Archivos para Santiago Pavón

Santiago Pavón en su salsa (web municipal). La fotografía merece un análisis semiótico.

El profeta Santiago Pavón, concejal de IU en el Ayuntamiento de Cáceres anunció hace unos días que no se presentará de nuevo a las elecciones. ¿Para qué? Todo el daño que podía haber hecho a los restos de IU (del antiguo partido comunista ya ni se dan funerales de recuerdo) ya lo ha hecho: ha cumplido su cometido. En marzo de 2010, unos cuantos escindidos de IU (con algún profeta naciente, ¡qué se le va a hacer!) realizarán su congreso constitutivo.
Pavón ha pasado por el Ayuntamiento de Cáceres como un tren circulando en perpendicular a las vías, arrastrando a su paso todo lo peor que una persona que se dedica a la cosa pública, sin dejar detrás ninguna simiente de la que broten nuevos impulsos.
Su histrionismo, su pose dogmática, dictatorial, hablando ex-cátedra desde la cátedra de la ignorancia las más de las veces. Su presencia en comisiones de trabajo sin haberse leído siquiera el orden del día, ni cuando era él el que convocaba. Sin preparar los temas, tirando de un viejo manual del partido comunista encontrado entre escombros derruidos.
Su apropiación indebida del concepto de izquierda, igual, simétrico, a la apropiación indebida que hace la derecha del concepto de España (los extremos se tocan, y en el ayuntamiento de Cáceres, los extremos conforman la misma yunta) le llevan a considerarse salvapatrias.
Pocas veces ha pasado por el ayuntamiento de Cáceres un concejal con menos capacidad de trabajo (la productividad aportada es mínima, aunque diga que ha echado muchas horas: estar no es lo mismo que producir, dar ruedas de prensa no es lo mismo que producir, tener un periodista de cabecera, no es lo mismo que producir).
Pavón el Profeta Talibán anuncia que no volverá a presentarse a las elecciones. ¿Lo hace sólo o en compañía de otros? ¿Los «dirigentes» de IU en Cáceres y Extremadura que lo han mantenido haciendo de clown del PP también anunciarán que no se presentan?
Vale.

Hoy, la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras ha desalojado de su cargo de primer teniente de alcalde y concejal de cultura, Santiago Pavón, que se ha pasado dos años ejerciendo de lo único que sabe: de talibán de la política y la cultura. ¡Buen viaje a la oposición, Pavón!
Un sujeto cuya mayor virtud política es gritar, físicamente, porque sus argumentos y conceptos políticos son anteriores a la revolución de noviembre. La situación de IU en Extremadura, cuyo mayor activo era un disparatado concejal que ejercía de teniente de alcalde en Cáceres, es cada vez más deprimente. La incapacidad de los cuatro talibanes y un monje budista que dirigen (o lo que sea) los restos del naufragio comunista para resolver una situación que los llevó a ser extraparlamentarios en la asamblea y que los llevará a ser extramunicipales en todos los pueblos y ciudades de la región, es la misma incapacidad para hacer algo a lo que nunca habrían optado: ejercer el gobierno.
Estos muchachos de IU, caudillos de la coherencia según ellos, y, en realidad, reclutas del piñón fijo de la democracia, han enterrado en Cáceres su última y única oportunidad de demostrar que, como alguna vez plantearon en sus eslóganes, otro mundo es posible, otro gobierno es posible. No es posible con ellos, porque están hechos para estar fuera de cualquier núcleo de poder, para ser extraparlamentarios, para animar con sus gilipolleces postestalinitas los foros y comentarios de los periódicos, y para que en algún blog algún supuesto luchador cuente mentiras y batallitas que solamente él se cree.
Adiós, Talibán Pavón, adiós.
Vale.
La máxima autoridad política de IU en Extremadura, Santiago Talibán Pavón, que teóricamente mantiene un pacto de gobierno con el PSOE (digo teóricamente porque solamente es pacto cuando se hace lo que a Pavón se le antoja) mantiene una posición sobre la Revisión del Plan General Municipal difícilmente defendible desde la supuesta coherencia que siempre se atribuyen estos restos mortales andantes del PC. Y cuyas exequias fúnebres definitivas serán en las próximas municipales, donde llorarán como lloró Víctor Soft Casco en las últimas autonómicas. Bueno, llorarán todos menos Pavón, que para eso es natural de Albalá del Caudillo, y algo del Caudillo se le pegó.
La posición que mantiene está sustentada por el apoyo que le presta un tratante de suelo, que contrata a algún arquitecto que otro para que le haga informes que no firma, informes anónimos (el famoso Informe LOOTERS), y que se supone que pagará. La dependencia que tiene Pavón respecto a Julio Audije es algo que deberían investigar los pocos miembros cuerdos (creo que queda alguno) de IU, y algún periodista. Seguramente, se llevarían alguna sorpresa.
De todos es conocida, también, la posición de Talibán Pavón sobre los PIRs de la Junta: son ilegales, todos ilegales. Y por ello, porque no tiene duda ninguna de que los PIRs son ilegales y que todos los que los aprueban, los que intervienen en ellos para hacerlos posible deberían ser llevados ante la Justicia, no tiene ninguna duda, ninguna, en que su asesor de cabecera sea el arquitecto Madera, redactor del PIR de El Junquillo. Eso es coherencia, pura coherencia: los PIRs son ilegales pero el Informe LOOTERS, anónimo, no lo es y es base y libro de cabecera, el Corán urbanístico donde se sustentan todas las sharías del cadí de La Mejostilla.
Con esos asesores, Pavón y Audije, y con la gente que dentro de los restos mortales de IU se encargan de estos temas (es curioso ver al Mudo de los hermanos Marx, Karl y Joan March, el de la banca vendiendo pizarras electrónicas en organismos gobernados por el PSOE, que en vez de vender parece que está pidiendo una caridad), Talibán Pavón sigue manteniendo una posición cerrada, que, si no fuera trágica para la ciudad, recordaría a los paisanos del pueblo de Gila: tiene la frente estrecha estrecha, le entran las ideas a rastras, una cada año, los años bisiestos, dos.
Vale.


Véase a Santiago Pavón, cruzado antibritánico(anti Corte Inglés), buscando una oportunidad en las oportunidades de los grandes almacenes, jugándose el físico.
Vale

Al hacerse pública la actitud de IU de Cáceres, con Santiago Pavón a la cabeza, sobre el Protocolo de Intenciones firmado por la Ministra de Defensa, el Presidente de la Junta de Extremadura y la Alcaldesa de Cáceres, tuve la tentación de plantear una acción (solidaria) de pedagogía en favor de Pavón. Pero desistí y desisto. Sería tiempo perdido.

Mi condición funcionarial y mis inquietudes actuales, me llevan a tratar de conocer asuntos relacionados con la defensa y la seguridad, entre los que el concepto clásico de defensa (=ejércitos) es una parte, y, seguramente, no la mayor aunque sí la más llamativa por historia.
Tratar de hacer entender que el Protocolo firmado entre las autoridades políticas a un individuo como Santiago Pavón, es tiempo perdido. Y lo es no porque el militante de IU y concejal del Ayuntamiento de Cáceres (a su mayor gloria, Teniente de Alcalde, y para mayor demérito del cargo) tenga unos acendrados criterios antimilitaristas, que son perfectamente legítimos. Es tiempo perdido porque Pavón parece paisano del pueblo de Gila: tiene la frente estrecha, estrecha; le entran las ideas a rastras, una cada año; los años bisiestos, dos.
La actitud de Santiago Pavón no parte de un profundo conocimiento del documento firmado, ni de cómo se desarrollará dicho documento (no lo sabe nadie aún, hay que trabajar mucho para llegar a acuerdos concretos). La actitud de Pavón parte de todo lo contrario a lo que parece representar con su forma de proceder. La crítica ha de estar asentada en sólidos principios ideológicos y en un profundo conocimiento de la materia. En cuanto a los principios ideológicos, son, efectivamente, sólidos, mejor dicho, solidificados, fosilizados. En cuanto al conocimiento de la materia, Pavón es, directa y llanamente, un ignorante. Y ya lo dice el refrán: la ignorancia es la madre de todos los vicios.
Tratar de explicar un proceso complejo como es la gestión de la infraestructura de la defensa a un individuo ignorante, orgulloso de su ignorancia, es perder el tiempo.
Por cierto, una sugerencia: Pavón debería promover el cambio de denominación de su cargo, por el que cobra un pingüe estipendio. Eso de Teniente es una contradicción que un sujeto con tan profundas convicciones antimilitaristas no debería consentir. Eso, o renunciar a ser el Teniente Pavón.
Vale.