Archivos para septiembre 2013
El panorama político español de estos tiempos está marcado por:
Un partido, el Popular, enfangado de mierda hasta las cejas, con una sede que era ¿o sigue siendo, a falta de registros judiciales…? un patio de operaciones de corrala siciliana.
Una forma de estado, la monarquía, cuestionada por su alejamiento de la realidad de los problemas de los ciudadanos (sus súbditos) y por un acercamiento al patio de operaciones de corrala siciliana, como el propio Partido Popular.
Un partido, el PSOE, el principal partido de la oposición, de izquierdas, que tiene unos dirigentes por cuyas venas no corre sangre, sangre roja, sino horchata, fría, sin ganas…
En este panorama, el PSOE tiene que reaccionar, tiene que hacer que la sangre roja y caliente circule por las venas de sus dirigentes, y que, de una vez por toda se pongan las pilas, atiendan las necesidades de los ciudadanos y planten cara, de verdad, con arrestos de socialistas, a un gobierno corrupto, a un gobierno mafioso.
Son muchas las opiniones que dentro del PSOE y en sus aledaños piden que se convoquen primarias, que se elija a su Secretario General por primarias. Pero con el panorama político que tenemos delante, a los socialistas les deben correr las prisas y las necesidades por dos cuestiones: tener dispuestos los candidatos necesarios para cuanto antes, y ponerse a trabajar en un proyecto de izquierdas, creíble, y, sobre todo, ilusionante.
Dejemos eso de proyectos y programas para una nueva entrada (o no) y fijémonos en lo de los candidatos. Porque el PSOE necesita cubrir tres puestos de candidatos. Y debe elegirlos por primarias de militantes y simpatizantes.
Los tres puestos a cubrir son el de Secretario General, porque Alfredo Pérez Rubalcaba está mayor. Está mayor políticamente, y la artritis reumatoide de las ideas y de las ilusiones solamente le permite un manejo de manos por el se alejan los seguidores.
Por ello, cuanto antes, el PSOE debería proceder a renovar su dirección federal y las direcciones de muchas federaciones. Porque lo de la horchata parece una epidemia, viendo los modos tan suaves de algunos dirigentes, como el Secretario de Organización. Los proyectos requieren de personas capaces de llevarlos adelante, con energía, con determinación, y, desde la izquierda, poniendo delante los derechos de todos los ciudadanos que están siendo masacrados por una derecha corrupta en lo político, y fascista en lo ideológico.
El PSOE también debería tener resuelta cuanto antes la candidatura a la presidencia del gobierno, sea o no el Secretario General. Y esa candidatura debe tener a todo el partido, por el que ha de circular la sangre roja, a su disposición. Bicefalias, personalismos, son conceptos deberían ser ajenos a una organización política que se dice de izquierdas, donde la solidaridad no debe ser entendida hacia los demás, sino también entre los iguales. Desarmados de navajas, si el Secretario General es o no el candidato a presidente del gobierno es algo que que debería estar resuelto cuanto antes. Por lo que pueda pasar.
El tercer candidato que debe tener resuelto el PSOE es el de la presidencia de la III República. Porque la derecha ya lo tiene, y trabaja para ello, con un ambicioso José María Aznar. El PSOE debería hacer visible, de modo oficial, que tiene candidato a la presidencia de la república, porque la realidad social puede superar lo políticamente correcto, los formalismos de la constitución del 78 y eso que tanto daño está haciendo a la militancia socialista: “el PSOE es un partido de gobierno”. Claro.
Y para gobernar hay que estar preparados. Muy preparados.
Vale.
El Gobierno del Partido Popular, presidido por el inane Mariano Rajoy, fabricó unos datos de desempleo registrado para el mes de agosto de 2013 que dio como resultado que había ¡31 parados menos! que en el mes anterior. Esto es, un espectacular 0,000636522 % sobre el total de parados registrados -inscritos- en las oficinas de empleo: 4.870.215 personas.
Y los medios de comunicación (el 95% de los escritos) y todas las televisiones y radios generalistas, no solamente afines, sino rendidos al PP se han dedicado a hacer lo que mejor saben, propaganda política de cualquier cosa que haga la derecha.
Los datos de empleo registrado y los 31 parados menos (no se contabilizó el 31 de agosto, que, con toda probabilidad los habría deslucido) contrastan con los más – 99.000 afiliados en la Seguridad Social. ¿De qué sirve hacer publicidad y propaganda de un número, raquítico, de menos parados cuando los ingresos de la Seguridad Social por cotizantes activos sigue cayendo con la permisividad, o gracias a ella, del Gobierno?
Una parte muy importante, mucho mayor, sin duda que esos 31 escalones hacia la propaganda, de la dismunición del número de parados registrados viene marcada porque muchos de ellos, desanimados, dejan de acudir a renovar sus tarjetas (o son dados de baja con espurios procedimientos) cuando a cambio no reciben ni un hálito de esperanza. La prueba del nueve de esta situación es el incremento en Extremadura de 2.070 inscritos en el SEXPE, que el gobierno de los mejores (por supuesto del Partido Popular) achaca (acusa, culpa dolosamente) a la puesta en marcha de la Renta Básica.
Los 31 escalones de la propaganda de la extrema derecha en el gobierno tienen su contrapunto en un incremento de miles de peldaños en la emigración de jóvenes cuya formación ha costeado el Estado y que ahora exportamos sin fecha de retorno.
Los 31 escalones de propaganda derechista se apoyan en una base de contratos de mierda, de contratos de pura basura al mayor servicio de la patronal, que está a un escaso peldaño de conseguir que la esclavitud sustituya el Estatuto de los Trabajadores, que la esclavitud sea el único modo de que un trabajador pueda llevar un sustento a su familia. Pero todo se andará con un gobierno neofascista en políticas sociales, ultraliberar en lo económico y franquista en todo lo demás.
Los 31 escalones de agosto son como las botas de los soldados que pisaban fuerte, marchando hacia el acorazado Potemkim, o como las pisadas de los soldados de Hitler cuando entraban en Cáceres desde Malpartida, por la Calle de la Pulmonía.
Los 31 escalones deberían ser los últimos que los impresentables que asolan La Moncloa y reparten mierda desde su cochiquera, desde La Pocilga (antes conocida como Sede de Génova, 13) pisen, porque cada uno de ellos es una losa que van echando, con hormigón, sobre los derechos de los trabajadores, y que, si no lo impedimos, cubrirán con la alfombra de flores sobre caminarán los jerifaltes de la patronal, de la CEOE para exhibir su triunfo.
Vale.