Cáceres, y su entorno más inmediato fue una potente ubicación de la industria calera, que estuvo activa hasta bien entrados los años 60. Los hornos caleros se surtían de canteras normalmente de pequeño tamaño, pero cercanas unas de otras. Algunas de esas canteras ya desapareció, “asumida” por el desarrollo de la ciudad, como la que existía en el espacio que ahora ocupa el Pabellón multiusos, o en la primera mitad de los años 70, la cantera sobre la que asienta la Residencia de Mayores «Cervantes».
Sin embargo, a medida que las industrias calera iban desvaneciéndose, comenzaron a tener importancia las canteras destinadas a la extracción de piedra para las obras de infraestructura, ya fueran zahorras de carreteras, hormigonados, etc.
Ahora, con el proyecto de la Mina de Litio al sitio de Valdeflores, parece que hemos retrocedido en el tiempo. La empresa de la mina “ofrece” en su plan de recuperación la construcción de un auditorio sobre el hueco que dejaría el litio.
Y eso me suena.
Pero antes, un breve repaso descriptivo sobre las canteras. Ya he citado la existente en el actual Pabellón Multiusos. También está recuperada la llamada cantera de Tapia, sobre el Cerro de Cabezarrubia o Cerro de los Pinos. Actualmente, en uso, están las canteras de Cipriano Gallego o los Núñez, sobre la vertiente sur del Cerro del Arropez. Existe otra, no visible ni conocida, en la finca Alcor del Roble, que está lentamente recuperándose con vertidos del CEFOT 1, ya que es en sus terrenos donde se encuentra. Y la más conocida de todas (eso debería ser) la Cantera de Maltravieso.
Y vamos a lo que me suena. Recuperada la del Cerro de Los Pinos y también, aunque sin prácticamente uso, la de Maltravieso, está pendiente de recuperar el cráter de la Cantera de Olleta.
Sí, esa cantera sobre la que se “proyectó” en torno a 2005-2007 un magnífico auditorio con capacidad para 37.000 espectadores, diseñado por el reciente Premio Nacional de Arquitectura 2019, Alvaro Siza, en unión de J.M. Hernández León.
De aquel proyecto inmenso nada más se supo. Seguramente sucumbió por la crisis económica que se desató en esos mismos años, o también por el efecto gaseosa tan querido a algún cargo público.
Estos días nos encontramos otra vez con un auditorio magnífico… a construir cuando el período de ¿18-20 años? de explotación de la mina de litio hubiera concluido.
Si para la única cantera (exceptuadas la del Multiusos y la de la Residencia de Mayores Cervantes) que se ha recuperado con una finalidad más o menos similar a la de un auditorio al aire libre, la de Maltravieso, no tenemos ni idea de cómo usarla, y eso que como mucho podría albergar unos 300 o poco más espectadores sentados, unos cuantos, no muchos, más de pie, cómo vamos ser capaces de gestionar ni en la modalidad de gestión pública o eso que se lleva ahora de “gestión público-privada” un auditorio como el desaparecido de la cantera de Olleta (37.000 espectadores) ni el futuro muy futuro hipotético de la mina de litio de Valdeflores.
Pero eso sí, como ocurrió con el auditorio de Siza & Hernández León sobre la cantera de Olleta, la oferta de la empresa minera dará para rellenar algunas páginas de los periódicos. Pero, eso sí, sin ninguna capacidad de análisis crítico por parte de los medios. ¿Para qué?
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