Archivos para alta traición

Ayer, a cuenta del relator para la mesa de partidos, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, hizo una intervención que en 10 minutos contenía las gravísimas acusaciones de al Presidente del Gobierno de felonía, ilegitimidad y alta traición, entre las 19 lindezas que soltó. No dijo, en cambio, nada de llevar al Congreso de los Diputados la acusación de alta traición conforme al artículo 102 de la Constitución, a la que tanto ama pero a la que prostituye a diario.

Por otra parte, el presidente de Ciudadanos, Alberto Rivera, complementó la diatriba de Casado diciendo que no presenta una moción de censura porque no le suman los votos, sin haber siquiera contactado con otros grupos de la cámara sobre el particular.

Alberto Rivera y Pablo Casado, que manosean pornográficamente la palabra Constitución pero que dudo que la hayan leído, y si la han leído, no se han enterado de nada, no se atreven a impulsar la aplicación del artículo 102 a pesar de que sí pueden hacerlo porque sí le dan los votos para ese impulso (otra cosa serían los necesarios para la declaración de alta traición del Presidente del Gobierno y su cese inmediato, con exigencia de responsabilidades penales), y no se atreven a presentar la moción de censura porque seguramente no han contado bien los votos. La moción de censura se vota por llamamiento y en urna, y, por tanto, con voto secreto.

Para Alberto Rivera y su gemelo Pablo Casado, votar (eso que tanto reclaman que hagan los españoles cuanto antes) una moción de censura les supone un peligro. Si presentan una moción de censura por causas ideológicas, votarían a favor los suficientes diputados de partidos de derechas para hacerla triunfar:

134 del PP

32 de Ciudadanos

5 del PNV

8 del PdCAT

2 de UPN

1 de FAC

1 de CC

Suma 184, suficientes para ganar la moción.

Si Andy Casado y Lucas Rivera presentan la moción de censura por causa de la situación catalana y de la humillación del Presidente del Gobierno a las exigencias de los separatistas, votarían a favor

134 del PP

32 de Ciudadanos

2 de UPN

1 de FAC

1 de CC

1 de NC

Suma 171, casi suficientes para ganar la moción. Pero el miedo de los hermanos Dalton es que a esos 171 votos se le sumen (votación secreta, en urna) 4 votos del PdCAT y 1 del PNV, sin contar los diputados socialistas que claman vendetta contra Pedro Sánchez y que no son ni uno ni dos.

El vértigo les entra a los Soprano de la política española cuando han echado números y sí les puede salir su moción.

Una moción que sería la excusa perfecta para los separatistas catalanes y volver a la situación de la declaración de independencia, porque podrían justificarla ante la casi mitad de los catalanes que les apoyan.

Por eso, porque no se atreven a hacer en el Congreso lo que la Constitución les permite y, si la situación es tan grave como la dibujan, les obliga, es decir, aplicar el artículo 102 para hacer caer al Gobierno, o presentar la moción de censura con el riesgo de que saliera aprobada (Pedro Sánchez, con 84 diputados de su grupo parlamentario, la presentó y la ganó, y por lo que se ve, no aceptó el cargo con miedo).

Como los hermanos Dalton no se atreven a utilizar la Constitución (no creen en ella si no es para sacar ventaja), elevan sus soflamas, llaman a las revueltas callejeras, acusan al Presidente del Gobierno de alta traición, repitiendo esquemas ya conocidos, y esperando que, como no pueden, no saben y no se atreven a ganar con los votos, sean los tanques los que los lleven al Gobierno.

Y para desgracia (¿momentánea?) de Casado y de toda la mierda de prensa de Madrid (endeuda hasta las cejas), es que los tanques guardan silencio. De momento.

Vale