La empresa “Infinity Lithium Corporation”, sociedad bursátil, ha solicitado de la Junta de Extremadura el pase a concesión de la explotación de la mina de Valdeflores, en la que han encontrado litio.
La primera reacción pública a la noticia ha sido, por buscada, la del alcalde de la ciudad, Rafael Mateos (PP). Y creo que ha sido una respuesta un tanto extraña: el alcalde pide “transparencia” en el proceso. Curioso, muy curioso.
Como ciudadano, no entiendo el porqué de esa petición de transparencia de la primera autoridad local, a no ser que se dieran por buenas algunas paradojas.
La primera paradoja sería que el alcalde se estuviera dirigiendo a los titulares de la empresa australiana (Infinity Lithium Corporation) o a los del sicariato cacereño (Extremadura New Energies), algo que me resulta extraño pues ya son varias las veces que en la página web de la matriz se han hecho suficientes alusiones al buen rollo con las autoridades regionales y locales. No creo que ni desde Perth ni desde el sicariato se planteen siquiera esconder información alguna, y se descarta que el alcalde de Cáceres se refiera a los promotores cuando reclama transparencia.
La segunda paradoja sería que el señor alcalde pudiera referirse a los ciudadanos, individuales o en colectivo, venimos manifestando nuestra oposición a que la mina termine autorizándose. No sería de recibo que la primera autoridad local exigiera transparencia a los administrados.
La tercera paradoja, en la reclamación de transparencia por el alcalde de la ciudad sería sobre los técnicos y jurídicos del propio Ayuntamiento, algo que sería inaudito y no daría lugar más que a chanzas y coplillas carnavaleras.

La cuarta paradoja estaría en saber si el alcalde de Cáceres, del Partido Popular, reclama transparencia a la Junta de Extremadura, gobernada por el propio Partido Popular, teniendo, como se ha demostrado a lo largo de los ocho meses de que el mismo partido gobierne (con la necesaria colaboración de VOX), una perfecta sintonía y amistad, tanto política como personal, entre ambos gobiernos.
Hay, todavía, una paradoja más, y es que el señor Mateos haya hecho esas declaraciones mirándose al espejo y se haya propuesto exigirse transparencia, lo que sin duda puede ser peligroso si eso sucede mientras se afeita, no vaya a ser que se haga algún corte.
La transparencia, señor alcalde, la exigimos los ciudadanos, y se la exigimos a usted, como titular del Ayuntamiento, en cuya sede y por cuyos técnicos se deben emitir informes que pueden decantar o no las decisiones futuras sobre la mina, tras estudiar los contenidos del proyecto presentado, en todos sus términos.
La transparencia, señor alcalde, la exigimos también a todas las decisiones que emanen de la Junta de Extremadura, que debe poner a disposición de los administrados todos aquellos informes que se emitan por los técnicos competentes (si los hubiera) en las diversas materias.
Vale.






