Archivos para February 28, 2022

Hace ya más de un mes del comienzo de la invasión rusa de Ucrania y la guerra continúa. También ya casi un mes desde el comienzo de las primeras negociaciones entre agresor – Rusia – y agredido – Ucrania – y no hay avances en hacia una paz que pudiera ser cuando menos duradera y deseablemente definitiva.

Mapa de situación del Teatro de Operaciones. El Orden Mundial

Las noticias de la guerra son abundantes y normalmente se refieren a los resultados de los bombardeos rusos, ya sea aéreos, ya mediante artillería terrestre. Ucrania, su ejército, solamente puede responder mediante ataques que puntualmente sirven para recuperar alguna población menor y con ello levantar la moral de sus combatientes.

Las noticias de la guerra, desde la frontera oeste de Ucrania hacia Europa, son las de los miles de refugiados ucranianos que cruzan las fronteras de Polonia, sobre todo, Hungría y Rumanía. La ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados ya contabiliza hasta cuatro millones de desplazados, en lo que probablemente sea el mayor éxodo conocido, y sin duda es el mayor éxodo en menos tiempo.

Las negociaciones Rusia – Ucrania comenzaron en la república pro-rusa de Bielorrusia, pero se han trasladado a Turquía, donde siguen bajo el hospedaje de Erdogán, en lo que pareció un nuevo impulso, tomar más fuerza un eventual final de los ataques rusos, pero que continúan en el mismo punto. En una negociación de guerra hacia la paz, se echa de menos comenzarla por el principio. Las negociaciones diplomáticas para terminar con un conflicto, en las que participan los actores del mismo, es fundamental llevarlas con un mandato previo: un alto el fuego. Y eso no se ha producido.

Ucrania negocia bajo las bombas rusas, y, por tanto, desconfía de las intenciones de la Rusia agresora. No se puede negociar cuando uno de los contendientes tiene la pistola humeante encima de la mesas. Y Rusia negocia con la pistola humeante encima de la mesa.

Pero la guerra, esta guerra (hay otras guerras, más antiguas, en todo el mundo), es una contienda entre dos mundos: la Rusia exsoviética que pretende ganar hegemonía política, económica y militar frente a la OTAN, y Ucrania, que parece incluso que ya ha ofrecido a su agresor la neutralidad frente a la OTAN.

Mariupol (Ucrania). Foto Alexander Ermochenko (Reuters)

Hasta aquí lo que más o menos se conoce con cierta seguridad. Ya se sabe que la primera victima de la guerra es la verdad. Y esta no va a ser menos.

Prácticamente a diario escuchamos, vemos o leemos informaciones atribuidas a los “servicios de inteligencia” de varias potencias occidentales que señalan desde el número de soldados rusos muertos, con unas cifras no reconocidas, obviamente, por el Kremlin, hasta cuestiones relacionadas con el posible uso por los rusos de armas nucleares si no avanzan en la estrategia de Putin, o el empleo de bombas de racimo, que están expresamente prohibidas por el derecho internacional. Rusia no reconoce ningún tipo de información que no sea la oficial, como la aparecida hoy mismo del éxodo de hasta 70.000 informáticos fuera de Rusia, o la previsión de la fuga de otros 100.000. Esto es, unos 170.000 en poco más de un mes, y todos huyendo del reclutamiento obligatorio ¿Pero hubo en Rusia 170.000 informáticos en edad militar?

Al comienzo de la guerra, desde el primer día de la invasión, los partidarios del NO A LA GUERRA se acodaron en su eslogan, a modo de barra de bar, y de ahí no salían. Al parecer, su posición, la de fiarlo todo a la diplomacia, que ya venía funcionando desde hacía meses, era el único parapeto para frenar la guerra.

La diplomacia ya funcionaba antes de que Rusia invadiera Ucrania, y la advertencia de lo que iba a ocurrir se percibía no solo en las cancillerías occidentales, sino en los think tanks de geopolítica. Estaba en el aire qué tipo de acciones militares acometería el poderoso ejército ruso sobre la débil Ucrania. Una de las “alternativas” era la de una guerra express, con una victoria en pocos días que terminara con la rendición ucraniana. Pero no fue así, Putin optó por un modelo más convencional: una guerra de ocupación buscando, como con el modelo express, la répida rendición.

El estratega ruso se equivocó: Ucrania no estaba dispuesta a rendirse, con su presidente a la cabeza, el antiguo actor cómico Volodimir Zelinski, y Europa, con el apoyo de la OTAN no permitiría que Rusia avanzara su dominio sobre la frontera. De hecho, Finlandia, que tiene frontera terrestre con Rusia lo que hizo fue sustituir su neutralidad por una petición de adhesión a la OTAN.

Por tanto, Putin parece ser que erró en su estrategia y si bien Ucrania no ha conseguido implicar militarmente a la OTAN en su defensa, si consiguió, al menos, que Europa y la Alianza Atlántica estén ayudando a defenderse a sus ciudadanos, con el envío de armas y municiones.

Y hasta aquí puedo (me gustaría “leer”) leer. No vaya a ser que el prospecto de la medicina de la guerra destape algunos tarros que necesitamos estén cerrados y sellados.

En el asunto de las negociaciones diplomáticas, que como decimos se están llevando con los misiles rusos apuntando directamente a las cabezas de los negociadores ucranianos, la parte ucraniana está más obligada a encontrar un camino de paz, y por tanto, a no cometer ningún error. Por eso, me parece que la participación en su equipo negociador del oligarca ruso Roman Abramovich, dueño del club de fútbol londinense Chelsea me parece muy peligroso, por mucho que el sujeto haya jurado y perjurado lealtad a Ucrania, porque su condición de poderoso multimillonario solamente puede negociar por sí mismo.

Vale.

El periódico El Norte de Extremadura publicó el 21 de septiembre de 1903 el artículo que transcribo en esta entrada, escrito por Rafael García Plata de Osma, tan conocido en Cáceres por la calle que lleva su nombre, aunque fue nacido en Guadalcanal, Sevilla, y vivió muchos años en Alcuéscar.

Nacido el 4 de marzo de 1870 en la localidad sevillana de Guadalcanal. Estudió en la localidad extremeña de Alcuéscar, en la que se instaló tras su boda y discurrió la mayor parte de su vida, habiendo llegado a ser descrito como “verdadero continuador de la tradición folclórica de Extremadura”. Entre sus obras se encuentran títulos como Geografía popular de Extremadura (1899) y Rimas infantiles (1903).

En su faceta de escritor y periodista colaboró con numerosos medios, como el Heraldo de Madrid, El Globo, La Semana Cómica, La Justicia o el Diario Universal, de Madrid. En Extremadura colaboró con periódicos como la Revista de Morón y Bético-Extremeña, El Noticiero, El Norte de Extremadura, el Diario de Cáceres,

Falleció a raíz de la epidemia de gripe de 1918, el 19 de noviembre de dicho año, en Cáceres.

Señores… ¿se puede?

Creo que sí; porque se discute constantemente sobre cosa filológica; porque yo no ando en eso de la regeneración de las Jurdes; y por lo tanto, no soy sospechoso para los señores Castillo y Sánchez Asensio; porque la prensa tiene un aspecto de extensión de que carecen el aula y la sección de un ateneo… Pero, vamos al grano.

El Sr. S. Asensio opina que debe escribirse Jurdes, y no Hurdes, y las razones en que se apoya, son, hoy por hoy, de gran valor.

Es muy cierto que nuestros Diccionarios de la Lengua castellana no son modelos perfectos en la arquitectura lingüística universal, quien leyere á Benot y á Valbuena puede convencerse de ello. Pero ¿quién se atreve á enmendar la plana sin esa competencia nacida de un estudio largo, detenido, difícil, del lenguaje? No basta que en la Preceptiva nos dijeran que cuatro son los modelos principales de formarse nuestras palabras: por traducción, por derivación, por composición y por imitación. No basta que en las aulas nos hablaran de sílabas tónicas y átonas, y que los cambios sufridos al castellanizar ciertos vocablos latinos: tales enseñanzas, buenas son para el aula; buenas son como ideas iniciales, pero nunca para traerlas á la tribuna de la prensa con el carácter de Quaestionem itinere modum solvere, pues con ello se hace grave daño á los escritores provincianos. Sí, señor, los periódicos de provincias, por razones del cambio, llegan a ciertas redacciones donde se hila más delgado, y cuando se observa que el periodista provinciano habla fuerte por falta de la necesaria cultura, se juzga a los demás como quizás no lo merezcan. Es una ceguedad lamentable la del que se atreve á discutir, en este sitio, con conocimientos superficiales, tenga ó no tenga títulos oficiales, que el escritor público no necesita otra cosa que demostrar su saber en el asunto objeto de discusión. La sugestión del toro de que nos habló Fígaro quédese para los alumnos de 1º de Latín y Castellano.

El vocablo Jurdes debe estudiarse bajo sus aspectos y fonéticos. Como geográfico, hacemos mal si lo sometemos á una regla fija, en lo que se refiere á las transformaciones que pudieran haber sufrido sus sílabas: hay variables que claramente presentan su procedencia latino-arábiga, wad-al-lupe (suprimiendo una l), wad-al-canal (por canalis), etc.; lo que nos demuestra que el pueblo árabe antepuso al nombre latino la equivalencia en su lengua. Pero en cambio si Alcuéscar se deriva de Alta cuesta… ¡el Diablo que se explique la transformación! Entonces ¿cuál es la razón en que me apoyo para creer que Jurdes se deriva de Jordán? ¡Un romance popular! Sí: estos poemas mediovales fueron siempre la hermosa fuente de noticias históricas. Hace un tiempo remití al académico Sr. Menéndez Pidal un romance intitulado La fiera de las Hurdes (escribí Hurdes por falta de fijeza en aquella ocasión), romance algo retocado por algún industrial en pliegos de cordel, pero que no hace al caso. Pues bien, en él se dice:

“En lag montañah de Jurdes

en aquella tierra santa, etc.”.

¿No significarán nada eso de tierra santa y de montañas de Jurdes, en un romance de asunto mitológico, y, por tanto antiguo”.

Hablamos del aspecto filológico.

Inglaterra comprendió que al filólogo y políglota le sería muy útil el estudio del saber popular; y en efecto, en 1878, nación la institución del Folk-Lore. En España hubo también un período de entusiamo por esa ciencia, algunos años después, siendo una verdadera lástima que dejaran de publicarse las revistas Folk-Lore Andaluz y Bético Extremeña. No obstante, se hizo mucho de provecho: en la actualidad trabaja el Sr. Menéndez Pidal para dar á luz un libro sobre Los dialectos españoles.

El proceso histórico de nuestro lenguaje no ha de estudiarse únicamente en las lenguas originarias, hay que analizar la fonética del pueblo vulgo, rica en detalles que nos llevan á pensar en los pueblos que vivieron en nuestro suelo. Por esta razón se hace dificilísima la interpretación del lenguaje popular mediante letras de nuestro abecedario; unas veces la H es una aspiración suave: otras se emplea para indicar que ocupa el sitio de un sonido que no podemos representar con nuestros signo de la escritura; ya cambia de sonido al encontrarse con las consonantes fuertes, ora las líquidas… Generalmente, la J, la S y la H hacen un esfuerzo por modificarse en un sonido, donde predomina el de una de ellas sin que desaparezcan por completo las de las demás. Supongamos que el número diez representa á la suma total de los sonidos mezclados de la J, la S y de la H, y tendremos que el vocablo Jurdes precedido del artículo las (según la pronunciación popular) quedará analizado cuantitativamente de este modo:

2 1 7

lah-surde; (2 h + 1j + 7s = 10). Mas si la palabra que precede al vocablo geográfico termina en vocal, la fórmula es esta:

1 1 8

dehs-jurdeh (1 h + 1s + 8j = 10). Ahora bien: al castellanizar esos sonidos de pronunciación difícil debemos despreciar esas cantidades pequeñas para simplificar la escritura; y como Jurdes procede, según nuestra opinión, de Jordán, debemos escribirlo con J: así cumpliremos con lo que nos ordena su etimología y su aspecto filológico.

Y no se enfaden aquellos maestros de percalina que aconsejan usar la H en las palabras que el vulgo pronuncia con J… Conocía yo á el un viejo que pronunciaba hardín, harro, hícara… Un día lo reprendí, diciéndole que esas palabras tenían J y no H. El me contestó: “Señorito, log probeh siempr’ habemoh el modo de jerrá… Dicen que sémoh mu brutoh porque decimos jacha, jigo, jiguera… ¡Y ahora tenemoh qu’ hay decí jarro, jardín…! Qué más. señorito que log probeh habemoh de jerrá…

¡ A mí, líbreme Dios de jerrar a mis propios errores!

Rafael García-Plata de Osma

Alcuéscar, Septiembre 1903

Aunque existen muchas referencias sobre el Castillo de la localidad fronteriza de Valencia de Alcántara (en Cáceres), así como las referidas a sus características arquitectónicas, en este post voy a referirme a dos cuestiones muy sencillas.

La primera, a su fecha de construcción. Existen datos que remontan la fortaleza se remonta al siglo XII y diversas obras y reformas en siglos posteriores, lo cierto es que la datación a efectos legales señala su construcción en 1.768, con la asignación de un crédito extraordinario de guerra, con una superficie de 14.000 metros cuadrados, siendo sus linderos N y O la propia población de Valencia de Alcántara, y E y S con particulares.

Estos datos de construcción del Castillo figuran en un plano de la Comandancia de Ingenieros de Badajoz fechado en 1.915.

Estos datos eran prácticamente desconocidos para los negociados correspondientes de patrimonio del Estado, incluso de lo que se llamaba Ramo de Guerra. Y fueron los datos que durmieron en una especie de sueño de los justos, o más bien, en un limbo perdido.

Perdido… hasta que a principios de los años 90 del siglo pasado se produjo un incendio. Y claro, el juez de 1ª Instancia de Valencia de Alcántara, al documentar el siniestro preguntó por el dueño del inmueble. Y fue ahí cuando alguien dijo al magistrado que el castillo era propiedad del Ejército. Y ahí fue cuando el Juez escribió un atento oficio al Gobernador militar de la plaza y provincia de Cáceres informándole que días atrás se produjo un incendio en la fortaleza. En su fortaleza, señor Gobernador.

Plano del Castillo de Valencia de Alcántara. Comandancia de Ingenieros de Badajoz. 1915

Fue entonces cuando comenzó una búsqueda de documentación que resolviera lo primero. La propiedad. De entrada, ni un papel a la vista. Ni tampoco en la sede de la antigua Capitanía Militar de la 1ª Región. Al parecer, el castillo no era propiedad del Ejército. Pero ya que el sr. Juez había sido tan generoso al decirle al Gobernador militar que era del Ejército, no era plan de no aceptar el regalo y ordenó dar la vuelta a archivos, documentos, lo que fuera con tal de aceptar el presente.

Tirando de carpetas llenas de papeles y algún que otro ácaro, desatando cintas rojas que parecían selladas porque las lazadas habían desaparecido y los nudos eran nudos apretados a conciencia. Hasta que en una carpetilla dentro de una carpeta, se encontraban unas cuartillas (medio folio cada una) que contenían el secreto de la propiedad. Las cuartillas tenían membrete del Ayuntamiento valentino, y contenían un listado de propietarios de terrenos adosados a los muros del Castillo. Aquel escrito era de los primeros años del siglo XX, y un croquis casi a mano alzada con la numeración de cada propietario. Eran los linderos del inmueble, los vecinos colindantes. Por fin, una señal.

Pero, ¿de qué serviría aquella relación? Con la lista delante y con alguna referencia a la memoria y a lo estudiado, el Teniente, un joven oliventino cuyo primer destino era Cáceres, recordó que alguna vez había visto algo sobre el patrimonio del Ejército, y fue cuando me acerqué a la Plaza Mayor de Cáceres, a la Minerva, la librería papelería de referencia obligada para casi todos los organismos públicos y compré la Ley Hipotecaria. La lectura de dicha legislación, con la mira puesta en no dejar escapar el regalo del sr. Juez de Valencia de Alcántara, y tras lectura y relectura de los artículos en torno al 204, donde aparecía la palabra fortaleza, el teniente y yo llegamos a la conclusión de que teníamos que llamar a Capitanía y preguntar (ya habíamos concluido que así íbamos a actuar) si se podía utilizar ese artículo.

Iglesia de Rocamador rodeada por el Castillo. Valencia de Alcántara. Foto TurismoCaceres

Y así fue cómo un castillo iniciado en el siglo XIII, con diversas reformas en los siglos siguientes, llegó a 1.768, sin dueño conocido en el Registro de la Propiedad, pasó a serlo del Estado-Ramo de Guerra. Por todo título de propiedad y sin ni siquiera presencia de la representación legal de un organismo, un escrito con la relación de propietarios colindantes (los mismos que lo eran en 1902) de más o menos 1993, el Castillo fue inmatriculado siendo el Estado-Ramo de Guerra su titular. Y ni un duro de coste, nada.

Pero, claro, una cosa es la inmatriculación del Castillo y otra que el dueño, o su representante, al menos lo reconozca. Y así fue. Camino de la Raya, en una furgoneta 4L con matrícula ET, el teniente oliventino, como representante de la propiedad, otro teniente, como representación de la fuerza coercitiva militar, y un civil (con pase expreso para ser pasajero en un vehículo militar) fuimos a tomar posesión del castillo. Habíamos conseguido, dificultosamente, alguna información adicional sin confirmar, como la que nos decía que al parecer el castillo había sido casa cuartel de la Guardia Civil. La primera visita, y la única, fue al Ayuntamiento, donde el aparejador municipal nos confirmó el destino a casa cuartel de la Benemérita, pero ya hacía años que dejó de serlo cuando se construyó un moderno edificio a las afueras, junto a la carretera misma, dirección Portugal.

Al llegar al castillo, cuyos muros rodean exteriormente la iglesia de Rocamador, patrona del municipio, vimos los restos del incendio y unas construcciones de mala calidad que era lo que quedaba de la casa cuartel.

Lo mismo que los papeles estaban perdidos hasta el aviso del Juzgado, ningún documento atestiguaba el uso para la Guardia civil. Nada más entrar, y ver el mal estado de la fortaleza (menos los muros exteriores, que le daban un imponente consistencia) el aparejador municipal, que jugaba en campo propio, por alguna chapucilla que habría hecho el Ayuntamiento, recriminó a la fuerza militar presente (dos tenientes) la falta de cuidados y el mal estado del conjunto. Los militares, viendo que efectivamente aquello estaba en mal estado, asintieron y asumieron la recriminación del técnico municipal. Mientras los reproches hacían mella en la fuerza militar, a mí se me ocurrió asomarme a los muros y mirar hacia abajo, donde estaban las propiedades de los vecinos colindantes y un poco más allá el sinuoso río Sever. Los propiedades colindantes tenían una característica común: eran viviendas con un amplio patio posterior, que llegaba justo hasta el castillo, y los patios posteriores estaban separados entre sí por unas paredes en torno a un metro o un metro y medio de altura. Ah, y otra característica muy curiosa.

Llamé a la fuerza militar, un poco azorada por el reproche que el técnico municipal había hecho, se acercaron, junto al aparejador. Indiqué a los dos militares que miraran hacia abajo, hacia los patios de las casas vecinas, y que me dijeran qué veían raro. El aparejador también miró. Ninguno de los tres supo decir que era lo raro que podía haber. Y sí, les señalé que miraran los muros del castillo y luego las paredes que separaban los patios entre sí. Efectivamente, las piedras que formaban las paredes de los patios vecinos y las que faltaban en los muros del Castillo eran muy, muy parecidas. Y ahí fue donde saqué de su azoramiento a la fuerza militar presente y recriminé al aparejador, en representación del municipio, el poco cuidado de un inmueble que, aunque no fuera de su propiedad, había estado a su cuidado cuando era casa-cuartel de la Guardia civil.

El resto de la visita, con los reproches igualados, si acaso incluso en favor de la representación de la propiedad, continuó más calmada.

De todas formas, a los visitantes nos quedaba aún la vuelta a Cáceres en una furgoneta ET, mal cuidada, muy mal cuidada, por la carretera N-521, que por entonces era conocida por la Cenicienta. Noventa kilómetros de ida y otros noventa de vuelta fueron el regalo que recibimos.

En torno a 1995, cuando el Cuartel de Plasencia fue enajenado por el ministerio de Defensa para convertirse en Centro Universitario, dio lugar a dos operaciones más, una dotación de 15.000.000 Ptas para rehabilitación de la ermita de Santa Ana en Cáceres, y creo que el compromiso de la Junta de Extremadura para comprar por unos 25.000.000 Ptas el Castillo de Valencia de Alcántara.

Vale.

Era El Norte de Extremadura un “periódico político, órgano del partido democrático en la provincia” que en los primeros años del siglo XX estaba dirigido por Juan Canales González, y que aportaba información tanto de asuntos locales como otros centrados en las diferentes líneas políticas que desarrollaban en Cáceres y provincia sus mentores nacionales como José Canalejas y otros dirigentes, y confrontando con medios conservadores, como El Adarve, con quienes las diatribas eran constantes.

El artículo que a continuación se transcribe es la reseña de de la reunión de la Comisión municipal celebrada el 9 de Junio de 1903, y de la que, tras una sucinta referencia, se señalan unos comentarios en torno a las intervenciones de los concejales “amigos y correligionarios” del periódico.

(Sesión del 9 de Junio de 1903)

Asisten los concejales Sres. Cruz, Fernández (D.P.), Molino, Quirós y González (D. Claudio) y preside el alcalde Sr. de la Riva.

A las once y treinta da principio la sesión con la lectura del acta de la anterior, que fue aprobada.

Se aprueba el extracto de las sesiones celebradas en el mes de Mayo, para su inserción en el Boletín Oficial.

El Sr. Cruz Quirós ruega al alcalde que con el fin de que no resulten estériles los sacrificios hechos, se reúna de nuevo la Comisión encargada de gestionar se dote á Cáceres de guarnición.

El alcalde contesta que ya hizo gestiones cerca del senador Sr. Muñoz, de quien espera que en breve, y á su regreso de la corte, sume su esfuerzo al de la Comisión, entrando con ésta su verdadero período de actividad.

Vuelve á usar la palabra el Sr. Cruz para excitar la actividad de la Alcaldía en favor del expediente de subasta del local de la calle de San Antón.

El alcalde promete igualmente favorecer con activas gestiones la resolución de expediente que hoy pende de la superior aprobación.

El Sr. González Álvarez se adhiere á las peticiones formuladas por el Sr. Cruz y ruega á su vez se reúna la Comisión que se designara para gestionar la ampliación de la estación de ferrocarril, reforma que tanto había de favorecer los intereses materiales de la población.

Encarece también este concejal la necesidad de obras de saneamiento en las fuentes públicas, y muy especialmente en la del “Concejo”, obteniendo de la presidencia la promesa de se atendido en sus ruegos..

El alcalde dio cuenta de un acuerdo de la Comisión de ferias, entre cuyos individuos prevalece la idea de que debe ser renovada. Agrega que siendo uno de los principales proyectos la adquisición de los terrenos que hoy constituyen el real de la feria, y después de haberse hecho cargo de la iniciativa, se permite someter á la aprobación del Ayuntamiento un lista para cuya confección se tuvo en cuenta la cooperación valiosa que cada uno de los propuestos podía prestar y prestaría indudablemente.

La Corporación aprobó los nombramientos propuestos por el Sr. La Riva.

Y sin otros asuntos levantóse la sesión.

La sesión que anteriormente reseñamos, ha sido una de las que puede esperar mucho el vecindario, si las promesas hechas por el alcalde á nuestros amigos y correligionarios, los señores Cruz Quirós y González Alvarez, no son uno de tantos recursos de momento de que tan partidario se muestran algunos de nuestros ediles.

Los puntos abarcados en la proposiciones de los dos concejales que sostuvieron el interés de la sesión, revisten importancia suma y bien merecen se les dediquen los entusiasmos de que es capaz el Sr. La Riva, á quien se presenta ocasión de señalar con piedra blanca en los anales del Municipio su paso por aquella casa.

Más de una vez tratamos desde estas columnas esos mismos puntos que hoy llevan á la Conceja dos representantes ganosos del bien de su pueblo. No ha de extrañar, pues, los felicitemos y nos felicitemos nosotros al ver que alguien tiende el al fin por qué abogamos con la insistencia que merece.

Resta ahora no suframos una decepción que lamentaríamos, y que la gestión del Sr. La Riva, responda al inmejorable concepto que nuestro alcalde supiera merecernos.

El periódico EL BLOQUE, que se publicaba en Cáceres, incluía en su número del 2 de marzo de 1909, una amplia reseña, que abría la edición de ese día, sobre las entonces muy avanzadas obras del que sería el nuevo Matadero de la ciudad, en sustitución de un inmueble sin ventilación, sin luz, sin las mínimas condiciones de higiene y salubridad. El artículo, laudatorio para el alcalde de la ciudad, pero también para otros estamentos públicos, de manera que el mérito político del alcalde por haber sacado adelante el proyecto, se repartía también al arquitecto, a su ayudante, a los miembros de distintas comisiones (Hacienda, de Propios) municipales, así como a organismos de mayor entidad (Comisión Provincial, Jefatura de Obras Públicas, Gobernador). La redacción de la reseña, que va sin firma, es exhaustiva en su conjunto, incluyendo un pormenorizado detalle del edificio ya avanzado.

Hace un año aproximadamente dimos la noticia de haberse comenzado las obras de explanación para el nuevo matadero municipal y hoy próxima su inauguración se destaca ya el edificio concluido casi por completo, pues sólo faltan algunos detalles que se ultimará en poco tiempo.

Acometer en Cáceres una obra cuyo coste asciende á unos miles de pesetas, es un empresa poco menos que irrealizable, dada la estrechez y penuria de nuestro Municipio. Por eso envuelve mayor importancia y nos produce mayor satisfacción el ver felizmente implantada una mejora de tan positivas ventajas como esta que nos ocupa.

El nuevo edificio hace desaparecer un foco insalubre, nauseabundo y peligroso, aumenta el patrimonio municipal, puesto que el valor de la nueva casa-matadero representa un capital y constituye un símbolo para la urbanización de la parte donde se ha construido, todo lo cual envuelve un avance extraordinario para el progreso de nuestro pueblo que tan lentamente se desarrolla bajo el punto de vista urbano.

Que ha venido ha (sic) satisfacer una necesidad apremiante es tan patente que no requiere demostración. De muchos años á esta parte no ha habido alcalde que no haya acariciado la idea de llevar á cabo esta reforma, persuadidos de que no sólo implicaba un progreso para la salubridad y embellecimiento de la población, sino una fuente de ingresos en el orden económico.

Siendo alcalde el señor Trujillo se ultimó un proyecto que no pudo ver realizado y de entonces á este se ha venido discutiendo el sitio de su emplazamiento, requisito esencial de esta clase de edificaciones por que (sic) debe estar situado en punto donde además de su proximidad á los caminos por donde circulan los ganados, haya agua en abundancia, circunstancia ésta que ha venido á orillar en mucha parte el establecimiento de las llamadas aguas potables.

Salva esta dificultad, el actual alcalde ordenó la formación de un nuevo proyecto para poner mano desde luego en él, decidido á que no pasase más tiempo sin esta mejora en Cáceres y al efecto el arquitecto municipal D. Emilio Mª Rodríguez con auxiliar tan eficaz como el Sr. Montoya, presentó los planos del nuevo proyecto, con el presupuesto, memorias y demás desarrollos necesarios que mereció la aprobación del Municipio en sesión de 7 de Septiembre de 1907, así como de la Comisión provincial y Jefatura de Obras Públicas, aunque con algunas acertadas observaciones del ingeniero Sr. Guerra de la Vega que se tuvieron en cuenta, sancionándolo también el Gobernador.

La Memoria.

Propuso las tarifas de explotación, que con el Reglamento del servicio, merecieron la aprobación del Ayuntamiento á razón de 6 pesetas cada res vacuna, bueyes, toros y vacas; 4 por los novillos; 3 los becerros; 2 las terneras; 0,60 los carneros, borregos, ovejas, machos, cabras y cabritos; 0,15 los lechales y 3,50 los cerdos.

Como medio de ejecución proponía la adjudicación de la explotación á una empresa particular durante un número de años suficiente para enjugar el capital é intereses del importe de las obras; toda vez que el empréstito ó la ejecución por el Ayuntamiento no podían admitirse por irrealizables, acordándolo así el Ayuntamiento previo el informe de la Comisión de Hacienda, que dictaminó, como la de propios lo había hecho sobre los demás extremos que á esta afectaban.

Celebrada la subasta el 20 de enero del año anterior se adjudicó el remate á D. Angel Valhondo en 81,812’81 pesetas otorgándose la correspondiente escritura y constituyendo la oportuna fianza.

Labor del Alcalde

Nadie desconocerá las dificultades que ha tenido que vencer el alcalde para ir salvando con tenacidad las trabas que oponen siempre los trámites y el expedienteo, pues esto que parece tan sencillo refiriéndolo se traducen en la práctica en dilaciones y resistencias que sólo se vencen con un ánimo decidido y perseverante.

Los informes de las distintas entidades, planos, proyectos, anuncios para reclamaciones y subasta, dictámenes, tanteos, exploraciones y después de todo esto encontrar quien quiera realizar la obra es empresa que requiere haberse encariñado mucho y tener verdadera decisión por la reforma, todo lo cual constituye un mérito para el actual alcalde que nosotros no nos cansaremos de elogiar y aplaudir por ser de verdadera justicia rendirle este tributo público de la gratitud que Cáceres le debe por una mejora tan trascendental.

La explanación.

El edificio es sencillo, sin estrépitos arquitectónicos, como dice la memoria, sóbrio, sin lujos, alardes, ni superficialidades, pero con todo lo indispensable y lo práctico, obra verdaderamente estable, estética, económica y útil para las necesidades del presente y del porvenir que constituye un acierto del autor Sr. Rodríguez.

El cuerpo del edificio que da frente á la carretera está destinado á vivienda del Conserje, oficinas, cocheras y cuadras, oficina de inspección facultativa, é intervención, cuarto de limpieza y vestuario de matarifes. El cuerpo de edificio interior se compone de tres naves, la central para sacrificio de reses mayores, la de la derecha para corderos, etc., y la de izquierda para cerdos.

El pavimento de las tres naves es de baldosas de granito, los muros de piedra del desmonte que se hizo en aquel mismo sitio, ó sea roca laminada, pizarra y arcilla. La techumbre de canaleta de hierro galvanizado y armadura de hierro.

El revestido interior de cal enjalbegada, con un zócalo de azulejos blancos de dos metros de alto.

La altura de esas naves es tan considerable así como ventanales que en todas sus caras se han abierto que será difícil de notar ese olor ese olor pestilente que se percibe en el actual matadero, completado ese resultado, además de la ventilación, el agua y la luz que no se escatima en la nueva construcción.

Además de tres corrales para los ganados amplios y resguardados con una pared de gran elevación y con burladeros para las reses bravas, existen lavaderos de tripas, vaciado de vientres, retretes, alcantarillas y distribución de agua, quemaderos, abrevaderos, comederos, sobre alguno de cuyos detalles, hizo el celoso inspector R. Canales, oportunas observaciones que se tuvieron en cuenta.

La amortización.

Según el cálculo que sirvió de base al proyecto, el contratista tendrá á su cargo la explotación del servicio durante un período de unos 12 años, para resarcirse del precio de adjudicación y de los intereses del capital á razón de un 7 por 100, al cabo de cuyo tiempo el Ayuntamiento tendrá un edificio que se calcula en 69.925’49 pesetas y una renta anual de 18.093 sin más sacrificio que la privación de 3.500 que hoy percibe por este arbitrio en el viejo y maloliente caserón que hoy se utiliza para el mate de reses.

Según la escala de amortización calculada por el Arquitecto y que obra en el expediente administrativo que galantemente nos facilitó el secretario D. Florencio Quirós, el reembolso ó resarcimiento puede hacerle el contratista en menos de 13 años, deducidos los gastos generales de administración y tomando como tipo el número de reses que se sacrifican hoy, según la estadística municipal, ó sean 430 bueyes, toros y vacas; 178 novillos; 457 becerros; 20 terneras; 9.400 entre carneros, borregos, ovejas, macho, etcétera; 5.000 lechales y 2.000 cerdos; pero no puede desconocerse que en ese período de tiempo ha de aumentarse la población y el consumo y que el edificio que quedará desocupado al utilizar el nuevo vale dinero en renta ó venta.

Mejoras indirectas

Es indudable que cuando se inaugure el Matadero, han de irse creando en sus inmediaciones obras y edificaciones relacionadas con éste, tales como almacenes, cercas, viviendas para empleados, tiendas, cantinas, etc., para merchanes, ganaderos y personal relacionado con el servicio, con lo cual habrá que urbanizar aquellos lugares.

Por de pronto sabemos que se piensa construir un pretil ó muro de contención alrededor del edificio en la parte que linda con las carreteras y bueno sería que se estableciesen y alinearse calles de bastante amplitud y en los sitios que actualmente están indicados los pasos y caminos que ponen en comunicación las carreteras entre sí y con la ronda de San Justo.

Nada nos satisface tanto como poder dar noticias á nuestros lectores de obras de tanta importancia como la que hoy nos ocupe, por lo mismo que mejoras de esta naturaleza con las que han de imprimir á Cáceres el sello de Capital moderna y urbanizada.

Vale

Aunque debería haber titulado el Emérito herrante, porque a todos sus “errores”, acaba de añadir otro, con una carta vergonzante, dirigida a su hijo y para que sea conocida por todos los españoles. Error viene de errar, lo mismo que herrante viene de herrar, con h. A lo largo de su vida no ha hecho otra cosa que seguir, como buen aprendiz, los errores que un día tras otro cometió su abuelo, y que, junto con otros de la misma cuadrilla, hicieron que Ramón María del Valle Inclán dijera Borbón de “los españoles han echado al último Borbón no por Rey, sino por ladrón”, lo que no presagia parabienes para su hijo y receptor de la misiva del emérito, Felipe VI y último.

Cuando nos han contado una historia los hacedores de por el imperio hacia Dios y se han arremolinado en ella, muchas veces sin sustento histórico ni científico, son los mismos que nos contaban e idealizaban a los reyes como guardianes del honor y la lealtad, las hazañas de todo tipo, incluidas las sexuales, del emérito, no deja de ser épico que los últimos años del Borbón herrante hayan sido los del conocimiento de todas sus tropelías pagadas con dinero público, con dinero de sus súbditos, porque para él no hemos dejado de ser eso, súbditos.

Coronas errantes. José Luis Moraza, 2014. Museo Helga de Alvear. Cáceres

El honor y la lealtad que parecía que se asentaban en títulos nobiliarios, no han sido sino pagos por los servicios prestados a quienes antes que al emérito, han rendido pleitesía. Si los Borbones, todos, se pueden ver reflejados en cualquier medida en este emérito, y su corte de nobles y damas conocían y compartían sus aficiones, debería ser una necesaria labor de todos purgar y expurgar a todos los cortesanos que han expoliado durante siglos las arcas públicas y han diezmado el crédito y el auténtico valor de los españoles.

Tras la vergonzosa carta del herrante, se hace cada vez más necesario cambiar los símbolos del “reino” de España, adoptando una corona que dignifique al pueblo y que recuerde para siempre a quien sea merecedor de llevarla que solamente el duro trabajo del hombre es capaz de soportar el peso del honor y la lealtad.

Coronas republicanas. José Luis Moraza. 2014. Museo Helga de Alvear.

Y que mejor corona que las ideadas por el artista Juan Luis Moraza, con el nombre de “Corona republicana”, y que pueden verse en el Museo Helga de Alvear, adquiridas en su día por la coleccionista alemana que da nombre al Museo. Juan Luis Moraza realizó estas coronas republicanas en 2014.

Señala el propio artista que «la idea de estas Coronas republicanas provenía de la incongruencia de un círculo de distinción dentro de un ámbito de igualdad, de qué modo lo común deja de serlo al distinguirse«.

Vale.

Onda corta

cercadelasretamas —  marzo 7, 2022 — Deja un comentario

Tras comenzar la guerra de Rusia contra Ucrania, las noticias se encadenan en dos grupos muy definidos: los ataques del poderoso ejército de Putin y la defensa de los ucranianos en una confrontación desigual. Las cabeceras de la prensa española de hoy, 7 de marzo, incluyen en sus titulares o en las fotografías de portada, o en las dos, la fuerte acometida rusa sobre los civiles que buscan salir de su país.

Otro grupo de noticias, que comienza a emerger es la catástrofe económica que seguirá, en paralelo a la guerra, ya sea sobre la eficacia de las medidas de bloque ya impuestas a Rusia y otras que podrían imponerse, y las repercusiones en temas como la inflación, y las relaciones de trabajo en todos los países. España no es ajena a ninguna de estas noticias.

Sin embargo, hay una información, pequeña eso sí, sobre cómo puede estar funcionando el apagón informativo impuesto por Putin en su país. Se sabe, por diversas fuentes parciales que han burlado en la propia Rusia los estrictos controles a los que el ejército y la policía rusos que al menos puede haber unos 10.000 ciudadanos detenidos por manifestarse contra la guerra.

Cuando todos los grandes grupos occidentales de noticias salieron del país temiendo penas de hasta 15 años de cárcel para sus periodistas, algunas de esas grandes cadenas comenzaron a trabajar en cómo, a pesar del apagón informativo, podrían informar a los propios rusos y recoger, por distintos medios, informaciones fiables interiores.

La BBC ha sido el primer grupo en reaccionar, tirando de un medio tan tradicional como la radio, pero utilizando tecnologías ya casi declaradas obsoletas como la onda corta.

Desconozco la fortaleza de la tecnología desplegada por la BBC, de su capacidad de resistir las interferencias que desde los servicios secretos rusos puedan oponerse a sus emisiones. Porque la onda corta, de la que los que tenemos cierta edad sabemos que podía ser saboteada, aunque los emisores tenían capacidad para restaurarlas en poco tiempo, en estos tiempos de tanto avance tecnológico podrían ser eliminadas o interferirlas con mayor éxito. Y actualmente los usos de la onda corta siguen existiendo, aunque no sé si con la fortaleza necesaria.

Quienes escuchábamos, no sin cierto sigilo para evitar que por las ventanas de la casa se escapara alguna noticia, la Radio Pirenaica, que emitía desde la URSS, y después desde Rumanía, ahora podemos esbozar una sonrisa y comprobar que aquellas informaciones que nos colocaban junto a la radio, ahora vuelven a las ondas.

Desde el punto de vista tecnológico será muy interesante conocer si las emisiones desde la BBC, en onda corta, llegan con regularidad al pueblo ruso como llegaban las noticias de España, pasadas por el filtro del Partido Comunista, nos llegaban, con titulares del Mundo Obrero, o con llamadas a la huelga general.

Las emisiones en onda corta que ha iniciado la BBC para informar al pueblo ruso van a ser un test para algo que considero crucial en este conflicto: el poder de la tecnología.

A lo largo de mucho tiempo hemos venido escuchan informaciones sobre ataques a elementos críticos de tecnología occidental perpetrados por hackers ruso sobre servidores de grandes núcleos de poder occidentales, pero que, aunque haya sospechas de ello, no se ha podido determinar que hayan sido ejecutados directamente por los servicios secretos de Putin.

Porque, hasta ahora, la guerra se está desarrollando, de modo desigual, entre un potente ejército y un ejército menor, con carencias de medios y armamento, ayudados por civiles convertidos en milicianos. Se decía, lo decían los geoestrategas, algunos en España, que en caso de haber guerra, las tecnologías (con internet a la cabeza) serían un primer frente en el que se verían las capacidades de los contendientes.

De momento, no parece que ni Rusia ni Ucrania hayan recurrido a ellas, y por parte de Europa o la OTAN no parece que se esté interviniendo, ya que ello, sin duda, constituiría un paso cualitativo, porque Rusia podría considerarlo un acto de guerra.

Lo que aguanten las emisiones en onda corta de la BBC, de la fortaleza de la tecnología empleada o si esa tecnología ha podido ser mejorada respecto de la existente en los años en que la Radio Pirenaica informaba a los españoles, nos podrían dar un cierto nivel de conocimiento de las capacidades tecnológicas de Rusia en la materia.

Vale.

La máxima de que para evitar la guerra, para mantener la paz, es necesaria la diplomacia y que enviar armas a un pueblo que está bárbaramente sometido por otro infinitamente más potente lo que hace es prolongar la guerra, impedir que los débiles tengan opción a defenderse.

Una vez comenzada la guerra en Ucrania, por decisión de Vladimir Putin, y de que el Gobierno de España haya decidido, junto a otros gobiernos de países de la Unión Europea, enviar armas y municiones al gobierno de Ucrania, Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno, e Irene Montero e Ione Belarra han sacado el no a la guerra para intentar estamparlo en la cara de Pedro Sánchez y el propio Gobierno. Han sacado el no a la guerra del mismo cajón del no a la OTAN. Y ni el Gobierno de España ni la OTAN son responsables de la guerra de Putin.

La OTAN es una institución internacional de carácter defensivo, cuya misión es evitar en todo lo posible que los países miembros sean atacados. Ucrania no es miembro de la OTAN y, por tanto, esta organización no puede intervenir en tanto que no hay ninguno de sus miembros que esté siendo atacado. El grito del “No a la Guerra”, que sonó en España con el Gobierno de Aznar tenía su razón de ser porque el dirigente popular no solamente se alineó con otros países, sino que convirtió a España en país agresor, y las consecuencias las pagamos con los graves atentados del 11m.

Ahora, España no es un país agresor, ni lo es la OTAN, a la que pertenecemos. España lo que hace es ayudar a un país con unas tropas y un armamento infinitamente inferiores que está siendo atacado por Rusia.

En la situación actual, con los 10 días de guerra que se llevan desde el primer avance de blindados y bombardeos, la probabilidad de que se produzcan negociaciones (se están produciendo contactos para establecer corredores humanitarios) encaminadas a la paz es casi nula. También es improbable que con una ocupación escasa aún sobre el terreno por el ejército agresor (se supone que Iglesias, Montero y Belarra reconocerán que el papel de agresor se lo tiene reservado Vladimir Putin) pueda prosperar un mediador entre agresor y agredido, con observadores de ambos lados, y la propuesta de que ese papel lo haga China, como reclama el Alto Comisionado Josep Borrel, o que sea Angela Merkel, como también ha sonado, también se antoja lejana.

En estos momentos, con la iniciativa exclusivamente en manos de Putin, amparada en la superioridad de sus fuerzas armadas sobre las de Ucrania, es el agresor el que se siente más cómodo y el que va tomando decisiones no solo militares sino de otro tipo que eliminan cualquier intento de mediación.

Las noticias de ayer sobre el apagón informativo decretado sobre Rusia no solamente van destinadas a demostrar su dominio en la guerra, que también, sino a algo más aparentemente inocente. Por ejemplo, durante unos días se han visto en “Occidente”, también en la propia Rusia, manifestaciones en contra de la guerra, manifestaciones de rusos exigiendo a su gobierno el cese de la guerra. Esas manifestaciones han estado seguidas de miles de detenidos. Ya no se verán en el extranjero esas muestras contra Putin: lo que no se ve, no existe. Y no se verán ni manifestaciones ni policías rusos deteniendo a sus compatriotas.

Tampoco tendremos noticias provenientes del agresor porque se impondrán penas de cárcel, de hasta 15 años, a quien difunda “desde Rusia” noticias que sean consideradas falsas. Será muy difícil que medios y periodistas rusos puedan contraponer sus datos a los oficiales que serán los que “informen” de los avances de la invasión. Pero es que, además, esa amenaza de cárcel se extiende a los periodistas de medios de comunicación internacionales, por los que las grandes empresas de comunicación están sacando del país a sus redactores.

Putin ha ordenado el silencio, silencio de ida y vuelta: no saldrán informaciones desde Rusia y también se impedirán las noticias que puedan llegar. De ahí el cierre para el país de Twitter y Facebook. Ningún ruso deberá saber qué se dice de la guerra en otros países ni podrán contrastar lo que ellos puedan conocer.

En esta situación, la posición naïf de Iglesias, Montero y Belarra carece de sentido, porque por mucho que se grite No a la guerra, el grito no llegará a su destinatario, y por mucho que se grite No a la OTAN, no podrá condicionar lo que la Organización Atlántica pueda hacer en el caso de que un país miembro fuera atacado.

¿Cuándo podrá llegar la diplomacia, la negociación?

Bueno, siendo simplista, habría que concluir que cuando Putin quiera. Aunque en sentido estricto así sea, deberán los gobiernos occidentales, los gobiernos europeos y los estados mayores de sus fuerzas de Defensa y de la OTAN los que tengan que atisbar cuándo será ese momento.

Hasta ahora, lo que se está viendo en el teatro de operaciones es una invasión a gran escala de una superpotencia sobre un país menor en todo, y que parece que se trata de una operación en principio para someter a Ucrania y a su gobierno, y sustituirlo por otro afín con el invasor. Pero de esta posibilidad, Putin no ha dicho nada. No ha establecido cuál sería, previsiblemente, su finalidad. Por ejemplo, la opción que podría resultar menos cruenta, sería la de cambiar el gobierno ucraniano. Sin embargo, desde el punto de vista militar, la masiva invasión por tierra, mar y aire, parece más propia de una anexión, ya fuera en su término más exacto, ya fuera otorgando al invadido un status de república confederada. En ambos casos, la finalización de la guerra estaría sujeta al cumplimiento de la misión, y a su mantenimiento en el tiempo.

Y es en este punto, en el de cumplimiento de la misión encomendada por Putin a sus fuerzas armadas donde radica el nudo de la puesta en marcha de negociaciones de paz. Es decir, cuando Vladimir Putin tenga el convencimiento de que todos los fines de la guerra están conseguidos, será cuando dé paso, de conformidad a negociaciones de paz, para las que dejará elementos como el tipo de gobierno que “permitirá” en Ucrania, el volumen de las fuerzas rusas que permanecerán en ese territorio y elementos menores, que le permitan establecer un status quo que, aceptado por Ucrania (si este tuviera capacidad de decidir sobre algo) y por los países occidentales, le sirvan de un ahíto imperialismo y convertirse, si no lo es ya, en el zar de todas las rusias.

En este panorama, totalmente sobrepuesto en las buenas intenciones del No a la guerra, del No a la OTAN, ¿qué plantean quienes como los líderes de Podemos que pudiera torcer la voluntad de Putin? Si los tres meses en los que se han producido cruces de cartas Putin-Biden, reuniones de jefes de Estado y de gobierno lanzando mensajes al líder ruso, reuniones de Macron y Scholz con el propio Putin, ¿qué capacidad coercitiva sobre el agresor ruso podrían dar lugar a negociaciones?

En estado de guerra, declarado unilateralmente por el agresor, que fuerza ni siquiera moral podrían tener las palabras de los grandes pensadores de países occidentales para hacer desistir de la agresión. En este estado de guerra la ética y la moralidad del agresor no tiene ninguna prevalencia sobre su deseo de completar la misión que se ha marcado conseguir mediante tanques, misiles, bombardeos… mediante la destrucción del país agredido.

¿Qué se consigue con el envío de armas y municiones desde países europeos? No mucho, la verdad, pero sí un mensaje de apoyo a los ucranianos, para que, en cuanto la voraz hambruna militar de Putin pudiera verse ahíta, acudir a la mesa de negociaciones. Y también, un mensaje ético y moral al pueblo ucraniano en su soledad.

Recordemos, aunque estos días se ha observado su ejemplo, que la II República española, el abandono de los países occidentales hacia el gobierno legítimo, frente a los apoyos militares del fascismo de Mussolini y el nazismo de Hitler, fue clamoroso. La acertada definición de León Felipe sobre Inglaterra quedó marcada en su obra, cuando la llamó Raposa.

Solamente cuando Putin quiera, podrá haber negociaciones. Y mientras tanto, el No a la guerra y el No a la OTAN no será sino cuentos infantiles de niñatos criados en terrenos roturados con aportaciones de abono que, a las primeras lluvias, son arrastrados por la realidad.

Ahora, la realidad es una guerra cruel por desigual.

Vale.

El periódico conservador LA MONTAÑA, en 29 de octubre de 1924, entonces dirigido por Narciso Maderal Vaquero, publicó un artículo firmado por Antonio Monedero, con el título LA EMIGRACIÓN, que en aquellas fechas, como antes, como ahora, era un asunto recurrente en España, o en algunas de las distintas regiones.

Antonio Monedero Martín, natural de Dueñas, en Palencia, fue un activo promotor de los llamados sindicatos agrarios católicos, que se dedicó a fundar en distintos puntos. Como experto en la realidad del campo español, en el artículo que transcribimos da una muestra de ello.

El mal año agrícola que acabamos de sufrir ha agudizado este delicado problema en nuestra nación, problema sobre el que los Gobiernos anteriores, como dice Sancho Panza refiriéndose a los pobres, solo han puesto los ojos “como de pasada”.

Todos los años se van miles y miles de hijos de la patria, de los cuales los del campo se elevan a cerca de 50.000. Y se van a la ciudad, donde la congestionan, y en zahurdas y hambre y corrupción acaban por ser carne de rebeldía, o se van al extranjero, donde tras de mil calamidades quedan perdidos para siempre para la madre patria.

Además, se van los más fuertes, los hombres solos o los matrimonios más jóvenes o con pocos hijos, que llevan ánimos para jugarse el porvenir, quedando en el campo los viejos, los inútiles, los débiles, los enfermos, los más flojos y los menos dispuestos, con lo cual la pérdida es múltiple y en todos los sentidos.

Las ciudades aumentan a costa del campo y el campo de otros países se labra con los brazos del nuestro, mientras éste cada día queda más yermo.

En los campos de Argelia hay más españoles que franceses y en muchos puntos de América hay también más españoles que naturales o que de otros países mientras que en la madre patria hay cada vez menos habitantes en el campo.

¿Por qué no hablan de poder hacer aquí lo que puedan hacer allá? El latifundio improductivo o mal cultivado llama a esos brazos que se van, y no hay una ley que se lo ofrezca por fuerza, ya que por grado el dueño utiliza el arruinado derecho pagano de poder abusar de lo que tiene.

Multitud de campos incultos llaman también a esos brazos que se van, y no hay tampoco otra ley que les ayude a quedarse sobre ellos y fecundarlos con la fuerza y la energía con que van a fecundar campos extraños y lejanos.

El campo, sin embargo, tiene que alimentar a la ciudad, y por falta de brazos, la alimenta caro y mal; cuando el pueblo ciudadano pide más pan y más barato, los Gobierno debieran de pensar que gran parte de ese pueblo se vino del campo, dejando de hacerlo producir, y debiera hacerlo volver al campo, a lo menos a los desocupados.

España puede alimentar desahogadamente a la población que tiene, si se ordena bien la existencia y circulación de las subsistencias para que el egoísmo y el agio de una minoría no perjudique a la comunidad.

Además, instruyendo y ayudando al agricultor, además de retener los brazos que se van, se puede llegar a alimentar una población más que duplicada de la que ya existe, porque las cosechas pueden duplicarse con facilidad y multiplicarse muchas de ellas a medida que la población va aumentando.

Todo esto ni se ve, ni se sabe, ni se atiende desde la Puerta del Sol, y es, sin embargo, la realidad viva de la patria; en la ciudad hay muchos estómagos ahítos y muchos más vacíos, provocación aquélla y gérmenes éstos de tempestades y revoluciones.

De cien mujeres que se pierden, cincuenta lo hacen por vestir mejor, pero las otras cincuenta por comer mejor.

De cien hombres que se inscriben en las Sociedades revolucionarias, noventa lo hacen también por comer mejor; sólo el diez por ciento están ahítos como los burgueses.

Si la mayor parte de los hambrientos volviera al campo y el Estado los protegiera con leyes sabias y justas, comerían todos y comerían mejor que los quedaron en la ciudad y todos vivirían más tranquilos y sosegados.

Las mujeres, a su vez, serían madres honradas y virtuosas que criarían hijos para aumentar la fuerza y el valor de la patria.

La ciudad absorbe el campo y agota el país, sin que los políticos hayan sabido remediarlo.

Antonio Monedero.

Vale.