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Padres, hijos y ADN

En la historia esta por la que transita Pedro Enrique, o mejor dicho, Ramón, nos encontramos a veces con verdaderos vericuetos que ni siquiera acudiendo a las fuentes, nos permiten desentrañar los hilillos que mojan el papel.

Por ejemplo, sabemos de fuentes generalmente bien informadas que en marzo de 2006, en una reunión del Ente Público del Agua se dice, en el anexo al acta, que hay un proyecto de desaladora cuyo constructor es TEDAGUA.

Si nos acercamos al grifo del Registro Mercantil (vía www.infocif.es, siempre utilísima) vemos que existen dos sociedades con ese nombre, pero con algún apellido detrás. Por ejemplo, existe TEDAGUA RENOVABLES, SL, con domicilio fiscal en Canarias, y con antigüedad de 4 de octubre de 2007.

Y aparece otra TEDAGUA INTERNACIONAL, SL, domicilio social en Madrid y con antigüedad de 18 de mayo de 2010. Y ambas con códigos de identificación fiscal distintos.

Por tanto, ninguna de las dos podía aparecer en un documento público, siquiera como citadas a título de ejemplo en 2006 porque no existían. Claramente ni yo, ni quien ha intentado más seriamente desentrañar el asunto han podido resolverlo. Y todo, por unos pequeños detalles.

Por ejemplo, en el registro mercantil de TEDAGUA RENOVABLES SL (C.I.F. B35972751) aparecía que en 28 de noviembre de 2014, la entidad “TECNICAS DE DESALINIZACIÓN DE AGUAS, SA” acordó cesar a D. Ramón Jiménez Serrano de su cargo de representante. Cargo que no se localiza en la pestaña de “Registro Mercantil” correspondiente, en el www.infocif.es. Misterio.

En la empresa TEDAGUA INTERNACIONAL, SL, (C.I.F. B85967594) sí aparece, en cambio, Ramón Jiménez Serrano, que el 18 de mayo de 2010, fecha en que la empresa dio inicio a sus operaciones, fue nombrado Representante, siendo “TECNICAS DE DESALINIZACIÓN DE AGUAS, SA” administradora única. Ramón Jiménez Serrano permaneció en ese cargo de representante hasta el 1 de diciembre de 2014. Como se ve, hay continuidad entre una sociedad y otra, ya que en ambas se produce el cese con tres días de diferencia.

En ambos casos, llámese la empresa como se llame, Pedro Enrique seguía en HYDRO MANAGEMENT, SL, que buscaba partner para el negocio y tenía como pretendientes a SACYR, FERROVIAL y otras. Pero apareció COBRA, que al final resultó promotor/adjudicatario.

¿Qué ocurrió realmente? Bueno, pues que por esa fecha ya HYDRO MANAGEMENT SL (en cuyo consejo de administración estaba Ramón Serrano) estaba participada por TEDAGUA, de la que era representante precisamente Ramón Serrano. A pesar de su vinculación con las empresas que aparentemente negociarían el contrato, fue el Ente Público del Agua, siempre según información de Ramón Serrano, quien lo negoció. De las negociaciones formales por parte del EPA resultó que unos negociaban (EPA) directamente, y otros aceptaban y aprobaban lo acordado.

Y a todo esto, una mano meciendo la cuna del dinero, que ya veremos cómo resulta el invento.

Para ir tomando nota de cómo se va resolviendo el asunto (volveremos sobre el modo de construcción de la desalinizadora, aunque ya hemos apuntado en entradas anteriores algunos datos), conviene destacar que el 26 de junio de 2012, el gerente del EPA, también encausado en el mismo proceso, dirige una carta a Ramón Jiménez Serrano, que entonces era Consejero Delegado, o sea, CEO, de HYDRO MANAGEMENT, SL, en la que se dice textualmente: “la financiación del proyecto se asentaba sobre bases de consistencia más que dudosa y, en algún caso, gravemente perjudicial para las partes implicadas, especialmente para el destinatario final” que no era otro que la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Vamos, que ya iban oliéndose la tostada sobre todo aquellos a los que les tocaría tirar de la caja de dinero público o algo peor.

Sobre este tema, posteriormente, la Intervención General de la C.A., el 18 de mayo de 2015 dice en un informe: “el diseño de la operación formalizada en 2006 implicaba unas obligaciones de pago superiores a la cifra de negocio que podría lograr la sociedad”. Esto es, es en sede judicial donde se conocerá el destrozo que para la Comunidad de Murcia fue la desaladora de las empresas de Ramón y amigos.

De las referencias anteriores en la carta del Gerente del EPA, o del informe de la Intervención General de la C.A., da la sensación de que toda la urdidumbre de contratos, arriendos, subarriendos, tenía como eje pensante al Consejero Delegado y Presidente de HYDRO MANAGEMENT SL, Ramón Serrano.

Y del ADN, que ya se irá viendo.

Vale

… continuará…

Cómo pedir un crédito y que te lo den

Uno de los retos más importantes con los que se encuentran los ejecutivos de las empresas es el de la financiación. Y cuanto más importante es el proyecto en el que se embarque la empresa que dirige, mayor es el crédito, mayor es el riesgo y mayores son las dificultades con las que se enfrentan.

Eso es lo que debió sucederle a Pedro Enrique cuando formaba parte de la estructura societaria de HYDRO MANAGEMENT, S.L. y se vio en la necesidad de buscar financiación bancaria. Pero no cualquier cosa, no. Financiación de la buena, de la gorda.

¿Y cómo se llega a esos niveles? Veamos. Nuestro Pedro Ramón Enrique Jiménez Serrano entra el 9 de diciembre de 2005 a formar parte del Consejo de Administración de HYDRO MANAGEMENT, SL como Apoderado Mancomunado. La empresa tiene en esos momentos un capital social de 12.000 €. Poco parece para tirar cohetes.

Pues nada, se amplía el capital social para que parezca que va teniendo tejido financiero y músculo operacional. Así, el 30 de mayo de 2006, se produce una ampliación de capital de 9.360 €, con lo que este capital social suscrito asciende a 21.360 €, y Pedro Ramón Jiménez es ascendido a Consejero Delegado, lo que hoy sería un CEO, pero que entonces no lo es porque la moda english aún no ha llegado y en su empresa matriz debe haber como 700 CEOs por delante.

La empresa HYDRO MANAGEMENT SL contrata el 10 de enero de 2006 con TÉCNICAS DE DESALINIZACIÓN DE AGUAS SA la construcción de una planta desalinizadora, sin que conste documento alguno ni expresión pública de administración alguna sobre la necesidad de construcción de una desalinizadora en la zona. Bueno, no hay problema. No hay desalinizadora ni visos de que haga falta, pero “vamos a ello”.

¿Y dónde construimos una desalinizadora? Pues en Murcia, en Cartagena y, más a más, en el Valle de Escombreras. ¿Quién dijo miedo? Adelante con los faroles, que ya vendrá alguien a (a)pagarlos.

A todo esto, el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, en reunión de 13 de enero de 2006, cede gratuitamente al Ente Público del Agua (EPA) una parcela de 35.100 m2 en el Valle de Escombreras, valorada en 2.965.000 € para que el EPA la destine a sus fines o labores.

Circulando en paralelo, el 25 de enero de 2006, se constituye la mercantil DESALADORA DE ESCOMBRERAS, SA., por empresas del Grupo COBRA, COBRA INSTALACIONES Y SERVICIOS (en la que Pedro Ramón Enrique Jiménez era Director General de algo) y MONCOBRA SA.

Los sistemas de agujas ferroviarios debieron echar chispas en estas fechas, porque el 26 de enero de 2006, la titular del Juzgado nº 5 de los de Murcia, data “los dos contratos más importantes y relevantes en términos económicos para las arcas públicas”.

Uno, HYDRO MANAGEMENT SL (HM) firma un contrato de arrendamiento de Planta Desaladora e infraestructuras asociadas “de construcción futura en el Valle de Escombreras. Por HM firman Tomás y P. Enrique Ramón Jiménez y por DE (Desaladora…) Ugenio Lorente

Dos, contrato de operación de mantenimiento de planta e infraestructuras asociadas entre DE (Desaladora…) y TEDAGUA (TE).

Es decir, todavía no tenían el terreno ni nada parecido y ya se preveían beneficios para la empresa de 12.000 €.

Todo parece funcionar a base de contratos firmados sobre opciones materiales a construir en el futuro. Claro, que el futuro era ¡ya! y alguien debería saberlo.

El 17 de febrero de 2006, HYDRO MANAGEMENT, SL, (HM) con su Enrique Ramón Jiménez al frente firma el subarriendo de la parcela que el 13 de enero el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma había puesto a disposición del EPA para sus asuntos. La finalidad es cambiar de emplazamiento la planta desalinizadora inicialmente prevista por HM Et voilâ, ya tenemos terrenos. Y ese mismo día, HM firma otro contratito con una empresa pública creada al efecto, por el cual HM se compromete a vender a Desaladora de Escombreras al final del contrato de arrendamiento. ¿Os habéis perdido? Pues Ramón, no. En eso se diferencia y saca ventaja.

El 20 de febrero de 2006, tres días después de contratos de arriendo, subarriendo, cesiones de parcela, HYDRO MANAGEMENT SL presenta documentación para modificar el proyecto de planta y localizar su construcción en la parcela de 2.950.000 €.

¿Cuánto tiempo ha pasado entre el 9 de diciembre de 2005, cuando Ramón Jiménez entra en el Consejo de Administración de HM como apoderado y el 20 de febrero de 2006, cuando ya se fija la parcela de suelo público puesta a su disposición para construir la planta? Sesenta días. No está nada mal, pero muy difícil para cualquier mortal.

Y llegamos al meollo. Llegamos sin poner un ladrillo, ni una tubería, nada. Porque todavía no hay nada, al 5 de abril de 2006, cuando Banesto comunica a EPA (Ente Público del Agua) que va a financiar a HM las obras de construcción de la desalinizadora y si el EPA tiene la voluntad de asumir como propias las obligaciones que Desalinizadora de Escombreras SA frente a HM. Es decir, si hay cobertura de dinero público por si acaso. El 19 de abril de 2006, el EPA dice que sí, que si es necesario se comerá el marrón.

Y nada, que ahí es donde por arte de birlibirloque, la empresa en la que está Pedro E. R. Jiménez, con un capital social de 12.000 €, accede a un crédito de 114.000.000 €. Y todo con el colchón “de gratis”, porque si hay pufo, será el dinero público el que se lo coma.

No quiero ni pensar las virguerías que los australianos, y el canguro Ramón, podrían hacer con las subvenciones de dinero público, sobre todo extremeño, antes incluso de haber puesto una cancela por donde entrar a la futura, no futura, mina subterránea.

Dejamos aquí este intrigante lío de contratos, arrendamientos, infraestructuras que no existen, pero que existirán, y por allí o por allá, caerá el money, money.

Vale.

… continuará…