En el día de hoy, se reúne, después de 10 meses desde su constitución, el “equipo de trabajo” que deberá proponer los usos futuros que tendrá el Hospital Provincial Virgen de la Montaña, actualmente cedido a la Junta de Extremadura por la Diputación Provincial de Cáceres.
Días atrás se hicieron públicas algunas propuestas/decisiones en relación con dicho inmueble:
1.- Mantener en el mismo el Punto de Atención Continuada (PAC) del Servicio Extremeño de Salud, que necesitaría una inversión, no cuantificada, para su mejora de instalaciones.
2.- Trasladar a dicho inmueble el Centro de Salud de la Zona Centro, del SES, actualmente ubicado en unos locales comerciales junto a la Delegación de Hacienda, en la Plaza de Hernán Cortes. No se conoce el importe de la inversión necesaria, que lo será cuando se acometan la redacción y ejecución del correspondiente proyecto.
Parece ser que los actuales locales que ocupa el Centro de Salud son propiedad de la Junta de Extremadura, por lo que podrían constituir un importante activo bien para destinarlo a otros usos, bien para su enajenación y obtención de recursos económicos. De todas formas, parece que dichos locales necesitan alguna inversión para mejorar su seguridad estructural.
Estos dos servicios se considerarían ya definitivos, y por tanto, la superficie que ocupen continuarían siendo servicios sociosanitarios.
3.- Traslado provisional, mediante la realización del correspondiente proyecto de ejecución, del actual Centro de Salud de la Plaza de Argel. Dicho Centro se encuentra enclavado en un edificio de 594 m2 de solar y 1.594 m2 de superficie construida, que es propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social, a quien revertiría si dicho Centro es trasladado definitivamente de lugar. También hay que señalar que el Centro de Salud de la Plaza de Argel necesita imperiosamente obras de rehabilitación y consolidación, ya que se encuentra en mal estado.
Es evidente que, en el caso de que por la Junta de Extremadura se obtuviera un espacio, ya construido o un solar para su construcción como edificio de nueva planta, el Centro de Salud de Plaza de Argel no sería necesario ubicarlo provisionalmente en el Hospital. Otra cosa será que el Servicio Extremeño de Salud haya realizado o realice una exploración de mercado inmobiliario que permita localizar una ubicación adecuada a la superficie del área de salud correspondiente a ese Centro.
4.- Ubicación en el Hospital Provincial del Archivo Histórico Provincial, que actualmente se encuentra en el Palacio de Moctezuma y el Edificio que se construyó en los años 80 específicamente para su uso como archivo. Las Asociaciones de Archiveros de Extremadura consideran que no es aconsejable el traslado, entre otras cuestiones, por seguridad estructural.
En todo caso, el Archivo Histórico Provincial necesitaría para su traslado la conformidad, previos los informes técnicos precisos, del Ministerio de Cultura.
Esta propuesta, de la Junta de Extremadura, se completaría con el destino a un Museo (sin determinar) en las actuales dependencias del Archivo.
5.- Ubicación en el Hospital Provincial del Conservatorio de Danza, actualmente en el Complejo Cultural San Francisco, de la Diputación Provincial, que, a su vez, y para “tapar” el vacío que en dicho Complejo dejaría el Conservatorio, trasladaría al mismo la actual Sala de Exposiciones “El Brocense” (calle de San Antón) y los espacios expositivos del edificio Pintores, El Hospital Provincial Virgen de la Montaña tiene una superficie de suelo de 13.363 m2 y una superficie construida, según Catastro, de 21.024 m2, cifras que son muy importantes pero que requerirían un planteamiento de conjunto, algo así como un Plan Director, que establezca un Acta de Definición de Necesidades (ADNE), en la que se determinen los usos preferentes para el Hospital, las superficies necesarias para cada uno de ellos, los presupuestos aproximados para las reformas precisas y, sobre todo, una definición clara de cómo los distintos usos pueden coexistir en el inmueble, sin que ninguno de ellos interfiera en los otros y una definición ciertamente flexible de espacios para su redefinición en el caso de necesidades imperiosas en un plazo razonable de tiempo.
Tanto la Junta de Extremadura, como la Diputación y el propio Ayuntamiento tienen técnicos cualificados para llevar a cabo el Plan Director y para proponer un ADNE más preciso, de manera que los nuevos usos que se den puedan llevarse a cabo de manera ordenada y, sobre todo, coordinada.
Vale.
El homicidio de la presidenta de la Diputación de León y su repercusión informativa, son la excusa perfecta que necesitaba el Partido Popular, el que gobierna (mejor dicho, manda) por la gracia de Dios para dar una vuelta de tuerca en el garrote vil de la represión.
El 11M de 2004, Arriola (el gurú de la prensa y propaganda de Aznar) dijo: “Si ha sido ETA, arrasamos en las elecciones”. No fue ETA, se empeñaron en que lo fueran y han quedado condenados al rincón de la mentira de la historia.
El pasado lunes, cuando se conoció la noticia de la muerte de la dirigente del PP leonés, las noticias corrían de un medio a otro, con la asepsia de desconocer cualquier móvil, cualquier atisbo de autoría. De ahí a que aparecieran PP (presuntos periodistas) asociando escraches, acosos políticos y similares con el homicidio, no se tardó nada. Pero…
Pero como en el 11M de Arriola, la realidad pudo más que los deseos: el homicidio lo había cometido alguien del PP, vinculado al PP. Cualquier otra teoría de instrumentalización política se venía abajo. Ni siquiera valían los escraches como legitimación de orige para acusaciones.
Circunscrito el asunto a una cuestión entre personas vinculadas al mismo partido político, la cuestión era, y es, cómo obtener rédito político para quienes quieren hacer del miedo y la represión el instrumento único de su gobierno (de su ordeno y mando).
Y, por supuesto, rápidamente encontraron la causa de todos los males, incluido en ese totum revolutum hasta el homicidio de la pasarela sobre el Bernesga: twitter.
El homicidio leonés ha sido y es la excusa que la derecha fascista, cada vez más envalentonada en la impunidad que les da saberse legítimos (por la gracia de Dios) detentadores del poder, para tratar de silenciar cualquier atisbo de crítica hacia sus ajustes de cuentas contra el estado del bienestar, contra los trabajadores. En el Partido Popular se ha desatado una carrera represora contra las redes sociales (básicamente, contra twitter y, en menor medida, contra facebook).
Encabeza esa carrera el Ministro del Anterior, opusdeísta, sectario y reaccionario a partes iguales, en una cruzada (cuánto le gustan a estas gentes las cruzadas) contra los comentarios en twitter. La excusa: comentarios sobre la presidenta de la Diputación de León y su muerte violenta. Pero es una excusa. A esa cruzada se han sumado políticos de alto nivel intelectual del PP, como los de Extremadura, que consideran, como Monago, que twitter es un pudridero de enfermos, pero que no dudan en crear (¿utilizando los ordenadores de la administración regional?) para tratar de ganar en esa red el debate de la moción de censura.
Ahora, perdida toda esperanza de ganar en la opinión el control de las redes sociales, quieren ganarlo en la represión. A este paso, su ideal del triunfo de la cruzada es poner concertinas en la red y crear campos de concentración de internautas.
A esa cruzada se han sumado con evidente alborozo los medios de comunicación convencionales. Porque… claro, la información (lo que ellos dicen que es información) es patrimonio suyo. Los periódicos, las radios y las televisiones, perdida la batalla de la verdad, escondidos en la basura de la manipulación, aplauden con las orejas los intentos fascistas del gobierno en acallar las redes.
Periodistas que tuitean con argumentos como “el que tengas una cámara de fotos y una cuenta de twitter no te convierte en periodista”, no dejan de traslucir la realidad. Esos periodistas están diciendo que para serlo es preciso tener un título, pero, sobre todo, tener un pesebre del que comer todos los días.
Ahora, cuando las redes sociales se han convertido en verdaderos transmisores de información, que los usuarios, los receptores, deben y saben discernir los que es verdadera información o noticia de lo que es basura, los medios de comunicación convencionales ven en peligro su oligopolio. No todo lo que sale en los periódicos, dicen las radios o sale en TV es verdad (de hecho, cada vez menos cosas son verdad), del mismo modo que no todo lo que sale en internet (de hecho, una mínima parte) la verdad.
Pero cuando el poder político basado en el miedo y la represión se alía con un poder de comunicación basado únicamente en la cuenta de resultados, la conclusión es clara: vamos camino de un fascismo que ríete tú de lo que está pasando en Turquía, sin ir más lejos.
Ah, y que partidos como el PSOE o, como he leído hoy, IU en Extremadura estén de acuerdo en censurar las redes sociales desde la Asamblea regional, tampoco es moco de pavo.
Con la excusa de que no se pueden consentir según que comentarios en twitter sobre la muerte de la dirigente leonesa del PP, hay que tapar mierdas como, por ejemplo, el mal ejemplo dado por los concejales de ese mismo partido en el Ayuntamiento de Toledo. La censura, política, del Partido Popular debería ir contra sus correligionarios que han tenido ese comportamiento políticamente delictivo, o contra las declaraciones machistas (¿no existe el delito de enaltecimiento del machismo? estamos tardando en regularlo) de su candidato a las europeas del 25 de mayo.
Pero no. La excusa del homicidio de León es tan buena como otra cualquiera para repartir represión y miedo a manos llenas.
Vale.