Archivos para November 30, 1999

Decía en mi entrada en este blog de 29 de junio que para saber, definitivamente, el futuro del Centro de Formación de Tropa número 1, Cefot de Cáceres, habría que estar atentos al calendario de decisiones de política económica que faltan. Una de esas decisiones era el techo de gasto que el Gobierno propondrá al Congreso de los Diputados. Algo que debió hacerse antes del 30 de junio, pero que la intervención de nuestra economía por la Unión Europea ha retrasado casi un mes… el tiempo que se ha tardado en dar instrucciones al que dicen gobierno de España.
El viernes, 20 de julio, el gobierno dio a conocer el techo de gasto para 2013, que será mayor que el de 2012 (por el incremento del coste de la deuda), pero que en realidad supone una disminución superior al 6% en el gasto general del conjunto y que para los Ministerios supondrá un recorte real medio de otro 12,2%.
La decisión de “cierre temporal” de la Academia de Suboficiales de Talarn y del Cefot de Cáceres, entre otras cuestiones, fue explicada en su momento por los recortes presupuestarios. Recortes que se han plasmado en la Ley de Recortes, digo de Presupuestos Generales del Estado para 2012, aprobada en junio pasado y que incluían la disminución de 83.000 a 81.000 los efectivos de tropa y marinería. Con esta ley y con el RDL de recortes salvajes de julio, se ha esfumado cualquier posibilidad de que en lo que resta de año se lleve a cabo ninguna convocatoria de plazas de soldados, “materia prima” necesaria para el funcionamiento del Cefot de Cáceres. Incluso, la situación de cierre temporal puede ser la causa por la que el examen de ascenso a cabo, convocado para diciembre, no se celebre en las instalaciones del Campamento de Santa Ana.
Corresponde, debería corresponder, a los dirigentes políticos (el personal militar tiene limitada su capacidad de “reivindicación”) locales, provinciales y regionales del partido que sustenta al gobierno de la nación, hacer las gestiones necesarias para que los recortes que se desprenden del techo de gasto aprobado no terminen finiquitando (como sin duda parece ser la solución final) la continuación del Cefot.
Además, al techo de gasto tan recortado que la Unión Europea a ha obligado al Gobierno de Rajoy a adoptar, hay que añadir las previsiones del documentos “Visión 2025”, elaborado por el JEMAD (Jefe del Estado Mayor de la Defensa) a petición expresa del Ministro. El documento, filtrado (¿interesadamente, para ir allanando el camino?) a El País, y publicado coincidiendo con la comparecencia del Ministro Morenés en el Congreso para informar de la nueva directiva de Defensa, ha sido elaborado por el JEMAD con las informaciones facilitadas, a su vez, por los JEMES de los Ejércitos de Tierra y Aire y por el Almirante General de la Armada.
Las previsiones del documento “Visión 2025” cifran en 20.000 los efectivos (15.000 militares y 5.000 civiles) que deberá suprimir el Ministerio. Según los publicado por el periodista Miguel González, en El Pais, la mayor sangría de personal se llevará a cabo en el Ejército de Tierra, unos 10.000 efectivos. Desde el punto de vista económico (que es de lo que se trata) la mayor disminución, para que sea efectiva, deberá darse en la tropa, entre otras razones porque los mandos son funcionarios y sus retribuciones han de mantenerse, en activo o en la reserva. La alarma causada por la publicación del informe “Visión 2025” ha sido evidente en el ámbito del Ejército de Tierra. Si, como se dice en dicho informe, se disolverán dos brigadas (para entendernos, en Extremadura está la Brigada Mecanizada XI), el número de soldados va a disminuir, y las necesidades de formación de nuevas incorporaciones lastran, de modo definitivo, el futuro del Cefot.
En este panorama, el clamoroso silencio del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, o del presunto número 3 de la dirección del Partido Popular, Carlos Floriano, son la muestra, la prueba del 9, de que ni quieren defender la continuidad del acuartelamiento de Cáceres, ni pueden. Que no quieran es una decisión personal, pero que no puedan es el sello que fija su incompetencia y su falta de compromiso con la ciudad de Cáceres. Nada puede esperarse de estas dos personas, que carecen de mérito y capacidad para conseguir que el Cefot de Cáceres continúe.
En un segundo escalón de responsabilidades políticas están dos alcasenadores, Elena Nevado, de Cáceres, y Alberto Casero, de Trujillo. La primera, cuando fue informada del cierre por la Subsecretaria de Defensa en 5 de marzo de 2012, calló la información, y solamente cuando tres semanas después fue publicada por El Periódico Extremadura, se sorprendió y reaccionó impulsando lo que en su día fue la plataforma pro-Cimov. Pero lo hizo en defensa propia, como barricada. La pancarta que aún cuelga del balcón de su despacho en el Ayuntamiento es la prueba irrefutable de su incapacidad para haber resuelto favorablemente la continuidad del Cefot. Su condición de senadora debería haberla utilizada para presentar iniciativas parlamentarias que garantizaran el futuro del Cefot. Pero las 225 familias que tienen en el Campamento de Santa Ana su puesto de trabajo les da igual, exactamente igual.
El segundo, el alcalde de Trujillo, también es senador y todavía se está a la espera de que se atreva a presentar alguna iniciativa en favor de la unidad militar, alguna iniciativa para evitar que en cualquier momento se le tenga que poner la cara como un tomate de “colorá” afeándole su silencio. En cualquier momento, por ejemplo, cuando quiera presumir de tener a los militares del Cefot en la Plaza Mayor de Trujillo desfilando para él, para su ego.
Vale.

El pasado 29 de junio me refería al calendario que restaba, hasta final de 2012, para determinar cuál sería la continuidad o no del Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres. En ese calendario, señalaba el próximo conocimiento del techo de gasto, a proponer por el Gobierno y aprobarse por el Congreso de los Diputados. Hasta ahora, esta cuestión se ha venido resolviendo antes del 30 de junio de cada año. Este 2012 ha supuesto la quiebra de esa tramitación… y la quiebra del modelo constitucional.
Cuando un gobierno de incompetentes en lo económico, insensibles en lo social y filofascistas en lo político dedican sus esfuerzos a pedir prestado dinero para tapar las estafas, insolvencias y desfalcos cometidos por conmilitones, de los que son cuando menos cómplices por acción u omisión, cuando eso sucede, pequeños asuntos, como la continuidad o no de un centro militar, dejan de tener importancia… pero no para quienes tienen su puesto de trabajo, militares y civiles, en él.
Del techo de gasto dependerá el contenido del Presupuesto para 2013. Pero no ha hecho falta conocer ese dato. Las imposiciones europeas para prestar dinero con el que salvar el desfalco de Bankia, han obligado al Consejo de Tramposos a publicar el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, en el que en absoluto se plantea la posibilidad de que durante 2012 se realice alguna convocatoria de tropa profesional, ya que ni siquiera se cita la disposición adicional de la Ley de Presupuesto que planteaba una mínima opción. De hecho, la única referencia que se hace a la oferta de empleo público tiene su marco en la exposición de motivos, para ratificar las previsiones de los PGE. Es decir, que durante 2012 no habrá oferta de empleo de tropa, única salida posible para el Cefot de Cáceres.
El marco económico, por un lado debido a un contexto internacional adverso, y por otro a un severo ajuste de cuentas económico, político y, sobre todo, ideológico, que el gobierno de la derecha está planteando, tiene mucho que ver con la imposición europea de someter a control y vigilancia (“los hombres de negro”) las cuentas públicas españolas. Así, la exigencia de programas presupuestarios bianuales, que comenzarán a tener que recogerse en los PGE para 2013 (y previsiones para 2014), hacen prácticamente imposible nuevas ofertas de empleo público, cuando se vienen haciendo conjeturas de despidos de empleados (salvo funcionarios de oposición) de hasta 300.000 personas. En ese marco, hacer una convocatoria de plazas de efectivos de tropa y marinería (militares, al fin y al cabo) añadiría aún más leña al incendio social provocado por el conjunto de ministros más incompetentes que jamás haya habido, a cuyo frente está una persona (o lo que sea eso) a la que, además de lloverle críticas, se le ha perdido el respeto (no ya como presidente del gobierno, eso va en el cargo, sino como persona).
El hecho de que el Cefot 1 se encuentre en cierre provisional es la causa, por otra parte, de que los exámenes para el ascenso a Cabo (convocados porque son obligatorios por ley, que si no, tampoco) no puedan realizarse en las instalaciones, cerradas en su mayoría, y que para las fechas en se realizan los exámenes, diciembre, necesitarían climatizarse y con el cierre decretado, es imposible.
Que un dirigente político (lo de dirigente seguramente sea una exageración) como el presidente de la Asamblea de Extremadura diga, visitando las instalaciones del Cefot para hacerse una foto, que la oferta de empleo público de tropa sería la solución, suena a una golfería intolerable. Ese “dirigente”, en vez de hacer declaraciones de ese tipo, tiene en su mano, al igual que el mudo presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Mongado, que sí hubiera oferta de empleo. Pero para ello deberían enfrentarse a su partido, y no tienen agallas para ello. Con salir en la foto junto a algún militar les vale. Que cierren el Cefot, directamente, se la suda. A Fernando Manzano, a José Antonio Monago, a Elena Nevado, a Alberto Casero, a Carlos Floriano… Es más, si el anuncio se hiciera en el Congreso o en el Senado, aplaudirían a rabiar, y alguno de ellos pronunciarían el mantra de los argumentarios del Partido Popular: ¡Que se jodan!
Vale.

Cuando a finales de mayo el Ministerio de Defensa se sumó a la fiesta de los eufemismos que tanto le gusta a la derecha que manda pero no gobierna, y dijo aquello de que los “centros de formación estarán activos en función de cómo evolucione la oferta de empleo” (o algo así) se unió a las declaraciones anteiores de la alcasenadora Nevado, para terminar de desactivar la Plataforma que el propio PP había impulsado como barricada en su propia defensa.
Todas las declaraciones que siguieron a la pirueta eufemística del Ministerio, iban en la misma dirección: habrá que esperar a conocer la oferta de empleo de 2013, y ese año se sabrá cuál será el futuro del Cefot de Cáceres.
O lo que viene a ser, que ahora todos tranquilos, que ya a partir de enero de 2013 iremos viendo. Pero…
De aquí al 1 de enero del año próximo sucederán muchos hitos en los que sabremos algo tan importante como cuál será la oferta de empleo para el año próximo.
El primer hito importante será conocer el techo de gasto. Algo que debería haberse producido antes del 30 de junio, pero que el incompetente Mariano Rajoy no ha llevado al parlamento (bueno, él tampoco va), porque está esperando, entre otras cosas, que le digan “desde fuera” lo que tiene que hacer. El techo de gasto se tiene que aprobar en el Congreso de los Diputados es la cifra que ha de distribuirse en todos los epígrafes del gasto presupuestario. El pasado 16 de junio, el BOE publico la preceptiva Orden del Miniesterio de Hacienda dando instrucciones a los ministerios para la redacción de presupuestos para 2013. En marzo de 2012, el gobierno (o lo que sea eso) de Mariano Rajoy estableción ese techo de gasto para 2012 en 118.565 millones de euros, un 4,7% menos que en 2011. Días después, con los presupuestos ya presentados en el Congreso, el Consejo de Administración de La Moncloa aprobó un recorte de 10.000 millones en Sanidad y Educación. Con ese techo de gasto, la oferta de empleo de 2012 ha sido 0 marianero.
Para el próximo año, todas las previsiones, como se señalaba en algún confidencial, se encaminan a un recorte mayor, por lo que la oferta de empleo de 2013 tiene todo los visos de ser -0 (despidos de empleados públicos en una cuantía significativa para cuadrar gastos).
En el calendario de futuro del Cefot, en muy pocas fechas sabremos que, con un techo de gasto menor que en 2012, la oferta de empleo volverá a ser la misma que este año. Es decir, cero.
El hito del techo de gasto que hoy se anuncia que se conocerá en los próximos días (vamos, cuando Europa le ordene al gobierno que recorte sueldos de funcionarios y despida empleados públicos, “adelgace” el estado del bienestar ya famélico, y suba el IVA y otras cosas por el estilo). Y de esos números tan inmensos, se desprenderá la primera pista sobre cuál será el futuro del Cefot: si no hay oferta de empleo no hay futuro.
Con ese techo de gasto que Merkel ordene a Rajoy, se elaborará el Proyecto de Presupuestos para 2013, que tiene que tener entrada en el Congreso el 30 de septiembre a más tardar (para curiosos, en la agenda de plenos del Congreso ya están reservadas y señalas las fechas de comparecencias de altos cargos -los que sean- para informar). Y en ese Proyecto deberá ir un artículo específico, de los primeros, que hable de la Oferta de Empleo Público. Y deberá ir una Disposición Adicional que determine el número máximo de efectivos de tropa y marinería que deberá haber en las FAS a 31 de diciembre de 2013. En la Ley que se publicará en el BOE estos días, los PGE (los Recortes Generales del Estado) para 2012 fijan ese número máximo en 81.000. A comienzos de 2012, el número era de 83.000. O lo que es lo mismo, no solamente no ha habido oferta de empleo de tropa, sino que se están despidiendo (y se están suprimiendo, de paso, esas plazas) a 2.000 soldados y marineros. Las negociaciones entre CiU y el PP han estado a punto de que el número hubiera bajado a 80.000. Ya se verá para 2013.
El apacible calendario que la alcasenadora Nevado cree que le servirá de respiro, se comienza a desbrozar en pocas fechas. El techo de gasto será la primera piedra, en julio. En septiembre, el Proyecto de Presupuestos para 2013. Y en cualquiera de los dos casos, ella, como dirigente (o lo que sea eso de ser dirigente en estos tiempos) del partido en el gobierno debería influir si tuviera alguna fuerza.
Se puede dar el caso, además, que mientras en el último trimestre del año, con los presupuestos de 2013 en el debate parlamentario, un alcasenador del PP presuma, en su pueblo, del Cefot, y esté votando contra su continuidad en el Senado. El alcasenador de Trujillo Alberto Casero quiere a toda costa organizar (cueste lo que cueste, y cuesta un dinerillo) una Jura de Bandera de civiles en la Plaza Mayor de Trujillo (en la que prohíbe a los niños jugar a la pelota). Pero no tendrá la valentía de defender ante su partido y, mucho menos en sede parlamentaria, la continuidad del centro militar de Cáceres.
Con este calendario, el futuro del Cefot está en manos de un presunto gobierno que solamente puede hacer los presupuestos que le ordenan, y en manos de un partido que goza de una mayoría absoluta que utiliza en contra de los ciudadanos. Y de unos dirigentes políticos locales que son unos mindundis en Génova.
Dejo para el final al Presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, incapaz de alzar la voz ante cualquiera de su partido en Madrid y gallardo y altanero con los extremeños, y cuartelero – cuartelario en sus formas, pensando que vendiendo burras con mataduras puede alcanzar cotas de reconocimiento de líder político. De este señor, nada se ha sabido hasta ahora en defensa de la continuidad del Cefot, y no tiene la valentía de contestar cuando se le pregunta. Y de este señor nada es esperable en el futuro, porque ya sabe que no lo hay. Pero calla.
Vale.

En la tarde de ayer, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, se reunió con la comisión de la Plataforma ciudadana “Cáceres con el Cefot”, impulsada por ella misma. De las noticias que han trascendido, básicamente por un comunicado de prensa remitido por la propia alcaldía, parece claro que el asunto está resuelto y que la Plataforma ya no tiene razón de ser. Bueno, puede continuar si quiere, pero ya no es necesaria.
Por ejemplo, ya no es necesario, como estaba previsto, que en los autobuses urbanos se colocara el cartel de apoyo al Cefot. Eso dijo la alcaldesa en la reunión.
La versión que se da desde fuentes de la Plataforma es que se pidió un compromiso de que en 2013 vendrán nuevos alumnos al Centro de formación militar de Cáceres.
Parece ser que la señora Nevado se da por satisfecha con la nota de prensa hecha pública el viernes por el Ministerio de Defensa y asumida haciendo palmas con las orejas. Los CEFOT permanecerán activos y recibirán tropa en función de la evolución de la oferta de empleo público”. Esto dice la nota de prensa ministerial. Vamos, que la gente de la Plataforma que pide un compromiso de que haya alumnos en 2013 para garantizar la continuidad del Centro, lo único que hace es “prolongar” el sentido de la nota de prensa. La alcasenadora lo da por cerrado. Cree que ha alcanzado un éxito.
Pero…
Pero desconoce algunas variables, o sus asesores en la materia no se las han explicado. En los próximos tiempos, breves, veremos de nuevo noticias sobre cierres debidos a los recortes. No es que el Ejército, al incluir la nota de prensa en su web esté manifestando una voluntad de distraer sobre el asunto. En realidad, lo que está haciendo es manifestar su voluntad de mantener los Cefot abiertos, más allá de que las decisiones políticas en el Gobierno vayan en otra dirección. A ningún mando militar le es grato, al contrario, tener que cerrar un cuartel o disolver una unidad.
La realidad, terca, es que la situación económica que llevó a la adopción del acuerdo del “cese temporal de actividades” sigue siendo la misma mientras se debaten los Recortes Generales del Estado, ahora en el Senado (¿presentará la alcasenadora Nevado alguna enmienda para garantizar la continuidad del Cefot? ¿hará lo mismo el alsenador de Trujillo Alberto Casero?).
Esta ley presupuestaria, cuyas previsiones en materia de oferta de empleo están en el origen y es causa de la situación de interinidad del Centro militar cacereño, tendrá una vigencia, en cuanto a esas previsiones, demasiado corta. Cortísima. Por ley, el 30 de septiembre deberá estar presentado en el Congreso el Proyecto de Ley de PGE para 2013. Y ese proyecto deberá recoger la previsión de oferta de empleo.
Si los dirigentes cacereños y extremeños del partido en el Gobierno de la Nación callan como vienen haciendo hasta ahora, transigen, como vienen haciendo hasta ahora, la previsión de una oferta de empleo nula, incluso con disminución en 1.000 o 2.000 efectivos de tropa y marinería, el futuro del Cefot estará definitivamente echado.
Si ahora, en el Senado, la alcalsenadora Nevado demuestra que de verdad está por la labor de que el Cefot continúe, debe dar la batalla, secundada por los demás senadores cacereños y extremeños del PP, ya que los diputados, encabezados por Carlos Floriano no se han atrevido ni a levantar la voz, ni a balbucear.
No espero nada, no debe esperarse nada de quien nada puede ofrecer.
Vale.

Cuando se cumplen dos meses desde que en Cáceres www.elperiodicoextremadura.comdesvelara los planes del Ministerio de Defensa de realizar un “cierre temporal” del Centro de Formación de Tropa nº 1, y el mismo tiempo en que un medio digital (www.elconfidencialdigital.com) reventara un documento confidencial del Ejército de Tierra en el que se se sustentaba ese cierre temporal, una nota de prensa, escueta, del propio Ministerio, habla de que “los CEFOT permanecerán activos y recibirán tropa en función de la oferta de empleo público”.
Con esta escueta nota, que no cambia en absoluto la situación, sino que la clarifica, a mi juicio, a peor, el silente José Antonio Monago, Presidente de la Junta de Extremadura, publicó un tuit “El Ejército mantendrá el CEFOT de Caceres…”, el primero en el que hace mención al asunto, Hasta ahora, silencio cobarde y cómplice con el Ministerio de Defensa para el cierre del Cefot de Cáceres.
Con esta escueta nota, publicada en la web pública del Ejército de Tierra, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, emite un comunicado de prensa en el que dice, según despacho de Europa Press: “Defensa ha confirmado al consistorio que los CEFOT «permanecerán activos» y recibirán tropa, «en función de la evolución de la oferta de empleo público». Ya está tardando la oposición en el Ayuntamiento en reclamar una copia del escrito recibido a media tarde en el Ayuntamiento confirmando eso.
Con esta escueta nota, el BOPP, un medio de comunicación que no olvida su pertenencia a la Editorial Católica y funda gran parte de su línea editorial en un principio básico de la moral tradicional, en la hipocresía, ese medio se hace eco de la noticia y la difunde haciendo palmas con las orejas, sin ninguna capacidad crítica, obviamente por su seguidismo de todo aquello que el Partido Popular determine.
La situción tras la publicación de la nota de prensa en la página web del Ejército de Tierra no ha variado en absoluto, por cuanto el “cierre temporal” del Cefot de Cáceres, recogido en el documento confidencial reventado a finales de marzo estaba exclusivamente vinculado a la ausencia de oferta de empleo público de tropa, y así sigue siendo.
La situación tras la publicación de la nota de prensa en la página web del Ejército de Tierra no ha variado en absoluto respecto a lo que, en visita de “cortesía” comunicó la Subsecretaria de Defensa a la alcasenadora de Cáceres el 5 de marzo de 2012. Y que Elena Nevado ocultó a los ciudadanos.
La situación tras la publicación de la nota de prensa en la página web del Ejército de Tierra no ha variado en absoluto respecto a lo que la propia alcasenadora de Cáceres planteaba en su escrito de 12 de marzo (quince días antes de que El Periódico Extremadura desvelara la situación) dirigido al mismísimo Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Desde que se conoció esta situación, siempre, siempre, ha sido la vinculación de las necesidades de nuevas contrataciones de tropa profesional, de nuevos soldados para el Ejército de Tierra, lo que ha derivado en que el propio Ejército hablara de “cierre temporal” y que, ahora, seguramente, el propio Ejército haya ido consiguiendo establecer programas de acciones que permitan que los Cefot tengan actividades más allá de su cometido fundamental. Demoledor, por otra parte, el titular de la nota de prensa, que habla, sin ambages, de recortes, de recortes puros y duros.
La situación no ha cambiado porque no hay perspectivas (salvo juegos malabares que se pudieran estar produciendo y que, finalmente, podrían dejar en muy mal lugar al Ministro… ya los comentaremos si van por ahí los derroteros) de que se pueda sacar una oferta de empleo para tropa profesional durante 2012. La tramitación de los Recortes Generales del Estado, perdón, de los Presupuestos Generales del Estado, es muy clara. A 31 de diciembre de 2012, el número máximo de efectivos de tropa y marinería será de 81.000 (entre Tierra, Armada y Aire). El cierre a 31 de diciembre de 2011 debió ser, conforme a los PGE, de 83.000. Esto quiere decir que durante 2012 han de producirse 2.000 bajas netas antes de que pueda producirse una oferta de empleo que permita no bajar de los 81.000… ni tampoco superarlos.
Los PGE recién aprobados en el Congreso, pasan ahora al Senado, donde es de esperar que Elena Nevado, Alberto Casero y Pablo Elena, senadores del PP electos por la provincia de Cáceres, presenten enmiendas que garanticen la continuidad efectiva del Cefot, más allá de una vinculación con la oferta de empleo público que lleva al cierre definitivo. Pero no lo harán. No lo harán porque no serán capaces de enfrentarse a su partido.
Es de esperar que desde la presidencia del Partido Popular de Extremadura, su titular, José Antonio Monago, dé instrucciones precisas a los senadores citados para que hagan efectivas enmiendas encaminadas a garantizar, sin ningún genero de dudas o vinculaciones cogidas con alfileres, la continuidad del Cefot. No lo hará, porque no lo ha hecho hasta ahora y no es capaz de enfrentarse a su partido.
Es de esperar que el número 3 en el organigrama de la dirección nacional del Partido Popular… Ah, que el número 3, Carlos Floriano ya había desaparecido en el combate nada más iniciarse, como un capitán cualquiera del Costa Concordia…
La situación no ha cambiado con la nota de prensa del Ministeri de Defensa porque no ha cambiado nada, absolutamente nada, en el proyecto de Ley de Recortes Generales del Estado durante su tramitación en el Congreso. Y no cambiará nada en el Senado.
Pero es más. Esta Ley presupuestaria tendrá una vigencia práctica de solamente seis meses, pero quedará totalmente aniquilada el 30 de septiembre próximo, cuando, por Ley, el gobierno del Partido Popular presente en el Congreso el Proyecto correspondiente para el ejercicido de 2013. Las perspectivas de recuperación económica son nulas, el dinero necesario para pagar las desvergüenzas delictivas de Rato y sus secuaces del PP en Bankia, minan aún más la capacidad del Estado.
La vinculación del futuro del Cefot a la oferta pública de empleo son un respiro de 4 meses, hasta finales de septiembre. Todas las previsiones y análisis en materia de necesidades de efectivos de tropa y marinería (y de cuadros de mando, también) se marcan en la línea de una nueva disminución. Si a 30 de septiembre, en el Proyecto presupuestario para 2013 se marcara el mínimo previsto en la vigente legislación (80.000 efectivos), la realidad sería, será, el cierre efectivo del Cefot de Cáceres. Y eso solamente se remedia con una enmienda en el Senado a los PGE de 2012 aumentando el número, de 81.000 a 83.000, lo que garantizaría una oferta de empleo para cubrir lo que resta de 2012 y todo 2013. Pero eso no tendrán agallas de plantearlo los dirigentes del PP en Extremadura.
Cuando se habla de cuarteles desde la óptica política provinciana, la semántica falla. Un cuartel solamente puede estar activo cuando la unidad militar que lo ocupa puede cumplir la misión que fundamenta su existencia. Y la nota de prensa del Ministerio no garantiza que el Cefot pueda cumplir su misión (no por falta de adecuación, precisamente) porque el propio Ministerio no es capaz de cumplir la suya. Las unidades militares, como se dice ahora de las grandes empresas en los proyectos de marketing, tienen su razón de existir en la misión que han de cumplir. La semántica pobre que destilan las declaraciones públicas de algunos dirigentes políticos y el seguidismo que de ella hacen los medios de comunicación afines solamente crean confusión y dan un beneficio mínimo a corto plazo. En este caso, con fecha de caducidad a 30 de septiembre.
Vale.

El 5 de marzo de 2012, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, se reunió con la Subsecretaria de Defensa, Irene Alcahud. Tuvimos los ciudadanos conocimiento de la reunión por una nota de prensa remitida por la alcaldía de Cáceres a los medios de comunicación. Se decía que había sido de “cortesía”. Los hechos conocidos después demuestran dos cosas: que la reunión no fue de cortesía y que la alcasenadora de Cáceres mintió en papel oficial.
El 12 de marzo de 2012, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, remitió una carta al propio Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El contenido de esa carta permanece en el más oscuro de los secretos en contradicción con la transparencia de la que presumen (y carecen) los dirigentes del PP. En la carta secreta, la alcasenadora de Cáceres refiere a su conmilitón Mariano que ha sido informada del futuro cierre del Cefot.
El 20 de marzo de 2012, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, se reunió con el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago. Los asuntos tratados, según la información facilitada a los medios de comunicación, son todos los del ordinario de las relaciones entre Ayuntamiento y Junta. No se menciona que se tratara el asunto Cefot. Es de tal clamor la ausencia de ese tema que, sin duda, fue el único tratado.
El 27 de marzo de 2012, El Periódico Extremadura (www.elperiodicoextremadura.com) publica una información demoledora sobre el futuro del Cefot. Futuro que ya conocía la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado. En los días siguientes, el mismo periódico completa sus informaciones que, claramente, se refieren al cierre sine die del Centro de Formación de Tropa de Cáceres. Mientras, el otro medio escrito de información, de marcada línea de apoyo al PP, se dedica a intoxicar, por activa o por pasiva, tratando de confrontar las bondades del Centro militar de Cáceres con el homólogo de San Fernando, que sí mantiene su continuidad.
En estas fechas y con las informaciones publicadas, la alcalsenadora de Cáceres, Elena Nevado, se hace la sorprendida, como si el 5 de marzo no hubiera sido informada convenientemente, y como si el 12 de marzo ella misma no hubiera escrito a Mariano Rajoy pidiendo socorro, con la ingenuidad de creer que el indolente Mariano fuera capaz de tomar alguna decisión.
A la vista de las informaciones, la alcasenadora Elena Nevado, en una estrategia de marketing, en realidad de publicidad al más puro estilo goebbeliano, comienza a promover la reactivación de una antigua plataforma ciudadana. En su estrategia, iniciada a través de la coordinadora de las AAVV, afin al PP, es secundada por otros colectivos y se suman a ella, por inercia, sin capacidad crítica, sindicatos de clase (CCOO y UGT) y el PSOE. La plataforma, capitalizada mediáticamente por el propio PP, tiene la única finalida de defender la incompetencia de la propia Elena Nevado.
El 19 de abril de 2012, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, recibe una carta firmada por Jorge Moragas, compañero de reparto de Thais Villas en El Intermedio y, actualmente, Director del Gabinete de Mariano Rajoy. La carta es respuesta a la remitida el 12 de marzo por la alcasenadora al Presidente del Gobierno. La carta que se resiste a que se conozca. Pero que de la respuesta de Moragas se desprende algo demoledor: la alcaldesa de Cáceres está preocupada por el posible cierre del Cefot. Está preocupada el 12 de marzo, y, sin embargo, quince días después se muestra sorprendida y emocionada por las informaciones publicadas.
Con una carta tan insustancial en su respuesta como la remitida por el frívolo Moragas, el primer teniente de alcalde, Valentín Pacheco, proclama que “Rajoy comunica a Nevado que no hay nada decidido sobre el Cefot”. El BOPP aplaude con las orejas.
Mientras todo esto sucede, la plataforma, ajena consciente o inconscientemente a la estrategia de publicidad y propaganda puesta en marcha por el PP para tapar las vergüenzas políticas de la alcasenadora, sigue repartiendo lazos verdes, colocando carteles y pancartas.
El 8 de mayo de 2012, el Congreso de los Diputados votó en contra del manteniento plenamente operativo del Centro de Formación de Tropa, planteado por el PSOE en una enmienda a los Presupuestos (mejor dicho, Recortes) Generales del Estado. Los diputados del PP de Extremadura, encabezados por Carlos Floriano, votaron en contra, traicionaron los intereses de la región. Y luego hablan. Carlos Floriano consumó, con su silencio primero, y con su voto en contra después, una traición a Extremadura y a su ciudad, una traición que ya debería haberle supuesto la reprobación pública, sino fuera porque quienes sustentan la estrategia de propaganda de la alcasenadora, compran diariamente el BOPP o lo leen en la oficina, y van a misa diaria, son los mismos que han votado para que se siente en el escaño.
El 16 de mayo de 2012, con la traición ya consumada por Carlos Floriano, la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, se reunió con el Secretario de Estado de Defensa. De aquella reunión quedan: un episodio chusco en las proximidades de Castellana, 109, debidamente elevado a la categoría de noticia por el BOPP, una fotografía más chusca aún de la propia alcasenadora y un señor que parece que pasaba por allí, y nula información sobre lo que, durante una hora, pudo decir el número 2 del Ministerio.
Consumadas traiciones a Extremadura por los diputados nacionales del PP, viento en popa la publicidad y propaganda de la alcasenadora Elena Nevado, solamente queda un pequeño detalle: el silencio vergonzante, vergonzoso, del valiente exhibidor de testosterona José Antonio Monago, dizque presidente de Extremadura, pero que está demostrando por pasiva, en este asunto, que Cáceres is not Extremadura.
¿Cuándo tendrá la valentía de decir lo que piensa, cree, sobre este asunto el presidente de la Junta de Extremadura? ¿Tendremos ocasión de conocer el valor de Monago defendiendo los intereses de Cáceres, de Extremadura, ante sus superiores? ¿Sabremos alguna vez si Monago conoce el conducto reglamentario para poner negro sobre blanco ante Mariano Rajoy y Pedro Morenés que el Cefot no debe cerrarse?
En el caso de Monago (y de Carlos Floriano) ya sabemos que no tienen valor ni se les presupone. Ya sabemos que están traicionando los intereses de Extremadura y de Cáceres. Y también sabemos que el conducto reglamentario que deben seguir ante su falta de valor, su traición, solamente les puede llevar a la dimisión de sus cargos si fueran consecuentes con las barbaridades y grandilocuencias con las que se expresaban cuando estaban en la oposición a la que deben volver, precisamente por conducto reglamentario.
Vale.

El 5 de marzo de 2012, la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que además es senadora, se reunió con la Subsecretaria del Ministerio de Defensa. Al día siguiente, los periódicos locales publicaban la fotografía y un resumen de la nota de prensa remitida por la alcaldía. La reunión había sido de “cortesía”. Creo recordar que fue el 16 de marzo siguiente, más o menos, cuando la Alcalsenadora Nevado se reunión con el Presidente de la Junta de Extremadura para repasar unos asuntos que, viendo la nota de prensa, era una lista de cosas que no necesitaban de reunión alguna.

Ni la reunión con la Subsecretaria de Defensa ni la posterior con Monago fueron cortesía o despacho rutinario. La primera informó a Elena Nevado de la previsión de cierre temporal del Centro de Formación de Tropa nº 1 (CEFOT 1), de Cáceres, sin fecha de retorno, y en la segunda reunión citada, la Alcalsenadora informó de la situación al Presidente (por la gracia de IU) de la Junta de Extremadura.

Cuando en la última semana de marzo un medio de comunicación local (www.elperiodicoextremadura.com) dio cuenta de la situación del CEFOT 1, de modo inmediato Elena Nevado se constituyó en la contradicción andante, negando las informaciones de prensa y convocando a la ciudadanía a defender la continuidad del Centro de Formación militar. Hasta el punto que fue la alcaldía la que impulsó, a través de la coordinadora de AAVV, la reactivación de la Plataforma que, en una situación similar, pero nada igual en absoluto, había funcionado entre 2001 y 2004. La alcasenadora había decidido construir una barricada que salvara su inexistente capacidad política, desde la que lanzar fuegos artificiales para entretener al personal. Y al final poder decir que ella había hecho todo lo posible por evitar el cierre del CEFOT 1.

La primera reunión de la Plataforma resultó patética. Tras un debate sobre fines y demás asuntos propios para poner de acuerdo a colectivos amplios, un concejal del PP, que gobierna el ayuntamiento con mayoría absoluta, informó que ya se habían habilitado dos cuentas, una en facebook y otra en twitter, de apoyo al centro militar. Y que el propio ayuntamiento ya había encargado una pancarta para colgar en el balcón de la casa consistorial. ¡Ya se habían construido la barricada! Todo lo que vino, viene y venga después son los fuegos artificiales a los que tan aficionados son los cacereños, especie ciudadana que recuerda a los paisanos de Gila cuando se sientan en la plaza, con la boca abierta.

La realidad es que Elena Nevado, alcaldesa con mayoría absoluta y senadora por la provincia de Cáceres, ha sido abandonada por su propio partido en este tema. Ni Carlos Floriano, número 3 en el organigrama del PP, ni José Antonio Monago, Presidente de la Junta de Extrebadajoz, quieren saber nada del asunto, porque ya saben lo que tenían que saber: que el CEFOT 1 es un asunto finiquitado, terminado.

Lo que le corresponde, en función de su cargo de alcaldesa es exigir a su partido que cambie los RGE (Recortes Generales del Estado) y elimine la prohibición de contratar nuevos soldados, para con ello mantener abierto el CEFOT 1. Trasladar a los ciudadanos su incompetencia, convirtiéndolos en una barricada con la que defenderse, es la muestra de la más plana de las formas de hacer política. Lanzar soflamas pijas (leyendo su muro de facebook, los del anuncio de Loewe son de extrema izquierda) no es más que poner cohetes de pólvora gaseosa en el aire, con colorines.

Y la senadora tiene la obligación de conseguir que sus compañeros de partido por la provincia de Cáceres, diputados y senadores, también exijan, mediante la presentación de enmiendas, el cambio de las cuentas del Estado. Claro, que Floriano ya ha dejado claro con su silencio, cuál es su posición.

Habrá más.

Vale.

Cuando un columnista de un periódico se equivoca al establecer su opinión o al elegir modelos o comparaciones, es el columnista el responsable. Cuando ese columnista es reiteradamente provocador en sus elecciones (v. gr. Sostres), el responsable pasa a ser el director. En ambos supuestos, no deja de ser una elección individual y una responsabilidad limitada al individuo.
En cambio, cuando es el director del medio el que se equivoca al elegir un titular o al publicar su opinión (por muy personal que sea) o al establecer modelos o comparaciones desde su visión personal de las cosas, no deja de ser la elección del medio, responsabilidad del medio. Y se sitúa al medio en el centro de las malas elecciones.
Del mismo modo, desde un blog colgado en la red, las opiniones, elecciones o comparaciones siempre son la expresión del bloguero, del autor y confiere al blog un determinado estigma, que será positivo, negativo o neutro en función de la opinión de quien accede a él.
En un determinado medio de comunicación regional viene siendo habitual, especialmente desde finales de 2010, llamativamente desde finales de 2010 un alineamiento esencial, simbiótico, entre la política que desarrolla el Partido Popular y la antiguamente llamada línea editorial de dicho medio. La línea editorial se ha sustituido por “posicionamiento estratégico” y a los lectores por clientes, por target.
Hoy, sin embargo, ese posicionamiento incurre, a mi juicio, en la mala elección del modelo, del ejemplo, y en la inadecuada elección de los conceptos sobre los que establecer la opinión.
El modelo mal elegido es el del economista. ¿Con la que está cayendo, elegir como “autoridad de referencia” a un economista? Ya se sabe que los economistas, en estos tiempos, son los profetas del pasado y, cuando están en los gobiernos, son los enfermeros que aplican las primeras curas para reducir daños. Pero un economista, hoy, no es un ejemplo de autoridad. Seguirá siendo muy buena gente, tendrá una gran formación académica, pero la paridad del euro y la deuda griega no están en los libros que plantean modelos a seguir. Están en las páginas de sucesos.
La opinión mal elegida es la de la guerra. La de mandar al gobierno de José Antonio Monago a la guerra, una vez seleccionados los valientes consejeros y elegidos los capitanes de infantería. Previene el periodista sobre traiciones y obstáculos en el camino, sobre francotiradores (en su concepto traicionero), sobre todos, sobre espías, sobre la guerra de guerrillas, invento tan español. Olvida el periodista que no se trata en ningún caso de un enfrentamiento bélico, sino de toma de decisiones políticas que corresponden al gobierno, y crítica y propuestas que corresponden a la oposición. Y el arma es la palabra.
El lenguaje es más propio de la Enciclopedia Álvarez en sus biografías o de los libros “de política” de la editorial Juventud de los años 60. En el lenguaje militar actual no existe la guerra de guerrillas, existen los conflictos asimétricos.
También olvida el periodista, en su metáfora (no creo que sea metáfora, más bien en su arenga) que en las guerras, la primera víctima es la verdad. Aplíquese el cuento.
Los francotiradores, en los ejércitos modernos, no son traidores, son especialistas y suelen ser los mejores. A todos los cuerpos armados les gusta tener entre sus miembros a los mejores especialistas, a los mejores francotiradores.
Los topos, en los servicios de información más modernos y actualizados, son servidores públicos que se juegan la vida a diario infiltrados en filas enemigas.
Los espías, la élite de los servicios de información de cualquier país, solamente tienen un problema: no pueden ser reconocidos, o no se los quiere reconocer. Baste recordar cómo el gobierno de Aznar (lo siento, pero el ejemplo elegido por el periodista me hacer ponerlo delante del espejo) no quería reconocer a los miembros del CNI abatidos en una misión en Irak su condición de militares y quiso hacer el funeral casi de incógnito.
El arsenal y el armamento de un ejército regular (del gobierno) corresponde decidirlo al mando. Y si cuando el mando llega se encuentra el arsenal vacío, le corresponder dictar las órdenes oportunas para llenarlo. Pero el arsenal no está ni vacío ni desmantelado. Decir lo contrario es, como en las guerras, hacer la primera víctima: la verdad.
Es lamentable que para alentar a los amigos que ahora nos gobiernan, el ejemplo, en vez de la palabra, de las ideas, de las ideologías, sean un símil tan poco edificante en una sociedad democrática. Y un símil al que le faltan muchos de los elementos que, en los conceptos modernos de la guerra aparecen en los llamados conflictos asimétricos. Recomiendo lecturas, incluso algunas con las que ideológicamente no estoy de acuerdo: Revista Atenea, Real Instituto Elcano, Publicaciones del CESEDEN, el blog de Luis Solana, http://www.luissolana.com/…
Y sobre todo, y quizás volviendo a conceptos antiguos, pero reales de guerras, echo en falta en el artículo del director del BOPP un encendido elogio de los héroes, de los colaboracionistas, que, como en todas las guerras, serán víctimas tanto de sus protectores como de los que luchan contra ellos. En Iraq o en Afganistán, como ejemplos actuales de lo que es un conflicto asimétrico, la mayor parte de las víctimas de los ataques de los llamados insurgentes (en el lenguaje del artículo, serían avezados y heroicos guerrilleros como Luis Candelas) son gentes que quieren incorporarse a los nuevos ejércitos que adiestran tropas internacionales: los atacan por colaboracionistas.
Pero los colaboracionistas del general Monago, sus valientes consejeros y sus intrépidos capitanes de infantería no son ni siquiera citados en el panegírico: esos colaboracionistas son ya la segunda víctima de la guerra. La primera, no se olvide, la verdad.
No, no se trata de ninguna guerra, ni de guerrillas ni conflictos asimétricos ni capitanes de infantería. Es la democracia, el debate político sobre ideas e ideologías. Pero cuando uno de los debatientes ya ha renunciado a las ideologías, su camino no puede ser otro.
La arenga militar en tonos de heroicidades a quienes van a estar sentados en un despacho confortable no es de recibo en una democracia. Si lo que se pretende desde la trinchera del medio de comunicación es advertir que otros (no el medio) los convertirá en centro de críticas y reproches por sus acciones u omisiones, por sus hechos, no creo que hiciera falta… a salvo, claro, de estar ofreciendo el abrigo de la trinchera, tan confortable como el despacho.
Vale.

Es un lugar común, cada vez que se producen elecciones generales, que el nuevo presidente del gobierno de España realice su primer viaje al exterior a Marruecos, por razones de vecindad y, sobre todo, por razones geopolíticas de indudable interés para nuestro país.
Ahora, tras 28 años de gobiernos socialistas, en Extremadura se ha producido la llegada al poder del Partido Popular, con José Antonio Monago. No existe tradición en esta Comunidad Autónoma de que el primer viaje fuera de los límites de la región tuviera un destino fijado. Sin embargo, la situación económica actual, y las perspectivas políticas de futuro hubieran hecho aconsejables algunas cuestiones.
La primera visita al exterior de José Antonio Monago fue a Madrid, ya ungido por el yugo de Izquierda Unidad, a pedir autorización al monarca de su partido para que le permitiera convertirse en el primer socialdemócrata muy de derechas, en el barón rojo de la derecha. Con tal de mandar, o de gobernar, según se prefiera, Mariano Rajoy le dio sus bendiciones.
Entronizado en su cargo de presidente de la Junta de Extremadura, y con el nombramiento de los ocho consejeros que forman su gobierno, José Antonio Monago concede entrevistas, emite opiniones en las que se aprecia un tono institucional que, sin embargo, deja ver de manera muy clara sus contradicciones y que esas contradicciones son pelillos a la mar cuando se trata de tocar poder. Por ejemplo, mientras que sus discursos leídos de investidura y toma de posesión, escritos por el octavo consejero, hacían hincapié en que ya no existen ideologías y que las infraestructuras no tienen color político, hoy reconoce en El Periódico Extremadura que si las infraestructuras se decidieran por rentabilidad, nuestra región no tendría ninguna.
También dijo en ABC (la santa Casa) que despreciaba a los terratenientes. Curiosamente, su “no-ideología” se corresponde con lo que un terrateniente de esos a los que desprecia hizo de esta tierra su solaz y descanso no productivo. El libro de cabecera político del octavo consejero parece ser uno escrito por el opusdeísta y tecnócrata Gonzalo Fernández de la Mora, “El crepúsculo de las ideologías” y que escribió cuando era ministro del fundador del Partido Popular y, tambén, terrateniente, con una de las mayores fincas de esta región.
En la entrevista que hoy se publica en El Periódico Extremadura, a la pregunta sobre el AVE, la respuesta de rigor: necesidad de que llegue, lo malo que sería que no pasara de Badajoz hacia Lisboa, pelear porque llegue…
Sin embargo, su partido, por boca de su Secretario General y hoy presidente de la Asamblea, se comprometió a ir a Portugal para conseguir que el país vecino no se descolgara del proyecto. De ese viaje, nunca más se supo y ningún periodista le ha preguntado por ello (y no le preguntará, y si lo hace, la respuesta será de libro: acompañar al gobierno de España -mientras ese gobierno sea del PSOE-, luego, ya veremos).
El primer viaje del nuevo presidente de la Junta de Extremadura ha sido… a la playa, a participar en actos de su partido y acompañar a una señora que anda mal de la vista. Es decir, su primer viaje “al exterior” como presidente de la Junta ha sido a temas de partido, a asuntos de su partido, no para tratar asuntos que interesen a “todos los extremeños”.
Cuando el Partido Popular se comprometió, sin que nadie se lo hubiera pedido, a ir a Portugal a tratar el asunto del AVE, el primer ministro luso era José Sócrates, socialista. Quedaba bien reivindicar ante adversarios ideológicos. Luego llegó la caída del gobierno de Sócrates, con la soga de la derecha apretando para conseguirla, y la esperanza de que el gobierno de derechas de Passos de Nivel fuera lo que se esperaba: el milagro de la salida portuguesa de la crisis. Los hechos han dado la razón a la derecha: Portugal ha salido de la crisis y ahora está en la bancarrota.
El primer viaje de Monago, Presidente de la Junta, debería haber sido a Lisboa, a hablar con sus correligionarios ideológicos… perdón, que ya las ideologías no existen. Sin referentes ideológicos, con quién hablar. ¿Con el técnico que está al frente del gobierno luso? Mejor no ir. Más adelante tendrá la ocasión de seguir culpando al gobierno socialista de Zapatero, que es lo suyo, o acompañar al Ministro de Fomento a Lisboa… y cuando vuelva, seguir culpando a los socialistas.
Sin embargo, hay un dicho que permanentemente planea sobre las decisiones políticas, sobre las opiniones políticas (sobre este blog también, por supuesto): cada uno arrastra sus contradicciones como puede. Y las elecciones generales están cada vez más cerca. El programa electoral del Partido Popular debe recoger una apuesta decidida para el AVE que convenga a los intereses de Extremadura. Pero esta infraestructura, sin la garantía portuguesa, está abocada al fracaso. Mientras, el gobierno catalán de CiU reclama que no se invierta en el AVE a Extremadura porque no vale la pena y el Partido Popular es el apoyo parlamentario de la derecha nacionalista catalana. ¿Cómo resolver esa contradicción? En el programa electoral resultará sencillo: dirá en cada sitio lo que le convenga. Luego, ya se verá.
Y, mientras tanto, esperaremos a que José Antonio Monago, presidente de la Junta de Extremadura, deje de poner los intereses de su partido por delante de los de la comunidad autónoma que gobierna, y en vez de irse a la playa (con la excusa de la escuela de verano de no sé qué), se monte en el coche oficial y, cruzando por Caya, se dirija a Lisboa a hablar y reivindicar ante el primer ministro portugués. Por dos razones: porque es lo que interesa a Extremadura y porque él propio Monago adquirió ese compromiso sin que nadie se lo pidiera.
Vale.

En una entrevista que publica hoy El País, José Antonio Monago, presidente del PP de Extremadura afirma: “Yo he hecho un giro al centro.” Así, sin más. Sin anestesia. («No soy de izquierdas, pero he hecho un giro al centro» http://t.co/5lgMKe9 vía @el_pais).
Recuerdo, todavía en el siglo pasado, aquellas diatribas aznarianas que afirmaban, con rotundidad, que el Partido Popular estaba buscando el centro. Pero nunca lo encontraron… hasta ahora, que Monago, él solito, por arte de birlibirloque circunstancial lo ha conseguido. No se sabe cómo, pro ha dado un giro al centro.
Claro, que no explica a qué centro: si al centro izquierda, al centro centro, al centro derecha. O al extremo centro. Un partido como el popular en el que un dirigente autonómico se despierta centrista como un día España se despertó republicana, y un alcalde racista comparten ideología, no puede ser de centro. Puede de ser de todo, menos de centro.
Un pequeño detalle, no obstante, hace recelar de la caída del caballo centrista del apóstol Monago: están pendientes los pactos de gobierno. Cuando escribo esta entrada, todavía se desconoce qué decidirán los 52 de IU. No se sabe si dejarán que el centrista de nuevo cuño Monago sea presidente de la Junta de Extremadura. Bien pudiera ser, porque como los milagros no existen, pero los pactos y las vendettas sí, a lo mejor IU de Extremadura, o su primus inter pares Escobar haya, al igual que Monago, dado un giro al centro.
No sería de extrañar que nos encontráramos con un gobierno de centro formado por un partido de derechas, muy de derechas, derecha rancia, con el apoyo de una coalición de izquierdas, muy de izquierdas, la única y verdadera izquierda. Pero ambos se hayan hecho de centro al cruzar el puente romano de Mérida, o quizás bajo la sombra de las columnas del templo de Diana de Mérida, o paseando entre los mosaicos del MNAR de Mérida, o mirando, sencillamente, la sede de la presidencia del gobierno autonómico en Mérida, y la presidencia de la asamblea autonómica en Mérida.
Estos centristas de nuevo cuño, estos centristas de giro imposible, que si acuerdan lo que les interesa (a unos el poder… mandar, a otros, la vendetta), se proclamarán un día sí y otro también “centristas de toda la vida”, y que si no acuerdan repartos de mandos y venganzas, volverán a ser lo que son, derechistas antiguos y reaccionarios los unos y profetas del desánimo los otros.
“Yo he hecho un giro al centro”… con tal de mandar, lo que sea. Hasta podría recitar sin chuletas los doce mandamientos del centrista de toda la vida, si existieran. Si existieran esos mandamientos y si existieran, que no existen, centristas de toda la vida.
Vale.