Archivos para November 30, 1999

Elena Nevado (izq) y el Consejero Batalla por los alrededores de Castellana, 109
(Foto: Ayuntamiento de Cáceres)
Leyendo la carta que el antiguo protagonista de El Intermedio, Jorge Moragas, y ahora Director del Gabinete de Mariano Rajoy, dirigía a la Alcaldesa de Cáceres, la conclusión era sencilla: nada entre dos platos.
Hoy, la alcaldesa de Cáceres, y además senadora, se ha reunido con el Secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, acompañada por el consejero de Administración Pública de la Junta de Extremadura, uno del equipo de los mejores, según Monago.
La reunión, era incluida en la agenda de prensa para el día de hoy en el apartado de la Junta de Extremadura del siguiente modo: 17,00 horas: en Madrid, el consejero de Administración Pública, Pedro Tomás Nevado-Batalla, acompaña a la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, a la reunión que mantendrá con el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles Salaverría, sobre la situación del Cefot, en el Ministerio de Defensa.
También, en la misma agenda, dentro del apartado de previsiones del Ayuntamiento de Cáceres, la misma reunión se incluía así: 17,00 horas: en Madrid, la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, acompañada del consejero de Administración Pública, Pedro Nevado, se reúne con el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, para reivindicar el mantenimiento del Cefot, en el Ministerio de Defensa.
La Alcaldesa iba a reivindicar el mantenimiento del Cefot. Si la carta de Moragas era nada entre dos platos http://cercadelasretamas.blogspot.com.es/2012/05/nada-entre-dos-platos.htmlla información que ha trascendido de la reunión con el número 2 del Ministerio de Defensa es el postre de un plato que hará que el Cefot muera por la inanición y el abandono.
Ante la firme y potente reivindicación planteada por la brava alcasenadora ante el SEDEF, Pedro Argüelles no ha tenido más remedio que claudicar y, por eso, según interpreta el propio Ayuntamiento, la propia alcaldesa, se ha rendido asumiendo esta dfinitiva posición: En la reunión, el secretario de Estado ha transmitido a Nevado que todavía «no hay ninguna decisión tomada» sobre el futuro de la instalación cacereña, a la vez que ha indicado que sí conoce de la inquietud que se está mostrando desde la ciudad extremeña, informa el Ayuntamiento de Cáceres en nota de prensa.
Que la reunión se plantee y publicite como una acción reivindicativa y todo se reduzca a que “todo sigue igual”, a que el cierre del Cefot es inevitable (para los dirigentes extremeños del PP) demuestra la escasa, la nula capacidad política de Elena Nevado, y la escasa, nula capacidad política del “consejo de los mejores” nombrado por Monago, cuyo silencio es cómplice, cooperador necesario en la desaparición del Cefot.
Si la nada entre dos platos era la carta, fatua, pero esclarecedora, de Moragas, el comunicado de prensa del Ayuntamiento presidido por Elena Nevado, y la fotografía que lo acompaña, que parece hecha por uno que pasaba por allí con una cámara de las que regalan con los paquetes de detergente, es el postre de la más absoluta nadería, de los fuegos artificiales más cutres de la histroria de las fiestas de pueblo.
Si de verdad Elena Nevado quiere dejar de que los ciudadanos se tomen a cachondeo su aparición detrás de pancartas, no comenten su nadería más absoluta, debería hacer pública la carta que el 12 de marzo de 2012 dirigió al Presidente del Gobierno. Carta que remitió después de reunirse con la Subsecretaria de Defensa, Irene Alcahud, en la que ésta le comunicó la previsión de cierre del Cefot. Para todo lo demás, ya tenemos las clase de idiomas del mudo Monago, o los desmentidos de cacerías en África del diputado Carlos Floriano.
Vale.

En la legislatura 2000-2004, el gobierno de Aznar, con mayoría absoluta y con Trillo al frente de Defensa, decidió que la formación de la tropa profesional se llevara a las Academias. Para ello, fue preciso invertir buenas sumas de dinero en Toledo, Segovia y Valladolid. Al mismo tiempo que se hacían las inversiones, el Ejército debía programar esa decisión política, no en vano nuestra Constitución determina que la dirección de la política de Defensa le corresponde al Gobierno.

Esta decisión del infausto Trillo ponía en riesgo de desaparición al Centro de Instrucción y Movilización nº 1 de Cáceres. La ciudad, en parte, se movilizó en contra de la decisión política, con la apatía del gobierno municipal, del Partido Popular, encabezado por José María Saponi, que en los tres años que transcurrieron entre marzo de 2001, cuando el entonces JEME, Pardo de Santayana, anunció el cierre, y 2004, cuando el PP perdió las elecciones, nunca, nunca se reunió con el minisTrillo, ni habló con él ni tomó ninguna iniciativa, más allá de una carta remitida en marzo de 2001. La respuesta que recibió, en el lenguaje propio de Defensa, era demoledora. Nunca el PP apoyó la Plataforma ciudadana que se creó y cuando accedió a colocar una pancarta en el balcón del Ayuntamiento lo hacía con la desgana propia de quien había bajado los brazos.

La siguiente legistlatura, 2004-2008, con los ministros Bono y Alonso, el gobierno socialista mantuvo la política de llevar la formación de la tropa profesional a las Academias, adoptando la decisión de sustituir el Centro de formación de Cáceres por una unidad de Ingenieros. Esta decisión se materializó en el RD 416/2006, que establecía un nuevo despliegue y que se establecía, para su ejecución por el Ejército, en un plazo de cuatro años, esto es, hasta finales de 2010. El RD determinaba que en Cáceres habría un Regimiento de Ingenieros. Ello conllevaba la desaparición del Centro de Instrucción.

La crisis económica, que comenzó a sentirse en los presupuestos de Defensa de manera muy clara en 2009, impidió cumplir el desarrollo del RD 416/2006, y entre los afectados, estaba el traslado a Cáceres del Regimiento de Ingenieros nº 1, de Burgos.

A partir de 2008, con la ministra Chacón al frente de Defensa, y Carmen Heras, del PSOE, al frente del Ayuntamiento de Cáceres, se realizaron múltiples gestiones, encuentros y contactos, que dieron lugar a dos decisiones: una, un protocolo de intenciones que en definitiva tenía la virtualidad de garantizar la presencia de guarnición militar en Cáceres (con los beneficios sociales y económicos que ello tiene para la ciudad), y, una segunda, que el Ministerio definía al Ejército de Tierra la prioridad de mantener esa guarnición.

Ahora, nada más iniciada la nueva legislatura del PP en el Gobierno, nos encontramos de nuevo con el cierre en ciernes sobre el Centro de Formación de Tropa nº 1, con una variante fundamental. Si en el año 2001 el cierre tenía su fundamento en una decisión de política de Defensa, competencia del Gobierno a desarrollar por el Ejército en un plazo de tiempo prudencial (prácticamente una legislatura completa), ahora la decisión no forma parte de la política de Defensa, sino de una decisión puramente económica, en la que el Gobierno establece para cada ministerio un montante económico a recortar, para cuadrar las cuentas.

No se trata de planificación ni económica ni políticas de Defensa. Son decisiones que, de modo tajante, determinan que el propio Ejército ha de tomar aquellas que permitan cumplir con el mandato gubernamental.

Y el Ejército plantea lo que ha denominado “suspensión temporal de actividades principales” (o algo parecido), pero que no determina si esa suspensión temporal será solamente para 2012 (es la “aportación” que corresponde a los militares para llegar al 5,3 del déficit) sino también para 2013 (cuando el déficit no podrá ser mayor del 3).

Cuando una fábrica textil se queda sin suministros de telas para las piezas a fabricar, plantea un ERE.

¿Qué hacer con un centro educativo que se queda sin alumnos? ¿Qué hacer con un centro educativo que, además de quedarse sin alumnos, se queda sin fondos para mantenimiento? ¿Qué hacer con los profesores, qué hacer con el personal de administración, con el de mantenimiento? En esta situación, de modo temporal, está el Centro de Formación Militar de Cáceres.

Todavía se está a la espera de que quienes “tienen mando en plaza política”, tales como el Presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, o como el número 3 o 4 de la dirección nacional del Partido Popular, en el Gobierno, Carlos Floriano, abran la boca. Y no basta para que digan que “están haciendo gestiones”, sino con los papeles timbrados que digan que el CEFOT no se verá afectado por los recortes más allá de los propios de ajustar sus presupuestos para mantenimiento, pero que en ningún caso se “suspenderán, ni temporalmente, sus actividades principales”.

Que el Jefe del Ejército determine una suspensión temporal de actividades demuestra que el Jefe de los militares, al menos, no se sentirá, a dos meses de su pase a la reserva, culpable de haber cerrado la Academia de Suboficiales, o los Centros de Formación de Tropa de Cáceres y de Canarias.

Ahora, con un ERE militar en la práctica, el futuro, a muy corto plazo, solamente tiene dos direcciones: que en octubre, con los presupuestos de 2013 se levante la suspensión, o que, también en octubre, con los presupuestos de 2013, el ERE temporal pase a ser definitivo.

Desgraciadamente, la opción más realista en este contexto, el ERE temporal tiene todas las papeletas de convertirse en definitivo. Y, seguramente, sin esperar a octubre. En mayo próximo, con los Recortes Generales del Estado ya aprobados y sustituida la cúpula militar.

Y ello, sobre todo, por la incapacidad y cobardía de los dirigentes locales y regionales del PP que no tienen ni ganas ni fuerzas para enfrentarse a un gobierno, el de la Nación, a su vez sumiso ante las exigencias económicas de quienes realmente nos gobiernan, nos mandan, Sarkozy y Merkel.

Vale.

ERE militar (I)

cercadelasretamas —  abril 5, 2012 — 2 comentarios

En estos días se viene hablando en diversa ciudades de cómo los Recortes, digo, Presupuestos Generales del Estado afectan a determinadas áreas del Ejército de Tierra (Academia de Suboficiales de Talarn, CEFOT 1 en Cáceres, Centro de Formación de Tropas de Canarias, Museo del Ejército…), donde, en todos los casos, se habla de cierres o suspensiones temporales de actividad.

Esto me recuerda, y mucho, a esas noticias de empresas del sector del automóvil que se ven obligadas a formalizar un Expediente de Regulación de Empleo, de carácter temporal, cuando les faltan suministros de piezas. Esos ERE,ss van encaminados a conservar el empleo de los trabajadores imprescindibles para el mantenimiento de las cadenas de producción, en tanto que el resto, al no poder producir, cesan temporalmente en la empresa.

Que en un cuartel, en una academia militar o en un lugar emblemático como el Museo del Ejército en Toledo se planteen “suspensiones temporales de actividad” da lugar a dos, cuando menos dos, tomas de posición. La primera, exterior, del entorno, que, sencillamente ve en esas situaciones de temporalidad, en esas simulaciones de ERE,s la antesala del cierre definitivo. La segunda, interior, que va de la hilaridad al pesimismo, de los empleados públicos afectados. Porque, vamos a ver, ¿cómo se suspende temporalmente la actividad principal de una Academia militar si el personal, todo el personal, sigue en sus puestos de trabajo sin piezas que mover?

La realidad, la realidad laboral es bien distinta. La suspensión temporal de actividades, que no afecta inicialmente (salvo que el destino final sea el cierre definitivo, algo muy posible) al personal “de plantilla”, compuesto por militares y civiles de la nómina del Ministerio de Defensa, afecta de lleno a todo el personal de las contratas de servicios (limpieza, catering, mantenimiento) que en algunos casos, como se está produciendo en Zaragoza, son directamente despedidos, o en otros ven reducidas drásticamente sus jornadas laborales (y, lógicamente, sus retribuciones) como antesala a los despidos definitivos.

En estos cuarteles, en estas dependencias del Ministerio de Defensa, además de los despidos de personal de las contratas, por suspensión o extinción de la actividad principal para que los contratos de mantenimiento, limpieza, etc. están en juego, también, los puestos de trabajo del personal laboral “de plantilla”, además de la continuidad en el destino del resto de funcionarios (militares y civiles).

La reforma salvaje laboral impuesta por la derecha en el Gobierno de la Nación para mejor satisfacer los deseos de la patronal, incluye una habilitación para las Administraciones Públicas, en determinados casos, puedan promover ERE,s o aplicar, en su conjunto, las medidas contenidas en las 64 páginas del BOE dedicadas al Real Decreto Ley de Reforma del Mercado de Trabajo. Los empleados laborales de la nómina del Ministerio de Defensa, en estos centros de trabajo, están sujetos al Estatuto de los Trabajadores y pueden ser objeto de medidas recogidas en la reforma laboral, desde movilidad obligatoria (o renuncia al puesto de trabajo) hasta extinción de contratos por la aplicación de Expedientes de Regulación de Empleo.

Todavía, en ninguno de los casos hasta ahora conocidos y citados al comienzo de este post, he visto que los sindicatos, ni los de clase ni los amarillos, hayan salido en defensa de los puestos de trabajo directos (cuantificables, determinados) que se verán afectados por la suspensión de la actividad principal en Academias militares, Centros de Formación de Tropa y otros.

Vale.

Si no fuera porque los lectores de los periódicos no tienen la culpa de lo que los redactores escriben y sus directores publican, en el asunto del futuro del Acuartelamiento estaríamos ante un episodio que, si tuvieran que examinarse los periodistas sobre lo que saben de lo que escriben, el suspenso sería aparatoso.

Es evidente que en mayo de 2004, el Ministro Bono y el Presidente Ibarra comprometieron una unidad de ingenieros (en hemerotecas, se hablaba de un total de unos 500 militares). Es evidente que en abril de 2006, el Gobierno aprobó un Real Decreto que determinaba que en Cáceres habría un Regimiento de Ingenieros y que no lo habría en Burgos, donde en aquellos momentos estaba el RING 1.

Es evidente que el 2 de diciembre de 2008 se firmó un protocolo general de intenciones entre Ministerio, Junta de Extremadura y Ayuntamiento.

Es evidente que el 26 de diciembre de 2008 se publicó una orden ministerial en la que en el despliegue operativo del Ejército de Tierra no figuraba un Regimiento de Ingenieros en Cáceres y volvía a parecer en Burgos.

Esto son evidencias que nadie puede negar. Y los ciudadanos, guiados por lo que publican los periódicos, asumen como dogmas. Pero los periódicos no dicen toda la verdad. O lo que es lo mismo: los periodistas no leen los documentos que citan.

Primero. El ministro Bono dijo que a Cáceres vendría una unidad de ingenieros EN SUSTITUCIÓN del CIMOV nº 1. O lo que es lo mismo: si aquello afirmado en mayo de 2004 se hubiera cumplido en septiembre, los militares destinados en el CIMOV nº 1 habrían tenido que irse de la ciudad. Por tanto, todos aquellos que tanto “quieren” al CIMOV nº 1 (ahora CEFOT nº 1) deberían dar las gracias porque la promesa política no se cumplió. Y los militares que estaban entonces destinados en dicha unidad y continúen en ella, deberían dar las gracias por no haber tenido que hacer las maletas.

Segundo. El RD 416/2006 no se refería solamente a que a Cáceres vendría un Regimiento de Ingenieros, sino que esa opción estaba dentro del despliegue operativo de la Fuerza, en el caso del Ejército de Tierra. O lo que es lo mismo, afectaba a TODO el Ejército de Tierra, que tenía, conforme al texto de la norma legal que los periodistas ignoran premeditadamente, un plazo de cuatro años para desarrollar el despliegue.

Tercero. El protocolo general de intenciones firmado en diciembre de 2008 no solamente recoge una referencia al RD 416/2006, sino que incluye el traslado de la Subdelegación de Defensa al Palacio de Las Cigüeñas y que el edificio de mando del Cuartel Infanta Isabel pasará, conforme a la valoración económica que se establezca, al Ayuntamiento. También establece dicho protocolo que la base de Santa Ana será ampliada en 280 hectáreas, para lo cual será preciso obtener recursos mediante la disponibilidad urbanística de una parte de dicha Base que no se utiliza (la margen izquierda de la N630).

Cuarto. La OM de diciembre de 2008 modifica el despliegue operativo de la Fuerza del Ejército de Tierra en base a las posibilidades económicas que habría en los presupuestos generales del Estado de 2009 y siguientes. De hecho, el mismo JEME que ha determinado que no vendrá a Cáceres un Regimiento de Ingenieros, estableció que en los años 2009 y siguientes no se movería ninguna unidad (caso del Regimiento de Ingenieros de Burgos a Cáceres, y otros previstos) si no se contaba con la suficiente financiación.

La situación actual, aunque les pese a periodistas indocumentados por apatía al no leer los documentos, es que está plenamente vigente un protocolo general de intenciones que afecta a la propia Base de Santa Ana, que no se cierra como quiso hacer el Partido Popular (la memoria es flaca y, en algunos casos, famélica) entre 2001 y 2004.

La situación actual, aunque les pese a concejales de derechas poco duchos en asuntos públicos, es que el Jefe del Ejército ha establecido en documento bastante, la Directiva de Reestructuración de Centros Docentes Militares, que el CIMOV nº 1 pase a denominarse CEFOT nº 1 y que, a partir de 1 de enero de 2011 toda la formación de tropa del Ejército de Tierra se haga en tres centros en territorio peninsular (Cáceres, San Fernando y Calatayud) y uno insular (Canarias).

La situación actual es que la vigencia del protocolo general de intenciones es plena en sus tres aspectos fundamentales: la ampliación de la Base de Santa Ana, el pase del Cuartel Infanta Isabel al Ayuntamiento de Cáceres y la disponibilidad de los terrenos sin unos de Santa Ana para obtener recursos.

En cuanto a las afirmaciones de la portavoz de la oposición, Elena Nevado, sobre los terrenos que serán recalificados para dar cumplimiento al protocolo, y las acusaciones de especulación, una sola cosa: cuando más ha especulado, a mansalva y con descaro, el Ministerio de Defensa con terrenos ha sido cuando ha gobernado el Partido Popular, y, especialmente, entre 2000 y 2004, con el ministro del Yak 42 al frente.

Y sobre otros aspectos del protocolo, recuerdo a la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cáceres que la fórmula por la que se obtendrá el Cuartel Infanta Isabel para la ciudad es la consecuencia de la dejación de obligaciones que hizo su partido con motivo de la venta por el Ministerio de la mayor parte de los terrenos. Dejación de obligaciones.

Vale.

El Ministerio de Defensa acaba de anunciar que el Día de las Fuerzas Armadas 2010 se celebrará en Extremadura, concretamente en Badajoz, como corresponde por la ubicación en el entorno de la capital pacense de dos bases muy importantes, la del General Menacho y la de Talavera la Real.

Hoy, la noticia ha sido cubierta por los dos medios de comunicación convencionales con una transcripción de la nota de prensa del Ministerio y unas declaraciones del Presidente de la Junta de Extremadura.

Es probable que en próximas fechas veamos algún reportaje, generalmente superficial, con lagunas importantes en cuanto a los conceptos utilizados y poco más. No es que los medios de comunicación extremeños no estén al mismo nivel que los de difusión nacional, sino que, desgraciadamente, y salvo escasas excepciones, los medios de comunicación españoles adolecen de formación y capacidad para tratar los asuntos relacionados con las Fuerzas Armadas en particular, y con la Defensa Nacional en general.

No obstante, y dado que hasta la celebración de los actos que se programen es seguro que subiré alguna entrada más en este blog, sí señalaré que uno de los actos será la Exposición que sobre las misiones internacionales desarrolladas por España en los últimos veinte años, en las que han participado militares extremeños y unidades ubicadas en Extremadura, muchas de ellas muy importantes, y en las que nuestros paisanos han trabajado, y trabajan, por ejemplo, ahora en Líbano, con gran eficacia.

Y una pista: la imagen de entrada de la Exposición, colgada en internet, se corresponde con un cacereño, destinado en Badajoz, cuando participaba en una misión que resultó un gran éxito y que todavía en el país donde se llevó a cabo se recuerda con la Plaza de España.

Esa imagen, la de ese soldado extremeño cumpliendo una misión de la ONU en Mostar fue parte del cartel de la exposición que sobre el Día de las Fuerzas Armadas 2009 se mostró en el Palacio de Las Cigüeñas, de Cáceres, hoy prácticamente cerrado.

Vale.

El pasado 29 de diciembre, el Ministerio de Defensa emitió una nota de prensa tras la reunión de Carme Chacón con la cúpula militar en la que se puede leer: “entre los temas tratados se encuentra la evolución de las plantillas a lo largo del año que termina, en el que se ha alcanzado la cifra de 86.000 efectivos profesionales de tropa y marinería.”
Algún medio de comunicación, p. ej. El País, se refería en este tema a que los dos factores fundamentales de haber alcanzado la cifra de 86.000 efectivos se debía a la situación económica y a la mejora en los sueldos. Este volumen de efectivos se planteó en 2006 que podría alcanzarse en 9 años.
La consecuencia inmediata será que la oferta de empleo público en lo que respecta a tropa y marinería, para 2010, será que disminuirá considerablemente respecto a 2009, y se circunscribirá a la reposición de bajas, bien por aquellos que no desean renovar el compromiso o aquellos que los Ejércitos no considere que deben ser renovados. Para la incidencia sobre el empleo en general, no creo que se fije una tasa de reposición superior al 15%, alrededor de 13.000, a distribuir entre Ejército, Armada y Aire, y en 11 ciclos de incorporación. Linealmente, se convocarían 1.200 plazas por ciclo.
Para los intereses de Cáceres, donde la existencia de un centro de formación, el CIMOV nº 1, es una fuente económica de primer orden, la disminución de los efectivos a formar para su incorporación tendría efectos negativos inmediatos, ya que cada una de las Academias Militares tiene su propio centro de formación y parecen suficientes para asumir las necesidades que se derivarán de haber alcanzado el techo de 86.000, número marcado en los presupuestos generales del Estado.
Tendría, no tendrá, ya que si bien no han podido aún cumplirse las previsiones recogidas en el R.D 416/2006, las gestiones realizadas a lo largo de 2008 por la alcaldesa Carmen Heras dieron lugar a la firma de un Protocolo General de intenciones, con participación del Ministerio, la Junta de Extremadura y el propio Ayuntamiento, a finales de 2008, y cuya vigencia de un año para firmar un Convenio que amplíe los terrenos del actual Campamento de Santa Ana ha sido prorrogada. Ese protocolo garantiza la continuidad del uso militar de Santa Ana, que, ampliado, deberá ser el Ejército de Tierra el que determine qué unidad militar será la que se instale. Y mientras tanto, el CIMOV nº 1 continuará ejerciendo sus funciones, aunque sean disminuidas.
Vale.
El 20 de octubre de 2000, la Gerencia de Infraestructura y Equipamiento de la Defensa, anunció la pública subasta de 72.682,79 metros cuadrados pertenecientes al Cuartel Infanta Isabel, en Cáceres. Dicha superficie, según el anuncio oficial publicado en el BOE, había sido desafectada y declarada su alienabilidad por el Ministerio de Defensa, dirigido ya por Federico Trillo.

Los terrenos del Cuartel Infanta Isabel, según puede leerse en los periódicos de 1919, fueron comprados, en su mayor parte, por el Ayuntamiento de la ciudad, para que, unidos a una finca municipal, fueran cedidos gratuitamente al Ejército, para construir un Cuartel. Posteriormente, a finales de los años 40, se realizó otra cesión gratuita, de menor superficie, para unirla a los terrenos originales de 1919.
Dado que la cesión de los terrenos se había producido gratuitamente por el municipio, con sacrificio económico de las arcas locales, cabría haber planteado, posiblemente, con motivo de la subasta pública anunciada por el Ministerio dirigido por Trillo, alguna reivindicación de derechos, relativos a una reversión total o parcial, o participación en los recursos obtenidos en la subasta.
Sin embargo, no se produjo ninguna manifestación pública del entonces alcalde de la ciudad sobre la posibilidad de recuperar al menos parte de los costes que en su día hubo de desembolsar el ayuntamiento, ninguna manifestación pública ni ninguna acción administrativa encaminada a que por los servicios técnicos y jurídicos municipales se elaboraran informes que pudieran avalar la existencia de derechos sobre los terrenos a enajenar.
Con el paso del tiempo, algunos funcionarios de alto nivel del ayuntamiento confirman que plantearon directamente al Alcalde Saponi que debería reclamarse el derecho de reversión sobre los terrenos que el Ministerio de Defensa sacaba a la venta en subasta, por una cuantía de 520 millones de pesetas. La respuesta de Saponi era sencilla: «hay que llevarse bien con el Ejército». Confundía, sin duda por ignorancia, Ejército con Ministerio. Y esa ignorancia, en octubre de 2000 se tradujo, solamente cuatro meses después, en marzo de 2001, en el anuncio del Jefe del Estado Mayor del Ejército, de que el Centro de Instrucción del campamento de Santa Ana tenía los días contados. «Hay que llevarse bien con el Ejército», tan bien que el Ministerio de Defensa, ante una actitud tan sumisa como la mostrada por el Alcalde Saponi puso el cartel de próximo cierre al Campamento de Santa Ana. El que no se haya cerrado no es mérito posterior de Saponi, como falsamente le atribuyen sus acólitos y él se pavonea en alardear: cuando lo hace, miente descaradamente.
Lo que hizo Saponi en octubre de 2000, al no reclamar el derecho de reversión, total o parcial, sobre los terrenos del Cuartel Infanta Isabel que el gobierno de su propio partido, fue, como alcalde, una clara y contundente, dejación de obligaciones con perjuicio para las arcas municipales. Y como militante del partido de la derecha, una sumisión propia del vasallaje medieval, sumisión impropia de quien, cuando iba a las asociaciones de vecinos, sacaba pecho y valentía y cuando se trataba de reclamar en Madrid (recuérdese la Ronda Este), era un sumiso cachorrito.
Vale.

La prensa madrileña recoge hoy que se producirán nuevos cambios en los escalones intermedios del Ministerio de Defensa, en sus direcciones generales. En concreto, el actual Director general de Infraestructura, Jaime Jesús Denis Zambrana, pasará a ser nuevo máximo responsable del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial “Esteban Terradas” (www.inta.es), uno de los centros de investigación de mayor nivel de nuestro país.
Para sustituirle, la ministra Carme Chacón ha elegido, según parece, a una asesora suya cuando fue titular de Vivienda, Mónica Melle Hernández, que formó parte de la lista del PSOE por Madrid en las pasadas elecciones generales de 2008. Mónica Melle es profesora en el área económica en la Universidad Complutense de Madrid.
Este cambio, apostando por una persona directamente vinculada al Partido en el gobierno para un área de gran importancia en el ámbito de la Administración militar puede explicarse si tenemos en cuenta que uno de los objetivos de la Directiva de Defensa Nacional firmada por el Presidente Zapatero es la consecución de un marco financiero estable para un área del Estado, en el sentido más puro y tradicional del concepto de Estado, por lo que poner a una economista al frente de la dirección general que ahora coordina la obtención de recursos económicos con los que hacer frente no sólo a nuevas infraestructuras sino, en la actual situación económica, a prioridades como la seguridad de las misiones internacionales y a culminar procesos de transformación en curso.
El marcado perfil de militancia socialista de la que posiblemente el viernes 8 de mayo de 2009 sea nombrada Directoral General de Infraestructura debería contribuir también a desbloquear algunas cuestiones, como el desarrollo del Protocolo firmado el 2 de diciembre de 2008, por la Ministra de Defensa con el Presidente de la Junta de Extremadura y la Alcaldesa de Cáceres, incluso en una situación económica adversa y con una previsión en el ámbito de Defensa algo compleja. Pero con una significada militante socialista en la Dirección general, sería, debería ser, más fácil plantear soluciones a lo firmado solemnemente en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres.
Vale.
A partir de este año, el Boletín Oficial del Estado solamente se publica en internet. Ya en años anteriores, boletines de diversos organismos públicos habían optado por eliminar la publicación en papel. Este avance tecnológico, saludado por los medios de comunicación, especialmente por los que se publican en papel, sin duda por la campaña de publicidad llevada a cabo por el gobierno para darlo a conocer, habría merecido mejor valoración si no fuera… si no fuera porque, por lo general, los medios de comunicación no suelen «leer» las publicaciones oficiales.
Es cierto que los boletines oficiales prácticamente no los leen más que los funcionarios (y cada uno, lo de lo suyo) y algún que otro pirado. El Tribunal Constitucional tiene sentenciado que los edictos que publican los organismos públicos en esos boletines no son bastante para, por ejemplo, iniciar procedimientos ejecutivos, porque está constatada la nula atención que el común de los ciudadanos les prestan.
Sin embargo, sí es preciso señalar que determinados colectivos deberían tener entre sus obligaciones leer esos boletines. Por ejemplo, periodistas y políticos en la oposición. Recientemente, en Cáceres se ha dado un caso que ejemplifica esta situación. El 26 de diciembre de 2008 el Ministerio de Defensa publicó en el BOE una modificación del despliegue de la fuerza del Ejército de Tierra, que suspendía la previsión de ubicar en esta ciudad un Regimiento de Ingenieros. Hasta el día 9 de enero de 2009 no se publicó la primera información (www.elperiodicoextremadura.com). Y, posteriormente, el partido popular presentó una moción al pleno municipal en la que acusaba al gobierno municipal de no dar publicidad de las decisiones políticas y que si no hubiera sido por los medios de comunicación y por los propios concejales de la derecha, la cuestión nunca se habría conocido.
Lo cierto, lo verdaderamente cierto es que el Ministerio de Defensa dio publicidad donde tiene que darla, en el BOE, a su decisión. Y lo cierto, lo verdaderamente cierto, es que ni los medios de comunicación ni los concejales del PP leen el BOE (creo, en realidad, que es algo peor: que no saben leer las disposiciones legales).
En los periódicos se hacen referencias a lo que se publica en los boletines oficiales solamente cuando desde el organismo correspondiente envía, expresamente, un comunicado informando de la publicación.
Pero los cargos públicos deberían, por obligación, leer los boletines. Y los partidos deberían incluir en sus programas de formación acciones para que los concejales aprendan a leerlos.
En el caso de Cáceres, no obstante, con los concejales que tiene el Partido Popular en el Ayuntamiento, intentar que lean diariamente los boletines es tiempo perdido. Y que el propio partido les enseñe, más perdido aún.
Vale.