Archivos para November 30, 1999

Imposturas

cercadelasretamas —  julio 17, 2010 — Deja un comentario


Añadir imagenEn la ciudad antigua de Cáceres se cometen muchos desafueros. Y no son aquellos que, como el futuro hotel Relais@Chateaux están sometidos a rigurosos informes. Son aquellos de ciudadanos que mienten en sus fachadas.

Estas rejas me suenan, las he visto en otro sitio, y sin no son las mismas… se parecen mucho. Y como se parecen tanto, puede decirse que no son rejas del siglo XVIII, son rejas del siglo XX, forjadas por encargo y para un edificio de la ciudad.

Vale.







Vale.

Existe, en la ciudad de Cáceres, una calle que se llama «Comandante Joaquín González». ¿Qué méritos contrajo con la ciudad este comandante para merecer una calle? ¿Cuándo se decidió poner su nombre a un tramo de la ciudad? ¿Dónde está el expediente municipal en el que han de sostenerse los méritos y donde aparecerán los promotores de tal homenaje?
Para tener referencias de este Joaquín, vayamos al libro «Tragedia y represión en Navidad», del profesor universitario Julián Chaves Palacios. En ese libro, el comandante Joaquín González aparece citado tres veces.
(Páginas 46-47). «Sin embargo, entre bastidores la situación [en Cáceres] discurría de otra forma bien distinta. Tres oficiales el cuartel Infanta Isabel, único con guarnición en Cáceres, habían establecido contacto con sediciosos en Valladolid, sede de la Jefatura de la División a la que pertenecía la provincia. Se trataba del comandante Joaquín González y los capitanes Alfonso Pérez Viñeta y Francisco Viseo Moreno, que habían asumido los preparativos del alzamiento.»
(Página 50). «Una vez de regreso [el falangista Manuel Villarroel Dato, próximo a José Luna, de un viaje a Madrid] se entrevistó con el comandante Joaquín González. Ambos ultimaron los preparativos militares y civiles de la sublevación y acordaron tomar todo tipo de precauciones para evitar más detenciones. La suerte estaba echada y sólo cabía esperar el inicio de la insurrrección con la mayor cautela posible.»
(Página 53). «Sin embargo los movimientos que se registraban en el interior de otro edificio emblemático de la ciudad: el cuartel del Regimiento Argel, eran muy distintos a los que vaticinaba el gobernador. Tras recibirse desde Valladolid la orden de sublevarse, los oficiales más comprometidos conla sedición: comandante González y capitanes Visedo y Viñeta, pusiron a punto toda la maquinaria. Con ese fn se entrevistaron con responsables falngistas como el ya citado Manuel Villarroel, también con oficiales y jefes afectos al alzamiento tanto del Regimiento como de la Guardia Civil, ytabién con el coronel Álvarez Díaz, que hasta ese momento había permanecido al margen de la conspiración. Al parecer, su encuentro con éste fue breve y no exento de cierta tensión.»
Con estos méritos, también será interesante conocer quién fue el impulsor de nombrar una calle con su nombre: sus méritos y capacidades serán muy similares.
Vale.

El próximo mes de septiembre podrá quedar listo para su aprobación definitiva el nuevo Plan General Municipal de Cáceres. O al menos gran parte de él. Todas las miradas y las polémicas están centradas en asuntos como la recalificación de terrenos de las monjas carmelitas donde se implantará un Corte Inglés de mediano tamaño, o en el número total de viviendas.
Sin embargo, el plan de urbanismo es un instrumento económico de primer orden, tanto por el volumen de las inversiones necesarias para su ejecución como de sus resultados de futuro. En este ámbito, más importante que El Corte Inglés o que el número total de viviendas sea mayor o menor a las 30.000 para los próximos 15 – 20 años, se encuentran actuaciones concretas que afectan antes de su planeamiento y del comienzo de su ejecución a miles de puestos de trabajo, en torno a los 3.500 – 4.000.
Me refiero a la zona de la Charca Musia, mal llamado «polígono industrial», porque, en realidad, es un núcleo de chabolismo industrial que necesita una acción decidida por parte de la administración y que ha de contar, cuando menos, con los empresarios más potentes instalados en él. En la práctica, es un conjunto de empresas que en la mayoría de los casos no pasaría determinados tipos de inspecciones técnicas (v. gr.: anchura de calles insuficientes para la actuación de los servicios de emergencias, o coexistencia de viviendas con insdustrias peligrosas, nocivas o insalubres, o coexistencia de industrias incompatibles entre ellas…).
Es una zona muy sensible políticamente, en primer lugar, por el elevado número de puestos de trabajo que existen en las empresas y, en segundo lugar, porque su existencia, en incremento progresivo desde hace más de cuarenta años, ha sido posible por la ineficacia de la administración municipal, tanto en la ordenación urbanística como en la permisividad (o inactividad real) para el asentamiento de industrias de todo tipo.
Para que salga adelante la ordenación planteada en la Revisión del PGM habrá de contarse con los empresarios de mayor capacidad y con la suficiente capacidad para que los pequeños empresarios, los que están en naves de alquiler, o en naves o algo así construidas sobre terrnos alquilados, regulando tanto los títulos de propiedad como los datos catastrales y las licencias de actividades.
Finalmente, será necesario dar una respuesta eficaz para las aproximadamente 140 viviendas que podrían contabilizarse, unas ocupando una pequeña parcela, otras formando parte de naves industriales.
Será necesario que los concejales (y, sobre todo, los ciudadanos que tienen capacidad y opinión) se olviden un poco de las bolsitas del triángulo verde y se fijen en un entorno que necesita atención, sensibilidad y decisión.
Vale.
La derecha local no entiende, no quiere entender que el planeamiento urbanístico de la ciudad debe hacerse desde los principios de la sostenibilidad y la racionalidad. Y esos principios se valoran y se adecúan a criterios demográficos y sociales, para poner la ciudad al servicio de los ciudadanos, y no para poner las competencias de los órganos democráticos al servicio de los intereses económicos y a los intereses de los propietarios de suelo. Está claro que estos intereses son los que defienden, hasta límites ridículos, los concejales de la derecha cacereña.
Por ello, plantean que «los recortes» que el documento que comienza a tramitarse no están justificados, cuando es una de las razones que la Junta de Extremadura, competente para la aprobación definitiva, ha esgrimido para suspender la aprobación definitiva. Claro, que en el límite del razonamiento del portavoz del PP (de rebote y con fecha de caducidad ya pasada) parecería que el ordenamiento jurídico ha de ponerse a su servicio. O lo que es lo mismo, que la Junta de Extremadura no es competente para estas cuestiones. La ley es la ley, le guste o no.
El enrocamiento del portavoz del PP en el asunto de El Corte Inglés es otra cuestión que no tiene sentido en el trámite de la Revisión del PGM. Sería muy interesante comparar los cuatro documentos de revisión (Octubre de 2005, Diciembre de 2006, Mayo de 2007 y el actual) para que pudiera establecerse cómo se construye un pelotazo urbanístico, que necesariamente ha de contar con el beneplácito de los órganos políticos que deben aprobarlo.
No entiende la derecha local que se eliminen las viviendas de «segunda residencia» de la Estación de Arroyo-Malpartida, 1.733 viviendas, para casi 5.000 habitantes situada a 16 kilómetros de la ciudad. La Ley (vaya, otra vez la ley es un inconveniente para los conceptos políticos de la derecha) no contempla eso de la «segunda residencia», y mucho menos, que en esas 1.733 viviendas (por cierto, sin cesiones, gratis total) haya un 25% de vivienda protegida. ¿Chalets de protección oficial de segunda residencia? ¿Viviendas de protección oficial para fines de semana?
Se empeñan en defender una «casa de campo» de 170 Has, con unos desniveles que en su punto central requiere un túnel para pasar la Ronda Este, lo que la hace inviable para el uso que se pretende. Unos terrenos desnivelados que solamente servirían para echar a rodar las tortillas, y con una capa vegetal impresionante: solamente basta con ver el Sigpac o el Google Earth para imaginarse el dineral que costaría al municipio convertir ese secarral improductivo, propiedad de herederos que nunca han explotado estos terrenos, en una casa de campo. La casa de campo, claro está, es la que se construirían los propietarios en sitios mejores, incluso en la costa, a costa de la ciudad. Así y todo, el documento en curso consigue por la vía de los sistemas generales la mitad de los terrenos y podrían destinarse a casa de campo unas 60 Has, que incluyen parte de los mejores posibles, pero que así y todo tendrán un importante coste.
Con la mentalidad de no reconocer los conceptos de sostenibilidad, racionalidad, ordenamiento jurídico, preservación de la hacienda pública, economía del gasto público, no es extraño que el único criterio que guía a la derecha local en la revisión del plan es el de que los propietarios de suelo se hagan ricos, o que algunos marqueses de Villaquisiera, o Quieroynopuedo, reparen sus maltrechas economías familiares heredadas y que no han sabido mantener.
Vale.
Leyenda colocada en fachada de Palacio de Los Golfines de Arriba (Cáceres), Monumento Nacional

Chimenea «histórica» sobre Monumento Nacional. Palacio de Los Golfines de Arriba. Cáceres.
En las últimas fechas ha aparecido publicada en los medios locales (http://www.hoy.es/ y http://www.elperiodicoextremadura.com/) la información referida a que la fiscalía está investigando posibles deterioros ocasionados en un palacio del casco histórico y monumental de la ciudad de Cáceres con motivo de las obras de construcción de un hotel en terrenos próximos.
Las denuncias de los dueños del inmueble que, al parecer, ha resultado dañado han tenido eco en la administración de justicia que, por investigación de la fiscalía, está reclamando datos e informaciones. Al día de hoy, los elementos que más podrían haber dañado al palacio de los reclamantes ya están concluidos, puesto que se está ejecutando el hormigonado perimetral de lo que serán sótanos del hotel y restaurante, incluida la bodega.
Los propietarios del edificio supuestamente dañado, con apellidos rimbombantes y que tienen alquilada una parte de su palacio para restaurante, han sido beligerantes desde antes del comienzo de las obras. Y, ahora, han atraído sobre su «palacio» las miradas de la gente. Y esas miradas revelan que, si bien pudiera existir algún tipo de daño como consecuencia de las obras del hotel, en su palacio existen elementos que conculcan, claramente, la condición de edificio histórico y que deben ser reparadas.
En primer lugar, sobre la cubierta del Palacio de los Golfines de Arriba, que así se llama el palacio, aparece una chimenea metálica que supone un grave atentado a las características arquitectónicas e históricas que argumentan contra las obras que denuncian.
En segundo lugar, y verdaderamente llamativo, sobre la fachada principal de un edificio que fue declarado Monumento Nacional en 1978 aparece una leyenda que repele la democracia y que entra en contradicción con el artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica. Estoy seguro de que, si se pone en marcha una iniciativa popular para que se elimine de la fachada de un Monumento Nacional un «recuerdo» como el que ensucia su fachada y agrede la sensibilidad de cualquier ciudadano con convicciones democráticas, los propietarios, en primer lugar, y muchos de los que claman por el «respeto» a la ciudad monumental montarán en cólera.
Esa fachada, mancillada por una leyenda que ensalza al autor del golpe de estado que dio lugar a la guerra civil, debe ser limpiada, debe ser devuelta a una contemplación de los ciudadanos que no se sientan agredidos por el recuerdo de la etapa más oprobiosa de la historia de España del siglo XX.
Sin embargo, los propietarios, herederos absolutos de los bienes que la dictadura concedió (por las buenas y por las malas, según los casos) a quienes la alentaron y apoyaron, no permitirán que se toque, cuando cualquier fisura que pudiera haberse producido por las vibraciones de las obras de construcción del hotel puede ser reparada, que hay técnicas para ello, pero el daño moral que a los ciudadanos nos produce la leyenda que con orgullo exhiben en la fachada no tendrá más reparación que con su desaparición.

Vale.

En el año 1919, el Ayuntamiento de Cáceres, para garantizar que la ciudad contara con guarnición militar estable, cedió al Ramo de Guerra terrenos en los que construir un Cuartel, que luego se llamaría «Infanta Isabel». El día 11 de julio de 1919, en EL BLOQUE Periódico Liberal, y con el título «Intereses locales» publicaba la información:

Días pasados y ante el Notario de esta capital, D. Gabriel Alvarez, se ha firmado una escritura de cesión de terrenos por el Ayuntamiento de Cáceres al ramo de Guerra, con el fin de que sirvan de solar para la construcción de un Cuartel donde se aloje la guarnición destinada á Cáceres.

Los dueños de los terrenos que se ceden Dª Raimunda Iglesias, señores D. Fernando y D. Lesmes Valhondo y Conde de Torre Arias, han dado al Municipio cacereño toda clase de facilidades para llevar á feliz término la cesión legal al ramo de Guerra de todo el solar para el Cuartel, mereciendo elogios su conducta, ya que han dejado la tasación y cobro de los terrenos hasta que peritos nombrados por una y otra parte tasen, de común acuerdo, su valor en venta.

La información de El Bloque reseña los firmantes de la escritura por el ramo de Guerra: el Coronel del Regimiento de Infantería número 75, don Manuel Núñez Antón, que había llegado el sábado anterior a Cáceres, en el correo procedente de Madrid (esta «gacetilla» se recoge en otra página del mismo periódico), el Comandante de Ingenieros don Julio Soto, el Intendente D. Florentino Contador, el Comisario de Guerra D. Alfredo Ramón Laca, y el Capitán Audior D. Francisco Xavier Dusmet. En representación de los vendedores, El Bloque cita que firmaron Dª Raimunda Iglesias, D. Fernando y D. Lesmes Valhondo y D. José Elías Prats, éste en representación del Conde de Torre Arias. Por el Municipio, firmaron los síndicos D. Luis González Borreguero y D. Gonzalo López-Montenegro y Carvajal. Con la firma de la escritura, los militares firmantes se hicieron cargo de los terrenos.

La noticia de El Bloque termina: Cosa es que nuestros representantes en Cortes, gestionen cuanto antes que se destine alguna cantidad para que por el ramo de Guerra se comience bien por administración, bien por contrata a los trabajos de explanación del cerro del Teso, con lo cual podría tenerse preparado para la solución de crisis obreras que seguramente habrán de presentarse en el invierno próximo.

Vale.

Imagen tomada de luchesentrubia.wordpress.com
Circula por la ciudad de Cáceres un autodenominado cabo (interino) de destacamento del PP en el Ayuntamiento, que, además de hacer pasar a todo el pleno una vergüenza ajena horrorosa presentando una moción manifiestamente mejorable, habla de asuntos que desconoce con un desparpajo tal que sería cómico si no fuera trágico.
Este cabo (perdonen todos los cabos de verdad) es portavoz de rebote de su partido porque el titular dio portazo con unas declaraciones altamente democráticas: «Yo me he presentado para ser alcalde, si no soy alcalde, me voy». Y me llevo la pelota y se acabó el partido. Este cabo (interino) confunde destacamento con regimiento, y hace que el pleno, voluntarista, apruebe una moción con semejante tontería. Alguien le ha llamado la atención y para enmendarse, antes de que le arresten por no saberse la teórica, sale haciendo unas declaraciones grandilocuentes («¡socorro, nos roban el regimiento!»), incluso pidiendo la dimisión de la alcaldesa por inactividad.
Este muchachito, que en la mili estaría rodeado de calandracas por no saberse la teórica de la A, y castigado en Santa Ana a ir todos los días durante dos semanas al cuerpo de guardia a recoger la llave para abrir el campo de tiro, este cabo (interino) del destacamento del PP en el Ayuntamiento se pone estupendo sin saber de qué habla, y, sobre todo, sabiendo que desde el año 2001 hasta las elecciones de 2004 su partido rechazó en el Congreso de los Diputados hasta cuatro proposiciones no de ley para mantener abierto el CIMOV.
Este muchachito de la chaqueta azul (marengo) pertenece a un partido que cuando gobernaba, mejor dicho, mandaba, en el ayuntamiento no querían saber nada y que, ¡oh, milagro! al día siguiente de la visita de Bono e Ibarra al CIMOV, aparecieron cubiertos de medallas y laureles.
Este muchachito, en asuntos que ignora totalmente, lo mejor que debería hacer es callarse, porque no habría bastante con unas teóricas, necesitaría al menos pasarse un ciclo de formación para aprender el primer tiempo de saludo (que el único que conoce, según parece, es el saludo Piqué). Para hacerse escuchar, para hacerse notar, no hace falta gritar ni decir barbaridades, sino llenarse de argumentos. Y esos, desgraciamente, están vetados al conocimiento de un cabo (interino) de un destacamento.
Respecto a la inactividad a la que alude, y por los datos que son públicos, en lo que va de mes, recordar los siguientes:
1.- La Ministra de Defensa in person ha remitido un escrito al Presidente de la Junta de Extremadura garantizando la continuidad del CIMOV, garantizando la ampliación de la finca de Santa Ana para uso del propio CIMOV y para la unidad que en un futuro se ubique en dichas instalacones. Y diciendo que el Regimiento de Ingenieros de Burgos no se traslada ahora a Cáceres por falta de créditos en infraestructuras (crisis económica de la que es responsable máxima la alcaldesa de Cáceres, como si lo viera).
2.- La Ministra de Defensa in person ha comunicado a la alcaldesa el acuse de recibo de la propuesta de las personas que representarán al Ayuntamiento en la Comisión de Seguimiento del Protocolo firmado el día 2 de diciembre de 2008 (¡qué careto tenía el cabo -interino- del destacamento el PP, pobrecico mío!) y le comunica que en cuanto estén los nombramientos de la Junta y del Ministerio, comenzarán los trabajos de dicha Comisión.
3.- También la alcaldesa inactiva ha recibido un escrito del Director General de Infraestructura del Ministerio de Defensa en el que sale al paso de informaciones publicadas y garantizando la continuidad del CIMOV nº 1, así como que continúa adelante la previsión de ampliar los terrenos de Santa Ana y la plena vigencia del Protocolo firmado el día 2 de diciembre de 2008 (¡qué mirada perdida la del cabo -interino- del destacamento del PP! mientras asistía al acto de la firma).
4.- También ha recibido la inactiva alcaldesa otro escrito del Jefe del Gabinete de la Ministra en el que se asegura que «este Ministerio asume todos los compromisos recogidos en el protocolo. Por ello el CIMOV número 1 va a continuar desarrollando en Cáceres sus actividades en formación. Asimismo, se llevará a cabo la ampliación de terrenos como establece el protocolo, con el fin de dotar de una mayor capacidad tanto al CIMOV como a la Unidad que se ubique allí en el futuro«. ¡Menos mal que la alcaldesa ha estado inactiva!

Por cierto, se admiten comparaciones, muchachito, todas las que quieras.
Vale.

P.S. Y si este cabo (interino) del destacamento del PP en el Ayuntamiento de Cáceres no quiere seguir sepultado entre calandracas políticas, ya sabe lo que tiene que hacer con este post. Si se atreve.
El 26 de diciembre de 2008, se publicó en el BOE el despliegue de la fuerza del Ejército de Tierra, mediante una orden firmada por la Ministra de Defensa, Carme Chacón. Hasta pasados 15 días, el 10 de enero de 2009, no apareció la primera información en la prensa local (http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=419865). Y no fue hasta el día 12 de enero cuando el PP no aludió al asunto en una rueda de prensa. Finalmente, el pleno del Ayuntamiento celebrado el jueves 16 de enero aprobó una moción presentada por el PP, en el sentido de defender la continuidad del CIMOV nº 1 en Cáceres.
En primer lugar, la moción presentada por el PP y aprobada por el pleno municipal es, desde el punto de vista de su redacción, vergonzosa, escrita desde la más absoluta de las ignorancias de cómo son las Fuerzas Armadas.
En segundo lugar, esta suerte de localismo que defienden los rancios de la ciudad choca claramente con unos criterios, que se están aplicando, de una proyección internacional de las Fuerzas Armadas y de unos conceptos, absolutamente nuevos, que se aplican a la seguridad y la defensa.
Con una crisis económica mundial, propiciada por las políticas de los neocons, representadas en España por el Cabo de la Remonta de Rancho Crawford que pide todavía a estas alturas más liberalismo, con una crisis de valores que ha sido denunciada por el propio Barack Obama, cuando establece como eje de su política futura que la seguridad no puede arrinconar a las ideas, ahora en una ciudad pequeña, Cáceres, practicamos una suerte de localismo fuera de lugar.
En materia de Defensa Nacional hay que decir que las Fuerzas Armadas son una parte importante, pero no la única pata de ese edificio. Por ello, sorprende que se pretenda forzar el mantenimiento de una determinada y concreta unidad militar cuando las previsiones de despliegue y modernización pueden hacer que esa Unidad (en este caso, el CIMOV nº 1) no sea necesaria a los planes de Defensa.
Es decir, la ciudad se posiciona, en ese voluntarismo localista, en una actitud negativa respecto de las necesidades de la Defensa Nacional, a la que debe contribuir. La Directiva de Defensa Nacional recientemente presentada en el Congreso (http://www.mde.es/actu_ministro/intervenciones/08125_Comparecencia_Chacon_DDN.pdf) implica a varios ministerios, establece nuevos criterios y se abre a que en esta materia haya la suficiente implicación activa de todos como para variar la antigua y obsoleta creencia que Defensa y Ejército son la misma cosa. Y no es así.
Desde la ciudad de Cáceres, sabiendo que los planes militares son un concepto en constante evolución y adaptación a nuevas realidades, y sabiendo que lo militar es una parte, importante, pero solamente una parte, de la Defensa Nacional, debería apostarse por contribuir a ello de modo positivo, ya que el localismo se termina mostrando como una actitud contraria y negativa de la evolución de conceptos como seguridad y defensa, cada vez más globales. Y en esa contribución positiva está mostrar las capacidades que el Acuartelamiento de Santa Ana ofrece a las necesidades de la Defensa, y no al revés.
Quizás se ignora que la ciudad de Cáceres, en muy poco plazo de tiempo, no más allá de 2012 – 2013 contará con una red de comunicaciones terrestres que muy pocas ciudades pueden ofrecer: estará conectada por AVE con Madrid y Lisboa, en una equidistancia envidiable. Pero también cuenta ya con un eje Norte – Sur peninsular, la A-66, y contará con un eje Madrid – Lisboa por carretera, con la A-5 hasta Trujillo, la A-58 hasta Cáceres y la EX-A4 de Cáceres a Badajoz.
Esta situación geoestratégica en el eje Madrid – Lisboa permitirá disponer de una instalación militar, Santa Ana, que ha de ser aprovechada en las relaciones en materia de Defensa entre España y Portugal, cada vez más fuertes, como ha quedado patente en la cumbre bilateral de Zamora. Y esta situación estratégica en el propio territorio español, a medio camino entre Salamanca (Mando de Ingenieros) y Sevilla (Cuartel General de la Fuerza Terrestre), junto con una distancia en tiempo que no llega a una hora entre Cáceres y la Base de Bótoa, donde está la Brigada XI, una de las mejores del Ejército, son los elementos positivos a ofrecer.
Pensar que el CIMOV nº 1 es lo único posible y hacer de ello bandera localista, proteccionista, es desconocer la realidad no sólo de las Fuerzas Armadas sino de los propios criterios de la Defensa Nacional.
Por ello, la tristeza enorme al ver el texto de la moción presentada por el PP, documento que demuestra la ignorancia y la falta de capacidad de quien lo redacta, y la tristeza que produce que «esa cosa» fuera aprobada por el Pleno como consecuencia, simplemente, de equilibrios en el recuento de los votos, me hacen ser muy pesimista de cara a la fuerza con la que la ciudad de Cáceres pueda contribuir, desde su realidad económica y demográfica, positivamente a una mejora en las Fuerzas Armadas y, mucho menos, a la Defensa Nacional. Y que ello sirva, de paso, a que se generen y mantengan en la ciudad puestos de trabajo muy necesarios.
Vale.
Al hacerse pública la actitud de IU de Cáceres, con Santiago Pavón a la cabeza, sobre el Protocolo de Intenciones firmado por la Ministra de Defensa, el Presidente de la Junta de Extremadura y la Alcaldesa de Cáceres, tuve la tentación de plantear una acción (solidaria) de pedagogía en favor de Pavón. Pero desistí y desisto. Sería tiempo perdido.

Mi condición funcionarial y mis inquietudes actuales, me llevan a tratar de conocer asuntos relacionados con la defensa y la seguridad, entre los que el concepto clásico de defensa (=ejércitos) es una parte, y, seguramente, no la mayor aunque sí la más llamativa por historia.
Tratar de hacer entender que el Protocolo firmado entre las autoridades políticas a un individuo como Santiago Pavón, es tiempo perdido. Y lo es no porque el militante de IU y concejal del Ayuntamiento de Cáceres (a su mayor gloria, Teniente de Alcalde, y para mayor demérito del cargo) tenga unos acendrados criterios antimilitaristas, que son perfectamente legítimos. Es tiempo perdido porque Pavón parece paisano del pueblo de Gila: tiene la frente estrecha, estrecha; le entran las ideas a rastras, una cada año; los años bisiestos, dos.
La actitud de Santiago Pavón no parte de un profundo conocimiento del documento firmado, ni de cómo se desarrollará dicho documento (no lo sabe nadie aún, hay que trabajar mucho para llegar a acuerdos concretos). La actitud de Pavón parte de todo lo contrario a lo que parece representar con su forma de proceder. La crítica ha de estar asentada en sólidos principios ideológicos y en un profundo conocimiento de la materia. En cuanto a los principios ideológicos, son, efectivamente, sólidos, mejor dicho, solidificados, fosilizados. En cuanto al conocimiento de la materia, Pavón es, directa y llanamente, un ignorante. Y ya lo dice el refrán: la ignorancia es la madre de todos los vicios.
Tratar de explicar un proceso complejo como es la gestión de la infraestructura de la defensa a un individuo ignorante, orgulloso de su ignorancia, es perder el tiempo.
Por cierto, una sugerencia: Pavón debería promover el cambio de denominación de su cargo, por el que cobra un pingüe estipendio. Eso de Teniente es una contradicción que un sujeto con tan profundas convicciones antimilitaristas no debería consentir. Eso, o renunciar a ser el Teniente Pavón.
Vale.