Archivos para November 30, 1999
Carne de caballo
El diario Extremadura de 9 de abril de 1959 publicaba la siguiente información y entrevista con su protagonista. Transcribo el texto completo.
En breve se expenderá carne de caballo en la capital.
Entrevista con el dueño del nuevo establecimiento y ganadero, don Juan Moreno Garrido.
Es inminente la apertura en nuestra capital de una carnicería de equinos, iniciativa esperada por las modestas economías caseras como solución a los habituales problemas de las amas de casa al efectuar sus compras. La noticia ha despertado el lógico interés de la población, pues es bien conocido el auge alcanzado por esta industria en el extranjero, donde constituye uno de los artículos de mayor consumo. En España, de unos años a esta parte se han venido abriendo establecimientos de este tipo en Barcelona, Madrid, Sevilla, Bilbao, Valencia, Santander, La Coruña… y sin ir tan lejos en Badajoz y Plasencia.
Por creerlo de interés hemos concertado una entrevista con el industrial don Juan Moreno Garrido, muy conocido en los medios ganaderos, a quien se debe la iniciativa de la venta de carne de caballo en Cáceres, empresa que será realidad uno de estos días. El señor moreno se presta amable al diálogo.
— ¿Quiere decirme cómo concibió la idea de esta realización?
— Por mi profesión estoy relacionado con los mataderos de numerosas provincias españolas, lo que me hizo pensar seriamente en la conveniencia de extender esta industria a nuestra capital. Hace cosa de un par de años decidí visitar los medios oficiales y técnicos competentes solicitando autorización y ahora, tras un reciente viaje a Madrid he visto logrado mi objetivo: servir a Cáceres carne de excelente calidad a bajo precio.
— ¿Estima que tendrá aceptación su iniciativa?
— Sinceramente, sí. Ahí está la experiencia del resto de España. En Badajoz y Plasencia me consta que el consumo supera las normales existencias, y que desde aquí se hacen numerosos pedidos a esta última población. Esto es así de evidente.
— ¿Qué ventajas ofrece su artículo?
— La más importante de todas, su precio, casi un 50% más barato que las demás carnes. La carne de caballo tiene calidad probada y es recomendada por los médicos para niños y enfermos. Diga como muestra que la de mejor calidad se venderá a 32 peseta el kilo.
— ¿No teme ciertos prejuicios de paladar?
— Pues no. Supongo que en los sitios citados habría unos primeros reparos, pero su aceptación hoy día es excelente como lo prueban el que se despache en “colas”. Aquí no va a ser distinto y ya se han dado casos de personas que iban dispuestas a comprar antes de abrir el establecimiento.
La seguridad del señor Moreno en sus respuestas nos contagia de optimismo. Uno piensa en los viajes hechos a Madrid y encuentra la solución de unos hermosos filetes que no estaban de acuerdo con la cuenta presentada por el “maitre” y que en su día nos dieron que pensar. Nuestro recuerdo va a Marruecos, unimos el paladar con unas latitas de carne de Mérida “que estaba buena” y que asociamos al caballo allí donde se consumía –por cierto, con bastante aceptación- la de ballena. El caballo es un animal muy limpio, tanto como sus piensos, por qué no aceptarlo.
— Para terminar señor Moreno ¿cuántas cabezas será sacrificadas de ordinario?
— Eso el público lo dirá con su consumo. Yo espero que sean muchas.
Tras el diálogo, nuestro comunicante nos invita a visitar el nuevo establecimiento y allá que vamos. Está situado en la calle dedicada al gran escrito extremeño Antonio Reyes Huertas, en la popular barrada que hoy constituyen las Viviendas Protegidas y los bloques del INP.
El local rebosa limpieza y orden. Una amplia cámara frigorífica funciona con monótono sonido en espera de “conservar” en sus entrañas los primeros cuadrúpedos que pronto serán expendidos. Todo está a punto para empezar y nosotros iniciamos la retirada para entregar estas cuartillas. En la despedida deseamos a nuestro interlocutor un éxito presentido de antemano y él sabe agradecerlo. Ahora son las amas de casa las que tienen la palabra y ellas entienden de esto mucho.
Vale
Construcciones Acha
En las entradas que vengo realizando los textos y referencias son sacados de prensa histórica, del portal que el Ministerio de Cultura tiene para medios de comunicación digitalizados.
En la 7ª, mis recuerdos sobre la Pérgola de Cánovas tenían apoyo gráfico en los planos que guarda el Archivo Histórico Municipal y digitaliza el Servicio de Información Geográfica del Ayuntamiento de Cáceres (www.sig-caceres.es) .
En esta entrada me referiré a tres edificios construidos en los años 40 y cuyas fachadas siguen prácticamente siendo las mismas. Son, por tanto, edificios reconocibles. Y los tres, construidos por la misma empresa: Construcciones Acha, S.L.
El primero de ellos es el edificio situado en el número 12 de la Calle de Pintores, propiedad actualmente de la Diputación de Cáceres. Es el más singular de todos en cuanto al prestigio de su arquitecto, Luis Gutiérrez Soto, diseñado por encargo de la Banca Sánchez, entidad financiera referente, que suelo pasó a ser Banco de Extremadura y finalmente… Luis Gutiérrez Soto fue un arquitecto prolífico en obras, entre las que destacan edificios tan emblemáticos como los Cines Callao y Barceló, ambos en Madrid, el Teatro Góngora, de Córdoba, el actual FNAC, de Madrid, etc. Contar en Cáceres con un edificio diseñado por tan importante figura de la arquitectura es muy importante.
Personalmente, para mí tiene un recuerdo aún mayor, pues según me contaba mi padre, fue en ese edificio donde él empezó a trabajar, de lo que se llamaba pinche de la construcción. Y contaba un detalle constructivo que no sé si estará recogido en la memoria del proyecto: las cornisas a calle de Pintores, realizadas con piedras de granito de notables proporciones, están unidas al muro de fachada mediante perforaciones en cada una de ellas y, una vez colocadas sobre el muro, también perforado, se vertía plomo candente para realizar la fábrica.
En la Plaza de América, con un proyecto diseñado por el arquitecto Francisco Calvo Traspaderne, con numerosas obras en la ciudad, se levantó el edificio conocido como de Los Sobrinos, por haber estado durante muchos años en su planta baja la tienda de Sobrinos de Gabino Diez, que contaba, además, con un almacén. En ese edificio, por señalar dos referencias que pueden resultar conocidas, estuvieron durante un tiempo las notarías de la ciudad, y también, en una de sus plantas estuvo la Jefatura de Intendencia, tras desalojar el Cuartel Viejo.
En él trabajó mi padre, ya con la categoría de peón, en la misma empresa, construcciones Acha, S.L. y fue cuando conoció a mi madre. Mi padre vivía entonces en la calle Villalobos y mi madre en la calle de la Pulmonía, desde donde iba a llevar el desayuno o la comida a mi abuelo Casimiro, que trabajaba en los Blázquez.
El tercer edificio es el que actualmente tiene en su planta baja las oficinas de la Banca Pueyo, y también construido por Acha, S.L. En él también trabajó mi padre, en la confluencia de la acera de los pares de la Av. de España con la calle de la Pulmonía. El edificio estaba separado por la actual calle Motril del Chalet de Correa, una de las imágenes más conocidas del Cáceres casi reciente. Creo recordar que en la planta baja de este edificio vivió uno de los Guardias Municipales más queridos por los cacereños, el cabo Galiche.

Fachadas principal, posterior y lateral. Plano con la firma del Arquitecto José María López Montenegro.
Aunque en la ficha del archivo que del edificio tiene el SIG-Cáceres figura que se desconoce el arquitecto, este fue José María López Montenegro (Lepe), que cuando firmó el proyecto vivía en Madrid, pero trasladó su residencia y estudio a Cáceres, a la planta baja de la casa de los Ulloa, en la calle Ancha y, si no recuerdo mal, fue el autor de la primera gran reforma del Complejo San Francisco.
Una de las obras más representativas, en las que ya mi padre trabajó como oficial de albañil, fue el Hotel Extremadura, cuya arquitectura no pudo protegerse y fue demolido. No he podido localizar los planos.
Vale.
La pérgola del Paseo de Cánovas.
En los años 60 del siglo pasado (¡uf, qué mayor!) acostumbraba a ir a la casa de mis abuelos maternos, Casimiro y Ramona, en el número 15 de la calle de la Pulmonía, a jugar en su amplio patio. Y también solía ir, bajando la calle hasta su encuentro con la Av. de España, para cruzar esta y entrar en el Paseo de Cánovas. En aquellos años veía cómo era el reparto del pan de la Rumalda: un carro cerrado de cha, con un burro que, al escuchar el cierre de las puertas por el panadero, echaba a andar hasta la casa siguiente donde tocaba reparto. Nunca se paraba ante una puerta que no fuera de clientes.
No había paso de peatones, se cruzaba “a la vista”, con el tráfico en doble dirección, y la entrada al Paseo, entonces de arena, de arena como la de Los Arenales de la carretera de Malpartida, la hacía cruzando la pérgola que, desde más o menos el número 4 de la Avenida llegaba hasta lo que ahora es el nº 28.
He buscado en los archivos fotográficos disponibles en la web fotografías de aquella pérgola y solamente he conseguido, gracias a Javier, de la Oficina del Consorcio de la Ciudad Monumental, una en la que se aprecian algunos, pocos puntos de esa pérgola.
También he buscado referencias a cuándo se construyó, y aquí sí he tenido suerte. La suerte del trabajo que hacen los miembros del Servicio de Información Geográfica del Ayuntamiento. Ellos han digitalizado tres planos de cómo eran los elementos de esa Pérgola y cuál fue el presupuesto para construirla.
Se proyectó por el arquitecto municipal Ángel Pérez en 1949, pero fueron pocos los años que estuvo en pie: creo que antes de los años 80, o, incluso, sobre los 70, se decidió que no servía para nada y su espacio fue ocupado por los coches.
Después de realizar la entrada y colgarla en este sitio, me llegó otra imagen, en la que en su margen izquierdo, abajo, se aprecia el primer tramo de la pérgola, en su arranque, teniendo enfrente, en la acera de los pares de la Av. de España el edificio que se conocía como Radio Cáceres. La imagen me la remitió @torrebujaco.
Una pérgola de fábrica, con bancos entre sus pilares a lo largo del paseo serían, hoy, un elemento de gran valor, que se añadiría a la multitud de referencias botánicas del paseo. Recuerdo algunas plantas trepadoras subiendo por los pilares y rodeando las traviesas de madera, pintadas en verde. También las recuerdo en los días lluviosos, en los que entrar al paseo deprisa era arriesgarse a resbalones que, con las calzonas cortas, dejaban las piernas zaleadas.
Pero los coches, el tráfico, ganó el terreno.
Vale.
En recuerdo a uno de mis maestros, en las Escuelas Normales (hoy prácticas), artículo publicado en el Diario Nuevo Día, de Cáceres, el 25 de abril de 1931. D. Isaías Lucero Fernández contaba entonces con 24 años de edad y estaba destinado en la escuela de Manzanedo (Burgos). A mí me dio clases en el 8º Curso de Primaria, en 1.964.
Meditaciones políticas después de la implantación de la República.
Al fin hubo unas elecciones sinceras –al menos en las poblaciones y núcleos de población en los que las masas tienen conciencia de la responsabilidad del sufragio-, y tan pronto como esto ha sido posible, tan pronto como se ha exteriorizado con verdad la opinión del pueblo, España ha manifestado deseos de cambio, ganas de sacudir de sí el yugo opresor, y como consecuencia se ha implantado la República; yo le doy mi más expresiva bienvenida y la saludo desde lo más íntimo con el mayor respeto cívico, a la par que me alegro. Me explicaré.
¿Era yo monárquico? No. ¿Era yo republicano? No. No pertenecía a ninguno de los bandos; sin embargo diré que ayer no pude estar con la Monarquía y hoy no sé si estaré con la República. Que es así lo apreciarán aquellos que me conocen de cerca y con los que alguna vez traté de estas cosas, de las que contadísimas ocasiones suelo comentar: hoy hablaré de ellas, por imperativo de mi conciencia a este momento histórico y porque estimo una necesidad que hablemos los jóvenes, para que se nos escuche a los que empezamos a vivir.
Claro está que mi edad -24 años- no es para que a estas alturas yo hubiera intervenido en tales menesteres y tuviera ya una filiación, sino era yo de los que suelen acercarse al sol que más calienta –de lo que Dios me libre-, pero, no obstante diré que jamás pienso intervenir en política, porque tengo la mía que ya manifiesto: mi ideal político residen en cumplir fielmente en la escuela que dirijo y en cumplir exactamente con la ley.
Y con estas aclaraciones pasemos.
No estaba con la Monarquía y no sé si estaré con la República, porque yo no juzgo lo esencial en la forma política, sino que para mí lo esencial reside en la manera de desarrollarse la vida jurídica y social, bien sea con Monarquía, bien sea con República.
Ahora bien, me alegro de lo ocurrido y lo aplaudo por lo pronto, porque ha venido abajo el marasmo caciquil y por tantos motivos infausto, que reinaba en España, cosa que no atribuía al régimen, ya que con monarquía hubiera podido no existir, si los hombres que con ella actuaron, hubieran sabido comportarse como debieron.
Yo me alegro, pues, de lo ocurrido y doy la bienvenida al nuevo régimen, porque como español, siento la crisis social, cultural y económica por que atraviesa la nación, crisis que, en tantos años de Gobierno, no fueron capaces de remediar aquellos que en sus manos empuñaron las riendas del poder; yo me alegro de lo ocurrido, porque esto supone, de otro lado, una preciosa lección para los gobernantes, para los que ahora comienzan a ejercer funciones de gobernantes, ya que con ella podrán percatarse de que ya sabe el pueblo retirar la potestad a aquellos que desde las esferas gubernamentales, no cumplan fielmente los deberes sagrados que se les otorga; y yo me alegro, en fin, porque como joven, no quiero morirme sin ver a España, esta España de nuestros amores, gozar de los días de prosperidad y progreso que merece; yo ansío conocer horas e instantes felices para esta tierra bendita de mi Patria amada; días, horas, instantes que vendrán al exterminar el sin fin de males que existían aquí y los cuales no de enumerar por ser harto conocidos de todos.
¿Habrá de satisfacer esta ansía mía la República naciente? Si así lo hace, yo, señores, seré republicano, como pude haber sido monárquico de haberlo conseguido la Monarquía.
Vale.
Cuando Cáceres quiso tener una Facultad de Farmacia.
En estos días en los que, confinados en nuestras casas para resguardarnos de la pandemia del coronavirus, estaba buscando en la hemeroteca y me encontrado con una aspiración de Cáceres a comienzos de los años 60 del siglo pasado: una Facultad de Farmacia. Así, aunque resumiendo, se recogía en el Extremadura, Diario Católico.
El 13 de octubre de 1961, la Comisión Permanente Municipal acordó adherirse a la petición de la Diputación Provincial para la creación de una Facultad de Farmacia en Cáceres.
La moción de la Diputación fue presentada por el vicepresidente D. Santos Rodas, que planteaba muchas y poderosas razones.
Cáceres es la más septentrional de las dos provincias que forman la región extremeña y es una zona de primer orden en cuanto a la abundancia, riqueza y variedad española. Es, por tanto, una condición que interesa a los especialistas que se dedican al estudio de la Botánica. Ello, unido a la extensión de la provincia la hace indiscutible como campo y laboratorio natural de experimentación.
La limpia Historia de Cáceres, donde nunca se ha registrado ni un solo gesto antiespañol. Las tierras de Cáceres, sus riquezas y sus hombres, estuvieron por entero al servicio incondicional de España. Y su solera de lealtad y de heroísmo sirvió de aglutinante a otras muchas regiones españolas.
Ahora, continúa la moción, Cáceres anhela que se nos conceda esa Facultad de Farmacia, para que los españoles que en ella se formen, y particularmente los extremeños, coadyuven a elevar a España a alturas inmarcesibles y ocupar en el concierto mundial de las Ciencias, el lugar a que aspiran los pueblo ricos, fuertes y poderosos.
Otra razón que esgrimía la moción era que en la provincia de Cáceres no había ningún centro superior. Ni siquiera lo había en toda la región extremeña, la única de las trece regiones de la España peninsular que carecía de ellos.
La moción señalaba que en esas fechas, 1961, existían en España cuatro Facultades de Farmacia, y Cáceres, situada en el Oeste de la Península la acogería, ya que era en el oeste donde no había ninguna Facultad de esa especialidad
La moción, finalmente, planteaba la adscripción de la reclamada Facultad de Farmacia de Cáceres, a la Universidad de Salamanca.
Vale.
En el año 1961 el Ayuntamiento de Cáceres, tras obtener la autorización del Ministerio de Obras Públicas, aprobó definitivamente el Plan General de Ensanche y Ordenación Urbana. Era el primer documento que sistematizaba y trataba de dar coherencia al desarrollo de la ciudad.
Como es normal en estos procedimientos, el Ayuntamiento, tras asignar la redacción del documento a los arquitectos García de Pablo y Vicente Candela, señaló, sobre el documento de avance, cuáles podrían ser los elementos de desarrollo y qué grandes retos deberían asumirse. Así, el pleno de febrero de 1959 planteó esas grandes decisiones que deberían incluirse en el PGOU. Antes de ello, el mismo pleno aprobó la cesión de terrenos junto a la Estación de Ferrocarril a la CAMPSA.
Un paso previo a la formulación del PGOU y a la vista de su avance, el Ayuntamiento trató el Plan de Circulación y Reforma interior, aprobándose los siguientes aspectos:
1.- Nueva vía de acceso a la población. Dicha vía discurriría desde San Blas a la Plaza Mayor, lo que se lograría con el ensanche de las calles existentes y la desaparición de la manzana de casas que desde la plaza del Duque obstruye el paso a la Plaza Mayor, dejándose el estudio del aprovechamiento que debería darse al suelo y al vuelo del espacio posiblemente resultante para momento más oportuno.
2.- Circulación interior. Se propone circulación única (en un solo sentido) por las calles de Cervantes y San Pedro y la apertura de una nueva vía, con el eje de la actual calleja de Felipe Uribarri que desemboca frente a la Parroquia de San Juan. El concejal señor Ortiz de la Tabla considera incluso conveniente, llegado el caso, expropiar toda la manzana de casas desde la bifurcación de San Pedro y San Antón con Cervantes hasta la citada Felipe Uribarri.
3.- Creación de Parques. Existe conformidad con el avance del proyecto en cuanto al Parque número 1 (El Rodeo), no autorizándose más edificaciones, ni siquiera las actualmente previstas. El lugar se reserva solamente para un gran parque del que tan necesitada está la capital.
El Parque número 4 se situará en la vaguada inmediata a la Fuente del Concejo, arriba y debajo de la misma, donde actualmente hay huertas no muy recomendables para la salud del vecindario.
El Parque número 2, en la linde de la carretera de Salamanca, avenida de Guadalupe, debe ser nuevamente considerado, disminuyendo la excesiva dimensión que se le asigna para dedicar una parte de ella a zona edificable y a la construcción de un parque de atracciones.
El Parque número 3, por último, el del Paseo Alto (Paseo de Ibarrola). Se propone reducir en parte la extensión que se asigna en el avance, para que sobre aquel terreno puedan completarse la edificaciones que complete la necesidades de viviendas modestas en la barriada de Aguas vivas.
En cuanto a la calle proyectada para unir la Avda. de España con la Avda. de la Virgen de la Montaña, se aprueba la elevación de precios puesta por las circunstancias y, con ella, sacarlas a nueva subasta.
En el mismo pleno, con las modificaciones señaladas, se aprobó el Proyecto de Avance y su elevación al Ministerio de Obras Públicas para su aprobación definitiva.
Vale.
El diario Extremadura publicaba el 3 de junio de 1965 el siguiente anuncio de la Jefatura de la Policía Municipal:
Relación de los objetos entregados en esta dependencia, por haber sido hallados en la vía pública y a disposición de las personas que acrediten ser sus dueños.
Bazar “El Siglo”, dos cajas de zapatos; don Pedro Bazaga de la Montaña, rollo tubo de plástico; don Santos Cantos Ojalvo, abrigo de niño; doña Socorro Pavón, monedero de tela con llaves y rosario; un transeúnte, cartera con carnet a nombre de don Julián Álvarez Mora; el niño Francisco Bueno Núñez, unas alpargatas; don José Gallardo, cartera y carnet a nombre de don Antonio Becerro Rodríguez; el chico Jesús Cortés Cilleros, pulsera dorada; doña Catalina Redondo, un rosario; don Gabriel Iglesias Muriel, Taxista, cable aparato electrodoméstico; don Justo Tejado, estuche de papel con fotos y sellos de correos.
Don Rosendo Caso Galán, pluma estilográfica; el niño Andrés Tobías, cartera escolar; los niños José Sellers Medrano y Carlos Martínez Medrano, bolso-monedero con dinero; don Joaquín Montero Rosado, unas medallas; doña Amparo Morales, cuchillo de mesa; don Ladislao Gutiérrez Ortega, gafas de sol; el niño Santiago San Pedro Barrero, un rosario; farmacia Escribano, esclava dorada; don José Jiménez González, cartera con 1.400 pesetas; Empresa Gómez, camisa de niño y delantal; don Ignacio Pizarro Morales, reloj de pulsera; don Ramón Peña Recio, rebeca de señora; don Juan Galán, reloj de pulsera; taxista don Luis Pallarés, moneda dorada; doña Amparo Morales Hernández, pulsera de plata; don Cándido García Hernández, un velo; don Jerónimo Bejarano, guantes negros; don Diego Amarilla, baby de niña; don Mercedes Rodríguez Bravo, monedero con dinero.
Don Aurelio Herrero, gafas; don Víctor Quiñones, unas gafas; don Fernando Agúndez, gafas y un velo; don José Rubio Barriga, abrigo de señora; don Cayetano Iglesias, cartera con documentos; los chicos Saturnino Granado, Florentino Cortijo y Luis moreno, cartera con documentos.
Doña Mª del Carmen Hurtado García, bolso de señora; don Manuel Polo Lopo, cabo de la Policía municipal, un sujeta corbata.
Vale.
En el Pleno municipal de 18 de octubre de 1961 se aprobó de manera definitiva el Plan General de Ordenación urbana, tras realizarse en Madrid las oportunas gestiones cerca de las autoridades competentes.
Cáceres, vista desde el Cerro de la Buitrera
En dicho Pleno se aclararon diversos extremos solicitados por varios concejales, tras lo que se produjo el acuerdo de aprobación definitiva. Dicho acuerdo se adoptó sin perjuicio de que las alineaciones que en él figuran no se considerarán válidas hasta redactar los planes parciales correspondientes, y que la zona verde denominada Parque número dos, que comprende la vaguada existente desde la Fuente de la Madrila hasta la Avenida de Hernán Cortes, Avenida de la Virgen de Guadalupe y carretera de Salamanca, quede como terreno de dominio privado en lugar de público, con destino a Ciudad Jardín.
Cáceres, ortofoto parcial. 1945



























