Archivos para November 30, 1999

En las últimas fechas, se viene observando en la Calle de San Pedro, de Cáceres, un vallado de obra que cubre la fachada del edificio que fue Hotel Las Marinas, y que todavía conserva los letros de Hotel, Cafetería y la placa de hotel. Pero no es una obra encaminada a reabir el mismo o a acondicionarlo para otros usos. Se trata de una obra… en el edificio medianero.
El Hotel Las Marinas fue, a comienzos del milenio, abierto al público, con muchas dificultades para obtener las licencias tanto de obra como luego la licencia de apertura. Y tuvo que cerrar. En 2004, tras resolver diversas dificultades técnicas, el hotel fue de nuevo abierto al público.
El Hotel, con 18 habitaciones, y una categoría de cuatro estrellas tiene un enclave privilegiado en la ciudad, pero muchas dificultades. Y con esas dificultades arranca el negocio. Fue reabierto en 2005, en diciembre, gestionado por el Grupo Río, que tiene varios hoteles en Extremadura. Y también el Casino, de Badajoz.
Sin embargo, cuando se tramitó el proyecto por los propietarios del inmueble, las cuestiones técnicas, las derivadas de las instalaciones, dotaciones y servicios que es necesario que disponga un negocio de este tipo, fueron el hándicap que, finalmente, lo mantiene cerrado.
Esas dificultades vienen de una superficie de suelo escasa, 186 m2, insuficientes para desarrollar la planta baja y los servicios que necesita, y para una distribución que permita, por ejemplo, una adecuada ordenación edificatoria para bajantes de saneamiento, salidas de humos, etc.
Se trata, por tanto, de un edificio de menos de 200 m2, que cuenta con una planta semisótano de 62 m2 y 5 plantas sobre rasante, para un total de 997 m2.

Cáceres, que aspira (¡lleva tantos años aspirando…!) a ser una ciudad cuya principal industria sea el turismo, necesita pequeños hoteles con encanto, hoteles muy urbanos, de 2-3 estrellas, pero la concepción de Las Marinas, desde un principio, con 4 estrellas, contribuyó a hipotecar tanto el proyecto como la consecución de permisos y licencias. Y, por ejemplo, lo que para un edificio moderno, nuevo, en un espacio adecuado, resulta fácil de proyectar, para este inmueble no lo es tanto.
Dispone, eso sí, de una escalera de acceso de planta baja a planta primera de considerable valor, y que por ello, sería muy deseable que el edificio estuviera abierto. Si no como hotel, sí como cualqueir otro negocio.


En una ciudad, decimos, que aspira a ser turística, con atractivos suficientes para una calidad cultural (que se ve lastrada cada vez más por un catetismo rampante), gastronómica y medioambiental en su entorno más inmediato, son necesarios este tipo de instalaciones.
Hoy, los carteles de se alquila colocados en la fachada, van perdiendo su color, a medida que el tiempo va pasando y el futuro del inmueble también se desdibuja.

Situado justo enfrente de la oficina central de Caja de Extremadura, con su futuro también en el mercado inmobiliario, forma un triángulo con la esquina de Calzados Nati, emblemática y reconocible por sus letreros… y antigua (por vieja) en su visión.
La deprimida situación del mercado inmobiliario, los costes de adecuación de hotel a cualquier otro uso, hacen del edificio del Hotel Las Marinas presa fácil para permanecer cerrado mucho tiempo. Y terminar, como otros muchos inmuebles que venimos repasando, formando la esquelética imagen de Cáceres, una ciudad cerrada por falta de uso.
Alquilar el inmueble, como pone en los carteles descoloridos sin duda puede resultar caro en estos tiempos, ya que la cafetería, por ejemplo, no bajaría de 4.500-5.000 euros al mes, y el hotel, en torno a los 9.000-10.000 euros. Y eso que el hotel, una construcción terminada en el año 2000, por Construcciones Abréu,  creo recordar, tiene «buena pinta».


El creciente número de edificios, públicos y privados, que van siendo pasto de los cierres requerirían una acción política decidida, valiente, del Ayuntamiento en primero término. Pero la falta de recursos económicos y, sobre todo, y fundamentalmente, la falta de capacidades, de ideas del Partido Popular, encabezado por la alcaldesa Elena Nevado, hacen que los cierres se estén convirtiendo, cada vez más, en una forma del paisaje, en una foto corriente, habitual. Y ni la capacidad municipal, entendida desde el punto de vista de la capacidad política, ni la de la propia ciudad, que parece cada vez más abocada a cerrar los ojos a la realidad, a cerrarse, a ser pasto de la sepultura de la inanidad, sacarán de este dormitar dormido de una ciudad provinciana.
Al final, van a tener razón quienes definen a Cáceres como «un pueblo con rotondas». Yo le añadiría, un pueblo con rotondas y procesiones. Pero en silencio todo, dormido todo, no vaya a ser que se despierte.
Vale.  

Tras el trámite en el Congreso de los Diputados, donde el Partido Popular votó en contra de una enmienda presentada por el Grupo Socialista que pretendía conseguir el compromiso de mantener en pleno funcionamiento y operativo de la Academia General Básica de Suboficiales, de Talarn, y del Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013 se tramita, en estas fechas, en el Senado.
La negativa de los diputados del Partido Popular que representan a la provincia de Cáceres, encabezados por Carlos Floriano, a apoyar la enmienda no augura, en el Senado, que los representantes de dicho partido por la provincia de Cáceres planteen su voto a favor.

Son cinco los senadores que tiene la provincia de Cáceres, de los que 4 son por elección directa y uno por designación de la Asamblea de Extremadura. De todos ellos, 1, Juan Andrés Tovar Mena, pertenece al PSOE, y los otros 4, Pablo Elena Núñez, Elena Nevado del Campo, Alberto Casero Ávila y Diego Sánchez Duque, al PP.

Actualmente, en el Senado se han presentado las enmiendas que los grupos parlamentarios consideran pertinentes para modificar el Proyecto de Ley de PGE 2013 remitido por el Congreso. En este trámite se han presentado dos enmiendas que solicitan la continuidad plena de capacidades del Centro de Formación de Tropa nº 1. Una de ellas, por el Grupo Parlamentario Socialista, dando continuidad a la presentada y rechaza en el Congreso. La otra, de igual contenido, tiene cierta enjundia política, no ya por el contenido, que es igual, sino por el grupo parlamentario que la presenta.

De todos es conocido el reiterado recurso que hace el Presidente de la Junta de Extremadura y del Partido Popular en la Comunidad Autónoma, José Antonio Monago, de Catalunya como soporte de demagogias y búsquedas de notoriedad.

Ahora, los senadores cacereños del PP se encuentran en la tesitura, políticamente poco defendible, de rechazar la continuidad del CEFOT nº 1, cuando quien pide esa continuidad es un grupo de senadores catalanes, en concreto, el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya (GPEP), del que forman parte senadores del PSC y de ICV. Tiene guasa que sean senadores de un territorio del Estado (Catalunya) vilipendiado permanentemente por el presidente de otro (Extremadura) quien pida defender cosas como el CEFOT nº 1, de raigambre social y de gran importancia económica para Cáceres.

A lo largo de lo que llevamos de año, desde que a finales de marzo se tuvo conocimiento de la situación práctica de ERE de funcionamiento en la que había quedado el Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, han sido múltiples las declaraciones que la senadora Elena Nevado, además alcaldesa de la ciudad, ha realizado de apoyo a la continuidad del centro militar. Pero ninguna acción positiva y, mucho menos, con resultados. La negativa de su partido de apoyar la enmienda presentada en el Congreso, es una muestra de ello. Y su conocimiento real de la situación, previo y ocultado al conocimiento público, también muestra su absoluta falta de compromiso con dicho centro. En política, además de palabras y gestos, están las acciones. No valen ahora que pudieran salir dirigentes populares de Cáceres, desde Carlos Floriano hacia abajo, diciendo aquello de que “se están realizando gestiones”, porque sencillamente, no es verdad. Si se están “realizando gestiones” los resultados a la vista están: el Cefot no se ha cerrado todavía porque, quizás, el Mando del Ejército sea reacio a cerrar unidades militares y cuarteles. Si las presuntas gestiones hubieran dado resultados positivos habrían salido, en tromba, a contarlo, con pelos, señales y fotografías.

Además de Elena Nevado haciendo declaraciones huecas y sin ningún compromiso real, también el senador Alberto Casero, alcalde de Trujillo, ha dicho en muchas ocasiones aquello de su “apoyo incondicional” al CEFOT nº 1. Pero de boquilla. La última vez, con motivo de una Jura de Bandera civil llevada a cabo en su ciudad, con la participación de todo el personal, todo, del CEFOT nº 1, que montó, también, una exposición y que colaboró para que la Sección de Música de la Academia de Infantería ofreciera un exitoso concierto de música militar y popular en el Teatro Gabriel y Galán. A esta participación “de los militares”, no acompañó una más entusiasta participación de los vecinos de Trujillo y su comarca, seguramente por falta de capacidad de convocatoria de Alberto Casero.

Ahora, cuando las palabras de Elena Nevado o los ¿compromisos de apoyo? asumidos públicamente por Alberto Casero durante la Jura de Bandera celebrada junto al emblema de su ciudad, Francisco Pizarro, han de ser demostrados, es cuando me gustaría verlos, dar la cara, transformar esas palabras en el hecho de votar a favor de la continuidad del CEFOT nº 1, asumiendo la motivación de la enmienda presentada por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya (GPEPC): La previsión presupuestaria del Gobierno contempla recortes en las políticas de Defensa, pero esto no debe, necesariamente, llevar aparejado el cese de funcionamiento de los centros formativos y la adecuada cualificación de las personas.

De los otros dos senadores espero aún menos que de Elena Nevado y Alberto Casero, que sin duda votarán en contra y añadirán un clavo más al futuro del CEFOT nº 1. De Diego Sánchez Duque, porque es un senador que ejerce de cargo de partido sin compromiso de representación provincial. Y del otro, un tal Pablo Elena, ni idea. Ni sé quién es… ni tengo interés en saberlo.

Vale.

La noticia de la venta del Chalet de los Málaga por Pronorba, una empresa inmobiliaria, a Caja Almendralejo, saltó ayer, 19 de noviembre, como el Guadiana, visto y no visto, en la digital de pago de un medio de comunicación. La noticia, después, desapareció. Hoy, el mismo medio, y el otro diario de información regional, llevan la noticia a sus ediciones en papel.
En principio, que una empresa privada venda un inmueble a una entidad financiera, no debe plantear ninguna cuestión. Mejor dicho, no debería plantear ninguna cuestión. Pero la situación económica y financiera general puede y debe, en el caso de este inmueble, que, no se olvide, es un Bien de Interés Cultural, a ser cautos con este tipo de operaciones.
Según los medios de prensa, la operación se ha realizado por un valor de 6.000.000 €, cantidad respetable. Y, repito, al tratarse de un negocio entre agentes privados, allá ellos. O casi allá.
La primera duda que me asalta es cómo una entidad financiera con una escasísima presencia en la ciudad de Cáceres (un local comercial situado en planta baja en la Av. Virgen de Guadalupe, 29, que es casi semisótano por la pendiente de la calle) adquiere un inmueble tan relevante para poner una oficina bancaria, una sala de exposiciones y poco más.
La segunda duda es si la operación es exclusiva de Caja Almendralejo o la ha realizado el Grupo Solventia, al que pertenece dicha Caja Rural, junto con otras Cajas Rurales como la de Baena, Cañete de las Torres, etc., de las que es cabecera del Grupo la propia Caja Rural de Almendralejo.
Una tercera duda está en cómo una operación por valor de 6.000.000 € la puede asumir una entidad que en su memoria anual de 2011 acredita “un resultado antes de impuestos ascendió a 5.541 miles de euros, que ha descendido en un 10,79% respecto al registrado en el año 2.010”. “El Beneficio neto se situó [en 2011] en 4.353 miles de euros, con un descenso del 8,93%”. O lo que es lo mismo, un beneficio antes de impuestos de 5.541.000 € y un beneficio neto, siempre hablando de la memoria contable de la Sociedad Cooperativa de Crédito “Caja Rural de Almendralejo”, de 4.353.000 €.
Con estos datos, la operación de adquisición del Chalet de los Málaga supera el beneficio neto de la entidad financiera en 2011. Por supuesto, la gestión de una empresa se ve en el balance de final de ejercicio, y la entidad de Crédito Cooperativo habrá tenido, sin duda, todos los datos necesarios para que la operación resulte adecuada a los resultados económicos, pero las cantidades son las que son, aunque los expertos contables siempre encuentran las mejores explicaciones posibles.
Una cuarta duda nace de las declaraciones atribuidas en El Periódico Extremadura, al publicar la información (http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/caceres/el-chalet-de-los-malaga-sera-nueva-sede-de-cajalmendralejo_694496.html), al gerente de la empresa Pronorba, vendedora del inmueble, que afirma que solo se había vendido «una parte, pero con una serie de condicionantes», sin dar más detalles de la operación.

Es decir, según el vendedor, sólo se ha vendido una parte ¿por 6.000.000 € cuando la empresa vendedora reclamaba patrimonialmente al Ayuntamiento 10.000.000 €? ¿Que ha desistido esa empresa en la obtención de 4.000.000 € por los derechos urbanísticos que, según ella, le corresponden?
Al tratarse de un Bien de Interés Cultural, e insistiendo en que se trata de una operación entre particulares, todos esos condicionantes deberían, al menos, ser puestos en conocimiento del Ayuntamiento de la ciudad como garante inmediato de la aplicación del planeamiento urbanístico y las declaraciones de la Alcaldesa Elena Nevado a un medio regional demuestran desconocimiento de la operación, no de la negociaciones entre partes privadas, sino de su resultado ya final. Y deberían ser puestos esos condicionantes en conocimiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura como garante del cumplimiento y exigencia del cumplimiento de todo lo que afecta al Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma.
Finalmente, habrá de estarse muy atentos a cómo se realice el proyecto de adecuación que pueda realizar Caja Rural de Almendralejo y mantener un nivel de exigencias desde el Ayuntamiento al menos del mismo grado que el que, por ejemplo, se mantuvo con el Hotel Atrio.
Vale.

El pasado mes de agosto, componentes de la Asociación Cultural “Lemon y Coco” denunciaron la aparición de pintadas en el conocido Chalet de Los Málaga, en la Av. De España, de Cáceres, inmueble declarado Bien de Interés Cultural.



Este inmueble, como otros ya señalados en esta serie de edificios cerrados por falta de uso, se encuentra en el tráfico inmobiliario, y sus actuales propietarios han presentado reclamaciones judiciales contra el Ayuntamiento de la ciudad para conseguir el resarcimiento económico resultante del volumen edificable en la parcela si se aplicara de ordinario el Plan General de Ordenación Urbana de 1998, en tanto que la respuesta municipal y, de momento, judicial por incidencia patrimonial, es negativa a los intereses de la propiedad. Pero el asunto seguirá.

El Plan General Municipal vigente recoge la calificación de Bien de Interés Cultural, protege, urbanísticamente el inmueble e impide (al menos en cuanto a la redacción de la norma) que la propiedad pueda reclamar una indemnización patrimonial.

El asunto planteado por la propiedad, en un tiempo en el que el sector inmobiliario se encuentra prácticamente paralizado, dará para un largo litigio, que al final repercutirá en la economía municipal, en los intereses económicos de la ciudad y los ciudadanos. Y, sobre todo, repercutirá en un deterioro del inmueble que afeará la imagen de una ciudad que cada día da la sensación física de ir cerrándose, de cerrar todas las puertas por falta de uso.
Me atrevo a afirmar que, judicialmente, la propiedad terminará ganando y que la ciudad deberá indemnizar los derechos urbanísticos no apropiables. Algo que podría ser menos gravoso si se aplicaran, con inteligencia, las normas urbanísticas, y se determinaran los derechos urbanísticos apropiables que correspondan y se dotara, mediante permuta, la entrega de esos derechos sobre los que, por ley, corresponden al Ayuntamiento, al 10% del aprovechamiento lucrativo.

Pero, sobre todo, y siguiendo la alarma levantada por la denuncia de la Asociación Cultural Lemon y Coco, y expresada con claridad en su blog por Montaña Hurtado, es preocupante el deterioro progresivo de un inmueble que es, no se olvide, Bien de Interés Cultural. El cuidado y mantenimiento son una obligación de los propietarios, que han de optar por realizar todas las tareas necesarias para ello, asumiendo su coste, o buscar el modo de transmitir, en condiciones económicas adecuadas, no gravosas a la Hacienda Pública, bien al municipio, bien a la Administración que realizó el expediente de declaración del B.I.C.
Sin embargo, no hay que olvidar que, también, las administraciones públicas tienen la obligación de preservar la conservación del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico, como es este caso. Y permitir una degradación del inmueble, además de acarrear consecuencias administrativas, económicas, e incluso, de responsabilidades penales para sus titulares dominicales, pero también para las administraciones que lo toleraren.
Actualmente, el Chalet de Los Málaga, además de haber sido objeto de pintadas (no excesivamente aparatosas, pero sí consecuentes a su estado de abandono), presenta síntomas evidentes de un deterioro que en los próximos meses de inclemencias climatológicas se incrementarán y, por ejemplo, las redes que protegen celosías y balaustradas de cubierta, no serán suficientes para evitar derrumbes. 

A las administraciones, además de resolver el asunto reclamado por la propiedad (obteniendo, en el menor tiempo posible, una respuesta judicial inapelable, en el sentido que sea, y cumplirla y hacerla cumplir), le compete, de modo ineludible evitar cualquier deterioro. En este caso, además del carácter de B.I.C. del edificio, su ubicación será termómetro de la capacidad del equipo de gobierno del Partido Popular, encabezado por la alcasenadora Elena Nevado: a mayor deterioro del inmueble, mayor deterioro del gobierno municipal. Y los edificios que se deterioran por abando terminan arrumbados en el suelo. Como los gobiernos que no saben ejercer sus obligaciones.
Vale.  

En estas fechas se está tramitando en el Congreso de los Diputados el Proyecto de Ley de Recortes (digo, Presupuestos) Generales del Estado para 2013. Es, en esta ley, cuando se visualiza de manera clara el grado de compromiso de los representantes políticos con sus votantes. Es, en esta ley, cuando quedan al descubierto las vergüenzas de quienes, obtenido el escaño, avanzado en su nivel de jerarquía partidaria, se dedican a adular a quienes los han designado y a desentenderse de quienes les votaron.

La situación de incertidumbre por la que atraviesa el CEFOT nº 1 desde que el 5 de marzo de 2012 la alcasenadora de Cáceres, Elena Nevado, recibiera las peores noticias directamente de la Subsecretaria del Ministerio de Defensa, Irene Dominguez-Alcahud, se mantiene. Sólo la resistencia, como debe ser y como se ignora, de los mandos militares a producir cierres y desmantelamientos, mantiene abierto, que no en funcionamiento, el CEFOT nº 1. Por cierto, la alcasenadora Nevado sigue sin dar explicaciones de por qué calificó “de cortesía”, en papel oficial de comunicado de prensa, aquella entrevista con la Subsecretaria, cuando de cortesía no tuvo nada.

Ahora, en el debate presupuestario, el PSOE ha presentado una enmienda de adición para que se mantengan abiertos, en su integridad, el Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, y la Academia General Básica de Suboficiales, de Talarn (Lleida). Las esperanzas de que el Partido Popular acepte la enmienda son pocas, nulas, sobre todo porque las prioridades del Ministerio son las de pagar a los fabricantes de armas, que para eso está el Ministro. Y no para otra cosa.

Esta es la enmienda presentada.
ENMIENDA NÚM. 2.398 

FIRMANTE: 

Grupo Parlamentario Socialista 

De adición. 

Se añade una nueva disposición adicional con la siguiente redacción: 

Disposición adicional. Mantenimiento de los centros formativos del Talarn y CEFOT n.° 1. 

El Gobierno dotará los créditos presupuestarios suficientes para asegurar el completo funcionamiento y el mantenimiento de la plena operatividad en capacidades formativas, de la Academia General Básica de Suboficiales de Talam de Lleida así como del Centro de Formación de Tropa n.° 1, ubicado en el Acuartelamiento Santa Ana, de Cáceres. 
MOTIVACIÓN
La previsión presupuestaria del Gobierno contempla recortes en las políticas de Defensa, pero esto no debe, necesariamente, llevar aparejado el cese de funcionamiento de los centros formativos y la adecuada cualificación de las personas. 

Sería deseable, cuando menos, que por una vez, el alto dirigente del Partido Popular, Carlos Floriano, diputado, dicen, que por Cáceres, hiciera algo de provecho en el Congreso. Algo de provecho por la ciudad y por la provincia con cuyos votos está ascendiendo en su carrera política y justificara los pingües ingresos económicos que recibe. Pero la realidad será otra. El señorito Floriano no hará nada, por dos razones: primera, porque su prioridad es plegarse a lo que le diga su partido, y segunda, porque los intereses de Cáceres y provincia se la sudan.

Desde que tomó posesión de su escaño en el Congreso, las iniciativas parlamentarias promovidas por el señor Floriano en favor de su circunscripción electoral han sido… ninguna. Y las iniciativas parlamentarias promovidas por el señor Floriano, en cualquier ámbito de lo que debiera ser su trabajo y por el que tanto dinero cobra (y que le pagamos todos) han sido… ninguna.

Es verdad que sus tareas en el Partido Popular, además de decir que le gusta Cataluña (debe ser en la intimidad, claro), consisten en salir a hacer declaraciones en competencia de disparates con González Pons o a desmentir cualquier cosa (como cuando desmintió lo de que el Gobierno sabía que Juan Carlos I estaba cazando elefantes en África), pero en esas tareas no es están incluidas las obligaciones de defender los intereses de la circunscripción electoral que lo eligió. ¿Para qué, si defender a su ciudad y su provincia no le reportaría méritos?

Vale.

En la mañana de hoy, 8 de octubre, ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados, la comparecencia ante la Comisión de Defensa de los altos cargos del Ministerio del ramo para explicar los Recortes Generales del Estado para 2013. Recortes, que no Presupuestos.
En primer lugar, me ha llamado la atención el desparpajo con el que el portavoz del partido que sustenta al Gobierno, el diputado del PP de la Comunidad Valenciana Vicente Ferrer ha hecho alusión a su reciente condena por haber sido sorprendido conduciendo con una elevada tasa de alcohol en el cuerpo. Y el desparpajo con el que los medios de comunicación han alabado su “valentía” para reconocer su error. Es evidente que el error no estuvo en el consumo de alcohol, sino en que le pillaron. Creo recordar que no ha dicho que no volverá a ocurrir. En manos de gente que no controla su consumo de alcohol se encuentra la toma de decisiones que, por ejemplo, afectan a 220 familias que tienen su puesto de trabajo en el Campamento de Santa Ana en Cáceres, y a los muchos puestos de trabajo indirectos relacionados con la instalación militar.
En segundo lugar, siendo el asunto del Cefot de Cáceres un tema recurrente en la ciudad y en la Comunidad Autónoma, no comprendo cómo los medios de comunicación locales no están más atentos a los movimientos que en los centros de decisión se vienen produciendo. ¿Ignoraban los medios de comunicación regionales que hoy se celebraba tan importante Comisión en el Congreso? Entiendo, por otra parte, que medios como el BOPP, el más potente económicamente, no quiera informar sobre el asunto. Hay que proteger al amo y señor de la viña.
Durante la comparecencia del Secretario de Estado de Defensa se ha hablado, y mucho, de Programas Especiales de Armamento (lo del célebre crédito de 1.782.000.000.000 €), mucho de la escasa inversión disponible y poco más.
Durante la comparecencia de la Subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, su lectura sin puntos ni comas de los datos y números de las áreas de su competencia han dejado claro, entre otras cosas, que se van a tocar partidas como las destinadas a programas de apoyo al personal (ayudas sociales), como que se está disminuyendo, por la vía de la no reposición por jubilaciones, el número de efectivos de las FAS (unos 3.500 menos en 2013). Y de que en el próximo año el número máximo de efectivos de tropa y marineria no será superior a 80.000. En estos momentos, según diversas fuentes, ese número está en torno a 81.500. También ha hecho referencia a la raquítica oferta de empleo público para 2013, que será menor al 10% de tasa de reposición en cuadros de mandos. En tropa, ni eso.
Como los medios de comunicación de Cáceres y Extremadura no se han enterado de que en el maremágnum de números, euros, efectivos… que ha ido relatando la señora Subsecretaria de Defensa se encuentra escondido el cierre defenitivo del Cefot (salvo milagro, y ya se sabe que los milagros no existen ni vistiéndose de negro en el Vaticano), lo diré aquí.
El diputado Luis Tudanca (@luistudanca), del Grupo Socialista, ha intervenido para, desde la cortesía parlamentaria, ir poniendo en cuestión unas cuentas que no tienen razón en sí mismas, por su incoherencia. También ha preguntado por la situación futura de la Academia General Básica de Suboficiales, en Talarn (Lleida) y por el Centro de Formación de Tropa de Cáceres. Ha preguntado por cuál será el futuro del Centro militar cacereño, sobre el que el mayor de los pesares actuales que le aqueja es la incertidumbre.
Para quien no lo sepa, corresponde a la Subsecretaría de Defensa la realización de las convocatorias de personal, dentro de la oferta de empleo, de todo el Ministerio, tanto de personal civil (para 2013, tasa cero de reposición), como militar (para 2013, hasta el 10%, ni siquiera este porcentaje está asegurado, en cuadros de mandos y en especializades como medicina). Para personal de tropa, para el personal que si hubiera oferta de empleo el próximo garantizaría el futuro del Cefot, la señora Subsecretaria no ha tenido ni cifra ni porcentaje.
A la pregunta expresa, directa, del Diputado Tudanca, la señora Domínguez-Alcahud ha contestado que el Cefot está en estos momentos abierto, y que lo que suceda en 2013 ya no es cosa suya, sino que dependerá de lo que el recientemente creado Comisionado de Infraestructura determine. Y ese Comisionado no depende de ella, sino del Secretario de Estado.
Para quien no lo sepa, la alcasenadora Elena Nevado se reunió en Madrid, el 5 de marzo, con la subsecretaria de Defensa, con la misma autoridad que hoy ha dicho que el futuro del Cefot no depende de ella. Aquella reunión del 5 de marzo, sobre la que Elena Nevado mintió en papel oficial al emitir un comunicado diciendo que había sido de cortesía, sirvió para que el Ministerio de Defensa informara de primera mano del negro futuro que se cernía sobre el Cefot. Y la alcasenadora Nevado lo ocultó a la ciudadanía.
Hoy, cuando la Subsecretaria de Defensa, a quien corresponde la gestión del personal del Ministerio, a quien corresponde por ejemplo las áreas de Personal y de Reclutamiento, ha dicho que el asunto del Cefot es en otra puerta del Ministerio.
Ya sabemos en qué puerta, la de la calle.
Y mientras todo esto sucede, un IBM de la Junta de Extremadura, el Secretario General de Comunicación, un tal Juan Rodríguez Plaza, me dice, a una pregunta directa mía sobre lo que ha hecho hasta ahora José Antonio Monago para defender el Cefot, que la posición oficial de la Junta es la de apoyo cerrado a la alcaldesa y que es un asunto que no es competencia de la Comunidad Autónoma. ¿Apoyo cerrado a qué? ¿A la ocultación dolosa de la información que la Subsecretaria de Defensa trasladó a Elena Nevado el 5 de marzo?
Y mientras esto sucede, la alcasenadora Elena Nevado construye una plataforma a modo de barricada, sin saber (qué malos asesores tiene en la materia) que los tiempos políticos del Ayuntamiento no tienen nada que ver con los tiempos políticos de Castellana, 109, y estos tampoco se paren en nada a los del Palacio de Buenavista.
Y mientras esto sucede, un chico dizque bien parecido (esto es, un mindundi), que en su vida se ha visto en otra, Carlos Floriano, Diputado nacional por Cáceres y número 3 del Partido Popular, calla, con la desvergüenza de quien ni sabe, ni quiere, y, sobre todo, no puede decir nada. Espero que los “defensores” del Cefot, muchos de ellos ilustres votantes de la derecha, aprendan que no pueden confiar en el menos preparado de todos ellos.
Y mientras esto sucede, otro alcasenador del PP, Alberto Casero, pretende organizar, con cargo al erario municipal, una Jura de Bandera de personal civil en la Plaza Mayor de Trujillo, para que desfilen ante él los militares del Cefot. Y pretende darse un homenaje a la vista y enfundarse una bandera de patriotismo sin haber hecho nada, absolutamente, por quienes en ese acto le alegrarán la vista. A mayor gloria.
Y mientras esto sucede, José Antonio Monago… ¿qué decir de él? Mejor nada. Cuando salga a los medios con este asunto, si algún día se atreve comentaremos algo. De momento, en este y en otros muchos asuntos, me recuera a un dicho popular que aprendí de pequeño: Hay hombres, hombrinos, macacos y macaquinos.
Vale.

El pasado 11 de julio, en un despacho de Europa Press podía leerse: El presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, ha realizado este miércoles una visita institucional al Centro de Formación de Tropa (Cefot nº 1) de Cáceres donde ha dicho que la oferta pública de empleo en 2013 es «una pieza básica del futuro» del centro.
Manzano ha recordado que «habrá que esperar» a saber si el Ministerio de Defensa realiza el próximo año oferta para el Ejército de Tierra porque de eso «depende mucho el flujo de personas que puedan venir a formarse al centro en el año 2013».
La Ley de Presupuestos Generales del Estado, aprobada por la mayoría absoluta del Partido Popular, al que pertenece Fernando Manzano, que además de Presidente de la Asamblea de Extremadura es Secretario General en la región, determinaba que el número máximo de efectivos de tropa y marinería, al 31 de diciembre de 2012, no podría superar los 81.000. La anterior Ley de Presupuestos, con gobierno del PSOE, establecía que a 31 de diciembre de 2011, ese número máximo de efectivos no podría se superior a 83.000. En un sólo año, el Partido Popular ha liquidado 2.000 puestos de tropa. Y no se ha producido, obviamente, ninguna convocatoria, que es la causa fundamental por la que el Centro de Formación de Tropa nº 1, de Cáceres, esté en una situación de “cese temporal de actividades”, a la espera de la incorporación de nuevos efectivos, a la espera de que la oferta de empleo público de 2013.
Pues bien, hoy mismo, 29 de septiembre, ya puede conocerse el texto de los Presupuestos (=Recortes) Generales del Estado para 2013 y el número máximo de efectivos de tropa y marinería, fijados en la Disposición Adicional Décimo Tercera es de 80.000 a 31 de diciembre del próximo año. O lo que es lo mismo, se sigue disminuyendo, de modo neto, el número de efectivos, por lo que en esta situación no puede hacerse reposición, que solamente cabría cuando ese número máximo de efectivos se alcanzara… y ello a la espera de la aprobación y aplicación del programa Visión 2025, elaborado por el JEMAD a petición del Ministro de Defensa Pedro Morenés.
Desde que el Secretario General del Partido Popular en Extremadura afirmara estar a la espera de la decisión que el Ministerio pudiera adoptar de cara al próximo ejercicio económico, es decir, a la espera de saber si seguirán destruyendo puestos de plantillas militares, no se conoce que este cargo político haya realizado ninguna acción de cara a conseguir que durante el próximo año se pueda llevar a cabo la convocatoria de alistamiento de nuevos soldados, que es la razón de existir del Cefot 1.
El Partido Popular de Extremadura, ni por su Secretario General ni por su Presidente, José Antonio Monago, que lo es a su vez, de la Comunidad Autónoma, ni por Elena Nevado, Alcaldesa de Cáceres, que, es también Senadora, ni por Alberto Casero, Alcalde de Trujillo, que es también Senador, ha realizado ninguna gestión para evitar el cierre que se cierne, ya con el Proyecto de Ley de Presupuestos (=Recortes) Generales del Estado para 2013.
Disminuir, otra vez, por la vía de los presupuestos, el número de efectivos de tropa y marinería es el certificado de defunción del Cefot 1. Solamente un milagro, que depende exclusivamente de la capacidad de los mandos militares de sostener una unidad sin poder ejercer sus funciones por más de dos años consecutivos, puede evitar el cierre. Personalmente, afirmo que los milagros no existen.
A estos presupuestos y a la determinación presupuestaria de seguir disminuyendo el número de efectivos, habrá que sumarle, sin duda, la aplicación del programa Visión 2025, cuyo contenido, conocido por una exclusiva de Miguel González (@mgonzalezelpais) el pasado 17 de julio, determina que en las FAS “sobran” 15.000 militares y 5.000 civiles. Según esa exclusiva e intepretaciones posteriores, hasta que se conozca el programa, la mayor parte de las bajas militares será del Ejército de Tierra, unas 10.000.
Con este panorama y con la nula capacidad del Partido Popular de Extremadura de enfrentarse a las decisiones de un gobierno que recorta todo, sin tasa ni cortapisa, el futuro del Centro de Formación ubicado en el Campamento de Santa Ana se escribe cada vez más negro.
En esta perspectiva, la competencia del autodenominado “gobierno de los mejores”, presidido por Monago solamente se reduce a un formidable esfuerzo en marketing, que no puede esconder fracaso tras fracaso… cuando lo intenta. En el caso del Cefot, ni lo ha intentado.
Como tampoco lo ha intentado Fernando Manzano, ni Elena Nevado, ni Alberto Casero…
Vale.

Pocas veces una reunión del Consejo de Ministros (en realidad, Consejo de Tramposos) había generado tanta expectación como la prevista para mañana, jueves, 27 de septiembre. Expectación e interés por ver cómo medios de comunicación tenidos por serios hacen cábalas sobre el alcance de los recortes que van a suponer las cuentas públicas, cuando eso ya se sabe y está escrito desde el 3 de agosto pasado, cuando en una infame rueda de prensa, el que dicen que es Presidente del Gobierno de España informó de todo… menos de un papelito que había enviado (obligado y con ultimátum) a la Unión Europea donde detallaba los recortes a imponer.
Expectación por saber, eso sí, cómo se concretarán unos recortes de casi 40.000 millones de euros y que tienen todos los visos de que van a tocar todos los capítulos presupuestarios excepto las pensiones… de momento. Una vez que mañana el Consejo de Tramposos apruebe el texto y la hoja de cálculo que contiene los números (creo que dada la capacidad tecnológica de Fagin Montoro, utilizan Ability 1.0 para D.O.S.), saldremos de algunas dudas y las pensiones, aparentemente intocables, aparecerán desnudas y expuestas al siguiente recorte, donde ya el tajo será de órdago.
Para Cáceres, una capital de provincia que no consigue llegar a los 100.000 habitantes ni por asomo, donde los comerciantes colocan esquelas que dicen “Cáceres Se Muere”, dos apartados concretos, específicos, exactos, serán determinantes para saber si el Partido Popular (a nivel nacional) termina asestando el golpe definitivo a la ciudad (con la colaboración necesaria de los militantes del partido en la ciudad y en Extremadura). Serán el artículo (¿10, 11, 12?), el que establezca la congelación de la oferta de empleo público (ya comunicada a la superioridad, esto es, a doña Angela), y la disposición adicional (¿20, 21, 22…?) que establezca el número máximo de efectivos de tropa y marinería que tendrá que haber a 31 de diciembre de 2013.
En los Recortes Generales del Estado para 2012, la disposición adicional vigésimo segunda establece que ese número máximo a 31 de diciembre de 2012 será de 81.000. Cualquier contenido que mantenga ese tope máximo, o, peor aún, que lo disminuya, será la puntilla definitiva para la continuidad del Centro de Formación de Tropa nº 1, CEFOT 1, de Cáceres.
Y una vez que estén esos datos, la congelación de la oferta de empleo y el número máximo de efectivos de tropa y marinería, ya no habrá vuelta atrás. Ya podrá ir encargándose la esquela de cierre definitivo del CEFOT 1 y la apertura de todo tipo de especulaciones para saber qué pasará con los terrenos.
En la esquela que comunique la mala nueva (esperada por los pesimistas, que, como todo el mundo ignora, son optimistas bien informados), los dolientes que primero querrán poner sus nombres son los mismos que han causado su defunción. Correrán a la funeraria BOPP a explicar cuánto querían que hubiera soldaditos en la ciudad, cuánto le gustaban los saraos a los que asistían militares de uniforme… Veremos un desfile de responsables embutidos en el traje de víctimas: José Antonio Monago, Elena Nevado, Fernando Manzano, Alberto Casero…
Será curioso ver en los papeles aquello de “yo ya lo sabía”, “se veía venir”, “hemos hecho todo lo posible”… Y ninguno de los que digan esas frases hechas sabían ni saben de qué va el asunto del Cefot, ni lo han visto venir ni han hecho nada por evitar el cierre.
El Proyecto de Ley de Presupuestos (digo, Recortes) Generales del Estado para 2013 será el certificado médico de desahucio. A partir de mañana, desgraciadamente, solamente quedará poner en marcha el reloj de la cuenta atrás.
Y habrá que recordar su culpa por desidia, incapacidad y cobardía, todos y cada uno de los días que esa cuenta atrás dure:
  • al impotente presidente del gobierno de los mejores (eso dice él), José Antonio Monago,
  • al presidente de la Asamblea de Extremadura, convertida en PP, Parlamento de Primos,
  • a la alcasenadora Elena Nevado, que sabía, desde el 5 de marzo de 2012, la verdad y la ocultó en papel oficial, a
  • l alcasenador Alberto Casero, al que habrá que sacarle, aún más los colores de la vergüenza, hasta convertirlo en un Tomatito cherry
  • Y así sucesivamente…
Vale.

En los escaparates de muchos comercios de Cáceres (98.000 habitantes) se puede ver desde hace unas semanas una esquela que señala que “Cáceres se muere”. Una esquela en la que, al final, lo que se muere es la caja de los comercios. Aunque podría hacerse extensivo a muchas ciudades del tamaño y número de habitantes similares, me refiero al caso de una capital de provincia que nunca ha despertado del letargo pueblerino y nunca ha querido a ir más allá de alguna aventura deportiva. Y en ello, mucho tiene que ver la pequeña burguesía local, detentadora (ver en www.rae.es el verbo detentar) no sólo del poder económico local (eso es cuestión del derecho privado), sino, también, del poder social, cultural y hasta religioso, que han convertido a Cáceres en un páramo.
Esta mortandad de la caja de los comercios locales está acompañada de una creciente situación de edificios, algunos de considerable tamaño, cerrados por falta de uso. Por falta de capacidad económica para su gestión y mantenimiento por las administraciones públicas que son titulares de los mismos, y por falta de capacidad de esa burguesía local instalada en el poder político para poner en servicio edificios cuyo deterioro avanza a pasos agigantados.
Hecho este preámbulo, a partir de esta entrada iremos haciendo un repaso a diversos inmuebles cerrados por falta de uso y que se arruinarán definitvamente ante la pasividad de unos ciudadanos más preocupados por ver la televisión o por pasear figuras religiosas una vez al año. Unos ciudadanos que, fuera de las envolturas de las cofradías o querencias futbolísticas, son incapaces de demostrar algo que tenga que ver con el futuro suyo y de sus hijos. Y de su ciudad. Unos ciudadanos (?) a los que la pregunta de Kennedy sumiría en la más profunda de las perplejidades: No preguntes qué puede hacer tu ciudad por ti, sino qué puedes hacer tú por tu ciudad.


Calle Reyes Huertas. Antiguas dependencias de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Extremadura.
Este inmueble, construido sobre los terrenos que en su día se destinaron a parroquia, pero de la que solamente se levantaron unos muros, dejó hace unos dos o tres años de ser necesarios a los servicios de la Junta. En fechas recientes, tras el ofrecimiento por la administración regional, el Ayuntamiento de Cáceres, presidido por la alcasenadora Elena Nevado (PP) contestó… que no, que no los quería. Y ahí sigue el edificio, muertecito de asco.
En la fase final de la anterior legislatura, un grupo de artistas intentó hacerse cargo del inmueble, para convertirlo en centro de sus actividades y casi lo consiguen… si no hubieran mediado unas elecciones y el partido propio de la burguesía provinciana, el Partido Popular, no hubiera ganado las elecciones.
Según la ficha catastral, el inmueble está construido sobre una superficie de terreno de 2.515 m2 y la superficie construida total es de 2.027 m2 (equivalente a 18 viviendas de 3-4 dormitorios).
Ante la incapacidad de la administración regional (el Gobierno de los Mejores se hacen llamar) y la impotencia del ayuntamiento, está cerrado a cal y canto, con persianas metálicas herméticas pero que sin duda, poco a poco irán cediendo, o ventanas más vulnerables, hasta convertirse en lugar de okupas sin otro afán que el de ocupar.
La falta de capacidad económica resultante de una crisis financiera mundial combinada con una burbuja inmobiliaria autóctona, atenaza al ayuntamiento de Cáceres. Esa falta de capacidad económica se une a una manifiesta falta de proyección social y política del Partido Popular, que no es capaz de hacerse cargo del edificio ni plantea alternativas que lo pongan en uso.
Este inmueble, cerrado por falta de uso, demuestra que quienes son sus titulares, la Junta de Extremadura, está cometiendo malversación de fondos públicos, al mantenerlo cerrado. Y no porque no consiga “convertirlo en dinero”, sino porque lo mantenga cerrado.
Cuando la economía “va bien” cualquiera es concejal, o consejero de un gobierno autonómico (aunque visto lo que están haciendo en Extremadura, tengo mis dudas). Pero cuando la economía va mal o no existe, la inanidad intelectual, la incompetencia social, cultural, política grita en las salas cerradas de los edificios cerrados por falta de uso.
Vale.

Decía el pasado 11 de julio en los medios regionales de información el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, que confiaba en la futura oferta de empleo público para que la continuidad del Cefot estuviera garantizada. Estulticia.
Fernando Manzano es el Secretario General del PP de Extremadura y presidente de la Asamblea legislativa autonómica. Confiar en la “oferta de empleo” como algo etéreo, futurible, ajeno a sus obligaciones políticas es muestra de estulticia política. Corresponde al gobierno de la nación, es decir, al Partido Popular, determinar cuál ha de ser la oferta de empleo público en la quese enmarcaría la continuidad del Cefot. Esperar, confiar, como si ello fuera responsabilidad de otros no es más que un ejemplo de la ignominiosa capacidad de los dirigentes locales y regionales del PP para hacernos crees que ellos no son responsables de nada.
La actitud de los cargos públicos y políticos (me niego a considerarlos dirigentes de nada y menos líderes) del PP de Extremadura respecto a la continuidad o no del Centro de Formación de Tropa nº 1, Cefot 1, es la demostración, para generaciones futuras, y para ciudadanos poco avisados, de lo que es la incompetencia, la incapacidad, la impotencia, la cobardía y la traición. Fueron elegidos por los militantes de su partido (perdón, los militantes del PP refrendaron a la búlgara lo que les fue impuesto, ese partido carece de democracia interna) para ganar unas elecciones. Y fueron elegidos por los ciudadanos cacereños y extremeños para defender los intereses de Cáceres y Extremadura.
Lo que hagan los militantes del PP que ven cómo el Cefot se cierra y pierden una referencia para situar “fuerzas vivas” entre sus amistades y cofradías, me trae al pairo. Allá ellos con sus vergüenzas (los que la tengan) y sus complicidades. Pero lo que están haciendo los cargos políticos del PP, elegidos con el voto libre de los ciudadanos tiene un nombre: traición.
Traición la que está cometiendo la alcasenadora Elena Nevado, que en la ciudad miente conscientemente a los ciudadanos y los engaña para colocar una pancarta en el balcón municipal y fomenta una plataforma que es una barricada tras la que esconder sus mentiras y su traición. Traición la que está cometiendo la alcasenadora Elena Nevado, que en el Senado, donde representa los intereses territoriales (el Senado es cámara territorial, cualquier licenciada en derecho lo sabría) de Cáceres y provincia, no ha tenido ninguna intervención en defensa del Cefot, ni, por supuesto, ha planteado, a la hora de discutir los Recortes Generales del Estado para 2012, una enmienda que garantizara oferta de empleo de tropa profesional, lo que habría supuesto la continuidad del Cefot.
Traición la que el alcasenador Alberto Casero, alcalde de Trujillo y senador, como Elena Nevado, está cometiendo con la buena gente que quiere darle el gusto de llevar un espectáculo patriótico a los pies de Paco Pizarro, y que, al igual que la alcasenadora Nevado, no ha tenido agallas de presentar ninguna iniciativa parlamentaria en el Senado, ni siquiera “por cumplir”, ni siquiera para arriesgarse a que le pusieran los jefes de su partido la cara colorá como un tomatito.
Traición la que está cometiendo el diputado nacional Carlos Floriano, presunto número 3 del PP, y que no es capaz siquiera de abrir la boca para defender la continuidad del Cefot. La capacidad de traición a los intereses de Cáceres de Carlos Floriano es tal que su sólo silencio, otorgando carta de naturaleza al cierre del centro militar, es la vergüenza y el oprobio de sus conmilitones que, en privado le critican, pero que (dogma de la moral judeocristiana) en público le defienden. Que Carlos Floriano siga queriendo ser considerado cacereño, es un insulto. Y su actuación pública, pura traición.
Traición es la que está cometiendo el presidente regional del PP (allá los militantes, que arrastren su vergüenza como puedan) y presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, que no ha sido capaz, cobarde como él sólo, de defender con ninguna palabra de aliento la continuidad del lugar donde trabajan a diario 240 personas. Alguien que, como Monago, maneja un lenguaje cuartelario, barriobajero, más propio del Bronx que de una persona con un mínimo de educación, es incapaz de alzar la voz, incluso bajito, para decirle al gobierno y al partido que lo sustenta alguna leve queja. Traición absoluta, en toda regla.
Y esa traición se consuma cuando ayer, viernes, el presidente del gobierno de la nación convoca una rueda de prensa tras la reunión del consejo de tramposos, digo de ministros, y oculta que ha remitido a sus jefes, a la UE las determinaciones que incluirá en los presupuestos generales del estado para 2013 y 2014. Ocultar el pequeño dato de un recorte salvaje, fundamentado en cuestiones ideológicas, es mentir, es, como hacen sus subordinados extremeños, traicionar. En ese documento, Mariano Rajoy ya establece que ni en 2013 ni en 2014 habrá oferta de empleo público.
La confianza, el futurible al que se refería el presidente de la Asamblea de Extremadura el 11 de julio, se ha desvanecido. Bien es verdad, que cuando Fernando Manzano decía aquello, su confianza era escasa o nula. Tanto por las previsiones que día tras día se conocen acerca de las decisiones que toma el gobierno (y de las que nos enteramos de aquella manera), como porque ni él ni ningún cargo público ni político del PP tienen las agallas suficientes como para plantar cara. El pesebre afecta a la voluntad. Y cuando la voluntad es escasa de serie, la anula.
Vale.