nuevas aulas.
Además, habrá de evaluarse cómo acometer la reapertura de centros escolares tanto de la ESO, Bachillerato, FP y, también, la Universidad. Los centros escolares de todo tipo habrán de adaptarse a la “nueva normalidad” hasta tanto se encuentra una vacuna eficaz, lo ahora mismo es un futuro demasiado incierto, a pesar de las múltiples investigaciones en marcha.
Analizar los recursos con los que cuenta la ciudad para aminorar el impacto, especialmente sobre los espacios físicos disponibles para la enseñanza presencial, incluiría inmuebles cerrados (de titularidad pública, principalmente) y su adscripción a nuevos usos. O inmuebles privados convertibles en uso docente, que pudieran asumir un número de alumnos suficientes que ayudara a racionalizar las necesidades adaptadas a la realidad. Un ejemplo, a vuela pluma, sería llegar a un acuerdo con El Corte Inglés y convertir la fábrica de INDUYCO en un centro de Formación Profesional para la familia textil, siempre que pudiera facilitar un número adecuado de plazas para alumnos.
Dejo fuera de esta reflexión los centros privados, que habrán de adaptarse, sean o no concertados, para conseguir un modelo de enseñanza lo más homogéneo posible en la ciudad, y también otros centros escolares o de formación que estarían en la misma disyuntiva de adaptarse a la “nueva normalidad”.
Vale.
DESPEDIDA Y CIERRE
Ahora, con el inicio de las distintas fases de la desescalada que nos deben llevar a la nueva normalidad o lo que sea eso, doy por finalizada esta serie de entradas que me han servido para conocer, siquiera sea de modo parcial, cómo era la sociedad cacereña de comienzos del siglo XX, con alguna incursión en finales del XIX.
No sabemos cómo y en qué consistirá esa nueva normalidad a la que nos dirigimos, y, al mismo tiempo, hemos estado más o menos encerrados en nuestras casas cuarenta y cinco días.
Hemos tratado de muchas maneras de hacer llevadero el confinamiento (en mi caso, una parte ha sido escribir las anteriores entradas en la web), mirarnos un poco en un espejo que se ha ido apagando al mismo tiempo que el virus nos va haciendo cada vez más presente que lo más probable será que muchas cosas no volverán al ser anterior.
Vale.
VULGARIDAD
Los periódicos locales de principios del Siglo XX estaban al servicio de ideas políticas, con las dos líneas básicas: liberales y conservadores. En algunos casos aún permanecen restos de algún sector republicano (hasta la muerte de Salemerón) y al servicio concreto de candidatos de ambos sectores. Además, estaban dirigidos a las clases superiores, las que tenían “cultura” y medios para la compra de los periódicos. El DIARIO DE CÁCERES publicó el 6 de noviembre de 1903 un suceso ocurrido en una taberna de la calle de Nidos, nº 3, y lo hizo “á pesar de su vulgaridad”. Las clases populares, además de pobres eran vulgares. Claro.
EL SUCESO DE HOY
Esta mañana ocurrió en la taberna que existe en la casa número 3 de la calle de Nidos, un suceso que á pesar de su vulgaridad ha interesado mucho al pacífico vecindario de aquellos alrededores.
El hecho
tal como fue referido al Juez de Instrucción es como sigue: Tomasa Gómez Pizarro, dueña del establecimiento, viuda y con dos hijos de corta edad, tiene una hermana casada en Plasencia con el alguacil de aquel Juzgado de quien tuvo á Julio Aceves Pizarro, protagonista del hecho que nos ocupa.
Este hace ya tiempo que vino á Cáceres, sirviendo como cochero en la casa de carruajes de Peña y Ramos; pero habiendo quedado cesante, se puso al frente del establecimiento de su tía, en cuya compañía vive, para ver si ayudándola en su comercio podían salir de la situación en extremo precaria en que se encuentran.
Esta mañana el Julio fue á la estación, donde tomó unas copas de aguardiente, y de regreso almorzó con su tía diciéndola que iba á salir, como en efecto lo hizo, dirigiéndose a otro establecimiento de bebidas, de donde le sacó la Tomasa haciéndole volver á casa.
Una vez en ella se encerró en un cuartucho, donde comenzó a disputar consigo mismo y á decir que no había hombre que se pusiera con él, saliendo al corral y creyéndose enemigo de sí propio, se infirió una puñalada, haciéndose una herida por la que comenzó á arrojar bastante sangre.
La herida
Avisados los agentes de la autoridad, penetraron en la casa, mientras otro compañero acudió á buscar á los médicos Sres. Sánchez Orduña y García Aguilera, que ayudados por el practicante Sr. Martínez, reconocieron la herida. Esta, que está situada en los cartílagos de las costillas falsas, tiene centímetro y medio de profundidad y es de pronóstico reservado.
El arma
con la que se la ha causado es una navaja ordinaria de 12 centímetros próximamente, de la que se incautó el Juzgado.
El Sr. Cardenal y el Escribano Sr. Gaona instruyen las diligencias procedentes y el herido hecha que fue la primera cura pasó conducido en la camilla al Hospital provincial.
Vale.