Archivos para November 30, 1999

El Ayuntamiento de Cáceres, gobernado desde 2011 a 2015 por el Partido Popular, con mayoría absoluta (absolutísima, más bien) convocó un concurso para la concesión de uso para la actividad de cafetería de unos locales sitos en la Plaza de San Jorge. Una decisión como otras muchas de Elena Nevado más que discutible. La adjudicataria resultó ser una Fundación que tiene su sede en la misma plaza. Esta fundación había manifestado su interés en que en la citada plaza hubiera una cafetería, como complemento turístico de primer orden. Y había impulsado la toma de decisión política de convocar el correspondiente concurso.

Todo el procedimiento discurrió por los cauces administrativos previstos, siguiendo todos los pasos, hasta que se adjudicó la obra y la explotación de la cafetería. Y ahí está, funcionando, creando alguna controversia, como es la dificultad de utilizar la Plaza de San Jorge para actividades teatrales, dentro del Festival de Teatro Clásico de Cáceres.

Vamos, que todo en orden.

O casi que no.

Las adjudicaciones administrativas se realizan siguiendo unos procedimientos, y constan de muchos documentos. Uno de esos documentos es el Pliego de Cláusulas Administrativas. Otro documento, cuando son necesarios, son los planos. Y otro, por ejemplo, es el Pliego de Prescripciones Técnicas.

Para adjudicar las obras y explotación de la Cafetería de la Plaza de San Jorge el Ayuntamiento de Cáceres elaboró el correspondiente Pliego, en febrero de 2013. Pliego que resulta de aplicación a la hora de ejecutar obras y explotación de la Cafetería, y que, como documento público del expediente, forma parte del contrato y sirve para que, en su momento, si el Ayuntamiento lo considera necesario, realizar las comprobaciones e inspecciones del cumplimiento de las condiciones contractuales.

Así, en el epígrafe “Descripción de la edificación y del conjunto de los locales y otras dependencias que la componen”, puede leerse:

 

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Pues bien, paseando, de día o de noche, por la ciudad monumental, por la Plaza de San Jorge, pueden captarse fotografías como las que ilustran esta entrada, y que reflejan que la cubierta de la edificación está siendo utilizada en la explotación de la actividad.

En el propio Pliego de Prescripciones Técnicas se señala que el uso de terraza de la Plaza de San Jorge por la Cafetería será de acuerdo con la ordenanza específica.

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La terraza superior, la que en el Pliego queda fuera del uso comercial, ya que es un espacio cerrado, que tiene una reja, que en su día fue objeto de múltiples críticas por dejar fuera del uso público la misma, y que permanece cerrada para el uso público.

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Como se trata de un espacio privativo del Ayuntamiento, excluido en el Pliego de la explotación comercial, y que en realidad es un espacio cerrado al público, debería aclararse por qué ahora es utilizado como terraza, formando parte del negocio, con elementos de la cafetería en la misma, y, lo que parece más inadecuado, por qué son empleados de la cafetería los que la abren y cierran.

 

Vale.

Esta serie de entradas sobre inmuebles cerrados por falta de uso arranca una nueva vista, pasando al recinto intramuros. No se trata de contraponerlos a otros situados en partes de la ciudad más modernas sino de ir enseñando algunas incongruencias que resultan llamativas con el permanente y machacón diluvio de superlativos que venden maravillas de la Ciudad Monumental, pero que chocan con descuidos y abandonos clamorosos.

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Subiendo desde la Plaza de San Jorge hacia San Mateo, arranca la Cuesta de la Compañía. Es el trayecto más utilizado por los turistas que nos visitan. Por él se encaminan hacia el Museo de Las Veletas, a visitar el Aljibe árabe, y en el arranque de la Cuesta pueden ver el aljibe al que se accede bajo el suelo de la Iglesia de la Preciosa Sangre.

En el arranque de la Cuesta de la Compañía, la primera puerta se corresponde con un inmueble cuya fachada principal es la conocida como la Casa del Sol.

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La información que sobre este inmueble se recoge en el Plan Especial de Protección de la ciudad de Cáceres hace referencias a elementos derruidos, a una torre desmochada, al escudo de los Solís (de ahí la Casa del Sol) y en los datos que se señalan, aparecen dos usos, uno que se mantiene, residencia de miembros de la Orden de los Jesuitas, y el otro, que en su día fue Residencia de Estudiantes.

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El edificio, en su conjunto, tiene una superficie de suelo de casi 1.600 m2 y de 3.100 m2 construidos. Y solamente una parte, y no la mayor, precisamente, es la que ocupa la actual residencia de jesuitas.

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La falta de uso de la mayor parte del inmueble arranca hace muchos años, cuando poco a poco fue desapareciendo la residencia de estudiantes que, si no recuerdo mal, tenía el nombre de San Luis Gonzaga (algún lector con más memoria… o más años quizá recuerde mejor). El abandono del edificio, en un lugar tan significativo, tan central del Casco Antiguo, es notorio en su exterior y da la sensación de que su interior puede estarlo aún más.

Pasear por la Ciudad Monumental y ver cómo quienes nos visitan miran ventanas y balcones y hacen un gesto de incredulidad sobre lo que ven es algo que los responsables de turismo y cultura de la ciudad deberían valorar.

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El deterioro, por falta de uso, debería, también, haber hecho mella en sus propietarios, en la orden religiosa si lo fuera, o en el propio obispado de la diócesis, para evaluar si la necesaria rehabilitación y uso del edificio pasa por sus medios económicos, por su venta a quien pueda ponerlo en valor o llegar a algún acuerdo con administraciones públicas que lo pudieran hacer… Ah, pero eso ahora no es posible. La crisis económica, y, sobre todo, la crisis del ladrillo llevan camino de perpetuar abandonos como el que muestran las fotografías de la fachada que más ven nuestros visitantes y que reflejan que tampoco nos preocupamos tanto como nos gusta publicitar de una joya que es, además, una de las principales fuentes de ingresos de la ciudad.

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Lo que fue residencia de estudiantes de los jesuitas es hoy una sucesión de puertas y ventanas desvencijadas, cristales rotos, tapiados interiores, suciedad y abandono en el corazón de la Ciudad Monumental.

Vale.