Durante la campaña electoral, al mismo tiempo que durante los mítines y entrevistas Pablo Iglesias se desgañitaba hablando de remontada, con unas enormes expectativas de votos para Podemos, el mismo líder mesiánico no se empachaba de repetir que iba a ser presidente del gobierno. Incluso, lanzaron la campaña de que lo contratáramos para ese puesto. Al mismo tiempo, presentaba a sus fichajes del mercado de invierno.
De esos fichajes, hubo uno especialmente mediático, el del exJEMAD José Julio Rodríguez, al que en un alarde de verbo anticasta, Pablo (¿nos podemos tutear, no?) presentó diciendo no sé qué de un honor (el honor, verbo de casta) y que, además sería un honor que el general Rodríguez aceptara ser su ministro de Defensa. Porque, claro, Pablo sería, sin duda, tras el 20D, presidente del gobierno.
El 20D, con las elecciones, se eligieron por los votantes 350 diputados, con algunas listas como las de las principales formaciones que presentaban a sus números uno por Madrid como candidatos a la presidencia del gobierno. En nuestro sistema parlamentario, es la mayoría del Congreso la que elige al presidente del Gobierno, sin que sea condición sine qua non que sea diputado. Dicho esto, las maravillas.
Al día siguiente de elegir 350 diputados. Corresponde, por tanto, al Congreso elegir al presidente del gobierno para su posterior nombramiento por el jefe del estado. En principio, y lo normal, es que el presidente salga de entre los diputados.
Pero, al día siguiente de las elecciones el diputado electo por Podemos Íñigo Errejón se descuelga con una propuesta según la cual podría elegirse presidente a una persona independiente. Maravillas democráticas. La primera reacción de la “dirección” de los nazarenos resulta ser la decir que eso es una “reflexión”. Pero al día siguiente, el cofrade mayor, o sea, Pablo, se suma a la propuesta. Ya no es una reflexión, ya es la constatación de la derrota.
Cuando un cabeza de lista que sale la noche electoral impartiendo bendiciones por el gran éxito electoral (ha obtenido 42 diputados, 2 más que los naranjitos), poniendo líneas rojas a cualquier pacto, poniendo condiciones (¿desde cuándo el derrotado ha impuesto condiciones para nada?), cuando ese cabeza de lista pretende que sea presidente del gobierno alguien que no ha sido elegido democráticamente, algo pasa.
De entrada, Pablo está reconociendo que él no está capacitado para ser presidente, y como él, sus otros 41 compañeros de Podemos. De entrada, por tanto, el exJEMAD se ha quedado sin el honor de ser ministro de Defensa con Pablo Iglesias.
La ocurrencia de Errejón, y su refrendo por Pablo Iglesias es un insulto a los electores: si se han elegido 350 diputados, que ahora resulte que ninguno de ellos está capacitado para ser presidente del gobierno y haya que buscarlo fuera, se está desacreditando el sistema electoral.
¿Para qué convocar elecciones si luego el gobierno no tiene nada que ver con ellas? ¿Cómo es posible que se pretenda, al día siguiente de haber obtenido un éxito maravilloso y ser capaz de marcar las condiciones imprescindibles para formar gobierno se desautorice un proceso electoral y se pretenda invalidarlo porque quien propone eso se reconoce incapaz?
Yo no creo que entre los 350 diputados electos no haya ninguno capaz de ser presidente del gobierno. Creo, sinceramente, que hay más de uno y más de 10 y de 20. Descarto de esa capacidad a los 42 elegidos en la lista de la formación nazarena, porque ya se ha encargado Pablo de convertirlos en inútiles para el cargo.
Esa propuesta de presidente independiente se puede hacer el día antes de tener que convocar elecciones si no hay acuerdo de ningún tipo o si sucede a mitad de legislatura y se llega al acuerdo de que es eso mejor que convocar nuevas elecciones.
Hacer esa propuesta al día siguiente de unas elecciones demuestra un sentido stalinista del poder: o sale lo que yo quiero o tiro por la vía de en medio. Y, en medio, Pablo, no hay una vía, hay muchas opciones. Muchas, menos la de ridiculizar el voto de todo un pueblo.
RT @AgustinBotines: En la primera mitad del siglo XVII, heredó esta casa doña Beatriz de Godoy, que casó con Juan Roco y Campofrío, apellid… 3 hours ago
@carlossegovia_ @elmundoes Debe joder bastante que la economía vaya bien y no podáis recibir dividendos de vuestros panfletos. 3 hours ago