Archivos para November 30, 1999

La colonización lingüística anglosajona nos ha hecho cambiar, también en lo que se refiere al mundo mercantil, económico, los términos que habitualmente habíamos adoptado para describir las tareas que en las sociedades comerciales desempeñan las personas que componen su cúpula directiva. Así, mientras que en las escrituras públicas de composición de los órganos directivos aparecía el cargo de Presidente, ahora, al menos en las páginas salmón, se dice chairman, o cuando se decía Consejero Delegado para nombrar al máximo cargo ejecutivo, el encargado de dar cumplimiento a los acuerdos del Consejo de Administración, ahora se dice Chief Executive Officer”, que podría traducirse por “director ejecutivo”, pero que siguiendo los patrones anglosajones, lo hemos reducido a una sigla, CEO, de manera que seguramente no tardaremos mucho en que el vocablo, mutado a sustantivo, pase a ser la acepción 2ª de ceo, un pez también conocido como gallo. Le iría al pelo, porque el CEO es el gallito de la empresa.

Como ahora, hace poco, hemos estrenado en Cáceres al CEO, resulta interesante ir al lugar en el que se guardan todos sus semejantes, el Registro Mercantil, un registro, como todos, público, y en el que se asientan las vicisitudes legales de las empresas. Y la historia de los ceos.

En el registro mercantil, a través de algunas páginas web, como axesor, o dato capital, o infocif, podemos, gratuitamente, ver la evolución de un CEO.

Si alguna vez, amable lector, te conviertes en uno de ellos, no olvides que cualquier humilde curioso de la red podrá conocer tus cositas societarias, unas por el visaje, otras por un módico precio. No es mi caso, no invierto ni un centavo en buscar lo que no me interesa, sobre todo, si consigo algunos datos, o datillos, que pueden resultar hasta estruendosos.

En el caso del CEO, de nuestro CEO, de nuestro rutilante CEO, he encontrado unas referencias que puede encontrar cualquiera. Por ejemplo, sus datos de filiación (como en la mili, que lo primero que hacían era filiarte en un libro para que ya no escaparas), que aparecen en empresas en las que tiene vinculaciones activas (14 empresas), empresas en las que tiene vinculaciones cesadas (91 empresas) y un total de 105 vinculaciones. No está mal. Para un CEO que puede permitirse el lujo asiático de pasear por la calle comercial histórica de una capital provinciana de 130 metros de longitud, no está mal. Vamos, que no está mal para un pueblo que hasta ahora ha vivido sin su luz.

El cuadro de estas vinculaciones con empresas, tanto activas, como cesadas o totales ya lo vimos en la anterior entrada de esta serie.

El faro que ilumina nuestros caminos de las empresas, el CEO de Extremadura New Energies, como aparece en las noticias de los piriódicos, no aparece, en cambio, en el registro mercantil asociado a la empresa de la que se atribuye su condición de director ejecutivo. ¡Qué raro!

Claro, que no es normal que una empresa con un capital social de 3.000 €, lo menos que se despacha para una sociedad limitada, tenga un Chief Executive Officer, una sociedad limitada que antes se llamó Extremadura Mining, S.L., con sede social en la Av. de Mirat, nº 30, de Salamanca. Vamos avanzando por el Registro Mercantil, gracias a www.infocif.es @infocif.

Cuando en un periódico se publique una información sobre la empresa que ahora figura como “la de la mina”, y se citen declaraciones sobre el CEO, sería muy interesante que el/la periodista le pida que le diga dónde pone eso de CEO, porque si no lo pone en ningún sitio, será muy FEO.

De todas maneras, no podemos considerar que nuestro Chief Executive esté practicando el intrusismo, porque no sé, la verdad, si tenemos por nuestros alrededores muchos ceos.

… continuará…

Vale.

Si algo caracteriza a la población cacereña es la hospitalidad con la que se obsequia a quienes nos visitan, y mucha más a quienes eligen nuestra ciudad y provincia para hacer de ellas su residencia. Es una hospitalidad sana, sin cortapisas.

También es cierto que, a veces, pecamos por exceso de esa cualidad hospitalaria, sobre todo cuando a quienes recibimos les adornan éxitos profesionales y personales. Suele suceder que nos convertimos, inconscientemente, en aquellos personajes de Gila, que en el verano, con la fresca, se sentaban a reflexionar en el poyo de la plaza del pueblo, con la boca abierta, a reflexionar.

La proverbial hospitalidad de los cacereños suele tener algunas variables, según se produzca la relación entre la rutilante estrella forastera. Como se hace en algunas disciplinas científicas, analicemos un caso.

Cáceres es una capital de provincia de menos de 100.000 habitantes, y carece de empresas industriales de nivel en número de empleados y facturación. Los empresarios, mal que bien, tienen abiertos sus negocios, buscan, algunos, maneras de ensanchar negocios, uniéndose en diversos círculos, agrupándose en torno a la Cámara de Comercio, para evitar caer en el desánimo.

Por esto, cuando alguna variación “ambiental” se produce, esos círculos, la propia Cámara, se activan, las más de las veces buscando posicionarse bien por si hubiera alguna perspectiva. Es lo que ha sucedido con la empresa (¿o empresas sucesivas?) que pretende explotar el yacimiento de litio en el sitio de Valdeflores. Una empresa australiana, que para operar en España buscó ejecutivos en nuestro país, incluso fichó a un ex concejal de Ciudadanos, partidarios de la explotación minera, pero los resultados que buscaban los gestores no llegaban. Hasta que dieron con la tecla.

Ficharon a un ejecutivo, que llegó a la ciudad con la vitola de haber trabajado para grandes firmas, y que explicaba, muy de refilón, cómo ha aterrizado por aquí. Presentado como CEO, creo que es el único ejecutivo CEO que ha habido en Cáceres desde que el acrónimo viste los organigramas de las grandes corporaciones.

Un alto ejecutivo, un CEO que llevarse a las reuniones, con el que hacerse una fotografía en un acto entre empresarios, con el que tratar de igual a igual, no habíamos tenido nunca por estos lares. Los primeros pasos del CEO fueron muy definidos, interviniendo ante los medios sin darse importancia, sin dar importancia a que su empresa, en realidad, viene a salvarnos de la indigencia.

Poco a poco fue introduciéndose en cenáculos, en círculos empresariales, tejiendo alguna complicidad más que necesaria para él, sabiendo bien las teclas a tocar.

Esta primera labor de zapa culminó con un acto de presentación en la Cámara de Comercio, al que acudieron más bien pocos empresarios y en algunos casos, alguna secretaria, o algún técnico o administrativo, ya que la Plataforma “No a la Mina” “Salvemos la Montaña” había organizado un concentración a las puertas de la sede de la Cámara.

Una vez sondeado el “empresariado”, el CEO comenzó su segunda fase de una estrategia que si lo pillara Sun Tzu lo mismo le daba un capón. La segunda fase consiste en buscar puntos sociales que atraigan el interés de un público heterogéneo. El baloncesto, por ejemplo. El Cáceres Basket anda como cada año canino en cuanto a patrocinios.

La empresa minera, que ahora se llama Extremadura New Energies, decidió (el CEO) decidió acudir a su “rescate”. Hizo una oferta de patrocinio de 300.000 € en dos años (una empresa sin actividad de lo suyo, minera, sin resultados financieros, con un capital social de 3.000 € comprometiendo 100 veces ese capital social. Pero la directiva del club aceptó, hicieron un acto de presentación del patrocinio, y el CEO ya tiene cubierta una cuota de publicidad favorable, no toda, porque la opinión pública está en una mayoría contraria a la mina, pero que jabones como los repartidos en el basket, van limando asperezas.

Captura de pantalla de http://www.infocif.es

Lo mismo ha hecho con el club de voleyball femenino de Arroyo de la Luz, localidad muy próxima a Cáceres y con cuyo patrocinio pretende ablandar posturas contrarias a la mina.

Este CEO que anda por Cáceres repartiendo algunos dineros, anillando algunos compromisos, no ha caído del cielo.

Pero está claro que, como decía papuchi, que esté por aquí “es raro, raro, raro”.

Vale.

… continuará…

Con esto de la mina de litio que unos australianos quieren endilgarnos a los cacereños sea como sea, y como tengo bastante tiempo libre, me ha dado por enterarme de qué es el litio y para qué se usa.

Tengo que reconocer que con el lithium me pasa como con el aloe vera: cuanto más me informo, más propiedades o usos tiene. Confieso que pensaba que el litio se extrae de la roca a la que esté adosado en lascas, como antiguamente encontrábamos algunas piedras que estaban formadas por lascas de colores que se podían separar fácilmente. O piedras que encontrábamos en las rampas de piedras procedentes de la pirita y que decíamos que eran de oro por los brillos dorados que presentaban. O cristales de cuarzo que podíamos encontrar entre los restos de material de las antiguas minas de fosfatos.

Pero del litio, ni había oído hablar. Las primeras referencias eran las baterías de litio de algunos relojes que se señalaban en los anuncios como el no va más de la técnica. Ya, ahora, modernamente, con las baterías de los coches eléctricos.

Pues ni por esas. Ahí no se acaban las propiedades del mineral. Ni los usos. La empresa que quiere arruinar la vida de los cacereños habla de la creación de una planta de generación de hidróxido de litio. ¿Y esto qué es? Me lo pregunto porque soy de letras y las fórmulas químicas ni sonarme. Es una reacción que se forma añadiendo agua al óxido de litio, dando como resultado LiOH. Un lio.

Pero es que además, y esto es muy curioso, el litio tiene sus sales correspondientes, y sus usos muy diversos. Yendo a la enciclopedia podemos wikicopiar copiar lo siguiente:

El cloruro de litio y el bromuro de litio tienen una elevada higroscopicidad por lo que son excelentes secantes. El segundo se emplea en bombas de calor de contracción, entre otros compuestos como el nitrato de litio.

Las sales de litio, particularmente el carbonato de litio (Li2CO3) y el citrato de litio, se emplean en el tratamiento de la manía, la depresión y la bipolaridad, así como en otras psicopatologías.

Es un estabilizador del estado de ánimo. Sus mecanismos de acción son varios:

1. Bloquea la liberación de dopamina -bloquea la hipersensibilidad de los receptores dopaminérgicos -;

2. Bloquea resultados en la neurona posináptica -bloquea la reutilización de grupos fosfatos del trifosfato inositol que activa la liberación de calcio-;

3. Reemplaza el sodio en el canal sináptico por ser más pequeño y el potencial de acción se hace más lento, haciendo que el paciente se calme. El litio no es sustrato para la bomba sodio potasio ATPasa que impide el paso de los iones de sodio, reemplazando la concentración del sodio, lo cual en altas concentraciones puede resultar tóxico.

El estearato de litio es un lubricante de propósito general en aplicaciones a alta temperatura.

El litio es un agente altamente empleado en la síntesis de compuestos orgánicos, usado para la coordinación de ligandos a través del intermedio litiado.

El hidróxido de litio se usa en las naves espaciales y submarinos para depurar el aire extrayendo el dióxido de carbono.

Es componente común de las aleaciones de aluminio, cadmio, cobre y manganeso empleadas en la construcción aeronáutica, y se ha empleado con éxito en la fabricación de cerámicas y lentes, como la del telescopio de 5,08 m de diámetro (200 pulgadas) de Monte Palomar.

También tiene aplicaciones nucleares.

De todo lo anterior sigo sabiendo lo que sabía antes de copiarlo: nada. Pero lo que sí me ha quedado es que tiene sales. Esto de las sales, cómo va. ¿Se cogen las piedras a las que se adosa el litio y se ponen al sol para que la sal se seque? O ¿cómo va?

A lo mejor, en el nuevo proyecto de mina subterránea que dice el CEO de Extremadura News Energies que nos quieren sorprender, lo mismo proyectan llevar rocas extraídas de la explotación minera a la Charca Musia, para que se produzca una reacción que nos permita extraer sales de litio para aderezar unos tomates de Miajadas.

… continuará…

Vale

Los grandes incendios que se están produciendo este verano en España, están produciendo, a su vez, grandes incendios en las ideacas y verborreas varias generalmente de los cargos públicos encargados de activar los mecanismos para apaciguarlos. Lástima que el único mecanismo aplicable a los lenguarones no se contemple: la dimisión.

A mi juicio, son tres las causas que originan los incendios: los pirómanos, ya sean contemplativos, ya a sueldo; los aspectos climáticos como las tormentas con aparato eléctrico; y la basura que se acumula en determinados puntos, especialmente si esa basura contiene vidrios y elementos potencialmente incendiarios.

Este terceto de elementos, con algunas variables, es el mismo que ha sido prácticamente el origen de los fuegos.

El cambio climático, por sí mismo, no es causa de los fuegos, aunque en algún caso pudiera entenderse que algo, aún incuantificable, contribuye al origen de los incendios. Eso no quiere decir que no tenga nada que ver con ellos.

Claro que sí, claro que el cambio climático es un elemento muy importante en el desarrollo, incluso en el inicio, de los fuegos. La sequía, que avanza inexorable a lomos del descreimiento de quienes tienen medios y competencias para al menos mitigarla, hace que los campos y montes sean espacios en los que la aparición de una chispa, ya sea de tormenta o de un mechero o un vidrio haciendo de lupa, dé lugar a un fuego. Y la propagación de las teas ardiendo hagan el resto.

Negar la evidencia del cambio climático ahora, en 2022, será la chispa que origen incendios mayores en 2023, porque mayor será la mala situación de campos y montes si no se actúa en consecuencia.

Cuando en los próximos meses veamos noticias informando de la disminución de los caudales de riego, de los pantanos que abastecen de agua a ciudades y pueblos, iremos conociendo que esas disminuciones serán mayores en años venideros, y tendremos un panorama perfecto para que las llamas de los incendios alcancen más alturas.

Siempre se dicen, cuando se producen incendios, dos verdades: los fuegos se apagan en invierno, y los medios (bomberos y máquinas) no son suficientes.

Si a esto añadimos creencias (en el sentido de fe) de quienes tienen la obligación de prevenir (en invierno) y de atajar (con más medios) en verano los fuegos, de que el cambio climático no existe, que es una cosa de progres, tendremos cada año mayores y más devastadores fuegos.

A la verdad incontestable de que los fuegos se apagan en invierno, con múltiples acciones en campos y montes, tendremos que ir añadiendo acciones que reviertan o al menos controlen los efectos del cambio climático. Esto es, aumentando las inversiones en limpieza de montes, aumentando las medidas para que los pastos y matorrales no sean invasivos o se puedan controlar. Una máxima, cada vez más rotunda, al menos en Extremadura, debería ser la de luchar contra la despoblación, haciendo más habitables nuestros pueblos, aumentar la población y que esta sea el primer elemento que controle todos los elementos que, unidos, hacen que aparezcan los incendios.

Revertir, en un porcentaje significativo, la despoblación de nuestros pueblos, aumentará en el mismo porcentaje la prevención de los incendios y la incidencia sobre el medio rural del cambio climático.

Vale.

Con motivo de la reciente cumbre de la OTAN en Madrid, España se ha comprometido a elevar nuestro presupuesto militar hasta el 2% del P.I.B., que para el conjunto de la organización militar de defensa no supone mucho, pero que para nuestro país supone un esfuerzo económico importante, a realizar en un corto espacio de tiempo.

Para España, conforme a nuestra estructura de gobierno y presupuestaria, el incremento del 5 del PIB destinado a Defensa requiere un esfuerzo para priorizar programas de armamento y material que será preciso adquirir a otros países de la organización, y también, y no conviene olvidarlo, en aumentar la inversión en I+D+I, con programas que se desarrollen inicialmente en el ámbito militar, pero que, al mismo tiempo devuelven tecnología y desarrollo para la industria española, no necesariamente militar.

Con motivo de la pandemia de coronavirus, se hizo preciso disponer de respiradores para las UCIs, y una empresa española, Escribano Mechanichal & Engineering, especializada en material de de defensa aerospacial, consiguió, en tiempo récord, la fabricación de esos respiradores tan necesarios, cuando eran un sistema que desconocían al inicio de la pandemia, pero su desarrollo industrial les permitió actualizar rápidamente sus sistemas de fabricación.

Este es un ejemplo que podría servir para otros campos de desarrollo tecnológico e investigación, de manera que una parte del incremento del gasto militar podría revertir de modo inmediato en la industria.

Sin embargo, donde verdaderamente, a mi juicio, sería fundamental que el incremento de gasto militar debería tener mayor repercusión es en mitigar, prevenir o predecir las consecuencias del cambio climático. No conviene olvidar que todos los países occidentales, en mayor o menor medida, están atentos a la evolución del cambio climático, unos en mayor o menor grado, otros en estudios teóricos o de predicción teórica, pero todos expuestos a las consecuencias de los cambios en materia climática.

En España, en estas fechas (julio de 2022) estamos sufriendo las consecuencias de unos fuegos, intencionados o no, eso ya se determinará, que arrasan espacios especialmente sensibles, y con consecuencias devastadoras. A toro pasado en cada incendio aparece el ambientalista de salón, que es como el economista que predice lo que ya pasó, que dice que si se hubiera hecho tal o cual cosa, si…, si…

En Extremadura los incendios son especialmente virulentos cuando atacan joyas medioambientales como Las Hurdes, Monfragüe, Gata, Valle del Jerte. Combatir esos incendios requiere al menos dos estrategias: una, preventiva, y la otra expeditiva. La preventiva es aumentar las inversiones en prevención, algo que, al menos en nuestra región se va avanzando, como se van incrementando las inversiones en medios humanos y materiales para combatir los fuegos. Que hay que seguir aumentando las dotaciones en ambos elementos, está claro.

Pero además, España cuenta con una Unidad Militar capacitada no solamente para intervenir en incendios, sino en situaciones de emergencias como el volcán de la Palma, el terremoto de Lorca, por poner solo dos ejemplos. Esa Unidad Militar de Emergencias de la que España dispone es un ejemplo claramente exportable tanto para países de la OTAN como para organismos internacionales. También en estos días estamos asistiendo a una política autonómica claramente despreciativa, con graves consecuencias para la población. Mientras que en el incendio ocurrido en Las Hurdes, en cuanto el mando único establecido para atajarlo elevó a 2 el nivel, se procedió a solicitar la intervención de la UME, conforme a los protocolos previstos. El mismo incendio, con igual virulencia, saltó a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, que no solicitó la intervención de la Unidad Militar. Lo mismo ha sucedido con motivo del incendio ocurrido en Mijas (Málaga), cuya virulencia se podía apreciar en las imágenes, sin que la autoridad autonómica solicitara la intervención de la UME.

Disponer de una unidad militar con formación y capacidades eminentemente prácticas, puede ayudar a contrarrestar los efectos del cambio climático. Si a ello se dedica un mayor esfuerzo económico, tendremos mucho avanzado.

Si del esfuerzo presupuestario que supone llegar al 2% del PIB en materia de Defensa, incrementar las capacidades de la UME, como del conjunto de unidades militares, tanto en material como armamento, incluidas las logísticas, tendremos una base de futuro que nos permita acometer las consecuencias del cambio clim

Los expertos señalan que elementos como la profunda ola de calor que sufrimos estos días es consecuencia incipiente del cambio climático, y la virulencia de los incendios, una muestra de su peligrosidad. Veremos en su momento fuertes y espesas tormentas también nos dicen esos expertos. Y otras variables que nos dificultarán la vida cotidiana.

Si el compromiso adquirido por España en el seno de la OTAN supone incrementar nuestro gasto militar, hagámoslo, pero teniendo en cuenta que el cambio climático es un elemento que forma parte muy importante de la Estrategia Española de Defensa, y, además de otras acciones necesarias, reforcemos las capacidades de la UME.

Vale.

La empresa de la minera australiana viene en los últimos meses realizando una importante campaña de presencia en los medios de comunicación locales, en elementos sociales de repercusión, como el patrocinio del Cáceres CB, y con diversos “acuerdos” con empresas o asociaciones de empresarios, aunque por las propias imágenes que la empresa cuelga en las redes sociales no parecen que tengan mucho éxito. Eso sí, los directivos del Cáceres CB hacen palmas con las orejas… y con la pasta.

Esta casi frenética presencia social del CEO y sus mariachis parece otra cosa. Esta historia de repartir dinero y aparecerse en eventos para dar relumbrón a cualquier cosa es demasiado evidente en una ciudad donde nunca pasa nada. Eso sí, hemos plagiado a Berlanga con aquel slogan: siente a un CEO a su mesa. Pobriño.

Teniendo un poco de perspectiva, el fichaje de un ceo de Acciona venido a menos, con el encargo de mostrar una presencia social y mediática importante al menor precio, tiene mucho que ver. La empresa australiana sabe que se pueden quedar compuestos y sin mina.

¿No da la sensación de que el CEO se mueve contra reloj? ¿Cuánto tardará en dar un paso en falso? ¿Cuánto dura su contrato con Infinity Lithium o quien sea? ¿Hasta la aprobación de la mina? ¿Qué pasó con Cayetano Polo?

En realidad, parece cada vez más, una huida hacia adelante, mal calculada por los canguros, y peor ejecutada por el CEO despedido de Acciona.

Porque cuanto más corren hacia la mina de Valdeflores, más vemos que se aleja el litio. No el de Valdeflores, que mucho me temo que siempre quedará donde está. Más se aleja el litio como aquello que parecía siquiera un año: el “combustible” necesario para el coche eléctrico. En estos tiempos tan moderno no puede venir nade de fuera, como hizo Moret, para vendernos unas minas que terminaron teniendo fecha de caducidad. En estos tiempos todos tenemos la oportunidad de saber cómo funciona el mundo.

Y en el mundo ya es un hecho que cualquier información está disponible al momento. Y no me refiero a informaciones o desinformaciones, me refiero a las mismas entrañas de las empresas. Y si como parece, ya es absolutamente necesario tener antes de 2025 o más tardar, en 2030 una alternativa al litio, se pueden encontrar innovaciones que convertirían al objeto de deseo de los asutralianos en absolutamente inecesario.

La empresa Alsym, de Woburn, Massachussets, tiene desarrollado y en fase de producción de baterías libres de litio y cobalto. Es decir, que el litio ya es para los desarrolladores de nuevas fuentes de energía, un fósil que debe estar guardado donde ahora está: en las profundidades de la tierra.

Por supuesto, no son solamente los desarrolladores de Alsym quienes tiene capacidad de desarrollo, incluso, y esto es muy importante, la empresa china Envisión, que desarrollará la megafactoria de Navalmoral de la Mata, ya está trabajando en modelos de baterías no dependientes del litio, en una primera fase, sino que si el proceso de construcción de la factoría se acomoda a los nuevos desarrollos, no sería necesario el litio.

Mientras que el CEO se entretiene con algún sobrecito (no mucho, que las cotizaciones en la bolsa australiana no están para tirar cohetes) por aquí o por allá, y los cacereños nos encelamos con el no a la mina, bien podrá ocurrir que no sea necesario, porque no haya mina.

El horizonte del 2025-2030 para el auge masivo del coche eléctrico, paralelamente el funeral por el litio ya tiene doblando las campanas para anunciar el sepelio.

Y el CEO ya irá comprando un traje de respeto para el sepelio.

Vale.

Que dice el CEO de la fantasmal mina de litio, ahora dizque subterránea, no consumirá agua ni contaminará el Calerizo, porque cogerán el agua de la depuradora de residuales de Cáceres, para albergarla en un circuito cerrado.

Lo primero que se me ocurre con eso de que no tocarán el Calerizo es aquel chiste de “no le toqué ni un pelo”, pero lo derribó de un derechazo. ¿Y cómo podría ser ese circuito cerrado”.

Pues sería que desde la salida de aguas residuales tratadas en la depuradora, con una corta tubería de casi tres kilómetros, más o menos, el agua ascendería hasta Valdeflores, depurada, limpia, para su uso en la mina subterránea. De esa manera, evitarían tomar el agua del Calerizo, justo debajo de la mina, y, así, nuestro mar subterráneo no perdería ninguno de sus aliviaderos, como ocurrió con la mina de fosfatos de Aldea Moret, que anuló para siempre el de loa Caños de Santa Ana, que ya no se recuerda, siquiera, su ubicación.

¿Cómo subir el agua desde la depuradora a la mina? Podrían plantearse dos opciones: una, que crearía muchísimos puestos de trabajo con parados trasportándola en cubos; la otra, mediante una tubería de un diámetro adecuado, con una potente bomba de impulsión hasta Valdeflores. Esta segunda opción debería discurrir básicamente por terrenos privados, a cuyos propietarios debería la mina abonar su coste, y en el caso más desfavorable para estos, mediante la expropiación si la mina obtiene la declaración de utilidad pública.

Una vez el agua depurada (a costa del presupuesto de la ciudad de Cáceres, esto es, de los cacereños) y colocada en Valdeflores, se utilizaría para las labores propias de su se… función extractiva. Todo en un circuito cerrado. Pero ¿cerrado por dónde?

La puerta de entrada del agua para el uso extractivo del litio entraría en el circuito desde la salida del agua depurada, a una distancia prudente para evitar retornos por volumen de la misma. Una vez el agua haya alcanzado la mina, en Valdeflores, se utilizará conforme las necesidades de los trabajos subterráneos de la mina la vayan demandando. Es evidente que en el proyecto que se presente (que está por ver) para la variedad subterránea, la empresa acotará unos consumos y unos sobrantes en función de los cálculos que mejor el convengan porque su control será muy complicado, y cuyos costes de control público originarían unos gastos considerables. Es decir, no se puede establecer cuál será el volumen de agua depurada captada para el circuito cerrado y, por tanto, no será posible determinar, de modo constante (cada un número de días o de horas efectivamente trabajadas en la extracción) el volumen de agua.

Y, del mismo modo, si el proyecto (fantasma) de mina subterránea estableciera o estableciese un % de uso de agua para una finalidad, siempre de la actividad de la empresa, u otro % para otra, para otros usos.

Y esto es muy importante, porque del agua sobrante, una vez descontados los usos “más limpios”, tendríamos el agua utilizada en la extracción que volvería al circuito cerrado.

Si antes decíamos que la puerta de entrada del agua depurada al circuito cerrado estaría en la salida de la depuradora, más o menos, ahora veríamos qué volumen de agua regresa a ese circuito cerrado. Pero el circuito cerrado no tiene otra puerta de salida que no sea su vertido a la red de aguas residuales para su depuración posterior.

¿Cuánta agua del circuito cerrado volverá para ser depurada? ¿Está preparada la depuradora para recibir agua seguramente, y sin seguramente, contaminada por residuos de litio y otros materiales procedentes de la mina? ¿Cuánto costaría la adaptación de la EDAR de Cáceres para la limpieza de residuales recibidos directamente de la mina? ¿Si hay un vertido (veáse, por ejemplo, Aznalcóllar) quién es responsable?

Sobre estas últimas preguntas seguramente el CEO no dará respuesta alguna.

Vale.

Nos volvemos a despachar un día más con “información” sobre la pretendida mina de litio sobre el cielo de Cáceres, y esta vez con unas declaraciones a la agencia EFE del CEO de la empresa / grupo de presión en la que incide sobre algo que ya ha repetido varias veces, sin duda para llegar a aquello de una mentira mil veces repetida termina convirtiéndose en verdad, siempre que haya mil incautos que se la crean.

Vuelve el CEO a señalar que el proyecto de la mina a cielo abierto está descartado y enterrado y que el que será, dice él, una mina de explotación subterránea, ya tiene redactado su correspondiente proyecto.

Y por supuesto, consiguiendo titulares para solaz de quienes, mediante algunas triquiñuelas de asociaciones o similares de empresarios, ya han decidido buscar acomodo en las listas de los que se creen que recogerán pingües beneficios cuando el proyecto de su idolatrado CEO salga adelante.

Me parece muy bien que haya empresarios del tres al cuarto que ya hayan vendido a sus clientes para que sean aspirantes a sufrir todos los males (contaminación, ruido y otros males), creyendo que cuando haya mina, pero sus propios clientes vayan perdiendo la salud, tendrán el maná de ganancias prometidas. Perderán a sus clientes y no les llegará el maná, que serán todas para el CEO.

Ya sabemos que quien se asigna el calificativo de CEO es el mayor responsable del proyecto y el mayor beneficiario, el absoluto receptor de los beneficios. Ese sujeto que un día, cuando comenzó la actual ofensiva propagandística, que el proyecto de mina a cielo abierto estaba enterrado, dejó entrever que la empresa retiraría el recurso judicial entablado en los tribunales de Cáceres para que no fuera obstáculo en la aprobación de la mina subterránea, ahora se destapa, como buen tramposo, con el cambio de baraja.

El CEO ahora ha sacado una segunda baraja para jugar las cartas, unas por debajo, otras por encima, de manera que sabe que no puede retirar el contencioso hasta que el proyecto de mina subterránea lo tenga aprobado, siempre que lo tengan redactado. Simplemente, está haciendo trampas mostrando sus barajas a la vista. Pero no a la vista de quienes ya sabíamos que no lo retirará, sino a la de quienes, pardillos, han metido sus fichas jugando al descubierto. Porque el CEO sabe que en modo alguno puede quedar descubierto.

Es más, y lo dice claramente en las “informaciones” que aparecen hoy: si la Justicia da la razón a su empresa en el contencioso, el proyecto de mina a cielo abierto resucitará, reaparecerá como por ensalmo. Por eso relata las bondades del proyecto de mina subterránea, porque es un señuelo para conseguir adhesiones inquebrantables, de las que quien las exprese sean la tela de araña que los paralice, porque ninguno querrá ser señalado como pardillo a la espera del maná de litio.

Con su litio se lo coman.

Vale.

Ha ocurrido en Cataluña. La Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma ha declarado como Bien de Interés Cultural un mural de 123 x 271 cm, pintado por Keith Haring en 1989, en la calle Atenes, nº 27.

Acid, Keit Hering. Atenes, 27. Barcelona, 1989.

El artista norteamericano Keith Hering llegó a Barcelona, procedente de Madrid, donde se hallaba visitando ARCO, y a propuesta de Montserrat, accedió a pintar un mural con la condición de que el lugar lo eligiría él. Y eligió la plaza Salvador Seguí, en pleno barrio chino, en el Raval.

Pero esa pintura no es la que ha sido señalada como B.I.C., seguramente porque dejaría de estar en la pared al poco tiempo. La elegida ha sido una denominada Acid, en el Ars Estudio, que se conserva y que al ser catalogada impedirá su destrucción si la propiedad del inmueble hiciera modificaciones en el mismo.

La importancia de esta inclusión en el catálogo de Bienes de Interés Cultural catalán radica en que, en realidad, la obra es un grafiti de un ya reconocido artista como Keith Hering, que murió un año después de su estancia en la capital catalana, víctima del sida.

El street art que practicó Hering es una modalidad artística que, con múltiples variantes, sigue en la actualidad existiendo. Incluso en la ciudad de Cáceres.

No puede decirse que en Cáceres tengamos muchas muestras de street art, y mucho menos que las mejores muestras de grafitis puedan encuadrarse en el arte callejero. Más bien al contrario. Lo que pudiera ser arte callejero está cerrado en edificios arruinados, en almacenes perdidas de la vista ciudadana.

El reciente incendio en lo que fueron las instalaciones de CAMPS hasta mediados los años 80 del siglo pasado, sin duda han terminado de arruinar lo que quedaba de las naves que encerraban muestras de grafitis de gran calidad. Que ahora en Cataluña se premie dándole el mayor nivel de bien cultural a un grafiti, no hace sino señalar que este tipo de práctica artística está bien implantada y forma parte de las enseñanzas y prácticas artísticas. Bien es cierto que el autor del mismo es un artista de reconocido prestigio, pero que cimentó ese prestigio a base de practicas en las calles neoyorquinas.

En nuestra ciudad, el exterior del cerramiento del IES García Tellez es, puramente, street art, por cuanto dota de buenas obras al tramo de la calle La Roche sur Yon. Pero es la excepción.

Contamos con espacios, si visión al exterior, y mucho menos al interior donde se acumulan pinturas que, a medida que “la piqueta” avanza, desaparecen y cada vez los espacios que los artistas callejeros encuentran uno, suele ser más pequeño. Las sucesivas convocatorias de los llamados “muros críticos” por parte de la Diputación provincial vienen dotando a los pueblos cacereños de murales que, por su propia definición institucional dejan de ser espontáneos para convertirse en muros acríticos, institucionales, perdiendo así el valor de ese punto de transgresión que el arte callejero conlleva.

La primera imagen de este post se corresponde con la obra de Hering que ha sido incorporada al catálogo de bienes culturales de Cataluña, y el resto, a uno de esos espacios que existen en Cáceres, en cuyo interior se guardan obras de interés, en paredes sucias, casi derruidas.

Vale.

Ahora que la empresa como se llame quiere colarnos la mina haciéndola, dicen, subterránea, porque han comprendido que la que de verdad les pone, la de cielo abierto, no la sacarían adelante ni de coña por más CEOs rebotados de empresas de verdad contraten, conviene recordar que en Cáceres ya tuvimos una mina subterránea.

Una mina que dejó como recuerdos varios pozos, muy peligrosos, cuyo cuidado para evitar accidentes tuvo que asumir el Ayuntamiento.

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Una mina que dejó muchos trabajadores enfermos por algo que se llama silicosis.

Una mina que dejó un modesto barrio de viviendas, que ahora, para no olvidar nuestro pasado, le tocará al Ayuntamiento mantener para el recuerdo.

Una mina que hizo más millonario a su dueño, Segismundo Moret, de lo que era cuando llegó a nuestra ciudad.

Una mina que dejó entre los recuerdos conocidos, junto a las modestas viviendas de los trabajadores, los restos de las oficinas, algún laboratorio, etc. Ah, y el club y sus instalaciones, para uso del personal de la empresa. Del personal de altos empleos, por supuesto.

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Pero, además, aquella mina subterránea puede volver a recordarnos algo si la Mina-como-se-llame-ahora, algo que entonces fue grave, pero que ahora puede llegar a ser catastrófico.

Dice el CEO que, como esos ejecutivos de Hollywood que los contratan para sacar adelante a empresas como sea, la mina subterránea no requerirá grandes aportes de agua, que, tal como está planteada, solamente podría ser de El Calerizo. Más o menos fue lo que le vendió Moret al Ayuntamiento, y que sacaría el agua de un solo pozo, dejando los demás libres.

Bien, los puestos de trabajo que Moret se convirtieron en enfermos por silicosis, y el agua que hizo falta para la mina acabó con uno de los aliviaderos de El Calerizo, uno de los aliviaderos que nunca han vuelto a regenerarse, porque el volumen extraído, sin control real, fue muy importante.

De aquel destrozo, de aquel expolio de agua para la mina subterránea, los aliviaderos del Calerizo pasaron de cuatro a tres: El Marco, El Sapillo y El Arropez o la Lebosilla. Del aliviadero de Los Caños de Santa Ana, nunca más se supo.

Vale.