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San Marcos

cercadelasretamas —  noviembre 25, 2021 — Deja un comentario

Ya cuando el Ayuntamiento de Cáceres proyectó la salvajada de mutilar el Puente de San Francisco pensé, y en algunos muy reducidos foros (entonces las redes sociales no funcionan como ahora), que la ampliación de la ronda de Miralrío además de no resolver la cuestión de un tráfico intenso que era el leit motiv de la mutilación del puente y la ampliación, mínima por la orografia y la existencia de muchas viviendas, de la calle, podría acarrear encontrarse con elementos arqueológicos que se verían afectados.

En la memoria personal y en las noticias que me habían llegado por conocidos y familiares, sin soporte académico, parecía bastante evidente que la Vía de la Plata bordeaba la colina que ahora es el núcleo de la ciudad amurallada y que el único espacio posible para ello resultaba en el punto más bajo de esa colina y el borde de la Ribera del Marco.

Igualmente, saber que en esa zona hubo una ermita dedicada a San Marcos, y que había sido sustituida en el culto por la de San Marquino, en el cerro de subida a la Montaña, señalaba ese punto concreto conflictivo en cuanto a hallazgos arqueológicos.

Por otra parte, la existencia de una muralla romana (v. gr. Arco del Cristo) previa a la almohade, daba a los asentamientos romano y árabe un carácter defensivo.

La conformación de la muralla con los elementos más defensivos adelantados sobre los paños de muralla, algo que en el Baluarte de los Pozos se aprecia claramente, de manera que los elementos que forman el baluarte tienen una clara vocación de seguridad y defensa.

La aparición de una cisterna que se ha recuperado, no ha sido suficientemente estudiada ni se han seguido las notas más previsibles, tanto de esa llamada cisterna (prefiero considerada una poterna) como de su situación tan cerca de la Ribera.

Una fortaleza defensiva resultaba ineficaz si no disponía de agua, y solamente basta con ver, por ejemplo, la Alcazaba pacense que vierte en pendiente sobre el Guadiana, y Cáceres no contaba con más río que la Ribera desde la que surtirse de agua.

Hasta casi la segunda mitad del siglo existieron los restos de la ermita de San Marcos, que estaba construida sobre un sacelo romano, como señala Sanguino Michel en sus notas referentes a Cáceres, un sacelo circular, distinto de otros que se conservan, como los del Puente de Alcántara.

El sacelo romano que sirvió de cobijo a la ermita de San Marcos no fue el único del que se tiene noticia en Cáceres. La ermita del Humilladero, junto al puente de San Francisco tenía su origen en otro sacelo romano.

La línea que podría unir la cisterna (o poterna) con el sacelo, tendría como continuación la Ribera y ser el elemento de la muralla que permitiría a los habitantes de la villa amurallada disponer de agua, tan cerca, agua de buena calidad y en suficiente abundancia como para aguantar largos asedios. Las construcciones romanas de potente fábrica, podrían ser suficientes. La fábrica que se conoce de la poterna (o cisterna) resulta responder a ese sentido. Además, lo que se conoce por algunas fotografías de principios del siglo XX, de la descripción que hace Vicente Paredes en su creencia de que la calzada romana pasaba precisamente por ese punto, el sacelo /luego ermita/ se asentaba sobre una roca, que le daría fortaleza y capacidad defensiva para permitir la elevación de agua de la ribera hacia la cisterna y desde ahí, disponer de ella en la ciudadela.

Hubiera sido deseable, en su momento, ampliar con una excavación o sondeo, saber si, como parecería plausible, que San Marcos habría sido antes de la llegada del cristianismo a Cáceres, el punto de entrada del agua a la ciudadela romana.

Vale.

De las cuatro opciones recogidas por el propio Castel como las posibles soluciones para el abastecimiento de aguas á Cáceres, la referida a las fuentes de Castaño, Muesas, Valhondo y otras menos importantes agregables a la conducción, es la preferida del investigador. Se corresponde, además, con la opinión de Eduardo Hernández Pacheco, que ensalza en su desaparecido Informe de la Cuenca geológica de Cáceres el trabajo que, 30 años antes que él, había desarrollado Joaquín Castel, incidiendo Hernández Pacheco en las apreciaciones sobre el valle de Valdeflores.

Ahora, cuando se pretende destruir el paraje con una explotación minera salvaje a cielo abierto, los trabajos de Joaquín Castel y, posteriormente, los de Hernández Pacheco, constituyen, por sí mismos, elementos científicos que, junto con recientes estudios sobre la cuenca geológica, desmontan las “bondades” que la empresa minera del litio quiere vendernos con “estudios” hechos para su conveniencia, obviando el valor de la zona.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 6 obliga a las administraciones a llevarlo a la práctica, y al Ayuntamiento de Cáceres, además de la Confederación Hidrográfica del Tajo (Administración general del Estado) y a la Junta de Extremadura. Las AAPP están concernidas en el afloramiento, catálogo y análisis de todas las fuentes de obtención de agua, tanto para consumo humano (potable) como para todos los usos que sean necesarios para el mejor desenvolvimiento de la vida, y más en una ciudad que carece de río.

La ayuda para estas entradas que nos presta www.caceresaldetalle.blogspot.com es esencial, y creemos que pueden ser útiles, muy útiles, para dar a conocer la verdadera dimensión de los tesoros hidrológicos de la ciudad de Cáceres.    

Aguas de las fuentes de Castaño, Muesas, Valhondo y todas las agregables den la parte norte de la Sierra de la Montaña.

De las nivelaciones mandadas practicar  por el Ayuntamiento de Cáceres en el trayecto de Muesas al Vadillo, se desprende que todas las fuentes importantes de la parte Norte de las sierras de la Montaña y Milano que pueden ser conducidas en un canalizo al Puente de Vadillo, á cuyo punto llegarían con unos dos metros de sobre-nivel, deducido ya el desnivel de corrientes y con este dato á la vista, bien puede comprobarse que ese sobre-nivel de dos metros puede aprovecharse para recibir el agua en un depósito capaz para las horas que la maquinaria elevadora no funcione.

De los aforos que también se practicaron en diversas épocas y con asistencia mía, de varias fuentes de las que debieran formar esta conducción, se desprende también que si bien las principales en la época mínima y sin las obras que implicaría su encauzamiento dan solo litro y medio por segundo, en cambio llegan á 5 y 6 litros en invierno y primavera. De esto se deduce claramente que, si con el exceso de invierno y primavera se procurase á final de Abril tener lleno en Peña Redonda un depósito de 15 ó 20.000 metros cúbicos de agua elevada, para suplir la deficiencia de los manantiales en los cuatro meses de sequía, depósito que ya está medio explanado, se podría contar con una corriente media de 3 litros por segundo ó sea los 20 litros por persona y día que el máximum legalmente exigible por un pueblo en aguas potables. Esta cantidad podría duplicarse transigiendo con la idea de guardar en dos pantanos en Muesas y Valhondo las invernales y torrenciales y en este caso la cantidad obtenible se acercaría ya en una sola conducción y distribución á la que es legalmente exigible de agua para todos usos.

Cáceres. Vista desde el Cerro de la Buitrera.

Sin embargo, aunque la mayoría de las poblaciones que están abastecidas de agua han tenido que acceder á los pantanos de reserva para los estiajes, aquí con alguna razón se ha protestado del uso de aguas estancadas al aire libre, y hay un medio muy bueno de subsanar este inconveniente, y aunque en su ejecución resultase algo más caro, podría dar una dotación casi ilimitada de agua no potable después de obtener la potable.

Consiste en segregar del agua embalsada en el Marco una cantidad pequeñísima, unos 5 litros por segundo, y elevarla á un depósito gemelo de la potable de Peña Redonda con la misma turbina y tubería ascensora de la potable, trabajando a horas distintas y haciendo una distribución separada en calles, plazas y paseos. De este modo, con poco más del doble gasto que implicarían las expropiaciones y construcción de pantanos del primer caso, se podría establecer la red especial de la no potable, quedando la población surtida en exceso.

Lo ventajoso de basar en la fuerza hidráulica del Vadillo la elevación de aguas y alumbrado público, puede comprenderse con solo considerar que las 30.000 pesetas á que se obliga, según el último contrato, el municipio, podrían obtenerse, sin gastar carbón y con la economía que resultaría sólo en este artículo en el trabajo alternativo de elevación aguas y alumbrado por la turbina, en unos 68 meses quedaría reintegrado el gasto de unos 18 á 20.000 duros que costarían el muro de represa del Marco, acequia á nivel del cerro del Diamante, Vadillo ó Butrera, tubería del sato, turbina y expropiaciones de los once molinos de Marco á Vadillo.

En un folleto publicado por Joaquín Castel el 16 de abril de 1895, Joaquín Castel, un aragonés viviendo en Cáceres, de gran formación científica, publicó un primer folleto en el que expresaba su propuesta para mejorar el abastecimiento de aguas a la ciudad, que entonces contaba con 14.000 almas.

He podido tener acceso tanto a ese folleto como a otros dos que desarrollan las opiniones y sus fundamentos sobre la realidad que el Sr. Castel compartió, sin mucho éxito, eso es cierto, entre la ciudadanía y las autoridades locales, gracias a un conocido y riguroso bloguero que publica sus pesquisas, descubrimientos y noticias bajo el título www.caceresaldetalle.blogspot.com, que recomiendo fervientemente seguir.

En esta primera entrada, se reproducen las tres últimas páginas del folleto “Influencia del Manantial del Marco en el desarrollo material de Cáceres”, publicado en 1895.

Donde se han suscripto fondos bastantes para construir una buena Plaza de Toros y un Circo de gallos, negocios ambos á cual más descabellado. ¿No se habría de conseguir reunir suscripción para un proyecto de tanto interés local y de producción quizás modesta pero segura?

Donde se han suscripto fondos bastantes para construir una buena Plaza de Toros y un Circo de gallos, negocios ambos á cual más descabellado. ¿No se habría de conseguir reunir suscripción para un proyecto de tanto interés local y de producción quizás modesta pero segura?

Solo se necesita buena voluntad en quienes deban asociarse directa ó indirectamente al pensamiento para la consecución del fin, pues que en los asuntos de utilidad de un pueblo la iniciativa nada puede hacer sin el concurso ajeno, pero si esa iniciativa es colectiva y unánime, lo vence y lo consigue todo.

Indicado ya mi proyecto á grandes rasgos, fáltame hacer algunas aseveraciones respecto de las aguas potable de posible conducción á Cáceres.

Es creencia muy extendida en Cáceres, hasta entre personas instruidas, pero que no se han tomado el trabajo de consultar el pluviómetro ni recorrer estas inmediaciones en diferentes épocas del año, como yo he hecho, que no hay aguas bastantes en estos contorno para surtir á la población.

A tal suposición puedo asegurar, como resultado de mis investigaciones durante varios años, que trayendo por un canalizo á nivel al sitio del Vadillo todas las aguas de las fuentes de la Umbría de la Montaña, con más la de dos depósitos de reserva en Muesas y Valhondo, las 14.000 almas de Cáceres podrían contar con un surtido de 40 litros por persona y día y por si como no es de esperar en mucho tiempo, la población aumentase, queda como ampliación la conducción al Vadillo y su elevación de las aguas de Jinches y todo esto sin perjuicio de quedar en el estado que hoy tienen las fuentes de Concejo, Fría, Madrila y Aguasvivas que hoy surten á Cáceres de toda la potable que gasta.

Pilar de Vadillo (actual)

Si de la lectura de estas líneas resultase el convencimiento general de la utilidad y posibilidad del proyecto y que el Excmo. Ayuntamiento encargase al Sr. Arquitecto municipal el estudio minucioso de la parte facultativa, levantando los planos y confeccionando  presupuestos, que es lo primero que se necesita, ó ya que se formase una Sociedad local basada en el acuerdo de los 11 molinos llamados a desaparecer, mi humilde concurso y mi óbolo en la medida máxima de mis pocos recursos restarían de parte de quien plantease el proyecto.

Mas si por el contrario solo logro la indiferencia y quizás el que se crea mis ideas son fruto de alguna aberración intelectual, me resignará á renunciar para siempre á lo que han sido y son mis sueños de mejora y prosperidad de la población que hace 20 años, elegí por mi patria adoptiva.

Cáceres 16 de Abril de 1895.

Joaquín Castel.

La apertura de la Ronda Este-Sureste, que bordea la ciudad de Cáceres, está anunciada para mediados del mes de mayo. Una apertura que, cada vez más, crea en los futuros usuarios de la misma un cierto nivel de ansiedad esperando que su uso sea efectivo. Ya queda menos.

La Ronda, como es normal, ha tenido y tiene detractores, especialmente entre geógrafos y urbanistas (no todos), y también entre ecologistas. Es una parte del rechazo lógico cuando una infraestructura de este tipo se construye. Y probablemente alguna alternativa pudiera haber sido menos agresiva, a la hora de rectar un proyecto de este tipo.

Recuerdo, cuando se comenzó a hablar de construirla, que sería conveniente un túnel que solucionara el cruce con la carretera de la Montaña, cómo Don Marcelino Cardiallaguet (q.e.p.d.) era partidario del túnel, con la previsión de contratarlo para su ejecución con dos empresas y que cada una comenzara el túnel por una ladera. Y que, por supuesto, no se encontraran a medio camino. Así, por el mismo precio, tendríamos dos túneles.

La cicatriz en el paisaje (concepto que tanto gusta a ambientalistas y ecologistas) resulta evidente, por el volumen de la obra, pero, en mi opinión, los beneficios para el tráfico rodado compensarán esa cicatriz, suavizándola.

Y, por supuesto, lo que realmente la suavizará y hará que esta ronda pase a tener un buen atractivo para los cacereños será pasear por los carriles habilitados y tener una vista única de la ciudad, de la moderna y de la antigua, en toda su extensión, alzándose por la Ribera del Marco, el verdadero origen de Cáceres.

A lo largo de 2019, 2020 y 2021 he podido realizar alguna fotografía, paseando por la zona, y atrapar alguna imagen de las tierras rojas de las excavaciones hasta la visión, única, del nuevo Museo Helga de Alvear. Ni he podido dar todos los paseos que me hubiera gustado ni los que la prescripción facultativa me obligaba. ¡Qué se le va a hacer!

Vale.