Archivos para Ribera de Cáceres

Me parece muy interesante y digno de alabar el trabajo ciudadano que realiza la Asociación de Amigos de la Ribera del Marco, la Ribera de Cáceres, y por eso, la inquietud que muestran por los daños colaterales que las obras y el trazado final de la Ronda Sureste pudiera haber ocasionado en los caminos de la Ribera.

Los caminos afectados, al menos en el trazado más próximo a la Ribera, entre el antiguo manantío de El Marco hasta la Fuente de Concejo, serían cuatro. De ellos uno hay que contarlo doble, porque justamente en su intersección con la Ronda se bifurca en dos. Otro el camino de la Pábila, otro el camino del Portanchito, y el último, quizás el más importante por soportar las aguas de los anteriores, el camino de los Altos de Fuente Fría.

He visto en la prensa un par de fotografías, si bien solamente he podido recuperar la que ilustra esta entrada, el camino de los Altos de Fuentefría.

No soy ni experto naturalista, ni geólogo, ni hidrogeólogo, ni nada de eso. Sí he caminado por esas sendas muchas veces, tanto en verano como en invierno (procurando en esta estación, hacerlo sin lluvias, pero con precipitaciones recientes).

La única foto que he podido rescatar de la prensa, entiendo que facilitada por la Asociación, es un tramo del camino de los Altos de Fuente Fría, en su punto más próximo a su encuentro con el camino de la llamada trocha, el que se bifurca justo en su intersección con la Ronda. Ese tramo, siempre que ha llovido, se ha inundado, a veces con la cantidad de agua que se observa en la foto, a veces formando solamente grandes charcos. La realización de la Ronda ha canalizado, como no puede ser de otro modo, las correntías de agua que pudieran afectar al trazado final, pero la ladera que vierte hacia el camino de los Altos, incluido el actual camino de bifurcación, seguirá recogiendo agua y vertiéndolas al camino receptor de los altos.

Ese camino, que lleva desde la primera curva de la carretera de la Montaña hasta El Marco, en cuanto llueve, se inunda, como en la foto, o se forman charcos de más o menos tamaño, que algunas veces han sido resuelto con la extensión de zahorra para hacerlo algo transitable.

En mi opinión, no es achacable a las obras de la Ronda la situación que refleja la fotografía, porque esa imagen no es actual y debe corresponder a un período anterior. Y es probable que se pudiera repetir en el futuro, por cuanto la canalización que se pudiera haber hecho del camino de bifurcación no recogerá, por no afectar al trazado de la vía, las aguas que viertan al camino transversal.

El camino de la Pábila, creo que está bien canalizado, al menos por lo que he podido ver, con la situación, además, de que ese camino es tributario de un riachuelo con origen en la falda de la Sierra de la Mosca, que al día de hoy, sigue corriendo, y cuya canalización se ha llevado hasta que el reguero de agua pasa la Ronda y se interna, como siempre ha hecho, en una de las huertas, en concreto una de las que aún conserva una noria de sangre en uso. Ese riachuelo era utilizado para el funcionamiento de la noria de sangre que ha sido rescatada y vallada dentro de las obligaciones arqueológicas de las obras de la Ronda. Además, ese riachuelo pasa por el camino de los Altos de Fuente Fría, al salir de la huerta situada a la izquierda, se interna en otra y debe verter (no se aprecia por la densidad de pastos y zarzas de los márgenes de la Ribera) a la propia Ribera, más abajo de donde se encontraba el molino de La Bula.

Queda, de los tres caminos perpendiculares al de los Altos, el del Portanchito, en gran parte pavimentado o medio pavimentado hasta su intersección con la Ronda. Ese camino vierte, cuando la aguas bajan, en un primer tramo, al Marco, pero en la zona que no forma parte del salidero natural (ahora ya sin manar) de la Fuente del Rey o del Marco. Y otra parte de las aguas que bajan con la lluvia por el camino del Portanchito se vierten hacia la derecha, para formar charcos en el final del camino de los Altos de Fuente Fría.

Ahora, los Amigos de la Ribera reclaman (y seguramente en todo o en parte o en nada tendrán o no razón) los daños que, dicen, han causado las obras de la Ronda. Espero que la asociación no reclame que todas las aguas que recojan las correntías del camino de bifurcación (trocha), el camino de la Pábila, el camino del Portanchito y el camino de los Altos de Fuente Fría sean canalizadas y vertidas a la Ribera, a la que sí llegan las aguas naturales de esos caminos que tienen ya espacios o correntías asentadas en los años.

No hay que olvidar que si se canalizan las aguas de lluvia en momentos de mayores precipitaciones y se vierten directamente a la ribera, se estará produciendo que lleguen a ésta aguas “bravas” que arrastran fangos y tierras que terminarían produciendo daños en el cauce natural cristalino de la propia Ribera.

Vale.