Archivos para November 30, 1999

La mina 0, la mina perfecta.

Tuve ayer la oportunidad de conocer en acción al CEO de la mina, y para empezar, no entiendo cómo empresarios, periodistas, políticos, pueden haber caído rendidos a sus pies, que huelen a corrupción, por cierto.

Tuve ocasión de ver cómo plantea su intervención. En este caso era entre las AAVV, ausentes por cierto, y vecinos sin adscripción asociativa. Plantea su monserga con un vídeo de vuelo sobre lo que sería la mina, un vídeo que está preparado para que en ningún momento se vea la ciudad, ni la ermita de la Virgen siquiera. No digamos ya de la residencia de mayores, la planta potabilizadora, la prisión, el campus universitario, el hospital… Nada de eso existe en el vídeo, razón por la cual le felicité. Esa presentación, ese vídeo podría valer para cualquier sitio, para cualquier descampao.

El CEO comenzó a vender las bondades de su producto, como si estuviera vendiendo bragas a un euro en el mercadillo.

Pero se encontró con un auditorio escaso de público (unas 20 o 22 personas), crítico, a los que colar su discurso le comenzó a resultar complicado, no ya solo con cuestiones técnicas, sino también con cuestiones menos técnicas pero muy interesantes. Acudió el CEO Ramón a la cita con el que se dice Director General, con el sujeta grapas que ha fichado y con un fotógrafo. No fue ninguno de los medios de comunicación que notoriamente ha comprado (El Periódico Extremadura, el HOY de Badajoz, Cadena Ser Cáceres, Onda Cero Cáceres y Cope Cáceres, ¿me dejo alguno?).

Cada vez que se refería a alguno de los apartados de su discurso, surgían preguntas que le descolocaban. Eso sí, para todas las cuestiones la respuesta era cero (0). Cero emisiones a la atmósfera. Cero vibraciones como consecuencia del uso de explosivos. Cero residuos. Cero vertidos. Cero, cero, cero. También, todo hay que decirlo, cero en vergüenza.

Se le planteó cómo una empresa con 3.000 euros de capital social puede acometer un proyecto tan grande. Respuesta: las sociedades limitadas que se crean en España, tienen un capital social de 3.000 euros. ¡Error! Los tres mil euros son de capital mínimo.

Se le preguntó si con ese capital social mínimo conseguirían una financiación como la que necesita la mina perfecta, no fuera a ser, le pusieron un ejemplo (le puse un ejemplo) como que una Sociedad Limitada con capital social de 12.000 euros pudiera conseguir un préstamo bancario de 114 millones de euros. Encajó la directa, pero me dice algún asistente al acto que se le vio algo mohíno después. Por alguna asistente se le recordó su buen paso por la Comunidad de Murcia y por la desaladora que no dejó atrás y que le persigue.

Claro, una asistente le planteó serias dudas sobre una patente por lo visto revolucionaria, eso de la mina perfecta, pero que es una patente en trámite. Otro asistente le recordó que lo único que habían hecho respecto a la obtención del mineral era un leve retoque al procedimiento que tenía TOLSA, anterior tenedora de los derechos de la explotación.

Otros asistentes, que acudieron muy bien preparados al show le plantearon cuestiones técnicas varias, y alguno le dijo que ahora, después de escucharle, tenía más dudas que antes.

Intervino el Director General explicando, decía, cuestiones técnicas, como el encapsulado de todo, para conseguir la mina Cero. Al director general, al hilo de su insistencia en cuestiones técnicas, tuve la ocasión de preguntarle por unas manifestaciones suyas en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas, de la universidad Complutense, en las que a preguntas de un profesor de la misma sobre la falta de capacidad técnica de la Administración para evaluar un proyecto tan complejo, él le contestó cómo están ahora las competencias, los canales (medio ambiente, patrimonio…), que cada uno emite su informe, que luego se reúnen en una resolución, que puede firmar un consejero, pero que al final está el presidente que ya verá lo que hace. Todo un alarde de querer a los funcionarios públicos, de respetar la función pública.

Tanto el CEO como el dirgral hicieron muchas apelaciones a la legalidad, a cumplir lo que se les diga desde la administración (ver párrafo anterior), y sobre todo, a que ellos (los de aquí y los de Australia) estaban trabajando sin haber pedido financiación pública y que en su momento ya verán si la piden. Como le dije al dirgral a la salida: si no vais a pedir nada ¿para qué coño os hemos hecho un decreto exprés?

Y así transcurrió la velada, que le fue muy poco productiva a los ejecutivos agresivos, porque no sacaron de entre la escasa audiencia, de tan escaso poder de convocatoria, ni una muestra de comprensión.

Eso sí, supongo que seguirán creyendo que su mina será perfecta. Una mina Cero. Aunque no saben si la podrán inaugurar.

Esta esa más o menos la crónica de cómo vi el acto. Seguro que algo se me habrá pasado, pero estoy abierto a adiciones, correcciones, etc.

Vale

… continuará…

Para la colección de los mejores hits del CEO.

Venimos contando en las entradas anteriores los grandes éxitos del CEO antes conocido como Pedro Enrique, y ahora ya por Ramón Jiménez Serrano, y los pingües beneficios económicos recaudados o en previsión de recaudación para sus jefes. Su saber estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado y tener como “rivales” a sujetos acomodaticios, faltos de capacidad crítica, y, dados los cargos que se les imputan en vía penal, faltos de vergüenza, le granjea beneficios importantes a su jefe, de los que ¿sí? ¿no? una parte serían para ellos.

En cambio, en el caso de la desaladora de Escombreras, la importante cuantía de los beneficios, unos 600.000.000 € por una inversión en torno a los 100.000.000 €, puede que no llegue a tal, o eso al menos es lo que se pretende con el juicio penal. Aunque la opinión pública en Murcia da por perdido ese dinero.

Con ser el caso de la desaladora de Escombreras un asunto medioambiental, no es ni mucho menos, el único asunto de esa especie en el que aparece, ¡cielos, no! el nombre de Ramón Jiménez.

Ya vimos que en el profile de nuestro CEO faltaban algunos datos sin importancia. Y un asunto de carácter medioambiental que tuvo gran importancia en su momento. Un asunto con ondas expansivas que se escuchaban en el Centro Sismológico Nacional de Toledo.

Entre 2011 y 2015, mientras proseguía su andar por los despachos de Murcia y Cartagena colando la desaladora, Ramón Jiménez también se sentaba en el consejo de administración de otra empresa, ESCAL USG, que tuvo el honor de poner en marcha el “proyecto Castor”, que tras ser aprobado por el gobierno de Rodríguez Zapatero, fue paralizado por el gobierno de M.Rajoy, hasta que en 2019, el 31 de octubre, el Gobierno decidió el sellado definitivo de los pozos del almacén de gas para evitar mayores costes de mantenimiento y mejorar la estabilidad del terreno.

En el camino se quedaron 1.350 millones de €, más de dos veces lo que le puede costar a Murcia la desaladora de Escombreras.

¿Qué pasó? Se trataba en el “proyecto Castor”de inyectar gas en un antiguo yacimiento de petróleo, el Amposta. La inyección de gas proveniente de gasoductos a través de una conexión a la altura de Vinaroz, de 30 km de longitud, producía seismos en la zona.

Inicialmente, esos seismos, de escasa magnitud, no fueron ligados por los expertos a la actividad de almacenamiento del gas, pero finalmente se conectaron ambas circunstancias que finalmente produjeron la clausura.

Pues bien. En 2011, Ramón Jiménez, nuestro CEO, es nombrado miembro del consejo de administración de ESCAL UGS, donde permaneció hasta 2015. O lo que es lo mismo, durante los cuatro años en los que perteneció a la dirección de la empresa que proyectó y puso en marcha el proyecto, fue conocedor de todas las circunstancias que rodearon su actividad.

El 23 de noviembre de 2015, ya cesada su condición de consejero de ESCAL UGS, Ramón Jiménez Serrano fue llamado a declarar ante el juzgado de Vinaroz, junto con otros seis directivos de la empresa, como imputados, mientras que el juzgado trataba de dilucidad por qué no se había realizado una evaluación ambiental del proyecto.

Tenemos, otra vez, en medio de un berenjenal judicial a nuestro CEO, aunque tengo que decir que a estas alturas no sé cuál es el recorrido que el proyecto tuvo, tiene o está teniendo en los juzgados. Seguiré la pista hasta conocer si el asunto judicial fue sobreseído cuando se hizo por el gobierno el abono de los 1.350 mill. €, o si tuvo continuidad en los juzgados, y conocer lo que deparó la suerte a Ramón Jiménez.

Pero sobre todo, me parece muy relevante señalar, en relación con el proyecto de la mina de litio, que el estudio de impacto ambiental que se formule ha de tener todas las garantías y toda la solvencia técnica y científica, para lo que debería ser realizado por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Extremadura, con cargo a la empresa minera, sin ningún ahorro de costes.

¿Por qué esta prevención? Muy sencillo. En la memoria de los papeles presentados “en Mérida” por el CEO, se puede observar que la zona de explotación (mina subterránea) está grafiada a escasos mil metros del Santuario de la Montaña, en costas muy inferiores a este, y que se utilizarán explosivos de emulsión a granel. En la memoria del “proyecto” se cita el santuario, pero en ningún momento se señala, más allá de su carácter social, que es un inmueble protegido, monumento histórico desde finales de los años 40, con la categoría de Monumento Nacional, por lo que ha de garantizarse plenamente que las voladuras en la mina no producirán ningún efecto negativo sobre el mismo.

Vale

… continuará…