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DESPEDIDA Y CIERRE

Ahora, con el inicio de las distintas fases de la desescalada que nos deben llevar a la nueva normalidad o lo que sea eso, doy por finalizada esta serie de entradas que me han servido para conocer, siquiera sea de modo parcial, cómo era la sociedad cacereña de comienzos del siglo XX, con alguna incursión en finales del XIX.

No sabemos cómo y en qué consistirá esa nueva normalidad a la que nos dirigimos, y, al mismo tiempo, hemos estado más o menos encerrados en nuestras casas cuarenta y cinco días.

Hemos tratado de muchas maneras de hacer llevadero el confinamiento (en mi caso, una parte ha sido escribir las anteriores entradas en la web), mirarnos un poco en un espejo que se ha ido apagando al mismo tiempo que el virus nos va haciendo cada vez más presente que lo más probable será que muchas cosas no volverán al ser anterior.

Vale.

VULGARIDAD

Los periódicos locales de principios del Siglo XX estaban al servicio de ideas políticas, con las dos líneas básicas: liberales y conservadores. En algunos casos aún permanecen restos de algún sector republicano (hasta la muerte de Salemerón) y al servicio concreto de candidatos de ambos sectores. Además, estaban dirigidos a las clases superiores, las que tenían “cultura” y medios para la compra de los periódicos. El DIARIO DE CÁCERES publicó el 6 de noviembre de 1903 un suceso ocurrido en una taberna de la calle de Nidos, nº 3, y lo hizo “á pesar de su vulgaridad”. Las clases populares, además de pobres eran vulgares. Claro.

EL SUCESO DE HOY

Esta mañana ocurrió en la taberna que existe en la casa número 3 de la calle de Nidos, un suceso que á pesar de su vulgaridad ha interesado mucho al pacífico vecindario de aquellos alrededores.

El hecho

tal como fue referido al Juez de Instrucción es como sigue: Tomasa Gómez Pizarro, dueña del establecimiento, viuda y con dos hijos de corta edad, tiene una hermana casada en Plasencia con el alguacil de aquel Juzgado de quien tuvo á Julio Aceves Pizarro, protagonista del hecho que nos ocupa.

Este hace ya tiempo que vino á Cáceres, sirviendo como cochero en la casa de carruajes de Peña y Ramos; pero habiendo quedado cesante, se puso al frente del establecimiento de su tía, en cuya compañía vive, para ver si ayudándola en su comercio podían salir de la situación en extremo precaria en que se encuentran.

Esta mañana el Julio fue á la estación, donde tomó unas copas de aguardiente, y de regreso almorzó con su tía diciéndola que iba á salir, como en efecto lo hizo, dirigiéndose a otro establecimiento de bebidas, de donde le sacó la Tomasa haciéndole volver á casa.

Una vez en ella se encerró en un cuartucho, donde comenzó a disputar consigo mismo y á decir que no había hombre que se pusiera con él, saliendo al corral y creyéndose enemigo de sí propio, se infirió una puñalada, haciéndose una herida por la que comenzó á arrojar bastante sangre.

La herida

Avisados los agentes de la autoridad, penetraron en la casa, mientras otro compañero acudió á buscar á los médicos Sres. Sánchez Orduña y García Aguilera, que ayudados por el practicante Sr. Martínez, reconocieron la herida. Esta, que está situada en los cartílagos de las costillas falsas, tiene centímetro y medio de profundidad y es de pronóstico reservado.

El arma

con la que se la ha causado es una navaja ordinaria de 12 centímetros próximamente, de la que se incautó el Juzgado.

El Sr. Cardenal y el Escribano Sr. Gaona instruyen las diligencias procedentes y el herido hecha que fue la primera cura pasó conducido en la camilla al Hospital provincial.

Vale.

COSTUMBRISMO

LA CONCORDIA era una “periódico diario”, con origen en el partido judicial de Hoyos, y puesto en marcha por Fernández Arias, que era candidato a Cortes por dicho partido judicial. Aunque se imprimía en Cáceres y su cabecera refería a Cáceres. Tenía que competir con varios periódicos (El Adarve, El Noticiero…) de manera que la oferta informativa, incluida la referida a los diversos partidos y opciones políticas era suficientemente amplia. Baste decir que desde 1937 solamente ha habido un periódico publicado en Cáceres capital, el Extremadura, de Acción Católica, y solamente desde hace pocos años, un semanario, Avuelapluma, además de la edición de Cáceres, del Diario Hoy. En comparación a población y medios, la oferta periodística “en papel” es infinitamente menor a la de hace más de un siglo.

LA CONCORDIA publicó un artículo que pudiéramos calificar de costumbrista, el 7 de febrero de 1903, poniendo en valor el Paseo de Cánovas.

CACEREÑAS.

Ayer por la tarde me fui al paseo de Cánovas; sería las tres y media aproximadamente, necesitaba desentumecer los miembros inmovilizados durante horas y horas ante la mesa de Redacción.

El paseo es monísimo, chiquitín, limpio, cuidado, con sus dos calles rectas enarenadas, y sus pintorescas perspectivas de montes lejanos cuyos picos rajan el velo azul de un cielo purísimo.

El sol enviaba oleadas de luz intensa, calor tibio como caricias de mujer que olvida, y allá lejos, muy lejos trozos de horizonte, líneas dudosas de trazado incierto, que se hunden en el desvanecimiento de la distancia.

Paseo de Cánovas. Hace unos 100 años.

Cánovas (el paseo ¿eh?) me hace recordar algo de los jardines de la Puerta de Jerez en Sevilla.

Redúzcase aquello, mírese con un lente de disminución y tendréis aquel preciosísimo paseo de la seductora capital andaluza.

Y sin embargo en mi corta excursión por Cánovas, observé una cosa extraña: la falta de gente. ¿Por qué es esto? No me lo explico y sin embargo es verdad, pero verdad que no tiene razón de ser.

Cáceres puede estar orgulloso de su parquecito; si en aquel kiosco hubiese los domingos y días festivos una banda de música, la gente acudiría de seguro en gran número y aquello estaría tan animado como debería hallarse; más teniendo el mejor adorno, que consiste en los rostros de estas hermosas cacereñas, no las mías, sino las otras

FERNANDO DE URQUIJO

Vale.

El 12 de abril de 1931 se celebraron unas elecciones municipales que estuvieron planteadas como un plebiscito sobre monarquía o república. El triunfo de las izquierdas y republicanos, coaligados en muchos municipios, tuvo como resultado la proclamación, el 14 de abril de la II República. La monarquía, debilitada en grado sumo por sus propios escándalos, incluidos los de corrupción, desapareció. Valle Inclán afirmó que “los borbones no perdieron la corona por ser monárquicos, sino por ser ladrones.”

Los gobiernos locales en muchos pueblo, de coalición republicano-socialistas tuvieron desde el principio que afrontar el profundo odio que las derechas, que habían vivido,

y muy bien, al socaire de la monarquía, se resistían a reconocer su derrota. El caso de Garrovillas, en el artículo publicado por Pedro Évole en el periódico socialista UNIÓN Y TRABAJO, el 7 de noviembre de 1931, puede ser un ejemplo.

DESDE GARROVILLAS. Contrastes.

Panorama garrovillano: aparentemente complicado y turbio, pero muy diáfano en la realidad. Los problemas vitales, son los mismos que en los demás pueblos rurales de España, porque el dicho popular ya lo proclama: “ves tu lugar, ves los demás”. Ahora bien; en Garrovillas, existe algo, que ya no es posible subsista en todos los demás pueblos; y es una cerril cuadrilla compuesta por media docena de señoritos inciviles, cuya constante ociosidad les ha llevado a cubrirse de cierta crápula que disimulan con maestría, antes sencillas gentes campesinas, bajo las capas de santurrones y furibundos golpes de pecho, agazapados en madrigueras de cofradías virulentas, que predican ciertos ritos de disimulado paganismo medieval, y se fraguan conspiraciones tenebrosas contra el poder recientemente constituido, pleno de virilidad, que no se doble al capcioso y repugnante jesuitismo.

Plaza Mayor. Garrovillas. Detalle.

Los conspiradores socialistas, comunicas, que se parten el pecho a cara descubierta como verdaderos machos, son unos ingénuos comparados con los de entes cobardes y rufianescos a que nos venimos refiriendo, cuya encubierta y espumante rabia se traduce en libelos indecentes donde vuelcan toda su bilis formada con críticas tabernarias, de frailuno sabor.

En las elecciones municipales del 12 de abril último, triunfó en Garrovillas la coalición republicano-socialista, por un mayoría aplastante de votos, por cuyo motivo rióse la caterva curoide desplazada de las ubres municipales de las que eternamente se nutrió, por fabuloso derecho hereditario, pues el Ayuntamiento era uno de tantos precios amasados con sangre proletaria que la grey feudal de Garrovillas transmitió a sus cachorros, para que siguiera fraguando inauditas expoliaciones hasta conseguir adueñarse de toda la extensa propiedad comunal que este pueblo poseía, mediante escandalosos amaños y turbios expedientes, desaparecidos ya hoy del archivo municipal.

Los concejales que el pueblo eligió actúan a plena luz y a cara descubierta, contrastando esto con el compadreo y la oscuridad del anterior, habiendo sido castigada ya la soberbia irracional de aquel que se creía reyezuelo omnímodo y la guerra solapada y falaz del galeno albiñanista.

Compañeros, vedlo ahora con claridad: el régimen absolutista anterior fabricaba leyes para que el pueblo productor, paciente y sufrido las acatara solemnemente y estuviese obediente y sumiso al mandato del opresor; y el régimen democrático que hemos conquistado anhela conseguir plenamente la igualdad ante la ley y la justicia; o sea, que si un pobre delinque sea legalmente castigado, pero si un ricachón ensoberbecido se resiste al acatamiento de las leyes, que sienta también sobre sí el peso de la justicia y vaya a dar con sus huesos en la cárcel. Ejemplos recientes tenéis de ello, camaradas.

Pedro Évole

Vale.

CELEBRACIÓN CASAREÑA

Un semanario como EL BLOQUE, con páginas decididamente políticas y partidarias de los que decían eran “las izquierdas”, tampoco está exento de artículos con sentido del humor, como vimos ya en la anterior entrada de las peleas de gallos. El 18 de mayo de 1909, EL BLOQUE publicaba un artículo sobre la victoria del “bloque de las izquierdas” en las elecciones municipales de mayo. Y contaba cómo habían celebrado esa victoria electora en Casar de Cáceres.

UN FRITE CASAREÑO

Es el primero de una serie que terminará en “seis”, tantos como concejales liberales y demócratas han triunfado en la elección última.

Fue una cosa dicha y hecha… ¿Qué como fué? Estábamos á la puerta del casino comentando el recurso que los derrotados incoan, pidiendo la nulidad de la elecció9n y además la incapacidad de “los electos” cuando Moret (Críspulo) dijo estas palabras:

  • Mañana frite en el Monte.

Un aplauso de la concurrencia demostró lo acertado de la propuesta. Se corrieron las órdenes oportunas, entró Gregorio en acción y á las 9 de la mañana comenzamos á desfilar hacia la casa de “La Libertad” (Ropería).

Me subí á una peña y propuse que la comida fuese anarquista en el buen sentido de la palabra, previa una explicación razonada, todos los concurrentes aceptaron este “anarquismo de nueve horas”. Montero (Eloy) se opuso con sólidas razones fundadas en los sagrados cánones, y en la Encíclica “De Inmortalite Dei” y “Quanta Cura” pero Canalejas (yo) dige estas palabras que merecen escribirse en letras de oro: Señores: (silencio sepulcral) nosotros representamos “á las izquierdas” y por tanto, hoy no podemos hacer nada “á derechas”, ó lo que es lo mismo, que hoy no habrá una comida á una hora fija, determinada, que no habrá una comida única, maurista o torrearista, sino que hoy debe haber una comida casi contínua, intermitente, sin orden ni concierto, variable, progresiva, mezcla de todas las cosas buenas que hay en esta bendita tierra que no quiere estar regida más que por nosotros (grandes aplausos).

El programa es éste. Ahora mismo, por ejemplo “doce docenas de huevos cocidos, mezclados con menudos de cordero asado” (bravo, bravo) y además ocho mazos de carne asada, con bastante sal (ovación), y muchísimo vino añejo (siguen los aplausos). Después in intermedio donde cantará Aniceto (a) el “Coco” el “tango del Morrongo” (bien). Luego café y cazalla, y mientras tanto un discurso mío acerca de los “inconvenientes de la riqueza”. Descanso de 22 minutos fumando puros de 15 (bien, bien). Terminado éste, “la chanfaina con una barbaridad de huevos, entre más mejor (ovación espantosa). Después Eulalio se cantará “las malagueñas del Mochuelo” (superior, bravo) é inmediatamente otro discurso mío acerca “del pago equitativo”, para todos, comenzando por Celestino (asentimiento del gran clínico) y terminando por nuestro secretario (Antonio) que es precisamente lo contrario de lo que se hace hoy por “los terroristas” (llanto de alegría de Celeste). Luego salchichón á granel con el vino necesario (aplausos ¡Vaya un tío hablando!). Descanso de 33 minutos. Después tiraremos “de San Jorge” haciendo una oración á la santa Oreja, durante una hora justa (siguen los aplausos), y para reponernos, no estarán mal dos libras de jamón añejo partido con ciencia y conciencia por el guarda del Monte (aplausos que se oyen en Almoharín). A seguida otro discurso mío “sobre los peligros ó inconvenientes de la carne y ventajas de la lechuga y el gazpacho” (silencio sospechoso) y después “El Coco” bailará con Román el pasodoble de la Muñeca, sin acentuar mucho los movimientos (bravo). Otro descanso de 21 minutos para dar lugar á que quepa “la ensalada” de lechuga de la huerta que debiera ser de Celestino y es de Montero (grandes cabezadas del médico).

Terminado esto, Luis el herrero, tocará como él sabe la jota que bailarán Juliana y Morenito por un lado y la guardesa y Pascasio, el interventor, por otro y enseguida “el asado” (¡Vivas estruendosos!). Descanso de 45 minutos y oración á San Jorge. Conferencia de Montero acerca de las ventajas que á nuestro pueblo traerá “el ir la Copo en la elección de Diciembre”. Y después “el frite que debe estar picante”. Terminará la función con la lectura del cuento, de actualidad, titulado “Las calandrias pseudo-mauristas” y se permite que tome otra vez café el que le dé la gana. (Ovación).

Este programa se cumplió en todas sus partes y hasta se añadió algo. “Ya puedo decir que á pocas fiestas he asistido donde, como ésta, haya reinado una alegría tan sana, tan expontánea y donde la gente se haya divertido tanto. Y ahora que la Diputación anule unas actas que no llevan protesta alguna, más limpias que el sol, ganadas en buena lid, porque si esto ocurriera ¡Vive Dios! Que ahora han obtenido un puesto de misericordia, pero en las venideras no obtendrán estos falsos maurista, ni un solo concejal. Que conste, ni uno solo.- Nota. Mi jefe Félix Casares dará el segundo frite.

El Doctor Juan Gonzalo Cortés.

Asistieron: D. Críspulo Velasco, D. Félix Casares, D. Vicente Velasco, D. Juan G. Pérez, D. Juan Bermejo; D. Guillermo y Julio Andrada, D. Felipe Andrada, D. Clemente Galán, D. Antonio Sanguino, D. Félix y don ángel Pérez, Barrita, D. Celestino Blasco, el Coco Eulalio, D. Luis Casares, D. Román Bautista; Chocolatero, D. Eloy Pozo, el tuno, Pajarito, Pinta ruecas, Pánfilo, D. Santiago y D. Nicolás Andrada, Bartolo, D. Juan Tovar, D. Juan Gonzalo, yo, Macha y otros mil más que no recordamos.

Vale.

PELEAS DE GALLOS

En Cáceres, como suele suceder en muchas ciudades, se conservan algunos topónimos que están vinculados a alguna actividad profesional (Caleros, Tenería…) y también otros relacionados con otras actividades lúdicas. Lúdicas en su día, ahora ya no. Detrás del Centro de Salud de la Plaza de Argel se encuentra la calle Reñidero de Gallos y se suele asociar esa denominación por encontrarse en esa zona los lugares donde se llevaban a cabo peleas de gallos. Pero no solamente allí. En el lugar más céntrico de la ciudad, la calle Alfonso XIII, nº 2  y la calle Paneras, nº 1, también se celebraban peleas de gallos. Aquí, la crónica de dos peleas publica en EL BLOQUE, el 9 de febrero de 1909.

Anuncio del Café Santa Catalina. Cáceres.

CIRCO GALLÍSTICO (En “Santa Catalina”).

Volviendo por sus fueros la afición, celebró la primera pelea del año en el Establecimiento del Sr. Montalbán que se vió muy animado y concurrido.

Fueron dos las peleas casadas.

En la primera, mi amigo Pepe García presenta una jaca rebajada, gira, 3’06 peso, puya 15, frente á un pollo retinto de don Cándido Polo, con 3,10 y 16 respectivamente. Se juegan 12 pesetas y algunas más entre los aficionados.

En los revuelos y primeras subidas se encuentra pujante el retinto, hasta el punto que Pepe, que como el revistero tiene aficiones filatélicas, no acepta mi proposición de jugarnos 100 sellos á elegir de nuestras colecciones.

Pelea de gallos.

La gira, que agarra bien, se crece y tiene la suerte de quedar tuerto al contrincante. Á partir de aquí, la pelea pierde algún interés aunque el retinto es un buen pollo. Momentos antes de las tablas, cae el de Polo, ya ciego, nueva caída; cumplidas las legales el Presidente (Sr. Burgos) pronuncia la frase sacramental y la gira de García queda victoriosa aunque maltratada.

Segunda. Un pollo negro, gallino, recula, 3’05, puya 17, de Valiente (D. Eliseo) y otro también gallino, atabacado, de D. Edmundo Cordero. El último pesa 3’04 y tiene 20 milímetros en los puñales. Se cruzan 5 pesetas.

Jenaro el Carabinero

Que es buen aficionado

Vé subir el de Cordero

Y se juega su dinero

Contra el retinto y callado

Permanece el gallinero.

El gallino de Valiente lleva las de perder, así lo comprende el dueño que para salvarle la vida, haciéndole mucho honor, lo retira y pierde la quimera. Esta pelea fue floja.

Y no aviniéndose los dueños á casar una tercera, que anduvo en litigio y llegó á la pista, se levantó la sesión de que certifico, hasta la siguiente.

E.M.

Vale.

LA RELIGIÓN Y LA ESCUELA. HACE MÁS DE UN SIGLO

El 26 de enero de 1909, el semanario EL BLOQUE, periódico democrático, publicaba un artículo firmado por V. Cortés, en relación con lo que llamaba una “cuestión palpitante”. Se refería a la negativa de los liberales de Canalejas de a incluir la religión, cualquier religión, en las Escuelas públicas. Un debate de hace más de 100 años que continúa vigente en España.

CUESTIÓN PALPITANTE

Tranquilícense todos los espíritus, los liberales al proclamar como aspirabilidad suya “la enseñanza neutra”, no han de faltar á ninguna de las leyes de la Pedagogía y por tanto, hemos de transmitir íntegro el caudal legado por nuestros predecesores, y además lo hemos de mejorar y aumentar.

Nosotros no hemos de sentir que la obra pedagógica retroceda, sino que evoluciones en sentido progresivo y ascendente.

Los demócratas no hemos de abandonar al niño, al futuro hombre, á una ignorancia suprema, en lo que es tan fundamental como “el sentimiento religioso”; pero tampoco consentiremos en dejarle entregado á la acción exclusiva de una enseñanza dogmática.

Nosotros entendemos que toda enseñanza confesional por el sólo hecho de ser bandera de un partido y de una determinada clase de hombre, no es, no puede, ni debe ser dada en las Escuelas Públicas, porque creemos que tras sí odios y pasiones que deben evitarse, peligros ciertos para la libertad y para el Estado, divergencias y disputas que no hay que tenerlas en la Escuela.

Nosotros proclamamos que la Escuela debe ser y debe significar concordia, paz y serenidad, y hemos de ofrecer al niño y al joven, lo que esté exento de todo debate, por haber pasado por la prueba de casi todos los hombres cultos, y por la prueba de la experiencia madre y maestra en esta materia.

Con esto se evitará la formación de batallones de adictos, fervorosos y ciegos de un partido, que tiene mucho más de político que de religioso; de este modo se evitará la suplantación que, á ciencia y paciencia, cauteloso é insidiosamente se viene cometiendo en daño de la libertad, que de no atajarse, nos conducirá á que seamos la triste excepción que hablaba el gran Cánovas.

No. El hecho de que el Estado no consienta, -en un porvenir más ó menos próximo- la instrucción y la propaganda de una religión militante en la Escuela, por entender que “ese no es su lugar”, por entender, como entiende la mayoría del mundo culto, que a qué no es el sitio, ni para esas propagandas, ni para recibir esa especialísima educación, no es ni al dogma, ni al culto, ni á la doctrina, es sencillamente hacer que uso de sus derechos y decir: “yo entidad Gobierno, en representación del Estado, no permito esto porque entiendo que me perjudica, y como yo, por el hecho de ser El Estado tengo perfecto derecho á intervenir en las funciones que me son privativas, hago uso de ellas desde la Gaceta porque estoy decidido á no compartir mis funciones con nadie, porque es mi norma no consentir que nadie me suplante en lo que es exclusivamente mío, y porque no quiero consentir, que junto con el dogma y los misterios de una religión, se propaguen cierta clase de intereses políticos presentándolos, á los ojos de la inocencia, con si fueran verdades de origen divino.

La Escuela ha de preparar el futuro, ha de hacer y formar ciudadanos, pero jamás debe formar catecúmenos y sectario, porque de consentir esta intromisión, hay que sufrir las consecuencias de ella, y hay que renunciar á los derechos que el Estado tiene en esta materia. Los liberales y los demócratas quieren reivindicar, en este punto, los derechos del Estado, y al hacer cumplen con el más elemental de sus deberes.

En la Escuela neutra se inculcarán al niño aquellas ideas de admiración hacia el conjunto del Universo, los de respeto y reverencia ante su majestad, su orden y su harmonía; y estas ideas son verdaderos sentimientos religiosos, que unidos á otros son capaces de convertir la vida del hombre en una verdadera religión. En la Escuela neutra no se predicará al niño dogma de ninguna clase, porque la psicología y la fisiología dicen á la pedagogía, que el hacer esto es obrar conforme á las leyes de la naturaleza, la cual protesta cuando se pretende que la inteligencia del niño comprenda y asimile lo que sólo puede ser asimilado y comprendido por intelectos maduros y bien preparados. Los mismos partidarios de la enseñanza dogmática han declarado y reconocido en el Congreso de Chicago, que la catéquesis produce resultados casi nulos y que había necesidad de variar en absoluto de procedimientos, si había de obtenerse algún fruto en este punto.

Las diferentes Iglesias consignaron en dicho Congreso que la obra pedagógica se produce por grados, que la niñez es una fase de la vida del hombre, con caracteres propios, con señales evidentes y precisas y por tanto que los métodos pedagógicos habían de someterse á los dictados de la ciencia en lo que respecta á la evolución de la inteligencia del niño.

V. CORTÉS

Vale.

ENSANCHE

El 24 de septiembre de 1910, el semanario ERA NUEVA, periódico republicano, contestaba a un editorial de El Adarve, periódico conservador, en el que se atribuía todo el mérito de futuras obras de mejora del ensanche de Cáceres, constituido por el Paseo de Cánovas y la Avenida del Dos de Mayo, al director general de Obras públicas, Luis de Armiñan. En la práctica, ese ensanche se debió, finalmente a este último, que posteriormente, y durante años dio su nombre a la actual Avenida de España. Pero la información que aporta ERA NUEVA en aquellos momentos era más fidedigna que la de El Adarve.

LAS COSAS COMO SON.

El Adarve, semanario conservador de esta capital, dedica el editorial de su número correspondiente al jueves último á las reformas que en breve se llevarán á cabo en el primer kilómetro de la carretera de San Juan del Puerto á Cáceres, encaminadas á urbanizar esta vía en la extensión comprendida entre la última casa de la calle de San Antón y el final de la fachada que da al paseo, el parador del Carmen.

Considera El Adarve en ese artículo que en este asunto y en otros por el estilo (escuelas, teléfonos, caminos) deben emplear los periódicos su tiempo, y al efecto dice que hay que ser prácticos, hay que mirar a lo alto, y que hacer lo que sea en otras partes.

Nosotros, atendiendo á las indicaciones de El Adarve, dedicamos gustoso á este asunto, á fuer de cacereños, el espacio que en estas columnas se merece, y como somos más prácticos que El Adarve, vamos á deshacer los errores que en el citado artículo de fondo inserta, para que el pueblo de Cáceres tenga conocimiento del verdadero estado de este asunto y sepa á qué atenerse con respecto á ciertas informaciones…

En primer lugar y sólo como precedente curioso diremos que el Ayuntamiento de Cáceres aún no se ha preocupado de hacer un proyecto de urbanización y ensanche de la capital al que puedan ajustarse las construcciones de nueva planta, á fin de que andando el tiempo llegue Cáceres á ser lo que corresponde á su categoría, situación y medios con que cuenta.

En segundo lugar, bueno es que se sepa que la primera iniciativa de todas esas mejoras que ahora se pretenden, corresponde no al director general de Obras públicas Sr. Armiñán, como dice El Adarve¸ sino á don Raimundo Parra: este señor, á quien no tenemos el gusto de conocer, fue el primero que concibió la idea de extender la urbanización de Cáceres, por los lados de Cánovas, construyendo  el precioso hotelito que hoy se alza en este paseo; posteriormente concibió también la idea de construir una acera delante de su hotelito y aún, si mal no recordamos, solicitó la construcción de esta acera prolongada por un lado hasta el parador del Carmen y por el otro hasta la primera casa de la calle de San Antón, y por último ha pretendido otras varias mejoras en este proyecto que corroboran más y más que á él le corresponde la iniciativa de las mejoras que se proyectan en la llamada “Avenida del Dos de Mayo”.

El alcalde actual, en representación propia y en la del Ayuntamiento, quizá obedeciendo á alguna conferencia tenida con el director general de Obras públicas durante su estancia  en esta capital, ha solicitado hace unos días que por el Estado se construya aquella acera ideada por el Sr. Parra, que se renueve el arbolado de la carretera en la extensión que ocupa Cánovas y que se coloquen bocas de riego en dicho trayecto.

Esta instancia sigue su tramitación correspondiente (bastante adelantada por cierto); pero ni el ingeniero jefe Sr. Mateos ha informado el proyecto de esas obras, por la sencilla razón de que aún no se ha formulado, ni ese proyecto está en el Ministerio esperando la resolución, ni se ha presupuestado aún cantidad alguna para las obras ni para el proyecto, ni El Adarve ha debido de beber en buenas fuentes su pomposa información.

Vale.

Post Scriptum.

En el AHMCC, caja 20/46, Expediente 16, aparece un documento “Parra Ramos, Raimundo. Asunto: construcción de 85 metros de atarjea en afueras de San Antón (Radio y Extrarradio) y de acera á la izquierda de carrtera de Cáceres á San Juan del Puerto. 1908.

En el AHMCC, caja 2046. Expediente 21, documento “Parra Ramos, Raimundo. Asunto: Expediente instruido para conceder licencia para construir un edificio al lado de la carretera de San Juan del Puerto á Cáceres. 1908.

UNA VILEZA. SIN NODRIZA.

En los mismo años en que se publicaba LA ASAMBLEA, periódico republicano, se publicaba en Cáceres MALVAS Y ORTIGAS, un periódico satírico que ya hemos visto aparecer por esta serie. El director de MALVAS… era Enrique Montánchez, funcionario de la Diputación, que en 1914 marchó a Lérida para ser Secretario General de aquella provincia. Republicano, krausista, escribió en 1904 una dura carta dirigida al Gobernador, exponiendo que a una familia, dos gemelos recién nacidos, se le había suprimido una ayuda de media lactancia. Aquí, la carta

UNA VILEZA.

Indignados ante la enormidad del hecho, sintiendo asco por los actores rastreros y viles que en él intervinieron y llena el alma de cuanta compasión merece la inocente víctima, cojemos la pluma para hacer saber á nuestra primera autoridad civil una historia en la que su intervención se hace necesaria si de algún modo ha de impedirse que triunfen la injusticia y el crimen siquiera éste sea de índole moral y no factible de ser enjuiciado.

Sabíamos Sr. Gobernador que en los pueblos adquieren proporciones increíbles los ódios políticos, habíamos visto en ocasiones mil á personas que, cegadas por las pasiones de partido y bandería, realizaron actos de los que arrepintieron después cuando volvió la tranquilidad á sus perturbados espíritus, lo que nunca imaginamos –porque racionalmente no puede imaginarse- es que de vientre humano hayan salido mónstruos tan abominables como lo son algunos que en nuestra provincia moran para vergüenza de la humana especie y baldón eterno de sus honrados progenitores.

¡Existen Sr Gobernador! no es por desgracia un sueño de nuestra fantasía cuanto seguidamente vamos á reseñar para que V.S. tome nota; deploramos no conocer los nombres; si los conociéramos irían estampados en gruesas titulares para evitar que se atribuya á cobardes nuestro silencio.

El Hecho es el siguiente:

En Navalmoral de la Mata y empleado como dependiente de comercio vive un joven, D. Eloy Huete, cuya honradez y moralidad son reconocidas entre sus convecinos. Gracias á su trabajo perseverante y gracias también á la gestión honrada en el comercio, nuestro amigo Sr. Huete consiguió en el expresado pueblo á más de captarse generales simpatías, crearse un modesto pasar, con el que atendía y atiende cariñoso á las necesidades de su casa.

Su amante compañera, sobre la que hoy pesan destrozándola el alma las ruindades de los enemigos de su esposo, dió á luz no hace mucho dos gemelos; el joven Huete solicitó y obtuvo de nuestra Diputación la media-lactancia para uno de sus chiquitines. No hemos de ponernos á demostrar la justicia de la concesión; aunque sólo fuera por premiar de este modo á quien así daba hijos á la patria tendríamos que aplaudirla.

Pero la dicha Sr. Gobernador duró poco tiempo en casa de nuestro amigos; esos mónstruos de quienes hablamos antes, mangoneadores y caciques en el pueblo de Navalmoral de la Mata, han conseguido que cese aquella concesión; Huete es republicano y su pequeñuelo no debe alimentarse de una nodriza pagada por la provincia, pues qué ¿no hay acaso monárquicos que puedan necesitarla para los suyos?

Así pensaron los mónstruos de Navalmoral y esto consiguieron como resultado final de sus gestiones, ¡qué no tienen corazón! ¡que son mil veces más animales que los de reata! Bien ¿y qué? ¿acaso no se han salido con la suya? Indignos son los autores de tal infamia de figurar entre sus convecinos; un solo lugar les corresponde, el muladar, éste lo tienen bien ganado.

Nosotros Sr Gobernador desconocemos el expediente de la casa provincial, pero sabemos una cosa y con ella nos basta para esperar justicia; sabemos que V.S. es padre y á mas de padre gobernante de espíritu recto; al principio de este escrito decíamos que su intervención en el asunto se hacía necesaria, ahora terminamos rogándosela muy encarecidamente hasta verlo solucionado.

Porque de solucionarse con presteza, sería cosa de pensarse si nos conviene á los republicanos el expatriarnos a Marruecos.

E. MONTANCHEZ.

Vale.

PAPEL HIGIÉNICO

LA ASAMBLEA era un semanario republicano y de intereses materiales que se publicó en Cáceres para seguir las enseñanzas políticas de Nicolás Salmerón, profesor y filósofo, introductor en España del krausismo.

El 23 de julio de 1904, LA ASAMBLEA publicó una carta de un lector muy enojado con el director de El Noticiero, diario que también de publicaba por aquellas fechas, a cuenta de un Festival para niños y niñas de las escuelas municipales.

CARTA ABIERTA

Sr. Director de La Asamblea. Cáceres.

Muy señor mío y de mis consideraciones más afectuosas: Acometido ayer por una de esas crisis funcionales que, en los cuerpos cuando marchan bien, como vulgarmente se dice, suelen ocurrir á cada veinticuatro horas, tomé al azar un papel cualquiera, del montón en donde tengo costumbre de poner los que yo destino á tales usos, por su insustancialidad, falta de importancia y de interés, etc. etc.

El que tomé, según á usted digo, por casualidad, y no con intenciones tan aviesas y torcidas como el extrábico mirar de ciertos hombres, hubo de ser El Noticiero, periódico pequeño  que se publica diariamente en esta Capital, bajo la competente dirección é inspiraciones del Sr. D. Manuel Castillo; viendo en aquél, antes de usarle, la falta de fundamento y de verdad con que el Sr. Castillo inclúyese á sí propio, entre los organizadores del Festival Infantil dado por el M.N. é Ilustre Ayuntamiento de esta Capital á los Niños y á las Niñas de todas las escuelas por él sostenidas, pagadas y subvencionadas, y celebrado durante la tarde del 16 del mes en que estamos.

De la verdad el amor

En respetarla consiste;

Que así lo manda el honor:

Y hará un papel muy triste

Si de cosas que no hicistes

Llamarte quiere autor.

Ahora bien: como la aseveración hecha por dicho señor en su periódico, no tiene absoluta ni tampoco parcialmente, NADA DE VERDAD, por haberse iniciado y organizado fiesta tan hermosa, sin que el Sr. Castillo concurriese á todo ello para nada, por ser perfectamente innecesario su concurso, no me parece bien ni es justo en modo alguno que, si en los esfuerzos para llevar á efecto aquella fiesta, hubo algún merecimiento, resulte éste mermado ni en poco ni en mucho, respecto de los hombres verdaderamente organizadores y obreros de mencionado festival, con la inclusión extemporánea y oficiosa que entre los nombres de aquéllos hace el Sr. D. Manuel Castillo, de su propio nombre.

Donde quiera, echando el resto

Por darse lustre mi Ernesto

Tanto se lustra las botas,

Que apenas se las ha puesto

Cuando ya las tiene rotas.

Si á todo lo dicho, Sr. Director de LA ASAMBLEA, junta usted lo pertinente y lo efectivo de mis relaciones con el suceso, por haber visto muy de cerca la preparación y celebración de las fiesta supradicha, entenderá usted cómo y hasta qué punto, el encariñamiento que, sin poderlo remediar, se desenvolvió desde luego en mi corazón en pró de fiesta tan hermosa, pudo desarrollar, tratándose de aquélla, el BIEN ENTENDIDO Y JUSTO CELO contra todo linaje de INTEMPESTIVAS INGERENCIAS y de ARBITRARIAS INTRUSIONES, con motivo de las cuales, y de los miramientos que todo hombre debe á la verdad, me he permitido dirigirle esta carta.

Si á alguna boda te llaman

Ó te invitan á un entierro,

No anheles ser el casado

Ni tampoco ser el muerto.

Pues semejantes manías

No pueden tener asientos

Mas que en caractéres chinos

Ó en caletres que están hueros.

Agradeciendo á usted de todo corazón el amabilísimo hospedaje que ested se sirve darle en su popular y amable semanario LA ASAMBLEA, soy de usted, ahora como siempre, afectísimo seguro servidor q.b.s.m.

ZURRA-TONTAÍNAS

Cáceres, 22 Julio 1904.

Vale.