Archivos para November 30, 1999

El bar de Tirso

cercadelasretamas —  noviembre 12, 2020 — Deja un comentario

En 1945, la barriada del Espíritu Santo contaba con una fila de cinco casas en la actual calle del Río Turia (las llamadas casas del yugo), un indeterminado número de casas aisladas anejas casi todas ellas a hornos caleros y la piscina de falange. En la ortofoto de dicho año se aprecia que se trataba básicamente de terreno sin urbanizar, rústico.

Fragmento de ortofoto del Vuelo de 1945.

La ermita que da nombre al sitio estaba prácticamente arruinada. Nada hacía pensar que aquel embrión de población pudiera ir creciendo a medida que su subsuelo iba produciendo para la ciudad, al tiempo que su única fuente productiva (los hornos caleros) iba perdiendo fuerza, la fuerza que para las obras de mayor importancia iba ganando el cemento.

El barrio del Espíritu Santo representa los elementos originarios de la ciudad de Cáceres: el agua del Calerizo, las rocas convertidas en cales para la argamasa de sus construcciones, las cuevas de Maltravieso y el Conejar (antes conocida como Cueva del Oso), la considerada primera construcción religiosa de la ciudad (Ermita del Espíritu Santo).

Solicitud de licencia para local de despacho de bebidas.

Las cinco casas del yugo, la piscina de falange, los hornos caleros y las sencillas casas cercanas a los hornos… Sólo la Huerta del Conde daba a la zona una pátina de los nobles, hidalgos y clérigos que fueron los que escribieron la historia de Cáceres.

En ese año de 1945, Tirso Durán compró a Modesto Chacón (miembro de la familia a la que los vecinos, con el paso de los años, conocimos como los Chacones, propietarios de terrenos y también, durante un tiempo, de la Huerta del Conde) un solar de 125 m2, medianero por la derecha con otro de Antonio Ferrer, y por la izquierda con el de Baldomero Peña.

Informe de sanidad del distrito 5º (*)

 

Sobre ese solar, Tirso Durán construyó su casa y dejó una parte, menos de la mitad, para la apertura de un establecimiento de bebidas, el primero que hubo por la zona.

El bar de Tirso, en el que los cada vez más numerosos vecinos de la barriada jugaban al tute o a la rana, que en verano se jugaba al aire libre, colocando la rana pegada a la fachada y lanzando los tejos desde la mitad de la calle, aún sin ni siquiera asfaltar, con la tierra colorá característica y con algún peñasco que otro.

Con el tiempo, al bar de Tirso le surgió la competencia, prácticamente enfrente, del bar de Serafín, en la esquina de las actuales calles del Turia y del Darro, pero el bar de Tirso sigue existiendo. Con otro nombre, pero sigue existiendo, después de 75 años.

Vale.

(*)  Los documentos reproducidos en esta entrada proceden del Archivo Histórico Municipal de Cáceres.

No pretendo ni citar autores, textos, referencias a la creación de la ciudad de Cáceres ni señalar nuevos descubrimientos (por inexistentes), sino en proponer una acción artística que aúne dos elementos fundamentales en esos orígenes que confluyen en un mismo espacio.

La construcción de la Ronda Sureste incluye, ya muy avanzado, un enlace sobre la Ribera del Marco hasta la Ronda de San Francisco, en terrenos que en su día fueron parte de la Huerta del Conde.

Por otra parte, la Unidad de Ejecución API 28-01 “San Francisco 07”, del vigente Plan General Municipal está ejecutada en gran parte, resultando un viario que con su denominación ya recuerda la ubicación, la toponimia: Calle de la Bula, Calle Madre de la Ribera, Calle Molino Harinero, Calle Huerta del Conde.

La margen izquierda del acceso desde la Ronda Sureste a la Ronda de San Francisco, a través de la calle de la Bula, tiene un lindero de unos 100 metros que son el cerramiento de la Huerta del Conde, una vez segregados los terrenos de la misma que se incorporaron a la API 28-01. Esos 100 metros arrancan justo en el margen izquierdo de la Ribera del Marco, y finalizan en la Ronda de San Francisco, en el cruce que resultará con la Av. de la Hispanidad.

Obras, ya muy avanzadas, del viaducto entre Ronda Sureste y calle de la Bula

A mi juicio, esa conexión de la Ronda Sureste tendrá un importante aforo de tráfico, y esa margen izquierda dejará visible el cerramiento de la Huerta del Conde.

Por otra parte, la Ronda de San Francisco coincide, como es conocido a través de excavaciones arqueológicas llevadas a cabo, y por su fosilización en el imaginario, en la memoria de quienes conocen el trazado de la Vía de la Plata, de manera que en ese punto de coincidencia del cruce Av. de la Hispanidad, Ronda de San Francisco y Calle de la Bula, sería un lugar idóneo, adecuado, para recordar la historia de la ciudad.

Tramo del Camino de la Bula que aún se conserva

Dejar esa margen con el cerramiento actual, tal cual, no dejaría de ser sino la pared de una cerca, pudiendo, y debiendo, a mi juicio, mejorarse con la ejecución de un mural, realizado con técnicas de grafiti, y, si es necesario, preparando los paramentos para una mejor realización del mismo, poniendo en valor tanto la Ribera, el  Calerizo, el agua, con la historia romana de la ciudad, y los regadíos árabes con las aguas de la Ribera.

Ese paramento, con motivos alusivos a la historia de la ciudad, quedaría partido en su mitad por la puerta original de la Huerta del Conde, que afortunadamente se conserva, con sus dinteles de granito.

Vale.

En una entrada anterior me refería a la puerta de un cercado que se dejó en medio de la Av. de la Hispanidad (junto a los Juzgados) y que, con el paso de pocos años, parece que se ha convertido en la puerta de un antiguo cementerio. Cementerio que nunca existió en ese cercado, y sí, más alejado, junto a la ermita del Espíritu Santo.

Cuando la historia hemos de bucearla en documentos antiguos, con diversas fuentes, y la paleografía y la antigüedad de esos documentos nos hacen dudar sobre fechas, acontecimientos o hechos históricos, se pueden producir algunos desencuentros entre realidad, historia y ficción.

En este caso, en el de la puerta de la Huerta del Conde, no es preciso acudir a esos documentos históricos (si acaso, a algunos documentos urbanísticos muy recientes) para datar y para ubicar, por ejemplo, la originaria puerta de una finca que, por diversos motivos sí encierra algunos datos suficientes para su consideración. Valga un ejemplo: es la primera huerta regada por el Río de la Madre, o por la Ribera, o por la Fuente del Rey o por El Marco, que esas cuatro acepciones caben en este caso. Y es la primera porque es medianera, lindera, con El Marco.

Cuando la finca pertenecía al Conde del que recibe su topónimo, era un lugar de encuentro, sobre todo en los siglos XIX y primera mitad del XX, de la burguesía cacereña.

Puertas de c. 1914 y c.2013. Archivo Histórico Municipal

En la web del Servicio de Información Geográfica del Ayuntamiento de Cáceres aparece, en el apartado de fotografías de calles, una doble imagen, aportada desde el Archivo Histórico Municipal con dos fotos: una, de la puerta noble de la finca y otra de la puerta “abandonada” al final de la Av. de la Hispanidad, como si ambas imágenes pertenecieran a la misma portada.

Sin embargo, la imagen que el archivo histórico data aproximadamente en 1914, sí corresponde a la puerta noble. La otra, no.

Porque con motivo del desarrollo urbanístico de la ciudad, de la Unidad de Ejecución de la Ribera del Marco, una parte importante de la Huerta del Conde se incorporó a la urbanización, otra parte, en la margen derecha de la Ribera, pasó a titularidad de la administración actuante (Ayuntamiento), y el resto, que incluye la casa principal y las zonas ajardinadas propias, quedaron fuera del Proyecto de Compensación.

Al modificarse, por tanto, los linderos de los terrenos, la finca que sigue denominándose Ribera del Marco fue deslindada, físicamente, de la Unidad de Ejecución a la que se incorporaron los demás terrenos y, es muy posible (habría que acudir a los proyectos de Urbanización y Compensación de la Unidad de Ejecución) que la Agrupación de Interés Urbanístico o Junta de Compensación (API 28-01 «San Francisco 07» PGM Cáceres), asumiera ese deslinde, ejecutándose el cerramiento que actualmente existe y que será más visible cuando finalicen las obras de la Ronda Sureste actualmente en marcha.

Portada original en su ubicación actual

Y es en ese cerramiento donde encontramos la fábrica original de la puerta noble de la Huerta del Conde, completada con una cerrajería que no es la original, ya que, en lo que me alcanza mi memoria a recordar, esa puerta siempre fue de madera, a doble hoja, y con una puerta peatonal en una de dichas hojas.

No trato de corregir nada ni enmendar nada, sino de hacer patente que este tipo de detalles se clarifiquen, se documenten en el momento de su realización y que no den lugar a futuras interpretaciones.

Vale.

De vez en cuando me gusta pasear por la Ribera del Marco con algún objetivo concreto: contrastar su limpieza, mirar los galápagos de la Bula, ver los membrillos… Ayer, también, me di un paseo por ella.

Un paseo en sentido inverso al discurrir de sus aguas desde la Fuente Concejo hasta el Marco, para comprobar cómo van sus aguas.

Fui haciendo algunas fotos, de manera que en cada tramo constaté que la Ribera fluye con un caudal aceptable para las fechas del verano casi terminando en el que estamos.

El agua entre los colectores de hormigón de Fuente Concejo corre, y bien, produciendo un riachuelo interesante.

La Ribera por Fuente Concejo

Más arriba, en la Fuente Fría puede constatar que el agua corre, bajo las sombras de higueras y zarzas que flanquean el cauce.

Fuente Fría

Siguiendo por el camino que desde los Altos de Fuente Fría lleva hasta el camino de la Solana Baja, llegué a la zona de la Bula, donde la Ribera, además de higueras, está flanqueada por algunos membrillos. Y el agua sigue fluyendo.

La Bula

Pasadas las obras del viaducto que se está construyendo entre la ampliación de la Av de la Hispanidad y la Ronda Sureste, pude comprobar que el caudal de la Ribera es cero. Sequedad total.

Huerta del Conde

Y la lámina del Marco, invadida por juncos, con la poca agua que queda a punto de desaparecer.

¿Qué sucede? ¿Cómo es que la Ribera del Marco, llamada también la Madre, no corra desde su nacimiento ancestral y aparezca con caudal a poco más de 300 metros?

Sucede que se colocó un aliviadero de aguas subterráneas en la Av de la Hispanidad (Auditorio / Pabellón Multiusos) que extrae desde un nivel concreto aguas del Calerizo, que llegan hasta el lecho de la Ribera mediante un colector que ahora ha sido ligeramente desplazado por las obras del viaducto de la Ronda Sureste.

El nivel en que se haya colocado la bomba extractora del aliviadero es suficiente para que el propio nivel del Calerizo alcance las cotas que dan origen a la lámina de agua del Marco y al nacimiento de la Rivera. O lo que es lo mismo, ahora la Ribera nace 300 metros al Oeste del natural y su cauce es subterráneo.

Si este aliviadero, que parece que es permanente, no se corrige, podremos establecer que la originaria Fuente del Rey está seca y perdida para siempre. O no.

Cabría una posibilidad, no sé si costosa o asumible, manteniendo el aliviadero que ha desecado la charca de El Marco, realizar un bombeo de parte del caudal desde su desembocadura en el lecho de la Rivera hacia la charca del Marco y previendo que parte de ese bombeo vuelva, de modo natural, desde la charca hacia la Ribera.

Pero haber destruido el nacimiento natural de la Ribera debería ser resuelto de manera que esa misma ribera, origen de gran parte de la ciudad de Cáceres, vuelva a tener su curso original.

Vale.

P.S. Hoy, 7 de diciembre de 2019, dando un paseo por la Ribera, he podido comprobar que los juncos de la charca de El Marco están secos, el agua siendo estando sucia, pero El Calerizo parece que ha vuelto a cobrar vida tras las lluvias de noviembre, y por el muro de la charca fluía al agua, no mucha, pero sí suficiente para que el nacimiento natural de la Ribera vuelva a su sitio. Algo es algo, aunque su caudal, pasado el desagüe de la impulsión desde el Palacio de Congresos, está como en sus mejores tiempos.