Ambas noticias guardan una relación intensa, por cuanto la primera significa la apuesta del actual equipo de gobierno por una peatonalización encaminada a primar el comercio en una zona concreta de la ciudad (en el núcleo del mayor caladero de votos de la derecha local), mientras que la ciudad antigua, la histórica, va siendo abandonada.
Y ello es así no porque el Partido Popular en el gobierno municipal tenga un modelo de ciudad que establezca el trasvase de áreas de comercio y de valor económico de unos puntos a otros de la ciudad, sino, precisamente, porque carece de modelo de ciudad.
En algún sitio me pareció leer o escuchar algo así como que la alcasenadora de la ciudad pretendía de la calle San Pedro de Alcántara fuera como la calle Larios, de Málaga. Efectivamente, y la Avenida de Cervantes, la Castellana, y la calle Gil Cordero, Las Ramblas.
Un modelo de ciudad viene determinado por un proyecto estratégico, que establezca las orientaciones sociales, económicas y culturales que definan qué ciudad se quiere, cómo se desarrollarán las acciones para conseguirlo, qué grado de implicación se reclama de los actores socioeconómicos y culturales de la ciudad… Pero de eso no hay nada.
La fuga de El Corte Inglés del horizonte de implantación en Cáceres, en concreto en la calle San Pedro de Alcántara, deja sin virtualidad el interés comercial de la peatonalización. Otra cosa es que seamos muchos los ciudadanos que seamos partidarios de cuantas más calles haya peatonales, mejor. Incluida San Pedro de Alcántara.
Acciones aisladas como la peatonalización de esta calle demuestran la falta de un modelo urbano. Y el abandono de la zona centro tradicional demuestra, además, incapacidad para generarlo.
El cierre de la droguería Castel, que no es el último bastión del comercio tradicional de la Plaza Mayor, todavía queda la pastelería Isa, es, en cambio, sintomático de varias “enfermedades”: la crisis económica, de la que vamos saliendo para no volver, la despoblación del centro tradicional, el abandono político…
Con el edificio de Castel vacío (a salvo de la Farmacia, que continúa… de momento), y el edificio donde un día estuvo la zapatería de Martín Hernández, con un local adaptado a tapería sin abrir desde hace meses, se van sumando inmuebles cuyo destino no se conoce y que el tiempo afeará su aspecto y añadirán negrura.
Ir desde el Paseo de Cánovas, por San Antón y San Pedro a la plaza de San Juan, para bajar por Pintores a la Plaza Mayor, ya sólo será un itinerario para ir al besamanto de la patrona. Para todo lo demás, la ciudad, esa ciudad que crece (que creció, en el entorno de la Plaza Mayor) ya no existe. Basta con ver la cantidad de locales cerrados que hay en la calle Pintores, de todos los tamaños, con puertas metálicas de todo tipo, que añaden una cutrez visual a quien pasa por ella que solamente la visión de la Plaza Mayor, esa que tanto desprecian desde la remodelación los catovis votantes del partido popular, alivia un poco.
Que la droguería Castel cierre en la Plaza Mayor no es importante en la economía local, pero es un síntoma más de la parálisis política que vive la ciudad. La situación económica hace que el Ayuntamiento carezca de recursos, pero no es la crisis la causante de que los concejales de la derecha sean un dechado de falta de imaginación, de falta ideas. Gobernar cuando hay dinero lo hace cualquiera. Pero gobernar cuando hay que esforzarse, pensar, imaginar, querer… eso no está hecho para quienes, por cuna, todo lo han recibido hecho.
RT @AgustinBotines: En la primera mitad del siglo XVII, heredó esta casa doña Beatriz de Godoy, que casó con Juan Roco y Campofrío, apellid… 3 hours ago
@carlossegovia_ @elmundoes Debe joder bastante que la economía vaya bien y no podáis recibir dividendos de vuestros panfletos. 3 hours ago