Archivos para November 30, 1999

Estos días parece que Cáceres se va a convertir en el nuevo Bollywood o en en el nuevo Tabernas (Almería), donde se rodaban los spaghetti western. El anuncio de varios rodajes de series, alguna mundialmente conocida como Game of Thrones, ha provocado una suerte de histeria político-mediática que viene a corroborar el adormecimiento social de la ciudad.

La primera respuesta política está en la “repercusión mundial” que tendrá para la ciudad el aparecer en los títulos de crédito de las series o películas y que se vean, mejor o peor, las localizaciones como reclamo turístico.

Se acabó la miseria.

La segunda es lanzarse a preguntar a los que podrían beneficiarse de modo inmediato de la llegada a la ciudad de los equipos de rodaje, unos más numerosos que otros.

Se acabó la miseria.

La tercera es ir aterrizando y comprobando que las campanas de la catedral de Santiago de Compostela robadas por Almanzor deben volver a su sitio.

En la primera oleada de euforia, ha sido preguntar a los posaderos y taberneros por sus perspectivas de negocio, y saber que tienen todas las esperanzas puestas en llenar sus establecimientos.

Hoy, en algún medio se publica que se pretende un “macroacuerdo inmobiliario” para dar cabida en la ciudad a tantísima gente del mundo del cine y de la tele. Como diría Jack, vayamos por partes.

Para alojar durante cuatro o cinco meses al personal del rodaje de una película hemos de saber cuánta gente es. Dicen los que hablan de macroacuerdo que son unas 160 personas. Para ese número, no hace falta exagerar con lo de macro. Segundo, ese “macroacuerdo” es para buscar pisos o viviendas donde alojar a esas 160 personas, que no quiere decir, ni mucho menos, que se necesiten 160 pisos o viviendas, ya que dependiendo del arriendo, habrá alojamientos que sirvan para dos o más, seguramente más personas. ¿Por qué seguramente más personas? Parece que ha sido la productora, Calle Cruzada, la que ha contactado con los agentes de la propiedad inmobiliaria para el acuerdo. Eso no quiere decir que los arrendamientos los haga la productora. Los arrendamientos los contratarán los técnicos, operarios, tramoyistas, conductores de rodaje, sastres… Tiene toda la pinta de que este personal buscará alojamientos que les resulten los más baratos posibles, y si en un chalet en La Sierrilla pueden meterse 8 mejor que dos, se meten 8. Esto es así porque estos profesionales son en su mayoría autónomos o falsos autónomos, con contratos precarios, que no van a gastarse en dormir lo que les paguen.

Así que lo de macroacuerdo, mejor dejarlo de lado.

En cuanto a las series yanquis, la versión de Romeo y Julieta y la de Juego de Tronos, tres cuartos de lo mismo, con la particularidad que el personal que contraten en España estarán en las mismas condiciones que los de la producción La Catedral del Mar: buscarán alojamientos que les permitan no gastar mucho.

Sin embargo, estas series americanas contarán con un reparto artístico, ya veremos si aparecen por aquí los principales protagonistas, cuyo hospedaje gestionan directamente en paquetes con tour operadores, por lo que de modo directo, en los hoteles de la ciudad la rentabilidad no será mucha.

Con estas premisas, es muy probable que la euforia inicial se desinfle, se evapore como una revoltosa cualquiera. Solo cabe pensar en la rentabilidad futura.

Es en esa rentabilidad futura donde desde los responsables políticos en materia turística y cultural deben aguzar el ingenio, si lo hubiera o hubiese. Saber poner en valor los valores de la ciudad debería hacerse desde muchos puntos de vista. Por ejemplo, y por citar una sola opción de las muchas que a un ciudadano se le pueden ocurrir: repasar la parrilla de programación de la cadena ABC, productora de la nueva versión de Romeo y Julieta para el mercado estadounidense, y comprobar si tienen programas de cultura, programas de viajes, programas de gastronomía…y contactar con los responsables de los mismos y de la propia cadena e invitarlos, en las fechas en que se produzca el rodaje, para darles a conocer Cáceres y Extremadura, nuestra cultura, nuestros espacios naturales, nuestra gastronomía… Eso sería una inversión que si se hace bien, tendría resultados a largo plazo.

Vale.

Ante las elecciones del 26 de Junio, y dado que parece, viendo titulares de prensa y declaraciones políticas, que lo nuevo viene del lado de eso que ha organizado en torno a sí Pablo Iglesias, conviene leer. Por ejemplo, el catálogo de promesas, sí, catálogo, que se ofrecen para conseguir el voto. Luego ya si eso.

Y desde Extremadura resulta muy, muy interesante comprobar qué es lo que importa a Podemos esta tierra. En el catálogo se incluyen muchos productos en venta electoral, y a esta tierra le ha tocado el número 367. Solamente llevamos una papeleta de un total de 52 que reparten para las CCAA. Menos del 2%. No está mal.

La papeleta que nos ha tocado y con la que pretenden comprar, como han hecho con las ruinas de Izquierda Unida, el voto de los extremeños, dice así:

Cooperación transfronteriza
Implementaremos un plan de actuación e inversión junto con Portugal, para fomentar así las comunicaciones e inversiones conjuntas.
Extremadura y el Alentejo portugués comparten una frontera, pero también poseen características socioeconómicas similares, como la baja densidad de población, la carencia en comunicaciones y transportes, y la dependencia de los sectores agrícola y ganadero. Por ello, favoreceremos el cambio de modelo productivo para ambas regiones, porque compartir servicios e infraestructuras es un objetivo común que requiere, más que cooperaciones puntuales, el diseño conjunto de proyectos y un firme compromiso en inversiones.

Y se acabó Extremadura para Podemos. Galicia comparte frontera con Portugal, Castilla y León comparte frontera con Portugal, Andalucía comparte frontera con Portugal. Pero no, la única que debe supeditar su futuro a lo que haga otro país soberano es Extremadura. O lo que es lo mismo, nada.

El delegado de Podemos en Extremadura, Álvaro Jaén firmó con los demás partidos de la Asamblea de Extremadura el pacto por el ferrocarril, pero parece que ha ocurrido una de estas dos cosas: que el delegado ni pincha ni corta en Podemos o que ni siquiera ha tenido agallas de levantar, un poquito, solamente un poquito la voz.

Si Podemos todo lo que puede ofrecer a Extremadura es que lo que diga Portugal, no sé qué pintan presentándose a las elecciones. ¿Para qué quieren ser diputados si la gente que les puede votar les importa un carajo? ¿Para qué quieren ser diputados si todo lo que pueden ofrecer es lo que diga el vecino?

Sería de gran interés que se conociera qué ofrecen en Castilla y León, por ejemplo, comunidad rayana con Portugal y compararlo con la miseria que, por poner algo, han puesto en el catálogo, una vaguedad tras otra, un tópico tras otro.

En Castilla y León consideran prioritario recuperar el ferrocarril Vía de la Plata (algo que han firmado en Extremadura), y una cosa ferroviaria romántica, pero imposible: el ferrocarril de la Cereza, una línea que uniría Madrid con Plasencia por tierras castellanas, abulenses concretamente. Puestos a recuperar cosas, ¿por qué Álvaro Jaén no ha pedido recuperar el ferrocarril Talavera de la Reina-Villanueva de la Serena, que es una línea con similares connotaciones con el tren de la Cereza?

El catálogo de muebles que es el presunto programa de Podemos, no deja a Extremadura ni siquiera una silla.

Como mucho, una banqueta de madera, de aquellas que se usaban para sentarse a la puerta de casa a ver pasar el futuro.

El agente comercial de Podemos en Extremadura, Álvaro Jaén, debería explicar cuál es el compromiso, real, de lo que él firmó y si tenía capacidad y autonomía para firmar en relación con el ferrocarril en Extremadura.

Vale.

Cada vez que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social hace públicas las estadísticas de pensiones, el titular de las informaciones que se publican en Extremadura es siempre el mismo: que la región tiene las pensiones más bajas.

Y aquí se acaba la noticia.

Pero no, la noticia estaría en que los medios de comunicación regionales informaran, documentadamente, de cuál es la causa, cuáles son las causas de que las pensiones en Extremadura sean las más bajas. Incluso si solamente se utilizaran los datos del Ministerio para un mes.

Un detalle simplemente: mientras que la pensión media en Extremadura es de un 16,50% menos que la media nacional, la pensión media por jubilación es de un 17,25% menos, y en el último año, la evolución interanual de la pensión media refleja un incremento del 1,4% para Extremadura y del 1,9% para el conjunto nacional. 

O lo que es lo mismo: la pensión media es el reflejo de un continuum en el tiempo, que desemboca en el dato mensual. Y la crisis económica está acentuando esa diferencia tan negativa para nuestra región. Que en un solo año la pensión media en Extremadura se haya incrementado un 0,5% menos que la media nacional es una muestra de ello.

Leer el titular de la noticia, que la noticia sea un mero cuadro estático, no permite que los ciudadanos tengan elementos de juicio con los que establecer una opinión certera de las causas. Sería de agradecer que la explicación del porqué nuestras pensiones son las más bajas fueran entendidas.

Aunque parezca una perogrullada, hay que recordar mes a mes, cada vez que se publican las estadísticas de pensiones, que los sueldos en Extremadura son los más bajos. Una estadística esta, la de los sueldos, que solamente se publica de año en año.

Es más, el hecho de que la pensión media de jubilación de los extremeños sea casi un punto porcentual menor que la media del conjunto, es más preocupante aún. Esto quiere decir que las pensiones no vinculadas directamente a las cotizaciones a la Seguridad Social tienen un “comportamiento”, en tanto que las derivadas exclusivamente de las cotizaciones muestran una degradación mayor respecto de la media nacional.

No debería preocuparnos mes a menos el titular noticioso de que nuestras pensiones son las más bajas. Debería preocuparnos por qué nuestros sueldos son los más bajos. Los trabajadores extremeños son los peor pagados, con diferencia, y el reflejo en las pensiones de jubilación es la demostración.

Debería preocuparnos que los sueldos fueran más altos, que los convenios colectivos de ámbito regional no fueran tan cicateros con los sueldos de los trabajadores, y que las diferencias entre convenios colectivos de ámbito regional con los similares de ámbito nacional o, por comparación, con otras regiones fueran menores.

Baste un pequeño ejemplo: el convenio colectivo de los trabajadores de la empresa concesionaria del transporte público en la ciudad de Cáceres registra unas mejores retribuciones que el convenio regional del sector. ¿Y qué hace la empresa? Por un lado, con la negociación último convenio ha tirado de la cuerda a la baja. Y, por otro, los nuevos contratos que se hacen, no se amparan en el convenio de empresa, sino que se aplica a los contratados el convenio regional.

Claro que las pensiones de los extremeños son las más bajas. Porque los suelos de los trabajadores extremeños son los más bajos, y las cotizaciones, también.

Vale.

 

El 17 de noviembre de 2014, en plena vorágine periodística, social y política desatada por la publicación, en el Diario Público, de la información de la periodista Ana Pardo de Vera en la que se daba cuenta de los viajes privados del senador por la Comunidad Autónoma de Extremadura a las Canarias con cargo a los presupuestos del Senado, el actual presidente de la Junta de Extremadura asistió a un acto político informativo en Madrid.

Protagonizó dos momentos, en aquel desayuno informativo, que se recordarán. Uno, su fuga cobarde las preguntas del periodista de El Intermedio, Gonzo. Las imágenes que emitió el programa de El Gran Wyoming dieron y dan muestra de la vergüenza.

El otro, que transcribo a continuación, según un despacho de la Agencia EFE, repicado por el órgano oficial de prensa y propaganda del Partido Popular de Extremadura:

El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, ha anunciado hoy que hará públicas todas sus finanzas en enero, dando «mucha más información» que la que aparece en la declaración de la renta, y será el primer jefe de Gobierno autonómico en hacerlo.
En su intervención en un desayuno informativo organizado por Europa Press, Monago ha invitado al resto de sus «compañeros» y a todos dirigentes políticos a seguir su ejemplo. «Si queremos que los ciudadanos nos traten como personas y no como políticos demos pasos que nos acerquen a ellos».
Y ha insistido en que todos los dirigentes políticos deben ponerse «en su sitio, al servicio de los ciudadanos», porque así «volverá la presunción de inocencia» a la política y ésta no seguirá «bajo sospecha».
«Hasta los apuntes de la compra» en el supermercado ha prometido enseñar Monago, quien se ha comprometido a aportar todo el estado financiero de sus cuentas y préstamos.
Con esta iniciativa, Monago ha prometido elevar el «techo» de la transparencia «más alto aún de lo que lo ha puesto nadie en el país».

A la vista de los párrafos copiados, cabe una pregunta: ¿piensa de verdad José Antonio Monago cumplir lo que dijo? El archivo por la Fiscalía de las diligencias practicadas tras presentarse varias denuncias parece que tiene la respuesta. Monago hizo aquellas afirmaciones en el contexto de verse acorralado sabiendo que había utilizado dinero público para fines privados. Ahora que la Fiscalía no ve delito en la conducta del senador Monago, seguramente los consejos de estrategia y marketing que reciba serán: pelillos a la mar.

Lo único claro es que ha transcurrido el mes de enero y Monago no ha cumplido con el compromiso adquirido ante muchos medios de comunicación. Claro que, también, cuando se hizo el valiente anunciando tan altísimo nivel de transparencia, tuvo la ocurrencia de decir que “cuando me atacan, también atacan al pueblo de Extremadura”, algo tan grandilocuente y esperpéntico como si en vez de en un hotel de lujo de Madrid, lo hubiera dicho en el Callejón del Gato.

Y nos quedaremos sin conocer ni los vales de compra ni los billetes del metro de Badajoz.

Vale.

Coros y DanzasMonago en Canarias, vía twitter de @anapardodevera

La legalización de la objeción de conciencia para el cumplimiento de la mili derivó, según los pensamientos conservadores, en un aluvión de objetores de conveniencia, con la exclusiva finalidad de librarse de la mli. Pues aquella deriva de pensamiento conservadora ha llegado a nuestros tiempos y sirve para todo. Ya no hay liberales sino neoliberales, pero no de ideología fundamentada sino de pensamiento abonado.

Esta troupe de neoliberales por garbanzos también rondan por Extremadura. Son los que vienen queriendo hacernos creer que los viajes de Monago a ver su churri a Canarias pagados con dinero público (versión 1) o que Monago, Senador por la Comunidad Autónoma de Extremadura, viajaba a Canarias porque estaba empadronado en las islas (versión 2) no son censurables.

Claro, cuentan con el apoyo inestimable de un PSOE desideologizado, que avala la versión de la fiscalía del Tribunal Supremo (no es ilegal), y que lleva el asunto a tema de moralidad. Y en cuestiones de moralidad pública, moralidad privada y bajos fondos, la derecha neoliberal tiene su patrimonio. Vicios privados, virtudes públicas.

En una cosa digital que edita una empresa mercantil de publiciad y propaganda, que recoge a rancios periodistas (rancios en su sentido tocinero), editorializa para decir que no hay “caso Monago”. Y su fundamento ideológico-jurídico es: “Lo que no está expresamente prohibido por ley está autorizado”. Que esto se publique así por las buenas, sin anestesia, y que provenga de la misma banda (derecha/extrema) que se hace cruces cuando se les dice que es un buen momento para cambiar la Constitución del 78, es cinismo puro. Neoliberales de conveniencia. Fachorros de boina capada.

Porque no es verdad que lo que no está expresamente prohibido está autorizado. No es verdad que porque el Senado tenga un sistema económica que rodea, como en el caso Monago, el Código Penal (tanto valor puede tener la interpretación de un Fiscal como la de un ciudadano que tenga mínimas nociones de derecho), lo de Monago esté autorizado. Claro, que en este caso volvemos a encontrar al PSOE como cooperador necesario para que el Fiscal del TS haya podido “fundamentar” la exoneración del mencey de Quintana de la Serena.

La Constitución Española de 1978, esa intocable para los mismos del Partido Popular que no la querían y votaron en contra o se abstuvieron en el referéndum, está fundamentada jurídicamente en el derecho positivo: solamente es ajustado a derecho lo que esta expresamente reconocido en el derecho.

Baste un ejemplo. El Código Civil establecía que el matrimonio era entre un hombre y una mujer, pero no prohibía el matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Estos neoliberales de vía estrecha, a sueldo de la derecha, que afirman (iba a decir sin despeinarse, pero seguramente sean calvos la mayoría) que lo que no está expresamente prohibido está autorizado, deberían decir que para qué la reforma del CC que hizo Zapatero para que, de modo efectivo, el matrimonio entre personas del mismo sexo fuera legal.

Claro que en el régimen económico del Senado no está prohibido expresamente que los senadores utilicen privilegios económicos para hacer de su capa un sayo y puedan viajar a costa del dinero público a donde les tire el cerebro, pero de ahí a decir que un senador pueda incumplir la ley que le habilita para ello (Monago era Senador por la Comunidad Autónoma de Extremadura y por tanto la obligación de ser residente de hecho y de derecho en dicha Comunidad) y viajar a costa del erario público a ver a su amada,va un trecho.

Estos neoliberales a sueldo del poder que son capaces de justificar cualquier cosa que pueda poner en entredicho a quien es el amo de la caja de caudales, son en la práctica, neoliberales de conveniencia, escribanos a sueldo, que cada vez más andan por las calles sin que tenga que ir nadie detrás con una pala y una escoba recogiendo sus boñigas ideológicas.

Vale.

Cuando un personaje queda desprendido, por rotura, de los hilos que manejan sus movimientos, termina convirtiéndose en una caricatura sin gracia, pero sin pena. Eso está sucediendo con el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, que en su situación, desesperada, porque sabe que sus viajes privados pagados con dinero público, en su etapa de senador por la Comunidad Autónoma extremeña para arreglar algunos desperfectos en la isla de Tenerife pueden ser el viaje que se lo lleve, ya se lo ha llevado, por delante.

En todo este asunto, llama poderosamente la atención la sobreactuación de Monago en “defensa” de su vida privada y cómo esa sobreactuación, que quiere hacer las muecas de Jerry Lewis y se queda en una máscara de Jim Carrey, está haciendo cada vez más “atractiva” para la gente conocer esa vida privada que tan celosamente se quiere preservar.

Ayer, cuando Monago anunció la venta de la vivienda del presidente de la Junta en Mérida, pretendía dar un golpe de efecto. Nada más. Un hilo más que su sostenedor de movimientos, Ivancito Goebbels, le puso en el discurso. Pero, claro, cuando se pretenden dar golpes de efecto hay que hacerlo sin incumplir la ley. Pero eso le da igual al bombero emérito.

Anunciar en la Asamblea de Extremadura que “Monago pone en venta” el “palacio presidencial” de Mérida y que al momento estuviera colgado el anuncio en un portal de intermediación inmobiliaria fue todo uno. Y que los “medios de comunicación” fueran rápidamente a hacer capturas de las fotos, a la velocidad de Usain Bolt. Había que hacer de onda expansiva de las ideas de Ivancito, que al fin y al cabo, da de comer a algún que otro titulado en periodismo.

Hoy, la portada de lo que ahora es el GEM (y antes el HolaPP y antes El Periódico de Extremadura) es un anuncio más en esa onda expansiva.

Quiero pensar que el gobierno de los mejores presidido por Monago y manejado por Ivancito sabe que anunciar la venta de un bien que pertenece al Patrimonio de la Junta de Extremadura no es legal. Que ese no es el procedimiento legal de venta de patrimonio público. Y que utilizar mecanismos ilegales conduce no solamente a la ilegalidad del hecho, sino que puede dar lugar a ilícitos penales. Por ejemplo, recurrir a una agencia inmobiliaria, aunque sea por la red, requiere contratar con ella las condiciones económicas de la intermediación. Y requiere que esa intermediación entre el vendedor (administración pública) y el comprador (cualquier particular o empresa) quede al arbitrio de negociaciones sobre precio y condiciones de venta. Y ello da lugar sin duda alguna a negociaciones prohibidas a los empleados públicos. Y Monago y su consejo de gobierno son empleados públicos, interinos, cada día más interinos, pero empleados públicos.

Sabiendo, por tanto, como deben saber las marionetas de Ivancito, solamente queda analizar por qué ese recurso de anunciar explosivamente la venta y colgar las imágenes de la vivienda (¿por qué no cuelgan también las imágenes de despachos ocupados y en uso por funcionarios públicos en el mismo “palacio presidencial”?). La respuesta es sencilla: en la vida privada de Monago.

Se está jartando ese señor que habla como si Extremadura fuera su propiedad (privada) de decir que ha renunciado a vivir en ese edificio (público) porque prefiere vivir en su modesta casa de Badajoz (privada). Contrapone lo privado con lo público queriendo hacer ver que es mucho mejor para los extremeños lo privado (su decisión) que lo público.

Como es una decisión que afecta a intereses públicos (el uso de la “Casa del Río”) la decisión privada debería justificarse mejor. Por ejemplo, haciendo números sobre cuánto cuesta al erario público esa decisión. ¿Es más barata? Hay quien dice que no. Seguridad en la vivienda privada del presidente (pagada con dinero público), desplazamientos diarios entre Badajoz y Mérida de empleados públicos (escoltas) que sí tienen derecho a dietas y deben percibirlas, gastos de los vehículos oficiales (el de presidencia y el/los de los escoltas). A lo mejor, o a lo peor, sumando gastos por la decisión privada, resulta que no es tan barato.

La única explicación posible, sabiendo que la decisión de Monago de vender la “casa del río” es, en realidad, una decisión de su propagandista (bueno, nuestro propagandista, que para eso cobra como un miembro del consejo de gobierno y le pagamos nosotros), es que publicar las fotografías de esa vivienda es para hacer creer a la gente que su vida privada es austera en contraposición a un supuesto lujo de la vivienda presidencial.

La propaganda política es débil cuando quien tiene que hacer de modelo no tiene la presencia que se necesita. Y pretender hacer pasar una presunta vida privada austera como más conveniente que el uso público de una vivienda de propiedad pública, no le cabe hacerlo al modelo Monago, que con sus viajes privados a Tenerife ha demostrado ser muy poco cuidadoso con el dinero público.

Vale.

Acabo de ver en las noticias que esta mañana, en un bar de carretera, al hilo de una tapa de morcilla de Arroyo, ha dicho a unos amigos que compartían barra y chatos, que “cuando me atacan, también lo están al pueblo de Extremadura”.

Señó Monago, me se esta ocurriendo... preguntar que quién le ataca. Porque lo que se sabe, como certeza que Vd. no ha sido capaz de desmentir, es que usted utilizó el derecho de los senadores a viajar con cargo a la Cámara Alta para el ejercicio propio de sus funciones, para viajes privados.

Señó Monago, me se está ocurriendo… preguntar si sabe usted que quien le ataca es esa persona que usted ve cada mañana cuando se afeita, como aquel actor de su campaña “Te quiero Tene…”, perdón “Te escuchamos”. Y que,, por cierto, año 2011, aquel actor, casado en el spot, no llevaba la alianza.

Señó Monago, me se está ocurriendo… preguntar si sabe usted que quien le ataca es quien le asesora sabiendo que cuando usted sale al escenario, no escucha al apuntador, y, claro, los hilos que le mueven se cortan.

Señó Monago, me se está ocurriendo… que atribuirse la identificación entre Vd., un bombero reciclado a pasajero de aerolíneas, y la tierra en la que nació es un síntoma que algún especialista le podría diagnosticar, pero que en política es un claro signo de tendencias fascistas.

Señó Monago, me se está ocurriendo... que de alguna manera yo, que soy extremeño, que estoy orgulloso de serlo, no creo que Vd. pueda ni deba atribuirse esa identificación. Porque yo, al menos igual que Vd., tengo el mismo derecho a ese orgullo, pero no se me ocurre tenerlo como privativo.

Señó Monago, me se está ocurriendo… decirle que es Vd. el que nos está atacando a muchos extremeños arrastrando el nombre de nuestra tierra por el fango en el que se encuentra Vd. revolvado.

Señó Monago, me se está ocurriendo… que deje Vd. de mirarse al espejo cuando se afeita creyéndose el rey del mambo, cuando no es más que un interino que tiene su plaza temporal porque, como no sacó la máxima nota, le tuvieron que pasar unas chuletas para el examen tres comunistas que se han convertido en colaboracionistas al más puro estilo Vichy.

Señó Monago, me se está ocurriendo… que deje Vd. de atacar a Extremadura echándose en manos de lo que nos vendieron como un prestigitador y que se ha convertido en un ventrílocuo al que los labios se le abren demasiado las cuerdas vocales y se le rompen, de tan mala calidad que son, los hilos que mueven al muñeco.

Señó Monago, me se está ocurriendo… que si yo fuera demócrata cristiano (casi, casi lo soy, demócrata cristiano ateo) le conminaria a que dejara de tomar el nombre de Extremadura. Hacer eso es pecado capital de egocentrismo, megalomanía y puerta abierta al nacionalsocialismo.

Vale.

Ah! Señó Monago, me se está ocurriendo… ¿por qué no dimite?

En estos días de revuelo en la prensa nacional, y de oprobio para una parte (no sé si grande o pequeña) Extremadura, en los que su presidente por la gracia de Izquierda Unida se ha visto obligado a hacer un ridículo espantoso por unos viajes que él dice que se pagó de su bolsillo pero cuyo importe va a devolver al Senado, que los pagó para que el senador Monago fuera a ver a una militante del Partido Popular a Canarias cada quince días, en estos días hemos visto, leído y oído de todo.

Y en ese de todo, una frase ha rechinado más fuerte que toda la sarta de falsas disculpas, verdades a medias, mentiras de grueso calibre que han salido de la boca del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago y de toda la dirección de su partido que dice que le apoya en su utilización, cuando menos inadecuada, de dinero público, aunque en realidad podría ser hasta malversación de fondos públicos.

Me refiero a la sobreactuación del secretario general del Partido Popular en Extremadura, el cuñado del antiguo repartido de cervezas, que además es presidente de la Asamblea de Extremadura, cuando en un histriónico discurso dijo a un acuciado Monago: “Toda Extremadura está contigo”.

Los histrionismos, las sobreactuaciones de políticos de tres al cuarto suelen terminar todas en los mismo: envueltos en la bandera.

Ayer, viernes 7 de noviembre, el secretario general del Partido Popular, Fernando Manzano, cometió un exceso de verbalización cuando afirmo “toda Extremadura está contigo”. Eso es apropiación indebida. Eso es apropiarse del todo (incluida la caja de los derechos) para pagar la factura de un pillado.

Toda Extremadura no está con Monago. Ni lo estará. Ahora mismo, salvo los que le deben el sueldo de todos los meses, incluyendo a su entrenador de padel, al repartidor de cervezas y otros similares, y, sobre todo, los capataces Alejandro Nogales y Pedro Escobar, ningún extremeño que se precie puede ni debe estar con un sujeto que por la mañana del viernes decía que iba a llevar a los tribunales a todos los que decían (decíamos) que había utilizado dinero público para asuntos privados y hoy dice que devolverá el dinero público utilizado para asuntos privados. ¿Se va a denunciar a sí mismo?

Envolverse en la bandera de Extremadura, hacer apropiación indebida del buen nombre de la región, para defender a un individuo o sujeto que ha hecho uso indebido de dinero público debería ser considerado delito político. O periodístico (porque ya lo hizo el director del HolaPP).

Cuando las buenas prácticas de gobierno que el Partido Popular defiende asienta sus raíces vigorosas en conductas como la de José Antonio Monago y no le obliga a dimitir, hacer apropiación indebida de la región a la que debes servir y no de la que te estás sirviendo en beneficio particular, estamos ante un hecho concreto: el Partido Popular tiene unas vigorosas raíces corruptas.

No, señor Manzando, toda Extremadura no está con Monago, ni mucho menos. Y por mucho que lo griten, por mucho que lo sobreactúen imitando el histrionismo de Jim Carrey y Jeff Daniels, no lo estará.

Vale.

En la anterior entrada me refería a cómo dos noticias de ámbitos muy distintos (la lista Forbes de los más ricos y la petición de la justicia argentina de extradición de franquistas) y que tocaban a Extremadura y cómo los medios de comunicación “locales” las trataban. Bueno, daban campanas a una y silenciaban la otra.
Hoy volvemos a tener noticias dobles que tocan a Extremadura. De dos conspicuos miembros del Partido Popular. Uno, de la ejecutiva, extremeño de nacencia, y el otro que desprecia la tierra de nacencia de su compañero.
Escuchar a Carlos Floriano hablar de ejemplaridad de Jaume Matas por entrar en la cárcel. Matas ha ingresado, poco, como diría Gila, porque la Justicia le ha condenado y la Justicia ha considerado que debe cumplir la pena impuesta. Que un doctor en derecho diga que cumplir la pena impuesta por la Justicia es un acto de ejemplaridad del condenado, demuestra la fragilidad del doctorado.
No es la primera vez que Carlos Javier dice tonterías de este y otros calibres que superan el mínimo de tropa (el 5,56 por ejemplo). Incluso hoy mismo ha dicho que su partido tiene preparado el expediente de expulsión de la alcaldesa bi-imputada de Alicante. Al momento, ha sido corregido por su propio partido. Y eso que Carlos Javier es el número 3 de la organización. ¡Cómo serán el 4, el 5, el 6…!
No hay que olvidar que Carlos Javier es el extremeño colocado en el organigrama del PP en el nivel más alto que ha habido nunca. Pero la realidad es que nadie sabe cómo puede haber llegado tanto alto si no fuera por la escasa calidad de los demás. Hoy, con su intento de grandilocuencia para ensalzar a un delincuente probado y condenado, ha hecho un ridículo importante. Hoy, con su intento de hacernos creer que el PP lucha contra la corrupción ha querido expulsar a Sonia Castedo, pero ha sido desautorizado por las bravas.
Estos ridículos, constantes, le han hecho merecedor del apodo de Luisma de la política que le atribuyen en El Intermedio y en redes sociales.
Otro dirigente del Partido de la gaviota (ave carroñera, no se olvide) que hoy se ha acordado de Extremadura ha sido Soria, el ministro de industria y turismo. Sí, ese que se parece a grAznar. Este muchacho canario hoy ha cantado como un pajarito. Ha dicho, según un titular de prensa: “Soria compara Extremadura con Canarias porque ninguna tiene AVE”.
Esta cuestión ha sido tratada como lapsus, pero no he tenido ocasión de leer o escuchar qué ha dicho el tal Monago, que se dice presidente del gobierno de los mejores de Extremadura. O qué ha dicho ese extremeño de pro tan poderoso en el mismo partido que Soria.
Lo de Soria no es un lapsus, es, sin más, un acto fallido, una afloración del inconsciente que le ha hecho decir lo que realmente piensa.
Hoy, como hace unos días, dos noticias tienen puento de partida o final en Extremadura.
Hoy, además, los protagonistas han sido Jim Floriano y Jeff Soria, “dos peperos muy peperos 2”.
Habrá tercera entrega. Y cuarta.Y quinta…
Vale.

Con la campaña viral del #IceBucketChallenge, de echarse un cubo de agua hELAda en la cabeza y colgar el vídeo en internet estamos viendo algunas cosas que necesitan, desde mi punto de vista, alguna reflexión.

En primer lugar, en España, los primeros días de la campaña, copia de una americana (no podía ser de otra manera) fue considerada como un festival del humor. Ni siquiera las asociaciones de enfermos de ELA y de familiares tenían una idea aparente de que en nuestro país fuera a desarrollarse una campaña igual. Pero tratándose de una copia de esas cosas que hacen los yanquis, pues algunos famosillos y gentes de distinto pelaje fueron colgando sus vídeos sin tener en cuenta que la campaña era para donar 10 dólares (100 en el caso de que, nominado, no llevara a cabo el reto de echarse agua).

Posteriormente, la campaña ha ido girando, tomando el punto de seriedad y rigor que una enfermedad como la Esclerosis Lateral Amiotrófica requiere, y muchos personajes públicos han contribuido a que la seriedad fuera imponiéndose al folklore.

Como todas estas cosas que se vuelven virales en la red y que pueden aportar a quien participa un plus de fama o de algo parecido a eso, la cuestión ha alcanzado alguna cota de esperpento hipócrita.

Ayer, en twitter, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy informó que aceptaba el reto que le habían propuesto y que iba a realizar una donación a FUNDELA1. Bravo por Mariano, que está en todo… menos en lo que tiene que estar.

Hoy, otro personaje que vive de la publicidad y propaganda que su jefe, Iván Redondo, le dicta, José Antonio Monago, ha colgado en la web de la Junta (utilización de medios públicos en beneficio privado), prensa y televisión mediante, su “participación en el reto”. En el reto de la desvergüenza.

Mariano Rajoy no debería, por decencia o por vergüenza, si la tuviera, decir en twitter que va a hacer una donación. Debería, públicamente, ordenar a su ministro de Hacienda que presupueste, con carácter inmediato, créditos para investigación. Sobre ELA y sobre todo. Pero no, mejor es donar… mejor es darse unos golpes de pecho hipócritas en la misa de once y seguir recortando la ley de dependencia.

José Antonio Monago es presidente de Extremadura, que tiene transferidas las competencias en materia sanitaria. Hoy no debería haber salido haciendo el payaso para mayor gloria de sus periodistas lamedores (que en Extremadura son muchos, casi todos, y que se harán «eco» del vídeo colgado en la web pública), debería haber ordenado a su consejero de sanidad que ponga de inmediato en marcha una unidad médica, al menos, en la región para el tratamiento y seguimiento de los pacientes con esta patología.

Porque ningún periodista de los que asisten ahora al folklore y, seguro, habrán aplaudido hasta quemarse las manos, le ha preguntado nunca ni lo hará si sabe si en alguno de los hospitales de la región existe alguna unidad médica especializada en ELA.

Los ciudadanos particulares, famosos, famosillos o no, pueden hacer eso del reto del cubo de agua, y colgarlo en la red, para ser solidarios o para ganar un poquito de popularidad.

Pero un dirigente con cargo en las administraciones responsables de los presupuestos y la sanidad no puede formar parte del espectáculo. Su obligación es disponer de los medios necesarios para fomentar la salud de los ciudadanos.

Ayer Mariano Rajoy hizo un acto de hipocresía, propio de sociópatas sin escrúpulos. Hoy, José Antonio Monago, además, ha convertido su hipocresía y falta de escrúpulos y de vergüenza en un acto folklórico.

Lo que estos sujetos han hecho es una falta de respeto a todos los enfermos y familiares, una falta de respeto que ha de tenerse en cuenta.

Porque ni Mariano Rajoy ni José Antonio Monago (el monaguillo de Iván), se merecen respeto alguno.

Vale