En abril de 2012 la alcaldesa de Cáceres, con la cooperación necesaria de una supuesta Plataforma de Apoyo al Centro de Formación de Tropa nº 1, colocó una pancarta en la balconada del Ayuntamiento. El Centro militar de formación pasaba tiempos difíciles con una situación de cierre temporal, más parecida a un ERE que cualquier otra cosa.
Desde entonces, el CEFOT de Cáceres vive en la más absoluta de las incertidumbres, a pesar de lo cual su personal realiza su trabajo con ánimo y dedicación. Ahora, desde finales de 2013 y hasta febrero de 2014, la actividad fundamental del Centro se ha reanudado, pero…
Esta reanudación de la actividad ha sido consecuencia de la necesidad de las Fuerzas Armadas de contar con personal de renovación por las bajas que se producen al término de contratos, que no se renuevan porque no interesa a los soldados o porque los Ejércitos consideran que no son idóneos para seguir contando con ellos. Y, sobre todo, ha sido consecuencia del trabajo realizado por la propia unidad militar, por su personal, que ha demostrado a los mandos superiores que está en condiciones de seguir siendo necesario en el ámbito de la formación de nuevos soldados.
En esta situación no han tenido nada que ver las presuntas gestiones realizadas por una alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, más interesada en las migas de los barrios y en los bingos benéficos de visón y nutria que en las necesidades reales de los ciudadanos.
En esta situación no han tenido nada que ver las presuntas gestiones realizadas por una senadora por la provincia de Cáceres, Elena Nevado, más interesada en conocer gente y hacer pasillos en su grupo parlamentario del Partido Popular en el Senado que en defender las necesidades reales de la ciudad.
Y a todo esto, la pancarta afea el balcón municipal, en el escaparate de la ciudad, la Plaza Mayor, a todos los visitantes. Cada vez menos, pero visitantes al fin y al cabo.
Y digo que la afea porque durante el pasado mes de diciembre de 2013 la alcasenadora Nevado afirmó que la continuidad del CEFOT de Cáceres estaba garantizada. Y el 22 de diciembre el ínclito presidente de la Asamblea de Extremadura afirmó, literalmente, que en 2014 el único centro de estas características que quedaría sería el de Cáceres. Y esta semana de nuevo la alcasenadora Nevado ha afirmado con rotundidad la continuidad y seguridad en el futuro del Centro militar.
Por ello, la pancarta ya no sirve (en realidad, nunca sirvió para nada), por lo que lo mejor es recogerla, enrollada y a dormir.