Archivos para Sahara

El pasado 12 de mayo, el BOE publicó el Real Decreto 325/2021, referido a ayudas a los soldados de reemplazo españoles que participaron en la llamada guerra de Marruecos o más propiamente, Guerra de IFNI (https://boe.es/boe/dias/2021/05/12/pdfs/BOE-A-2021-7841.pdf).

El Ministerio de Defensa del actual gobierno de la coalición liderada por el PSOE trata así de reparar, más de 60 años después, las pesadillas y la crueldad de una guerra a la que fueron enviados soldados de reemplazo, soldados de las levas del Servicio Militar Obligatorio.

Es curioso que el MINISDEF haya recurrido a la inscripción de aquellos que fueron enviados forzosamente a la guerra, cuando debería ser el propio ministerio el que tuviera disponibles los listados de quienes fueron enviados al desierto. Pero…

Esta guerra, de la que nadie habla (y menos desde las tribunas de los partidos fascistas que campan a sus anchas en las calles provocando disturbios o manifestándose violentamente contra miembros del gobierno), esta guerra desconocida por sujetos tan despreciables como Santiago Abascal o Pablo Casado, que un día sí y otro también utilizan las tribunas parlamentarias del Congreso y el Senado para llamar indigno al Gobierno de España, esta guerra no existió, ni existe.

Si nos fiamos de la Wikipedia, en ella participaron 9.000 soldados españoles y 5.000 franceses frente a unos 20.000 marroquíes. ¿Desconoce el Ministerio de Defensa español el número exacto y real de los soldados españoles que combatieron contra “los moros”? No, no lo desconoce, pero no puede utilizar sus archivos para ofrecer a los 9.000 soldados forzosos las ayudas que ahora se publicitan.

Y no puede (o no quiere) reconocer con sus propios archivos a esos soldados porque toda la documentación de esta guerra está velada por la Ley de Secretos Oficiales de 1968, y su modificación de 1978. Levántese el velo de los secretos oficiales, y así podremos honrar a nuestros compatriotas. Siguiendo la Wikipedia, en esos combates murieron: 200 españoles en la invasión inicial, 128 resultaron heridos y unos 100 desaparecidos; en la Batalla de Edchera, 37 muertos y 50 heridos y en la ¿Reconquista del Sahara Español? 55 españoles muertos, 74 resultaron heridos y uno desaparecido.

Oficialmente, la guerra fue ganada por España con la intervención de Francia, frente a Marruecos. Sin embargo, la evolución de la distribución de las tierras objeto de la guerra fue una victoria real marroquí, como se aprecia en los mapas.

Levántese el tapiz de los secretos oficiales, dispóngase de toda la documentación de esa guerra y no solo conoceremos el coste en vidas de compatriotas, el coste en heridos, el coste en desaparecidos, sino, seguramente, que la guerra supuso un triunfo para quienes explotaban recursos marroquíes, que los siguieron administrando después (¿alguien no ha oído hablar de los superfosfatos del Sahara?). Si fue tal el triunfo, cómo es posible que el Ejército vencedor sea el que cubre con el velo de los secretos oficiales, y no quiera que conozcamos la vergüenza de cómo fue la salida de España de los territorios del Sahara y por qué se producen episodios como las periódicas “crisis migratorias”.

1956
1958

Y siguiendo la Wikipedia, un detallito nada más: las fuerzas marroquíes las mandaba, durante la invasión inicial Ben Hammu, siendo desconocidos los comandantes marroquíes al frente de sus tropas. Un dato que nos lleva a otra entrada de la Wikipedia, a la referida al sanguinario jefe de la guardia mora de Franco, y nombrado por este capitán general de Galicia, en cuyo palacio de capitanía de Atocha mandó construir una mezquita, y después capitán general de Canarias: Mohamed ben Mizzian. Para conocer algo de este sujeto (y entender cómo Franco le dejó a sus anchas, pues compartían el mismo sanguinario virus del poder) reproducimos una parte de la entrada que la enciclopedia le dedica:

Mizzian en 1924

En 1956, al obtener Marruecos la independencia, el rey Mohammed V le pidió que se encargara de la organización del nuevo ejército marroquí, por lo que solicitó su baja en el ejército español, siéndole ésta concedida con fecha 22 de marzo de 1957.

En Marruecos ocupó primero el puesto de inspector de las Fuerzas Armadas Reales y en 1957-58, junto con el futuro rey Hassan II, protagonizó la despiadada represión de la sublevación del Rif, cuyos habitantes rebeldes fueron bombardeados con napalm.

En 1964 fue nombrado ministro de Defensa y el 22 de febrero de 1966, Hassan II lo envió como embajador de Marruecos a Madrid, según se dijo, en «un gesto de buena voluntad de acercamiento a España». En 1970 volvió a formar parte del gobierno como ministro de Estado y el 17 de noviembre de ese año fue ascendido a mariscal, convirtiéndose en el militar de más alta graduación del ejército marroquí.

En su larga trayectoria militar obtuvo múltiples condecoraciones, tales como la Medalla Militar individual, la Cruz Laureada de San Fernando colectiva, once cruces rojas al mérito militar, dos medallas de sufrimientos por la patria y la Gran Cruz del Mérito Militar, entre otras.

Casado en 1925 con Fidela Amor, tuvo siete hijos, seis niñas y un varón, Mustafá que estudió en la Academia de Artillería de Segovia y que murió en un accidente. Dos de sus seis hijas se casaron con militares. El marido de una de ellas fue ejecutado en 1971 por encabezar un intento de atentado contra Hassan II. La otra se casó en secreto con un militar español, sobrino del que fuera ministro de Asuntos Exteriores Alberto Martín-Artajo. Esta boda provocó las iras de Mizzian, musulmán convencido, ya que para llevarla a cabo la hija había de convertirse a la fe católica. Para impedirlo planeó secuestrar a su hija, que se hallaba refugiada en Valladolid. Con tal fin, convenció a la pareja para que viajara a Tetuán y reconciliarse. No obstante, en el mismo aeropuerto un oficial, siguiendo instrucciones suyas, retuvo a la hija y expulsó al marido. Este incidente provocó hondo malestar en la oficialidad española, pero Franco hizo oídos sordos a la protesta y al escrito que le dirigió el marido. En cambio sí intervino para impedir que prosperara la propuesta, formulada por el Consejo Supremo del Ejército, de que le fuese retirada la paga española que Mizzian aún percibía tras pasar a las órdenes de Mohamed V.

Vale.