Dirán ustedes que qué tiene que ver que a estas alturas, año 2023, una noticia más sobre la desaladora de Escombreras pueda causar interés en Cáceres. Pues sí, porque esa noticia señala el cariño y la delicadeza con los que un conocido sujeto trata el cumplimiento de las normas. Vamos, que ya va siendo hora de, por fin, saber que Ramón Jiménez Serrano, el CEO maravilloso, incumple cualquier norma que se le ponga por delante. Y es el sujeto al que la Administración minera está entregando el desarrollo de una mina a menos de 1 kilómetro de Cáceres, Patrimonio de la Humanidad.
La noticia de hoy, 13 de abril de 2023 es que la Desaladora de Escombreras ejecutó un segundo tubo de captación sin la preceptiva Declaración de Impacto Ambiental.
“Las noticias de la Región de Murcia” (Las Noticias RM) lo publica, y añade algunos detalles sobre cómo lo hizo una determinada empresa, y quién mandaba en esa empresa.
Hydro Management no realizó un nuevo estudio medio ambiental amparándose en que el segundo tubo suponía una ampliación del proyecto inicial, pese a que la obra era distinta y ubicada a mucha distancia de la inicial
Estas revelaciones, no por esperadas, sí son esclarecedoras de un modo de comportamiento del que fue protagonista el máximo responsable de la (presunta) mina de litio de Cáceres.
Recuerdo cuándo en una asamblea (con 24 asistentes nada más) tanto el CEO Ramón como el Ingeniero que figura como responsable de los datos y proyectos técnicos se afanaban en hacernos creer que una vez aprobado el proyecto, estarían en todo a disposición de lo que se decidiera por la Junta de Extremadura. Sin duda, aquellas palabras ya han caído en el más oscuro de los olvidos, conociendo cómo se comportan, cómo se han venido comportando desde que en febrero de 2022 aterrizó por estas tierras el CEO Ramón.
Ahora, cuando tenemos delante documentos oficiales de un proyecto como la Desaladora de Escombreras, vemos cómo se producía un desprecio absoluto tanto por la legalidad como por la cortesía hacía las administraciones públicas.
Desde la Administración portuaria de Cartagena se requirió a Hydro Management para que se realizara la nueva y necesaria toma de agua en aguas exteriores al puerto, algo que le había sido requerido reiteradamente. Y cómo reiteradamente, como firma el propio Consejero Delegado de Hydro Management, habían dado largas al asunto.
Hasta ahora, en que se conoce a ciencia cierta que el segundo tubo, la segunda toma de aguas se ejecutó sin procederse a la tramitación de la necesaria Declaración de Impacto Ambiental.
Ante una legislación tan compleja como la minera (partiendo de una Ley de 1973) conviene tener en cuenta los antecedentes con los que se presenta ante la sociedad cacereña Ramón Jiménez Serrano, y estar más que atentos ante los tejemanejes, triquiñuelas y encantamientos que hemos conocido ya y sin duda conoceremos en el futuro.
Vale.