Archivos para November 30, 1999

Lo que está sucediendo en el PP, en la Comunidad de Madrid es la consecuencia de la saturación del poder político, que aspira a la saturación del poder económico. El PP ocupa todos los espacios de poder de la comunidad, desde la presidencia autonómica, la alcaldía, el arzobispado (sí, el arzobispado) hasta un sinfín de alcaldías, empresas públicas y empresas privadas que antes fueron públicas, fundaciones, asociaciones sin ánimo de lucro que reciben lucrativas subvenciones.
Pero todos quieren más, quieren convertir, aspiran a convertir su poder político en un principado económico. La lucha desatada de dossieres, espías, traiciones, amigos enemistados, enemigos muy íntimos, tiene un horizonte: Cajamadrid.
Hasta llegar a este punto hay que hacer algo de historia. Y hay que recordar que al PP lo llevaron al poder los votos de muchos barrios y ciudades dormitorio que se habían reclamado de izquierdas, pero que entendieron que había que desalojar al PSOE por casos de corrupción… que visto lo que está pasando en la derechona eran jugaditas de monopoly.
Las privatizaciones que han venido haciendo los de la gaviota desde que llegaron al poder van a terminar por convertirse en un calvario para los que los llevaron en volandas. Y luego tendrá que ser la izquierda la que resuelva sobre un desierto en el que no habrá nada, porque se lo habrán repartido. Materialmente, sí, materialmente.
Ahora, cuando se conocen mentiras, traiciones, espionajes entre aparentemente compañeros, es el momento de saber que cuando vieron su poder en entredicho no dudaron en comprar a dos diputados socialistas, a los que los medios de comunicación no investigaron, solamente cubrieron el expediente. El tamayazo es una de la ramificaciones del espionaje que ahora, al haberse quedado sin enemigo político, por extinción, ha de mantenerse en todo su apogeo para que los espías sigan ganando dinero, y para que los beneficiarios de cada dossier puedan disponer de munición contra quienes, poseedores de información también pagada, les pueden resultar incómodos.
Y a todo esto, el líder máximo es rehén de la lideresa, que está hasta las cejas de mierda política y está siendo sustentada (do ut des) por medios de comunicación afines en lo ideológico, y sobre todo afines en lo económico (más bien, deudores en lo económico).
Vale.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha encargado a la secretaria general, Dolores de Cospedal, que realice una investigación interna sobre el asunto del espionaje en la Comunidad de Madrid. Asuntos internos, como en las películas de policía. No sé qué dirán los estatutos del partido sobre cuestiones como esta, aunque lo más razonable sea que no digan nada, porque es una cosa inaudita, increíble.
Además de la investigación interna, ya hay un juzgado que ha abierto diligencias por apreciar que pudiera haber indicios de delito, por lo que los asuntos internos tienen ya trasunto en asunto judicial. Las informaciones de El País parecen fundadas y no es la primera vez que el mismo periodista, Francisco Mercado, saca los colores al gobierno de Esperanza Aguirre. Fue ese periodista el que destapó los manejos que acabaron con el cese del Director General de Urbanismo, Porto Rey, ideólogo de la ley del suelo del 98 que tan funestas consecuencias ha tenido en un sector desbocado, el del ladrillo, y que ahora agranda en España la crisis económica.
En cuanto a los asuntos internos, la basurilla que dice el yerno Fabra, un tal Güemes, o el ruidito a que se refiere Cristóbal Montoro, se están convirtiendo en una montaña de mierda que terminará engullendo algún que otro detritus político, y en un ruido cada vez más ensordecedor.
Que un partido que es gobierno en una Comunidad Autónoma como la de Madrid, y que a nivel nacional ha sido y aspira a ser gobierno, se vea sacudido por tramas de espionaje (inter-espionaje) para conseguir elementos que destruyan al compañero de carnet, es desolador. Y más aún cuando la dirección nacional encargue una investigación interna que se inicia llamando a declarar a dos supuestamente espiados. Lo es porque si esa dirección nacional es consciente de que hay visos más que evidentes de que el espionaje es un hecho, habrá de cuidarse mucho en resolverlo bien.
En este punto, no sería nada desdeñable que se pudiera abrir una vía de investigación periodística sobre cómo se produjo el tamayazo. O lo que es lo mismo, si el PP de Madrid está en luchas internas para conseguir el poder de Caja Madrid, y para ello recurren hasta espiarse unos a otros, no es de extrañar que para la compra de los traidores del tamayazo dispusieran de esos medios.
Vale.