Situado en el número 13 de la Plaza del Duque (de Abrantes, of course) este inmueble aparece, con el número 32 del Plan Especial de Cáceres, actualmente en revisión. En el Plan Especial se hacía mención a su mal estado interior y exterior. Sin embargo, su reforma, para albergar una residencia femenina de estudiantes, bajo la dirección y cuidado de las “monjas de Cristo Rey”, rescató el inmueble.
Por los datos que se conocen de la residencia femenina, su régimen interno parecía más del siglo XIX, por lo que poco a poco fue perdiendo internas, hasta dejar de ser un negocio (de eso se trataba, no de otra cosa) y llevar a su cierre.
Actualmente, sin uso, se han publicado en alguna ocasión “reportajes” sobre empresas hoteleras o de restauración muy interesadas en su adquisición, pero que no han fructificado. Reportajes que más parecían un anuncio a ver si alguien, realmente, picaba.
No tenía intención de traer este inmueble a esta serie sobre Cáceres, cerrado por falta de uso si no fuera por un pequeño detalle. Normalmente, de cada inmueble que he ido incorporando a ella, lo primero ha sido, como será en este caso, incluir su ficha catastral, que puede consultarse en la sede electrónica del Catastro del Ministerio de Hacienda en abierto. El detalle al que me refiero ha surgido porque al volver a darle una vuelta me he encontrado con una pestaña igualmente abierta sin restricción: “expedientes abiertos”.
El inmueble, según la ficha catastral, cuenta con una superficie construida de 2.734 m2, sobre una parcela de 1.500 m2. No consta, en la ficha pública del Catastro ninguna referencia a la profunda rehabilitación y reforma a que fue sometido para convertirlo en residencia femenina de estudiantes.
El edificio tiene una notable presencia, en una fachada gótica del Siglo XVI, construido extramuros de la ciudad monumental, muy próximo, por un lado, a la Plaza Mayor y por otro a la Iglesia y Convento de Santo Domingo.
En enero de 2017 se supo que las religiosas de Cristo Rey abandonaban el inmueble, sin que hasta el momento haya aparecido comprador.
Su singularidad en Cáceres estriba en que en su capilla se encuentra una reliquia, el Lignum Crucis, un fragmento de la cruz de Cristo, sobre cuya traída a Cáceres forma parte, como otras muchas reliquias en otros muchos lugares, de una leyenda con tintes eclesiásticos, de espionaje, favores reales…
Ahora que parece que el también próximo Palacio de Godoy va a convertirse en Hotel de 5* y otras inversiones hoteleras anunciadas, no sería extraño que este inmueble pase a estar en los circuitos de los inversionistas, aunque la reforma que se realizó para residencia femenina de estudiantes, de modo relativamente reciente, conlleve que su transformación pudiera resultar más complicada desde el punto de vista de adaptación al planeamiento y a unos posibles usos turísticos.