En enero de 2015, @jlaroca informaba en @eldiario.es/eldiarioex que la Junta de Extremadura estaba tramitando el proyecto del aeródromo de Cáceres por la vía simplificada en la declaración de impacto ambiental (http://www.eldiario.es/eldiarioex/economia/aerodromo-Caceres_0_347516073.html), al tiempo que la asociación conservacionista ADENEX reclamaba la vía ordinaria. Pero el gobierno de los que se decían los mejores afirmaron que no hacía falta. Efectivamente. No hacía falta… no hacía falta que individuos que desprecian los procedimientos porque ellos lo valen hayan hecho el ridículo.
En el BOE de hoy, 24 de junio, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se publica una resolución de 9 de este mismo mes, que hace pública la declaración de impacto ambiental para el proyecto de aeródromo de uso restringido en Cáceres. Una resolución que es un rosario de triunfos y éxitos de os que se decían los mejores. Ellos, de sí mismos.
Sólo hay que leer, no es es un texto largo, para darse cuenta que en el envoltorio del lenguaje administrativo, el Ministerio manda a segar a los autores del proyecto. Señalamos algunas cuestiones.
El promotor (en definitiva, el consejero del Moral y su jefe, Monago) no ha realizado estudios y previsiones en lo que pudieran afecta al patrimonio histórico-artístico y arqueológico.
Las consideraciones aportadas por ADENEX ocupan un amplio espacio, demostrando la incidencia negativa en cuestiones como la situación hídrica, o sobre el patrimonio histórico, sobre el paisaje o que no se tienen en cuenta las condiciones edafologicas.
Sin embargo, las mayores objeciones vienen marcadas porque el documento del Ministerio hace hincapié en la falta de alternativas.
O lo que es lo mismo, que el gobierno de los mejores, como es bien sabido, decidió, no se sabe por qué, que el aeródromo “José Antonio Monago – Caceres Barajas” se tenía que hacer en ese sitio sí o sí.
En ningún momento, en la documentación aportada al Ministerio para la obtención de la declaración favorable de impacto ambiental, aparecen debidamente definidas las alternativas estudiadas ni las razones objetivas por las que se adoptó la ubicación elegida.
Como el documento viene a establecer que el proyecto del aeródromo de Cáceres es un capricho, y es un capricho de los mejores, basta reproducir un párrafo, que deja meridianamente claro que ni estos elementos que han estado gobernando eran los mejores, ni, por supuesto, se han rodeado de gente que tuviera algo de idea:
“La Subdirección General de Medio Natural del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, indica que se debe argumentar justificadamente la falta de soluciones alternativas y las razones imperiosas de interés público de primer orden que promueven la ejecución del proyecto”.