Archivos para May 31, 2020

Mientras la ciudad de Cáceres continúa sin matadero municipal (la Ley de Régimen Local de Rajoy eliminó esa competencia de las que venían teniendo los Ayuntamientos), por la nefasta gestión que del contrato que se adjudicó en su día a una asociación de carniceros hizo el Partido Popular y la fallida nueva adjudicación, hoy he querido recordar el antiguo Matadero que estuvo en la Barriada de San Blas. De aquella industria cárnica queda solamente el recuerdo en una calle, la Ronda del Matadero.

A comienzos del siglo XX, la ciudad tenía el matadero entre los nuevos edificios que se construían en la calle Parras y adyacentes, por lo que el Ayuntamiento decidió acometer la construcción de uno que fuera amplio, moderno y duradero en el tiempo.

Eligió para construirlo un terreno, descampado, situado entre las ermitas de San Blas y Santo Vito, ya en las afueras de la ciudad. La zona, con el paso de los años, comenzó, por otra construcción más pequeña pero muy significativa, a denominarse El Refugio.

El proyecto lo redactó el arquitecto Emilio María Rodríguez, que diseño una obra de fábrica a base de muros de mampostería y la cubierta con estructura de hierro, con una nave central a dos aguas y dos naves a un agua laterales. Con el tiempo, y dadas las necesidades que se vieron que deberían ser cubiertas, el Ayuntamiento propició la construcción de unos corrales anexos, y los ganaderos-carniceros solicitaban la posibilidad de construir cochiqueras.

Con el tiempo, sin embargo, corrales y cochiqueras fueron desapareciendo, y en los terrenos que ocuparon se construyeron viviendas económicas, en la posguerra, quedando, hasta bien entrados los cincuenta, un solo y amplio corralón en el que tenían lugar las paradas de la Yeguada Militar.

Actualmente, el solar que ocupó el Matadero, y que ocuparon los corrales a lo largo de lo que hoy es la Ronda del Matadero, fueron destinados a la construcción de viviendas, eliminándose las primeramente construidas y dejando una zona de parque que engloba el antiguo Refugio de Transeúntes, iniciativa del alcalde Antonio Canales, y la ermita de San Vito, cuyo aspecto cada vez más ruinoso debería ser corregido.

En el archivo histórico municipal pueden encontrarse desde el proyecto cuyos planos se reproducen en esta entrada (obtenidos del SIG del Ayuntamiento) hasta las peticiones de construcción de cochiqueras, o el proyecto de construcción del Refugio y de los corrales que se anexaron al Matadero.

Lo que no puede encontrarse aún en el Archivo es la memoria de muchos cacereños, que por su edad no acceden a las redes sociales, a través de las que, como esta entrada en mi blog, se recuerdan aspectos de la ciudad. Una memoria que, cuando se activa, muchos cacereños la tendrán presente: a medida que el Matadero fue perdiendo fuerza hasta ir desapareciendo su uso por anticuado, se fue incrementando la romería de San Blas. Muchos cacereños recordarán bajar a la ermita y ver enfrente de ella el Matadero.

Vale.

En una entrada anterior me refería a la puerta de un cercado que se dejó en medio de la Av. de la Hispanidad (junto a los Juzgados) y que, con el paso de pocos años, parece que se ha convertido en la puerta de un antiguo cementerio. Cementerio que nunca existió en ese cercado, y sí, más alejado, junto a la ermita del Espíritu Santo.

Cuando la historia hemos de bucearla en documentos antiguos, con diversas fuentes, y la paleografía y la antigüedad de esos documentos nos hacen dudar sobre fechas, acontecimientos o hechos históricos, se pueden producir algunos desencuentros entre realidad, historia y ficción.

En este caso, en el de la puerta de la Huerta del Conde, no es preciso acudir a esos documentos históricos (si acaso, a algunos documentos urbanísticos muy recientes) para datar y para ubicar, por ejemplo, la originaria puerta de una finca que, por diversos motivos sí encierra algunos datos suficientes para su consideración. Valga un ejemplo: es la primera huerta regada por el Río de la Madre, o por la Ribera, o por la Fuente del Rey o por El Marco, que esas cuatro acepciones caben en este caso. Y es la primera porque es medianera, lindera, con El Marco.

Cuando la finca pertenecía al Conde del que recibe su topónimo, era un lugar de encuentro, sobre todo en los siglos XIX y primera mitad del XX, de la burguesía cacereña.

Puertas de c. 1914 y c.2013. Archivo Histórico Municipal

En la web del Servicio de Información Geográfica del Ayuntamiento de Cáceres aparece, en el apartado de fotografías de calles, una doble imagen, aportada desde el Archivo Histórico Municipal con dos fotos: una, de la puerta noble de la finca y otra de la puerta “abandonada” al final de la Av. de la Hispanidad, como si ambas imágenes pertenecieran a la misma portada.

Sin embargo, la imagen que el archivo histórico data aproximadamente en 1914, sí corresponde a la puerta noble. La otra, no.

Porque con motivo del desarrollo urbanístico de la ciudad, de la Unidad de Ejecución de la Ribera del Marco, una parte importante de la Huerta del Conde se incorporó a la urbanización, otra parte, en la margen derecha de la Ribera, pasó a titularidad de la administración actuante (Ayuntamiento), y el resto, que incluye la casa principal y las zonas ajardinadas propias, quedaron fuera del Proyecto de Compensación.

Al modificarse, por tanto, los linderos de los terrenos, la finca que sigue denominándose Ribera del Marco fue deslindada, físicamente, de la Unidad de Ejecución a la que se incorporaron los demás terrenos y, es muy posible (habría que acudir a los proyectos de Urbanización y Compensación de la Unidad de Ejecución) que la Agrupación de Interés Urbanístico o Junta de Compensación (API 28-01 «San Francisco 07» PGM Cáceres), asumiera ese deslinde, ejecutándose el cerramiento que actualmente existe y que será más visible cuando finalicen las obras de la Ronda Sureste actualmente en marcha.

Portada original en su ubicación actual

Y es en ese cerramiento donde encontramos la fábrica original de la puerta noble de la Huerta del Conde, completada con una cerrajería que no es la original, ya que, en lo que me alcanza mi memoria a recordar, esa puerta siempre fue de madera, a doble hoja, y con una puerta peatonal en una de dichas hojas.

No trato de corregir nada ni enmendar nada, sino de hacer patente que este tipo de detalles se clarifiquen, se documenten en el momento de su realización y que no den lugar a futuras interpretaciones.

Vale.