Archivos para November 30, 1999

Edificio Caja Extremadura. Cáceres.
En esta serie de entradas sobre la realidad de muchos inmuebles, públicos y privados, de Cáceres, cerrados por falta de uso, esta entrada tiene que ver con un futuro muy incierto, o cierto, que se cierne sobre otro (¿y otros?) edificio de la ciudad.
En el día de ayer, 5 de diciembre, la edición en papel del Diario Regional HOY recogía una información con titular deportivo: “Caja Extremadura escuchará ofertas por su edificio de la calle San Pedro”. Vamos, como el Real Madrid por Kaká. La enjundia de la noticia tiene que ver con la intención de llevar a los trabajadores de “la central” de Cáceres de dicha entidad financiera al Palacio de Mayoralgo, a lo largo de 2013, y, mientras ello se produce, “escuchar ofertas” de posibles compradores. Es evidente que se vende mejor un edificio que está en uso que uno vacío y abandonado. No es mala estrategia, aunque el mercado no está ni para estrategias ni para inversiones.
Diario HOY. Edición Cáceres. 5/12/12
Al leer la noticia, por cierto, inexistente en la edición digital del periódico, se me ha ocurrido incorporar este edificio a los que están sin uso. Porque lo estará, seguramente, porque encontrar un mirlo blanco que lo quiera le va a ser complicado a Liberbank, como se llama el banco que ha engullido, vía CajAstur, a la Caja de Ahorros de Extremadura.
Y me he llevado alguna sorpresa. Por ejemplo, que la ficha catastral del inmueble está coja. Se trata, según la información pública del Catastro, de una parcela con un único inmueble, construido sobre una superficie de 570 m2 y con una superficie construida de 1.620 m2. En la ficha catastral, es curioso, el edificio consta de Planta -1, con 570 m2, y uso comercio, y dos plantas, 04 y 05, de 525 m2 cada una y dedicadas a oficina.
Sin embargo, la propia planimetría pública catastral tiene una leyenda que dice que el edificio tiene -I+V, o -I+I, o -I+VI. Vamos, que en realidad, el edificio tiene, y no hay más que verlo, una planta semisótano respecto a las calles San Pedro y Donoso Cortés, Planta Baja y cuatro plantas más. La aplicación pública del Catastro nos permite medir superficies, que, aunque no resulten muy precisas, si nos dan una referencia muy clara.
Ficha Catastral del Edificio de Caja de Extremadura. Cáceres.

El edificio de Caja de Extremadura en calle de San Pedro, 15 (o Donoso Cortés, 27) no tiene una superficie construida de 1.620 m2 como figura en la ficha pública catastral, sino que su superficie real construida está en torno a los 3.840 m2. Esta curiosidad sería muy interesante para la Hacienda Pública local, porque habría que saber cuál es el importe del IBI (no me extrañaría que hubiera exenciones o bonificaciones por aquello de que la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres se fundó con la participación del Obispado, si no recuerdo mal).
La ficha catastral debería recoger la superficie completa construida, los 3.840 m2 y la cuota del IBI debe ser la que corresponda a esa superficie. Lo mismo el Ayuntamiento descubre ahora que hay quien se ha estado ahorrando durante años alguna cantidad de la contribución.
En cuanto al futuro del edificio, su puesta en el mercado, como también parece el Hotel Alfonso VIII de Plasencia, no es sino la consecuencia de la “reestructuración” del sistema financiero y de las Cajas de Ahorro. El edificio será puesto en el mercado, una parte de sus trabajadores actuales serán trasladados al Palacio de Mayoralgo, y otra parte pasarán a la Av. De la Hispanidad, concretamente al SEXPE.
En un mercado inmobiliario paralizado, este edificio, diseñado y en uso para unas determinadas funciones, lo tiene complicado. Cáceres no es una ciudad que pueda acoger usos para él que no sean oficinas y similares. Y un equipamiento comercial que necesite 3.840 m2, sin parking propio, es muy complicado que pueda ser atractivo.
Edificio Central de Caja de Extremadura. Cáceres.

El futuro de este inmueble, o el cercano edificio que alberga el Aula de Cultura de la Caja, y una residencia que fue de estudiantes (femenina) y ahora residencia para curas, digo, sacerdotes, jubilados, es muy incierto.
A la izquierda, Edificio Central Caja Extremadura. A la derecha Aula de Cultura de la Caja. 
C/ Clavellinas. Cáceres.

Una ciudad, Cáceres, carente de iniciativas públicas y privadas capaces de asumir su propia existencia, no da para que 3.840 m2 construidos, en pleno centro, resulten atractivos. Y atraer inversiones foráneas, en estos momentos, se nos antoja aún más complicado.
Si “los mercados” no lo remedian (y mientras sigan ganando, no lo harán), el destino de este edificio será como el de la ciudad: cerrado por falta de uso.
A ello, habrá que añadir la reciente decisión de la Caja de no contribuir en el futuro a los distintos Consorcios culturales (Gran Teatro, Museo Vostell, etc.) y dedicar todos los recursos de la Obra Social a fines puramente sociales en un contexto de crisis económica. Las consecuencias de esta decisión van a ser letales no ya para esos consorcios y eventos a los que contribuía, sino, sobre todo, para las camarillas culturales o culturetas que han venido rapiñando con buena parte de los recursos que la Caja ha ido disponiendo. Esas camarillas, paletas y catetas, ya no podrán seguir organizándose miradas al ombligo con dinero de otros. A partir de ahora, esas camarillas, culturales o culturetas, realizarán impactantes fuegos luminotécnicos de a dos velas.
Vale.

El pasado mes de agosto, componentes de la Asociación Cultural “Lemon y Coco” denunciaron la aparición de pintadas en el conocido Chalet de Los Málaga, en la Av. De España, de Cáceres, inmueble declarado Bien de Interés Cultural.



Este inmueble, como otros ya señalados en esta serie de edificios cerrados por falta de uso, se encuentra en el tráfico inmobiliario, y sus actuales propietarios han presentado reclamaciones judiciales contra el Ayuntamiento de la ciudad para conseguir el resarcimiento económico resultante del volumen edificable en la parcela si se aplicara de ordinario el Plan General de Ordenación Urbana de 1998, en tanto que la respuesta municipal y, de momento, judicial por incidencia patrimonial, es negativa a los intereses de la propiedad. Pero el asunto seguirá.

El Plan General Municipal vigente recoge la calificación de Bien de Interés Cultural, protege, urbanísticamente el inmueble e impide (al menos en cuanto a la redacción de la norma) que la propiedad pueda reclamar una indemnización patrimonial.

El asunto planteado por la propiedad, en un tiempo en el que el sector inmobiliario se encuentra prácticamente paralizado, dará para un largo litigio, que al final repercutirá en la economía municipal, en los intereses económicos de la ciudad y los ciudadanos. Y, sobre todo, repercutirá en un deterioro del inmueble que afeará la imagen de una ciudad que cada día da la sensación física de ir cerrándose, de cerrar todas las puertas por falta de uso.
Me atrevo a afirmar que, judicialmente, la propiedad terminará ganando y que la ciudad deberá indemnizar los derechos urbanísticos no apropiables. Algo que podría ser menos gravoso si se aplicaran, con inteligencia, las normas urbanísticas, y se determinaran los derechos urbanísticos apropiables que correspondan y se dotara, mediante permuta, la entrega de esos derechos sobre los que, por ley, corresponden al Ayuntamiento, al 10% del aprovechamiento lucrativo.

Pero, sobre todo, y siguiendo la alarma levantada por la denuncia de la Asociación Cultural Lemon y Coco, y expresada con claridad en su blog por Montaña Hurtado, es preocupante el deterioro progresivo de un inmueble que es, no se olvide, Bien de Interés Cultural. El cuidado y mantenimiento son una obligación de los propietarios, que han de optar por realizar todas las tareas necesarias para ello, asumiendo su coste, o buscar el modo de transmitir, en condiciones económicas adecuadas, no gravosas a la Hacienda Pública, bien al municipio, bien a la Administración que realizó el expediente de declaración del B.I.C.
Sin embargo, no hay que olvidar que, también, las administraciones públicas tienen la obligación de preservar la conservación del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico, como es este caso. Y permitir una degradación del inmueble, además de acarrear consecuencias administrativas, económicas, e incluso, de responsabilidades penales para sus titulares dominicales, pero también para las administraciones que lo toleraren.
Actualmente, el Chalet de Los Málaga, además de haber sido objeto de pintadas (no excesivamente aparatosas, pero sí consecuentes a su estado de abandono), presenta síntomas evidentes de un deterioro que en los próximos meses de inclemencias climatológicas se incrementarán y, por ejemplo, las redes que protegen celosías y balaustradas de cubierta, no serán suficientes para evitar derrumbes. 

A las administraciones, además de resolver el asunto reclamado por la propiedad (obteniendo, en el menor tiempo posible, una respuesta judicial inapelable, en el sentido que sea, y cumplirla y hacerla cumplir), le compete, de modo ineludible evitar cualquier deterioro. En este caso, además del carácter de B.I.C. del edificio, su ubicación será termómetro de la capacidad del equipo de gobierno del Partido Popular, encabezado por la alcasenadora Elena Nevado: a mayor deterioro del inmueble, mayor deterioro del gobierno municipal. Y los edificios que se deterioran por abando terminan arrumbados en el suelo. Como los gobiernos que no saben ejercer sus obligaciones.
Vale.  

En estas fechas se está tramitando en el Congreso de los Diputados el Proyecto de Ley de Recortes (digo, Presupuestos) Generales del Estado para 2013. Es, en esta ley, cuando se visualiza de manera clara el grado de compromiso de los representantes políticos con sus votantes. Es, en esta ley, cuando quedan al descubierto las vergüenzas de quienes, obtenido el escaño, avanzado en su nivel de jerarquía partidaria, se dedican a adular a quienes los han designado y a desentenderse de quienes les votaron.

La situación de incertidumbre por la que atraviesa el CEFOT nº 1 desde que el 5 de marzo de 2012 la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, recibiera las peores noticias directamente de la Subsecretaria del Ministerio de Defensa, Irene Dominguez-Alcahud, se mantiene. Sólo la resistencia, como debe ser y como se ignora, de los mandos militares a producir cierres y desmantelamientos, mantiene abierto, que no en funcionamiento, el CEFOT nº 1. Por cierto, la alcasenadora Nevado sigue sin dar explicaciones de por qué calificó “de cortesía”, en papel oficial de comunicado de prensa, aquella entrevista con la Subsecretaria, cuando de cortesía no tuvo nada.

Ahora, en el debate presupuestario, el PSOE ha presentado una enmienda de adición para que se mantengan abiertos, en su integridad, el Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, y la Academia General Básica de Suboficiales, de Talarn (Lleida). Las esperanzas de que el Partido Popular acepte la enmienda son pocas, nulas, sobre todo porque las prioridades del Ministerio son las de pagar a los fabricantes de armas, que para eso está el Ministro. Y no para otra cosa.

Esta es la enmienda presentada.
ENMIENDA NÚM. 2.398 

FIRMANTE: 

Grupo Parlamentario Socialista 

De adición. 

Se añade una nueva disposición adicional con la siguiente redacción: 

Disposición adicional. Mantenimiento de los centros formativos del Talarn y CEFOT n.° 1. 

El Gobierno dotará los créditos presupuestarios suficientes para asegurar el completo funcionamiento y el mantenimiento de la plena operatividad en capacidades formativas, de la Academia General Básica de Suboficiales de Talam de Lleida así como del Centro de Formación de Tropa n.° 1, ubicado en el Acuartelamiento Santa Ana, de Cáceres. 
MOTIVACIÓN
La previsión presupuestaria del Gobierno contempla recortes en las políticas de Defensa, pero esto no debe, necesariamente, llevar aparejado el cese de funcionamiento de los centros formativos y la adecuada cualificación de las personas. 

Sería deseable, cuando menos, que por una vez, el alto dirigente del Partido Popular, Carlos Floriano, diputado, dicen, que por Cáceres, hiciera algo de provecho en el Congreso. Algo de provecho por la ciudad y por la provincia con cuyos votos está ascendiendo en su carrera política y justificara los pingües ingresos económicos que recibe. Pero la realidad será otra. El señorito Floriano no hará nada, por dos razones: primera, porque su prioridad es plegarse a lo que le diga su partido, y segunda, porque los intereses de Cáceres y provincia se la sudan.

Desde que tomó posesión de su escaño en el Congreso, las iniciativas parlamentarias promovidas por el señor Floriano en favor de su circunscripción electoral han sido… ninguna. Y las iniciativas parlamentarias promovidas por el señor Floriano, en cualquier ámbito de lo que debiera ser su trabajo y por el que tanto dinero cobra (y que le pagamos todos) han sido… ninguna.

Es verdad que sus tareas en el Partido Popular, además de decir que le gusta Cataluña (debe ser en la intimidad, claro), consisten en salir a hacer declaraciones en competencia de disparates con González Pons o a desmentir cualquier cosa (como cuando desmintió lo de que el Gobierno sabía que Juan Carlos I estaba cazando elefantes en África), pero en esas tareas no es están incluidas las obligaciones de defender los intereses de la circunscripción electoral que lo eligió. ¿Para qué, si defender a su ciudad y su provincia no le reportaría méritos?

Vale.

Cuando inicié esta serie de posts partía de la dejación pública que supone la existencia de edificios, notables en cuanto a tamaño y en cuanto a posibilidades de utilización, pero el conocimiento de la ciudad, desde el punto de vista que un ciudadano cualquiera puede tener, me está llevando a una desagradable conclusión. Los edificios públicos cerrados por falta de uso evidencia la inexistencia de capacidad de gestión, de capacidad de generación de iniciativas, de una parálisis de las instituciones públicas y de quienes los gobiernan, que no serían, en modo alguno, tolerables por una sociedad mínimamente cohesionada y crítica. Una ciudad gobernada por gentes, la derecha rancia del Partido Popular, que recuerdan a aquellos versos de Machado retratando el viejo casino provinciano, “el pasado efímero”
Este hombre no es de ayer ni es de mañana,
sino de nunca; de la cepa hispana
no es el fruto maduro ni podrido,
es una fruta vana
de aquella España que pasó y no ha sido,
esa que hoy tiene la cabeza cana.
En la ciudad de Cáceres no existe una sociedad civil crítica, en ningún campo: la universidad vive de espaldas a ella (y/o viceversa), los colectivos sociales están desunidos por un egoismo excluyente, la cultura (si es que la hubiera) se mueve por camarillas que tienen más de sociedades secretas o mafiosas que de componentes culturales.

Esta ciudad, incapaz de sentirse impelida a actuar, a ser activa y proactiva, es una ciudad de espectadores, en los que unos, muy pocos actúan, los demás, como jubilados, miran y cuando se acaba la procesión, cada mochuelo a su olivo.

Por eso, mientras las administraciones públicas malversan por falta de uso el patrimonio público, aumentan sin descanso los edificios privados sin uso. Cerrados por falta de uso. La crisis económica ha supuesto para muchos empresarios el final de sus negocios. Para otros, la crisis ha querido verse como el elemento necesario para hacer negocio. Para hacer caja. Pero ni unos ni otros han calculado la profundidad “sistémica” de la situación económica.

En un espacio tan pequeño como el que se aprecia en las imagenes áreas o en la imagen catastral que ilustran este post, con bastantes los edificios completos cerrados por falta de uso. A ellos hay que añadir locales comerciales cerrados, sin perspectivas de nuevos usos, sin “emprendedores” que puedan estar interesados en reactivar la zona.

Subiendo desde la Plaza de La Concepción (en este blog, el 21 de octubre de 2012) por la calle de Moret nos encontramos, justo en la salida de dicha plaza un edificio que en su planta baja albergó una tienda de chacinas, y tres plantas de viviendas. La fachada, que pudiera ser de comienzos del siglo XX, y, sobre todo, la fachada de la tienda de tocinos, va aumentando su deterioro visual, y el lugar en el que se encuentra ubicada, frente al Palacio de la Isla, aumenta, también, el deterioro visual de la ciudad. En la calle de Moret, siguiendo varios locales comerciales cerrados, en traspaso desde hace tiempo, nos encontramos, ya casi a su final, un pequeño edificio, igualmente cerrado, que fue la tienda de confecciones Merchán, que, desde hace años tiene el acceso tapiado, el escaparate con múltiples capas de afiches, carteles, anuncios de todo tipo, y los balcones que han debido ser reparados por peligros de desprendimiento.

En el recodo que la calle de Moret hace para encontrarse con la de Pintores, se encuentra un edificio, también en el tráfico inmobiliario, con una superficie construida de 804 m2 y cuyo último uso fue el de tienda de ropa de moda, aunque para la memoria cacereña, en su planta baja se encontraba la ferretería de los Sobrino (Sobrinos de Gabino Diez), que sustentaba una fuerte competencia con la ferretería de Abad, que estaba donde ahora se encuentra el restaurante El Asador y al lado del Horno de San Fernando.

Frente a la antigua Ferretería de los Sobrinos, ya en la calle de Pintores, desapareció hace unos años la farmacia “del Cura” por traslado a otra zona con más población de la ciudad. El edificio entero, cuyas plantas ya estaban sin uso cuando la farmacia estaba aún en él, también se ha incorporado al tráfico inmobiliario. Tráfico totalmente inmovilizado por una crisis tan profunda como imposible de predecir en qué derivará ni siquiera en el corto plazo de un día.


Bajando por la calle de Pintores hacia la Plaza Mayor seguimos viendo algún local vacío, en alquiler, hasta llegar a lo que recientemente ha sido un edificio, completo, utilizado por una franquicia del grupo Zara. 


Vacío el edificio desde hace más de un año, algunos cacereños, con la reforma que la citada franquicia le hizo, no recordarán de cuál es, pero si nos acercamos al mes de enero y lo vemos lleno de maletas y el cartel de cerrado por inventario, sabremos que era uno de los edificios que una conocida familia tenía bajo el nombre comercial de El Siglo. De aquellos locales comerciales ya no queda ninguno (ni el de García Plata de Osma, frente a Fátima, ni el de Cánovas, hoy una franquicia de perfumerías, ni el de Pintores, cerrado, ni el de Moret, cerrado, ni el de Plaza de la Concepción, también cerrado).
Siguiendo Pintores hacia la Plaza Mayor se encuentra otro edificio, que fue sede reciente de una franquicia y que, cerrado, su propietario, con la finalidad de que el mercado se fijara en él, lo cedió para que una asociación de artistas expusiera su obra. La iniciativa, efímera y breve, mereció, incluso, su reflejo en la prensa local. Sin embargo, no ha vuelto a repetirse.

Para cerrar el triángulo de calles hacia la Plaza de la Concepción, donde comenzaba el recorrido de este post, pasamos desde Pintores por la calle de Paneras. Un vial típico, estrecho, pero que es el acceso peatonal por el que mayor número de visitas de turistas llegan a la Plaza Mayor, y cuyo deterioro, unido a la escasa calidad de sus edificios, refleja una imagen de la ciudad poco agradecida.

Vale.

El pasado 1 de septiembre publicaba en este mismo blog una entrada en la que comentaba un edificio, el situado en el número 3 de la Plaza de la Concepción, en una ciudad, Cáceres, en la que los inmuebles cerrados, públicos y privados, aumentan. La Plaza de la Concepción tiene una superficie aproximada de 2.800 m2, y además del ya citado número 3, hay algunos edificios más cerrados, además de locales comerciales cuyo deterioro es considerable y progresivo.


Que en un espacio tan reducido para el tamaño de una ciudad haya tres edificios considerables, tanto en volumen como en prestancia, cerrados por falta de uso es un síntoma de una realidad: una ciudad que camina hacia la melancolía, hacia el vacío más absoluto, hacia algo que, quizás, sea lo más más parecido a un conjunto de zombis, ni siquiera ciudadanos, que deambulan entre calles, por plazas, sin más futuro que esperar el paso de la siguiente procesión.
La superficie de suelo que ocupa el número 3 de la Plaza de la Concepción es de 670 m2 y la construida, siempre según las fichas catastrales, de 1.827 m2. El edificio situado en el número 11, construido a principios del siglo XX es una gran casona, con una superficie de suelo de 576 m2 y la superficie construida, de 1.363 m2. El situado en el número 18 de la misma plaza, ocupa 444 m2 de suelo y 1.101 m2 constuidos.
Tomando como referencia la superficie construida necesaria para una vivienda estándar de unos 110 m2 construidos, los edificios ociosos citados equivalen a 40 viviendas. Solamente el situado en el número 11 tiene en uso la planta alta, con fachada a la Plaza de Obispo de Galarza, pero el conjunto, el inmueble, puede y debe ser calificado como cerrado por falta de uso.

Los tres edificios, además de cerrados, sin uso, son el reflejo, por diversas causas del declive de la burguesía local, tanto de la heredera de la nobleza vieja como de la impuesta, de la burguesía industrial cuyas nuevas generaciones no han seguido los caminos que dieron lugar a ser referentes locales y que, periódicamente, las gacetillas locales ensalzan como promotoras de un esplendor que, visto hoy, no es más que un espejismo, un esplendor sobre una base de una sociedad mojigata, apegada a unas tradiciones porque no se atreve a luchar por caminos mejores.
Los tres inmuebles están en el tráfico inmobiliario, sin conseguir ser vendidos. Edificios sin uso que nadie quiere, y que las administraciones públicas o semipúblicas, que hace unos años podían ser las compradoras, para lo que fuera, hoy están tan esquilmadas económicamente que ni siquiera se plantean ayudar a los vendedores haciendo ver que se interesan por ellos, a ver si alguna empresa privada pica el anzuelo.

Cáceres aspiró en el pasado a ser Capital Europea de la Cultura. En aquellas fechas, estos tres inmuebles hubieran sido aspirantes a convertirse en sede de museos, salas de exposiciones, fundaciones, espacios culturales que, adquiridos con cargo a los beneficios que la obtención hubieran reportado a la ciudad.
Hoy, en estos tiempos de crisis económica, de crisis social, de crisis cultural, el ahondamiento en los abandonos, el ahondamiento en políticas cegatas de austeridad están, a su vez, ahogando el flujo necesario de iniciativas públicas que espoleen las asténicas iniciativas privadas.
Que la ciudad tenga inmuebles de titularidad pública cerrados por falta de uso, tiene su trasunto en que hay más inmuebles privados que están en la misma situación. Inmuebles enteros o inmuebles claramente infrautilizados, públicos o privados, son el síntoma de capacidades ciudadanas disminuidas, de colectivos ciudadanos abandonados por falta de espacios en los que desarrollar, cuando las hay, iniciativas culturales o sociales.
Ni siquiera la ciudad de Cáceres produce, por su limitado número de habitantes, colectivos de ciudadanos que, ante el abandono evidente de edificios, pudieran ocuparlos. Tampoco en la rebeldía encontramos una ciudad capaz de despertar.
Vale
En Canal 30 de Cáceres se sacaron las cámaras y micrófonos a la calle para preguntar a los ciudadanos sobre el futuro del Centro de Formación de Tropa nº 1. Una cuestión más que militar, puramente económica para una ciudad pequeña y empequeñecida por políticas de una derecha que no sabe por dónde camina. 

Hace ya tiempo inicié en este modesto blog una serie de artículos sobre edificios de diverso tipo cerrados, sin uso, abandonados, en la ciudad de Cáceres. Es tal la cantidad, el volumen de edificios que, poco a poco, va creciendo el número de entradas que van desgranando esa sensación que da el ver inmuebles de gran porte, o menos porte, cerrados, abandonados. Y, lo que es peor, que la mayoría lo están por la incapacidad de la propia ciudad de generar usos y de producir alternativas de uso. No hablamos ya de generar recursos, que en tiempos de crisis es muy complicado, pero ni siquiera ideas para que, en su proyección y desarrollo permitan ponerlas en práctica cuando los recursos económicos se consigan.
¿Ideas? ¿Proyectos? ¿Iniciativas? Interrogantes que tienen una respuesta sencilla en una ciudad gobernada, en derecho, en lo práctico y en lo fáctico, por mayordomos, cofrades y peñistas del garbanzo. Y con una opinión pública que carece de medios para expresarse, y que, si acaso, son esos medios los que tapan con medias verdades y opiniones de folclore la existencia de tanto patrimonio público malversado. Y el BOPP de hoy es una muestra digital.

Pero si es sangrante que haya edificios de cierta enjundia o valor en el centro de la ciudad o en espacios muy próximos, más grave es la situación de edificios como el conocido Bloque C de la Calle Ródano. Un inmueble que albergó en su día unas 36 viviendas sociales, y que la mala utilización por los adjudicatarios y la nula gestión de la propiedad (Administración pública: ayuntamiento y Junta de Extremadura) llevaron a que la determinación fuera el desalojo de todos los adjudicatarios (los legales y los ocupas) y el tapiado y clausura del edificio.
Ahora, sus más de 5.400 m2 construidos sobre una supferfice de suelo de 1.500 m2 son un monumento a la mala convivencia vecinal y a la nula capacidad de gestión. Esa nula capacidad de gestión fue la coadyuvante para que los continuos altercados vecinales fueran a más, y terminaran haciendo inhabitable el inmueble.

Si la clausura mediante el tapiado de puertas y ventanas fue la solución práctica y drástica adoptada en su momento, con un importante coste político para quien tomó la decisión, ver el edificio tapiado debería ser un baldón de vergüenza para su dueño, incapaz de darle una solución. Claro, que su dueño es un organismo público, y su gestión corresponde a un partido político que tenía soluciones para todo pero que todas las soluciones pasan por poner velas a los santos.
El Partido Popular, que gobierna el Ayuntamiento y la Junta de Extremadura (el pomposo Gobierno del Marketing de Extremadura), es el responsable de lo que se pueda hacer con el inmueble. Y también de que si se produce algún accidente por la gente que entra al inmueble tapiado (y entran, claro que entran). Por si no lo saben las autoridades locales, aquí queda escrito.
Y también queda escrito que, aunque se trate de un edificio situado “más allá del fin del mundo”, forma parte de esta ciudad. Un edificio de 5.400 m2 abandonado, tapiado, con pintadas imitadoras de la mala vida (esa banda de lating kings tan famosas en según qué reportajes de la televisión), es una vergüenza para la ciudad y para los ciudadanos.
Ponerlo en funcionamiento, darle uso, limpiarlo, recuperarlo… requiere tener ideas, obtener recursos quitándolos de lo superfluo (que es mucho), preparar proyectos… Escuchar a los vecinos que ofrecen sus ideas, desde su capacidad individual, para que, por lo menos lo arreglen, como dice alguna señora mayor, cepillo de barrer en mano, justo enfrente del Bloque C. O que se haga una residencia de mayores, que dice un joven que espera el autobús urbano. O que se vuelvan a tener viviendas y se destinen a familias que son desahuciadas por los bancos…

Claro, es más fácil comentar que un cine está cerrado en el centro, pero cuyo cierre ya forma parte del paisaje y a ningún visitante llama la atención. O que en un vídeo se pregunte por el uso que podría tener la Cárcel Vieja, sin ir más allá que en una pregunta que no admite, en el tono en que se formula, respuesta alguna.
El Bloque C de Aldea Moret, que tantos problemas dio en el pasado a las distintas corporaciones locales que no pudieron, no supieron o no quisieron (que de todo hubo) dar solución a atajar la mala convivencia vecinal, volverá, en poco tiempo, a ser un quebradero de cabeza. Porque pasear por la calle Ródano y decir a los vecinos, especialmente a los más jóvenes, que es una pena que esté cerrado, y que el cierre, por lo menos, impide que se entre y pueda haber accidentes, y que la respuesta sea que no se debe entrar, pero que se puede, y, sobre todo, que se entra cuando se quiere… Algo que no hace falta que lo afirmen. Pasear por la calle Ródano, camino de las viviendas del Cerro de los Pinos, y mirar hacia el edificio, con el cemento del tapiado en ventanas y puertas de planta baja, es ver también que es fácil acceder cuando y cómo se quiera.

Pasear por la calle Ródano, hablar con los vecinos de la pena y la vergüenza que da ver el edificio y que te reconozcan, ellos mismos, que también les da vergüenza, y, que además, te digan que el campo de fútbol del complejo deportivo medianero con el Bloque C, arreglado y preparado con el último Plan E de Zapatero está destrozado y también abandonado, es doblemente entristecedor.
Una ciudad cerrada por falta de uso es, mirando el Bloque C de la calle Ródano, es también una ciudad que no tiene capacidad ni de sentir vergüenza de sus injusticias.
Vale.

Completando mi anterior entrada en este blog, copio los textos literales publicados en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados que constituye el acta de la sesión celebrada el 8 de octubre pasado.
Y finaliza esta entrada con textos literales de una información publicada el miércoles, en una publicación digital que traduce, exactamente, la realidad de cómo está la situación de futuro del Cefot de Cáceres.

Interviene Luis Tudanca, Diputado del Grupo Socialista. Se dirige a la Subsecretaría de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud:
Le preguntaba hace menos de un año sobre dos cuestiones muy concretas, sobre el centro de Talarn y el CFO de Cáceres; me decía usted que no había decisión tomada, y yo le vuelvo a preguntar: ¿la hay ahora? Porque en Talarn, por ejemplo, se habló de cierre en julio, luego se habló de cierre en diciembre y no sabemos qué pasará el año que viene. Además de un centro muy importante para la enseñanza estamos hablando de un centro muy importante para ochocientas familias que no merecen esta incertidumbre. Qué le voy a decir del CFO de Cáceres, del cual depende toda una comarca. Los meses pasan, sigue la incertidumbre, la preocupación crece, y con este descenso general del 20% en el programa y a la vez con su compromiso —es cierto, lo agradezco mucho— y el del secretario de Estado con la enseñanza y la formación y su potenciación en las Fuerzas Armadas, hay una contradicción que me parece que conviene aclarar por la tranquilidad de muchas personas y familias en estas dos comarcas. No se trata solo de más o menos efectivos o convocatorias públicas, sino —vuelvo a insistir— de planificación.
Contesta Irene Domínguez-Alcahud, Subsecretaria de Defensa.
En cuanto a los centros de Talarn y el CFO de Cáceres, en esto debería sobrar con la explicación que ha dado el secretario de Estado en el sentido de que ya se ha dicho que estos dos centros van a continuar abiertos durante este ejercicio y que, no obstante, están siendo objeto de estudio dentro de ese plan de infraestructuras que se está llevando a cabo en la Secretaría de Estado de Defensa. En ese plan de infraestructuras hay un representante de la Dirección General de Personal y de la Dirección de Reclutamiento para poner de manifiesto todas aquellas cuestiones sensibles relativas tanto a la enseñanza como a las cuestiones de personal que afectan a dichos centros.
Réplica de Luis Tudanca, Diputado del Grupo Socialista
Con respecto al CFO de Cáceres y el Talarn, ustedes empiezan bien, pero no terminan de rematar.
Vuelve a insistir en que es objeto de estudio; es que en el ministerio casi parecen opositores. Dejemos de estudiar las cosas y concretemos algunas porque llevamos ya dos presupuestos y hay algunos temas importantes, muy, muy trascendentes, que siguen sin concretar.

Revista Atenea Digital (www.ateneadigital.es). M.Ángeles Moya / Joaquín Calderón / Madrid   miércoles, 10 de octubre de 2012
Defensa no convocará nuevas plazas de tropa y marinería para 2013
En 2013 no está previsto que el Ministerio de Defensa convoque nuevas plazas de tropa y marinería en las Fuerzas Armadas, aunque todo dependerá «de cómo evolucione la situación económica». Así se lo han confirmado a ATENEA fuentes del Departamento que dirige Pedro Morenés. Estas fuentes aseguran que «podría hacerse, pero que no hay previsión de nuevas convocatorias», a pesar de que la tasa de reposición de plazas en las Fuerzas Armadas se encuentra en el diez por ciento que establece la Ley de Presupuestos Generales del Estado (al igual que ocurre en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, donde sí habrá nuevas convocatorias).
(…)
La imposibilidad, al menos por el momento, de convocar nuevas plazas ya fue esbozada el pasado lunes en la Comisión de Defensa del Congreso por la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez Alcahud, quien, durante su comparecencia, ya avisó de que «la rigurosidad» de las restricciones presupuestarias podría condicionar los concursos de reclutamiento.

Vale.

En la mañana de hoy, 8 de octubre, ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados, la comparecencia ante la Comisión de Defensa de los altos cargos del Ministerio del ramo para explicar los Recortes Generales del Estado para 2013. Recortes, que no Presupuestos.
En primer lugar, me ha llamado la atención el desparpajo con el que el portavoz del partido que sustenta al Gobierno, el diputado del PP de la Comunidad Valenciana Vicente Ferrer ha hecho alusión a su reciente condena por haber sido sorprendido conduciendo con una elevada tasa de alcohol en el cuerpo. Y el desparpajo con el que los medios de comunicación han alabado su “valentía” para reconocer su error. Es evidente que el error no estuvo en el consumo de alcohol, sino en que le pillaron. Creo recordar que no ha dicho que no volverá a ocurrir. En manos de gente que no controla su consumo de alcohol se encuentra la toma de decisiones que, por ejemplo, afectan a 220 familias que tienen su puesto de trabajo en el Campamento de Santa Ana en Cáceres, y a los muchos puestos de trabajo indirectos relacionados con la instalación militar.
En segundo lugar, siendo el asunto del Cefot de Cáceres un tema recurrente en la ciudad y en la Comunidad Autónoma, no comprendo cómo los medios de comunicación locales no están más atentos a los movimientos que en los centros de decisión se vienen produciendo. ¿Ignoraban los medios de comunicación regionales que hoy se celebraba tan importante Comisión en el Congreso? Entiendo, por otra parte, que medios como el BOPP, el más potente económicamente, no quiera informar sobre el asunto. Hay que proteger al amo y señor de la viña.
Durante la comparecencia del Secretario de Estado de Defensa se ha hablado, y mucho, de Programas Especiales de Armamento (lo del célebre crédito de 1.782.000.000.000 €), mucho de la escasa inversión disponible y poco más.
Durante la comparecencia de la Subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, su lectura sin puntos ni comas de los datos y números de las áreas de su competencia han dejado claro, entre otras cosas, que se van a tocar partidas como las destinadas a programas de apoyo al personal (ayudas sociales), como que se está disminuyendo, por la vía de la no reposición por jubilaciones, el número de efectivos de las FAS (unos 3.500 menos en 2013). Y de que en el próximo año el número máximo de efectivos de tropa y marineria no será superior a 80.000. En estos momentos, según diversas fuentes, ese número está en torno a 81.500. También ha hecho referencia a la raquítica oferta de empleo público para 2013, que será menor al 10% de tasa de reposición en cuadros de mandos. En tropa, ni eso.
Como los medios de comunicación de Cáceres y Extremadura no se han enterado de que en el maremágnum de números, euros, efectivos… que ha ido relatando la señora Subsecretaria de Defensa se encuentra escondido el cierre defenitivo del Cefot (salvo milagro, y ya se sabe que los milagros no existen ni vistiéndose de negro en el Vaticano), lo diré aquí.
El diputado Luis Tudanca (@luistudanca), del Grupo Socialista, ha intervenido para, desde la cortesía parlamentaria, ir poniendo en cuestión unas cuentas que no tienen razón en sí mismas, por su incoherencia. También ha preguntado por la situación futura de la Academia General Básica de Suboficiales, en Talarn (Lleida) y por el Centro de Formación de Tropa de Cáceres. Ha preguntado por cuál será el futuro del Centro militar cacereño, sobre el que el mayor de los pesares actuales que le aqueja es la incertidumbre.
Para quien no lo sepa, corresponde a la Subsecretaría de Defensa la realización de las convocatorias de personal, dentro de la oferta de empleo, de todo el Ministerio, tanto de personal civil (para 2013, tasa cero de reposición), como militar (para 2013, hasta el 10%, ni siquiera este porcentaje está asegurado, en cuadros de mandos y en especializades como medicina). Para personal de tropa, para el personal que si hubiera oferta de empleo el próximo garantizaría el futuro del Cefot, la señora Subsecretaria no ha tenido ni cifra ni porcentaje.
A la pregunta expresa, directa, del Diputado Tudanca, la señora Domínguez-Alcahud ha contestado que el Cefot está en estos momentos abierto, y que lo que suceda en 2013 ya no es cosa suya, sino que dependerá de lo que el recientemente creado Comisionado de Infraestructura determine. Y ese Comisionado no depende de ella, sino del Secretario de Estado.
Para quien no lo sepa, la alcasenadora Elena Nevado se reunió en Madrid, el 5 de marzo, con la subsecretaria de Defensa, con la misma autoridad que hoy ha dicho que el futuro del Cefot no depende de ella. Aquella reunión del 5 de marzo, sobre la que Elena Nevado mintió en papel oficial al emitir un comunicado diciendo que había sido de cortesía, sirvió para que el Ministerio de Defensa informara de primera mano del negro futuro que se cernía sobre el Cefot. Y la alcasenadora Nevado lo ocultó a la ciudadanía.
Hoy, cuando la Subsecretaria de Defensa, a quien corresponde la gestión del personal del Ministerio, a quien corresponde por ejemplo las áreas de Personal y de Reclutamiento, ha dicho que el asunto del Cefot es en otra puerta del Ministerio.
Ya sabemos en qué puerta, la de la calle.
Y mientras todo esto sucede, un IBM de la Junta de Extremadura, el Secretario General de Comunicación, un tal Juan Rodríguez Plaza, me dice, a una pregunta directa mía sobre lo que ha hecho hasta ahora José Antonio Monago para defender el Cefot, que la posición oficial de la Junta es la de apoyo cerrado a la alcaldesa y que es un asunto que no es competencia de la Comunidad Autónoma. ¿Apoyo cerrado a qué? ¿A la ocultación dolosa de la información que la Subsecretaria de Defensa trasladó a Elena Nevado el 5 de marzo?
Y mientras esto sucede, la alcasenadora Elena Nevado construye una plataforma a modo de barricada, sin saber (qué malos asesores tiene en la materia) que los tiempos políticos del Ayuntamiento no tienen nada que ver con los tiempos políticos de Castellana, 109, y estos tampoco se paren en nada a los del Palacio de Buenavista.
Y mientras esto sucede, un chico dizque bien parecido (esto es, un mindundi), que en su vida se ha visto en otra, Carlos Floriano, Diputado nacional por Cáceres y número 3 del Partido Popular, calla, con la desvergüenza de quien ni sabe, ni quiere, y, sobre todo, no puede decir nada. Espero que los “defensores” del Cefot, muchos de ellos ilustres votantes de la derecha, aprendan que no pueden confiar en el menos preparado de todos ellos.
Y mientras esto sucede, otro alcasenador del PP, Alberto Casero, pretende organizar, con cargo al erario municipal, una Jura de Bandera de personal civil en la Plaza Mayor de Trujillo, para que desfilen ante él los militares del Cefot. Y pretende darse un homenaje a la vista y enfundarse una bandera de patriotismo sin haber hecho nada, absolutamente, por quienes en ese acto le alegrarán la vista. A mayor gloria.
Y mientras esto sucede, José Antonio Monago… ¿qué decir de él? Mejor nada. Cuando salga a los medios con este asunto, si algún día se atreve comentaremos algo. De momento, en este y en otros muchos asuntos, me recuera a un dicho popular que aprendí de pequeño: Hay hombres, hombrinos, macacos y macaquinos.
Vale.

El pasado 11 de julio, en un despacho de Europa Press podía leerse: El presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, ha realizado este miércoles una visita institucional al Centro de Formación de Tropa (Cefot nº 1) de Cáceres donde ha dicho que la oferta pública de empleo en 2013 es «una pieza básica del futuro» del centro.
Manzano ha recordado que «habrá que esperar» a saber si el Ministerio de Defensa realiza el próximo año oferta para el Ejército de Tierra porque de eso «depende mucho el flujo de personas que puedan venir a formarse al centro en el año 2013».
La Ley de Presupuestos Generales del Estado, aprobada por la mayoría absoluta del Partido Popular, al que pertenece Fernando Manzano, que además de Presidente de la Asamblea de Extremadura es Secretario General en la región, determinaba que el número máximo de efectivos de tropa y marinería, al 31 de diciembre de 2012, no podría superar los 81.000. La anterior Ley de Presupuestos, con gobierno del PSOE, establecía que a 31 de diciembre de 2011, ese número máximo de efectivos no podría se superior a 83.000. En un sólo año, el Partido Popular ha liquidado 2.000 puestos de tropa. Y no se ha producido, obviamente, ninguna convocatoria, que es la causa fundamental por la que el Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, esté en una situación de “cese temporal de actividades”, a la espera de la incorporación de nuevos efectivos, a la espera de que la oferta de empleo público de 2013.
Pues bien, hoy mismo, 29 de septiembre, ya puede conocerse el texto de los Presupuestos (=Recortes) Generales del Estado para 2013 y el número máximo de efectivos de tropa y marinería, fijados en la Disposición Adicional Décimo Tercera es de 80.000 a 31 de diciembre del próximo año. O lo que es lo mismo, se sigue disminuyendo, de modo neto, el número de efectivos, por lo que en esta situación no puede hacerse reposición, que solamente cabría cuando ese número máximo de efectivos se alcanzara… y ello a la espera de la aprobación y aplicación del programa Visión 2025, elaborado por el JEMAD a petición del Ministro de Defensa Pedro Morenés.
Desde que el Secretario General del Partido Popular en Extremadura afirmara estar a la espera de la decisión que el Ministerio pudiera adoptar de cara al próximo ejercicio económico, es decir, a la espera de saber si seguirán destruyendo puestos de plantillas militares, no se conoce que este cargo político haya realizado ninguna acción de cara a conseguir que durante el próximo año se pueda llevar a cabo la convocatoria de alistamiento de nuevos soldados, que es la razón de existir del Cefot 1.
El Partido Popular de Extremadura, ni por su Secretario General ni por su Presidente, José Antonio Monago, que lo es a su vez, de la Comunidad Autónoma, ni por Elena Nevado, Alcaldesa de Cáceres, que, es también Senadora, ni por Alberto Casero, Alcalde de Trujillo, que es también Senador, ha realizado ninguna gestión para evitar el cierre que se cierne, ya con el Proyecto de Ley de Presupuestos (=Recortes) Generales del Estado para 2013.
Disminuir, otra vez, por la vía de los presupuestos, el número de efectivos de tropa y marinería es el certificado de defunción del Cefot 1. Solamente un milagro, que depende exclusivamente de la capacidad de los mandos militares de sostener una unidad sin poder ejercer sus funciones por más de dos años consecutivos, puede evitar el cierre. Personalmente, afirmo que los milagros no existen.
A estos presupuestos y a la determinación presupuestaria de seguir disminuyendo el número de efectivos, habrá que sumarle, sin duda, la aplicación del programa Visión 2025, cuyo contenido, conocido por una exclusiva de Miguel González (@mgonzalezelpais) el pasado 17 de julio, determina que en las FAS “sobran” 15.000 militares y 5.000 civiles. Según esa exclusiva e intepretaciones posteriores, hasta que se conozca el programa, la mayor parte de las bajas militares será del Ejército de Tierra, unas 10.000.
Con este panorama y con la nula capacidad del Partido Popular de Extremadura de enfrentarse a las decisiones de un gobierno que recorta todo, sin tasa ni cortapisa, el futuro del Centro de Formación ubicado en el Campamento de Santa Ana se escribe cada vez más negro.
En esta perspectiva, la competencia del autodenominado “gobierno de los mejores”, presidido por Monago solamente se reduce a un formidable esfuerzo en marketing, que no puede esconder fracaso tras fracaso… cuando lo intenta. En el caso del Cefot, ni lo ha intentado.
Como tampoco lo ha intentado Fernando Manzano, ni Elena Nevado, ni Alberto Casero…
Vale.