Archivos para Sánchez Castejón

¿Saben aquel que diu…? Algo de eso le pasó a Sánchez Castejón en la entrevista “desenfadada” que publicó El Mundo. Claro. Hay que estar en todos los medios, dicen los afiliados, también en los que aprovecharán cualquier descuido para apuñalarte. Y si todo lo fías a la imagen y a lo que te dice el gurú de turno, terminas diciendo que suprimirás el Ministerio de Defensa.

De inmediato, desde Extremadura, donde el Ministerio de Defensa tiene sin decidir si cierra el CEFOT de Cáceres (y mantiene abierto el de San Fernando), saltan otros indocumentados. La alcasenadora Nevado, que ha votado dos veces en el Senado, con motivo de los PGE 2013 y 2014, en contra de dos PNLs, que pedían que se mantuviera abierto, viene a decir “a los socialistas” que si se cierra el Cefot será culpa de… Castejón.

Sin embargo, lo fuerte, lo potente, ha sido la reacción de “hombre de estado” que ha tenido José Antonio Monago, ese señor que lleva siendo tres años mantenido en el gobierno de la Junta de Extremadura por tres comunistas de pro. Ese señor que, si uno ve el titular que ha puesto su periodista de corte, parece que dirige los designios de todo un país. Claro que…

En su afán por hacer méritos ante la dirección de su partido criticando, con el engolamiento propio de los inanes e ignaros, al jefe de la oposición, lo que ha hecho Monago es poner una piedra más en la losa del futuro del Cefot.

Vamos a hacer un ejercicio. Vamos a pensar que, por ejemplo, el jefe del Ejército, el que tiene que proponer al Ministro cuál de los dos CEFOTs existentes, les dice a los militares destinados en el de Cáceres que si se cierra, tienen muchas opciones de colocarse en Badajoz. Es un suponer.

Vamos a suponer que en el Estado Mayor del Ejército algún analista, algún sesudo analista, lee las declaraciones de Monago-Hombre-De-Estado y dice: a este Monago lo que le interesan son los 3.822 militares que hay en Extremadura. Como el escaso 4% de Cáceres podría colocarse en Badajoz, Monago seguiría teniendo sus 3.822 votos, digo, militares. Ergo, da igual, el Cefot de Cáceres se cierra y Monago mantiene su granero.

Que un indocumentado se meta donde no le llaman (llámese Castejón o llámese Monago) suele tener consecuencias. En el caso del Secretario General del PSOE ya ha habido rectificación. En el caso de Monago, ni la ha habido ni la habrá: su hoja parroquial de cabecera le ha dedicado una portada en la que parece alguien, y su escribano ha publicado un artículo que reproduce su discurso, adornado con chorradas y refritos.

Además, se da la circunstancia, en el caso del Cefot que Monago en su discurso (ver despacho de la agencia EFE del sábado 4 de octubre) miente: en Cáceres NUNCA ha habido manifestaciones por la continuidad del Cefot. Miente porque no sabe de lo que habla. Y porque se ha acostumbrado a hacerlo.

Además, se da la circunstancia, en el caso del Cefot que Monago NUNCA ha hecho nada, absolutamente nada, por garantizar su continuidad. Y si no, que lo desmienta, con datos y documentos, no con palabras.

Vale.

A Monago, el estadista, no le preocupa, en realidad, que pudiera desaparecer el Ministerio de Defensa, a Monago le preocupan los votos de los militares. Le preocupa no tanto que dejen de votar al PP, sino que no huyan hacia, por ejemplo el PSOE. De ahí que haga hincapié en que en Extremadura hay 3.822 familias que viven del Ministerio de Defensa. Y las desglosa, como lo hace el cortesano periodista. De esas 3.822 familias, unas 150 están en el Cefot de Cáceres. O lo que es lo mismo: el 4% están en el centro cacereño.

Ahora que el PSOE celebrar su Congreso Extraordinario para ratificar en la Secretaría General a Pedro Sánchez Castejón, que ganó las primarias, y que debe marcar de este Congreso una línea de actuación política de futuro, desde la distancia que da ser socialista y no ser militante socialista, me parece interesante hacer alguna reflexión.

En primer lugar, viendo cómo se desarrollaron las primarias y cuál fue el resultado, la primera es que las ganó el que más gustaba a la derecha. Y ello es así no sólo por el recibimiento cordial que Sánchez Castejón ha tenido en las manifestaciones de miembros del gobierno y del Partido Popular, sino, especialmente, entre los medios de comunicación.

Y en los medios de comunicación, un inciso: cada vez que me refiero a ellos englobo a todos los llamados convencionales, que en España son los grupos Prisa, Vocento, Planeta, Unión Editorial, Mediaset, Zeta… Todos.

En segundo lugar, en relación los medios de comunicación y el PSOE, hay una malsana dependencia de los dirigentes nacionales, autonómicos y locales hacia ellos. Viven y se manifiestan esperando el qué dirán de ellos esos medios, cuando la realidad informativa y de comunicación no tiene nada que ver con ellos. Y no se atreven a señalarlos.

Ahora que el PSOE dice que empieza un nuevo camino, sería bueno si ese camino, en relación con la derecha (económica, política y mediática) que manda, va a ser de colaboración, de cooperación o de oposición.

No creo en los prejuicios, pero sí creo en aquellas cosas que se han demostrado reales al cabo del tiempo: piensa mal y acertarás.

Los gestos, en su inmensa mayoría de cara a la galería mediática, de Sánchez Castejón no auguran nada bueno. Es más, cuando uno zapea por los distintos canales de televisión o ve las imágenes que sacan en los periódicos, no ve gestos políticos, ve poses solamente dirigidas a ver qué tal “dan” fotogénicamente.

Corresponde al PSOE, y, singularmente a su nuevo Secretario General definir cómo va a actuar en el futuro. Le corresponde definir si ese futuro va a ser de colaboración con el Partido Popular, si va a ser de cooperación con el Partido Popular o si va a ejercer la oposición.

Colaborar con el PP sería hacer seguidismo de un partido que ha demostrado estar dirigido por sociópatas y desalmados. Cooperar con el PP sería ser coartada de la derecha para seguir haciendo lo que la patronal manda, que para eso financia.

Ahora se espera del PSOE, esperamos los que somos socialistas, es que haga oposición. Oposición contra una derecha ladrona, corrupta, desalmada.

Ahora se espera del PSOE, esperamos, que rompa su dependencia enfermiza de los medios de comunicación y señale con claridad no que la derecha los haya comprado, sino que se han vendido por un plato de lentejas.

Ahora se espera del PSOE, esperamos, que Sánchez Castejón defienda, si tiene agallas, a los trabajadores, a las clases trabajadoras, que el PSOE recupere la lucha de clases como objetivo político y no nos venga con monsergas de que es un “partido de gobierno”.

Ahora se espera del PSOE, esperamos, que su nuevo Secretario General sea, sencillamente, socialista.

Pero, desgraciadamente, la realidad, los gestos, las poses, la dependencia que se constata del “qué dirán”, del “cómo me sacarán”, no hacen albergar ninguna esperanza.

Solo desearía estar equivocado.

Vale.