Archivos para November 30, 1999
//Artículo publicado en El Bloque, Periódico demócrata, el 19 de noviembre de 1907//
“En estos pocos días que llevamos disfrutando de sol espléndido, se vé muy concurrida la Estación del ferrocarril con motivo de las obras que se realizan en aquel punto, donde además de gozar de un ambiente puro y agradable se cuenta con una entretenida distracción.
No solo para satisfacer la curiosidad de aquélla concurrencia que no conoce la importancia de los trabajos que se practican, ni hasta dónde alcanzarán las reformas, sino por considerar que este es un asunto de vital interés para nuestra población en general y del comercio en particular, vamos a facilitar algunos datos que hemos recogido sobre una importante mejora.
Actualmente se ocupa el ilustrado y competente Ingeniero D. Santiago Alonso, jefe de vías y obras á cuyo cargo están estos trabajos, en replantear el sitio donde confluyen todas las vías secundarias para el servicio interior de la Estación de tráfico y maniobras, operación sumamente difícil que requiere la mayor pericia no sólo por la precisión y los conocimientos técnicos y prácticos que exige, sino porque estos trabajos hay que hacerlos sin que el servicio se interrumpa ni un solo momento, ni se detenga la salida ó entrada de los muchos trenes que circulan por ese obligado punto de paso. No obstante esto hay que cortar raíles, suprimir antiguas derivaciones de vías y abrir otras nuevas exigidas por el reciente trazado, constituyendo un nudo donde convergen multitud de vías entrelazadas que han de conducir sin embargo á los trenes á puntos completamente separados y distantes.
Tanto éste trazado como la construcción del puente giratorio, se hace por administración, porque su índole especial requiere como hemos dicho una labor muy precisa, sólida y complicada y por lo mismo la dirección de un Ingeniero de tanta práctica y pericia técnica como la del mencionado Sr. Alonso. Las demás obras se harán por contrata aunque las inspecciones sin embargo el mismo Ingeniero de la emecepé, como ellos llaman por abreviación á la Compañía de Madrid a Cáceres y Portugal.
Cabecera y razón social de El Bloque, periódico demócrata. Cáceres. 1907
Se va á reformar en absoluto el trazado por razón del ensanche que recibe la Estación y para el mayor desembarazo en todas las operaciones ferroviarias. Junto al actual embarcadero de ganados se construirá un cocherón para carruajes. Los muelles que existen enfrente quedarán donde están pero de manera que sea cubierto el trozo de junto á la carretera y descubierto el otro, para lo cual se llevará al muelle próximo á la carretera la parte cubierta del otro y así habrá dos muelles en este sitio para la emecepé, solo el cubierto junto a la carretera y el descubierto, más hacia el interior. Con el ensanche que se dá al terreno y con la separación de vías que establece el nuevo trazado, será el tráfico más desenvuelto quedando un patio de bastante anchura teniendo en cuenta también que en estos muelles sólo se realizará el tráfico de la M.C.P.
El actual cocherón y viviendas situado en el centro y que sirve de andén en la actualidad desaparece y en su lugar para atender á una necesidad muy sentida, quedará un andén como el de Arroyo para el transbordo, con lo cual se tendrá siquiera un poco de seguridad ya que no se logran mayores ventajas. El puente giratorio actual colocado en un sitio inconveniente se traslada al sitio donde indican las obras que al efecto se practican y que por su forma circular lo demuestran, en cuyo sitio se construirá también una cochera para tres máquinas.
Próximamente donde está ahora el puente giratorio se emplazará un muelle de transbordo y detrás de los retretes y el actual cocherón se establecerán dos muelles, uno abierto y otro cerrado para la línea de Alicante, dándoseles entrada por la explanada anterior a la estación de viajeros, á fin de que en nada se entorpezca ni embarulle el tráfico de ambas compañías.
En la referida explanada se hará un desmonte agrandándolo hasta donde indican los palos con alambrado que hay en la actualidad, de manera que se dará mayor espacio á aquel sitio por el gran movimiento que se ha de establecer en él, además de los coches de viajeros que ahora maniobran por la multitud de carros de transporte de mercancías que entran por aquel punto á los nuevos muelles de Alicante.
Por esta razón el Ayuntamiento también tiene que ir pensando para entonces en dar mayor ensanche al trozo de carretera que lleva por uno de sus lados la empalizada, ó sea desde el embarcadero de ganados hasta la explanada, porque si hoy puede pasar así para el movimiento de coches de viajeros, no ocurrirá lo mismo cuando se abran esos muelles en proyecto al servicio público. También es una necesidad muy grande poner un acerado desde la Estación á la entrada de la capital, siquiera sea de cemento porland ú otro procedimiento económico, porque así no se puede seguir. Alguna otra obra corresponde al Ayuntamiento por aquellos sitios que ya debían estar urbanizados, pero no es este punto objeto del presente artículo. Claro que la empalizada, donde la hay, será sustituida por una pared de mampostería que cerrará la Estado en todo su perímetro, como la empezada por la parte de la caseta, desde la cual irá hasta el alambrado de la esplanada.
Para estas obras hay presupuestados este año 36.000 duros y si bien no se van á realizar todas las reformas que la opinión demanda, no cabe duda que no han sido en vano las repetidas reclamaciones que se han venido formulando sobre tan importe asunto, muy principalmente el discurso que en este sentido pronunció en el Senado nuestro querido amigo D. José Trujillo y que esa cantidad ha de reportar incalculables ventajas á los sufridos obreros proporcionándoles trabajo que es lo menos que se les puede conceder.”
Vale.
Dice la Academia que la voz inglesa ranking es la “clasificación de mayor a menor útil para establecer criterios de valoración”. Y a eso se referían noticias la semana pasada informando de los resultados del Observatorio de la Cultura de 2019, conocido a principios de 2020.
Como el informe del Observatorio de la Cultura es público visitando la web de la Fundación Contemporánea (www.fundacioncontemporanea.com), y la percepción y la relevancia que Cáceres y Extremadura representan en el mismo, con un descenso en esa clasificación tanto para la ciudad de Cáceres (otrora “Capital Cultural de Extremadura”) como para la región, convendría tomar en cuenta alguna consideración. En esta entrada, a nivel local de la capital cacereña.
¿Cuál es la importancia que la CULTURA tiene para los cacereños? Si hacemos caso a los eventos culturales que se producen en la ciudad nos encontramos con una auténtica parálisis en general, y en alguna de las Bellas Artes en particular. Los eventos de mayor trascendencia (Womad, Festival de Teatro Clásico) constituyen fechas fijas y estancas, sin mayor porosidad social. El resto de eventos están secuestrados por las subvenciones que desde las administraciones públicas (especialmente, el Ayuntamiento) se conceden nominativamente, no dejando ni siquiera migajas para cualquier innovación.
Esta parálisis se observa en la programación ordinaria del Gran Teatro, que carece de prioridades más allá de asumir compromisos de algunos eventos y acoger, a taquilla, obras de teatro y conciertos sin cohesión cultural ni trascendencia.
Lo mismo sucede con las ¿programaciones? de espacios públicos (Palacio de la Isla, Sala Pintores 10, Sala de Arte El Brocense) en las que no existe ningún atisbo de programación, de criterios programáticos que pongan en valor la producción artística de la ciudad y provincia.
Mientras que los presupuestos públicos sigan ciñéndose a subvenciones nominativas, sin posibilidad de que puedan existir partidas presupuestarias para promover la innovación, la producción artística en cualquiera de sus facetas, seguiremos con eventos a fecha fija a mayor gloria, y única, de sus detentadores.
Que las tres salas públicas citadas (Palacio de la Isla, Pintores 10 y El Brocense) carezcan de cohesión en su uso, y no exista ningún espacio público para que se puedan presentar muestras de artistas emergentes, nos encontraremos con artistas emigrantes, con la marcha o la desilusión de mentes inquietas.
Ello, además, con un acendrado concepto de gasto para todo lo que signifique cultura, sin que se atisbe el concepto de inversión. Porque eso es, estrictamente, la cultura: inversión en el futuro y el pensamiento crítico.
Porque, al final, encontramos a artistas que exponen en espacios en los que lo último es el valor artístico de la obra, más allá de su valor decorativo.
Eso sí, cuando llegan el Irish Fleadh, o el Blues no sé qué, lo importante es salir en la foto, y que la foto salga en el periódico. Y a otra cosa.
Con este secuestro cultural, sin que exista ningún modelo de intervención, de cohesión, de coherencia, no es extraño que la ciudad siga cayendo en los rankings. Un secuestro que es la foto-fija de cuál era el valor que la derecha, que ha gobernado (¿o sigue gobernando?) durante dieciséis de los último veinte años. Y de cambio a mejor, ninguna perspectiva.
Vale.
En mis paseos, cuando los doy, por la ciudad, suelo fijarme más en según qué detalles o en según qué símbolos adornan los edificios de la ciudad monumental de Cáceres, más que entrar en iglesias o fotografiar torres albarranas una y mil veces reproducidas.
Por eso, me han llamado la atención una cruces simples (+), que aparecen en el mortero de cal que une las piedras de los muros. Son muy simples, como trazadas por la paleta del albañil cuando quiere señalar algo. Pero si solamente las hubiera visto en un paño de fábrica de piedra del lugar, con la argamasa de la cal morena y la tierra que las une, de un solo edificio no me habrían señalado.
Las he visto en varios e importantes edificios, y, lo más significativo, en las zonas que parece que menos han sufrido reparaciones o reformas. Algunos, simétricamente colocados, otros junto a lo que en su día pudieron ser huecos. Pero casi siempre, con la misma forma y similar trazado.
Solamente en uno de los edificios que he ido fotografiando, en vez de aparecer la cruz (+), aparece simulando la cruz de san Andrés (x).
Los maestros de obras antiguos podrían tener sus símbolos, sus firmas, y a comienzos del siglo XX, en algunas edificaciones, normalmente en un lateral, a la altura de la cumbrera se señalaba el año de construcción.
No deja de ser una coincidencia los símbolos, tan sencillos ¿o tan complejos? que he ido recogiendo. No sé cómo calificarlos, ni cómo datarlos ni atreverme a señalar su significado, pero aparecen en edificios como el Palacio de Camarena, el de Moctezuma, el Palacio Episcopal o el Palacio de Adanero.
Como diría un castizo, la dejo botando por si alguien remata…
Vale.
Hace un par de meses aparecía en la prensa local una información sobre el futuro de los edificios que albergaron las llamadas “viviendas de la Policía Armada”, sitas en la Av. de Cervantes, pasado el puente de la Av. de la Hispanidad.
Aunque los inmuebles (tres viviendas en planta baja, una aislada y dos pareadas, y el resto en un edificio de tres alturas) llevan vacíos hace tiempo, no había querido traer a esta serie de entradas “Cáceres, cerrado por falta de uso” su situación. Quizás, por conocer esas viviendas, paso obligado para mí muchas veces, o por haber conocido a gente que vivió en ellas.
Sin embargo, uniendo el estado de abandono de las mismas (de momento, mejor que abandono, vacías) y las previsiones del equipo de gobierno municipal de realizar un inventario de solares y terrenos, sería el momento de recuperar la escritura de cesión de los terrenos o de donación de los mismos a la Policía Armada para la construcción de viviendas para sus miembros.
Los responsables de la actual MUPOL (Mutualidad de Previsión Social de la Policía Nacional) son los que se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para tratar la demolición de los actuales edificios vacíos y la posterior construcción de nuevas viviendas. En principio, no es cuestión saber si los inmuebles son propiedad dominical de la Mutualidad, que seguramente recibió como activos cuando, a medida que se fueron adaptando a la legislación actual.
A la izquierda, 1961, en construcción. A la derecha, 1966, ya terminadas. Fuente @sig.caceres.es
Pero cabría, al menos, la duda sobre la titularidad de los terrenos. Parece que fueron objeto de cesión o donación acordada por el municipio, y sería deseable que los servicios jurídicos del Ayuntamiento emitieran un informe sobre la titularidad real de los mismos y si pudiera plantearse cuestión de reversión en función de cuál fuera la modalidad de obtención por el organismo anterior a la actual Mutualidad de los terrenos.
Pudiera darse el caso de que exista cláusula de reversión para el supuesto de que los terrenos dejaran de destinarse a los fines para los que fueron cedidos, algo habitual. Sin haber tenido acceso a los documentos de cesión o donación, es llamativo que en un régimen dictatorial militar, en un mismo espacio de tiempo, el Ejército recurriera a la compraventa de terrenos para la construcción de viviendas para su personal, mientras que otro cuerpo militar (la Policía Armada era un cuerpo militar) accediera a terrenos de modo gratuito. Además, sabiendo que el Ejército habría solicitado la misma gratuidad de terrenos para las “necesidades habitacionales” de su personal.
Las viviendas de la Policía Armada se construyeron a partir de 1960, en terrenos en cuyas proximidades todavía existían varios hornos caleros en explotación, en una barriada en crecimiento, la del Espíritu Santo, en las que al igual que en El Carneril, se realizaron viviendas autoconstruidas en parcelas cedidas por el Ayuntamiento y cuyos cesionarios hubieron de adquirirlas a lo largo del tiempo para alcanzar la propiedad del suelo.
Dar a conocer el expediente de cesión/donación de los terrenos a favor del Patronato de Casas de la Policía Armada (o denominación que tuviera en la época) llevaría al Ayuntamiento a determinar si esos terrenos serían susceptibles de ser reclamados para el municipio.
Luego, una vez depurada la situación jurídica y legal de los terrenos, el tratamiento urbanístico de los mismos se deberá atener a lo establecido en el PGM vigente desde 2010. Esos terrenos están dentro del Suelo Urbano Consolidado, con previsión de 3 alturas donde se sitúa ahora las tres viviendas de una sola planta y las mismas 3 alturas para el bloque de viviendas colectivas.
Será el Ayuntamiento el que determine el procedimiento de ordenación del terreno, manteniendo las alineaciones actuales o bien modificándolas, con la figura de planeamiento que corresponda (Estudio de Detalle, sin aumento de la edificabilidad existente u otra figura si se plantea el incremento de la superficie construida).
Vale.
La falacia de la colaboración público-privada.
Con el próximo traslado del Punto de Atención Continuada del Hospital Virgen de la Montaña al parecer al San Pedro de Alcántara, quedará vacío de uso el primero y será el momento de que su titular, la Diputación Provincial, active una creada comisión para decidir el futuro del inmueble.
Mientras eso sucede, van atisbándose algunos elementos a tener en cuenta. Por un lado, los partidos de la derecha haciendo castillos en el aire, y, a su vez, azuzando a quienes desde no se sabe qué análisis piden que se destine a residencia de mayores (lo que ha recibido un fuerte impacto negativo con la anunciada marcha de la ciudad de las monjas que gestionan el asilo Mi Casa). Y, de otra, las posiciones oficiales de la propia Diputación y ahora del Ayuntamiento de la capital de la provincia, que ponen el acento en los elevados costes que tendrá cualquier alternativa futura.
La sequía económica en la que la última gran crisis económica ha dejado en las arcas públicas son la causa de que tanto Diputación y Ayuntamiento de Cáceres hayan activado el modo “no hay recursos” de cara un futuro uso, o unos futuros usos de un inmueble de gran tamaño.
Y en esta situación es cuando aparece el mantra de la “colaboración público privada”. Algo que no es nada nuevo, pero que con esta nomenclatura parece novedoso. Colaboración público-privada son las externalizaciones de servicios públicos (recogida de basuras, suministro de aguas…), y también lo son concesiones administrativas como los aparcamientos. Se trata, por las administraciones públicas, de procurar financiación privada para la prestación de servicios para los que no tienen capacidad técnica o económica. El caso del matadero de la ciudad de Cáceres es un ejemplo de que la financiación público-privada por la vía de la externalización es un fracaso a considerar.
Luego están las novedosas “líneas de colaboración” de capital privado en socorro de la ausencia de capacidad económica pública.
El ejemplo que ha suscitado la decisión de las monjas que gestionan la residencia “Mi Casa” es un punto en el que se estrella la posibilidad de transformar el Hospital Virgen de la Montaña en otra residencia de mayores. Si las monjas no consiguen que alguna empresa privada se haga cargo, de modo inmediato, de la gestión de la residencia que ellas dejan, alejará la posibilidad de que capital privado adquiera el inmueble. Salvo, claro está, de que en contra de todos los “análisis” que reclaman una residencia en el centro de la ciudad, ese capital privado adquiera el edificio para destinarlo a usos directamente lucrativos o especulativos. Y, de momento, no parece que haya movimientos en ninguna de las dos direcciones.
La “cooperación público-privada”, tal y como se vende en muchos negocios son la derrota de la gestión pública de los servicios que tiene que prestar. En muchos casos, esa derrota es ideológica, practicada por partidos políticos que llegan al gobierno de las instituciones, pero que ponen al servicio de capitales privados bienes y derechos.
En la ciudad de Cáceres tenemos ahora mismo tres ejemplos para ser realmente pesimistas sobre el futuro de los servicios públicos y sobre la capacidad de las AAPP de gestionar los bienes que son de todos. Por un lado, el asilo “Mi Casa”, que no tiene nada de público, pero que sí será un termómetro de la capacidad de la ciudad de poner en funcionamiento recursos económicos privados.
Por otro lado, la silente Cárcel Vieja, que cada día que pasa se deteriora más y más y para la que no parece que se susciten ideas o proyectos que se puedan llevar a cabo sobre ella para que pase a ser un inmueble al servicio de todos e impedir que su deterioro lo haga más costoso.
Y, finalmente, el Hospital Virgen de la Montaña, sobre el que todavía no se ha realizado más que una primera aproximación de costes para su transformación en ni se sabe, pero que se cifran en unos 20 millones de euros.
Mientras tanto, seguramente habrá alguien lanzando tentáculos y globos sonda por ver si alguien pica.
Vale.
Hace unos pocos meses, con motivo de las primeras tentativas de encontrar futuros usos para el Hospital Virgen de la Montaña, ganaba fuerza, según encuestas a ojímetro, la idea de que se destine a una residencia de mayores. Por supuesto, nadie de los que proponía esa loable idea describía quién debería afrontar los presupuestos para la transformación, aunque se intuía que estos recaerían en la Junta de Extremadura.
En Cáceres, actualmente, hay dos residencias públicas. Una, la denominada Cervantes, con 204 plazas, aunque actualmente tiene una planta reformada para destinarla a residentes asistidos, sin presupuesto para ello. La otra, la denominada asistida, de mayor capacidad.
También existen varias residencias privadas (Gervida, Ciudad Jardín, La Hacienda, Care en el Seminario…) en las que, a salvo de datos concretos, residen mayores en plazas concertadas con la administración.
Ahora, cuando las monjas que regentan el asilo Mi Casa anuncian que la falta de vocaciones religiosas anuncian su marcha de la ciudad, queda vacante de empresa que gestione esa residencia, de unas 115 plazas. Según los datos facilitados a través de los medios, el número de residentes es de 94, y cuenta con 43 empleados. También se conoce que la congregación religiosa pone en venta el inmueble, en pleno centro de la ciudad, si bien parece que aún no cuentan con una tasación que fije su precio.
El edificio, con una superficie construida, según Catastro, de 12.457 m2, sobre una superficie de suelo de 5.772 m2, en una ubicación que en tiempos de “bonanza” inmobiliaria hubiera supuesto una desmedida avaricia económica. Actualmente, la realidad económica de la ciudad no parece que eso sea posible. También se hizo hincapié por las monjas propietarias del inmueble que este no podría ser destinado a un uso distinto del genérico asistencial. Algo, sin duda, encajable en un afán de la congregación religiosa de huir de cualquier ánimo económico. El planeamiento urbanístico es susceptible de ser modificado, como también se ha publicado.
En la prensa económica española se vienen publicando informaciones sobre la atención que grupos financieros o empresariales vienen centrando en el “negocio” de las residencias de mayores. Por supuesto, esas informaciones tienen dos objetivos: uno, avivar el mercado inmobiliario, y, otro, dirigir desde grupos interesados en determinadas zonas.
Foto. Catastro.























