Archivos para November 30, 1999

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha encargado a la secretaria general, Dolores de Cospedal, que realice una investigación interna sobre el asunto del espionaje en la Comunidad de Madrid. Asuntos internos, como en las películas de policía. No sé qué dirán los estatutos del partido sobre cuestiones como esta, aunque lo más razonable sea que no digan nada, porque es una cosa inaudita, increíble.
Además de la investigación interna, ya hay un juzgado que ha abierto diligencias por apreciar que pudiera haber indicios de delito, por lo que los asuntos internos tienen ya trasunto en asunto judicial. Las informaciones de El País parecen fundadas y no es la primera vez que el mismo periodista, Francisco Mercado, saca los colores al gobierno de Esperanza Aguirre. Fue ese periodista el que destapó los manejos que acabaron con el cese del Director General de Urbanismo, Porto Rey, ideólogo de la ley del suelo del 98 que tan funestas consecuencias ha tenido en un sector desbocado, el del ladrillo, y que ahora agranda en España la crisis económica.
En cuanto a los asuntos internos, la basurilla que dice el yerno Fabra, un tal Güemes, o el ruidito a que se refiere Cristóbal Montoro, se están convirtiendo en una montaña de mierda que terminará engullendo algún que otro detritus político, y en un ruido cada vez más ensordecedor.
Que un partido que es gobierno en una Comunidad Autónoma como la de Madrid, y que a nivel nacional ha sido y aspira a ser gobierno, se vea sacudido por tramas de espionaje (inter-espionaje) para conseguir elementos que destruyan al compañero de carnet, es desolador. Y más aún cuando la dirección nacional encargue una investigación interna que se inicia llamando a declarar a dos supuestamente espiados. Lo es porque si esa dirección nacional es consciente de que hay visos más que evidentes de que el espionaje es un hecho, habrá de cuidarse mucho en resolverlo bien.
En este punto, no sería nada desdeñable que se pudiera abrir una vía de investigación periodística sobre cómo se produjo el tamayazo. O lo que es lo mismo, si el PP de Madrid está en luchas internas para conseguir el poder de Caja Madrid, y para ello recurren hasta espiarse unos a otros, no es de extrañar que para la compra de los traidores del tamayazo dispusieran de esos medios.
Vale.
Un leader politique doit assumer ses responsabilités, en toute loyauté et en faisant preuve de courage, de même qu’il est tenu de faire avancer des causes nobles et justes. (Un dirigente político debe asumir sus responsabilidades con toda lealtad, y mostrando coraje, ya que se requiere para avanzar en las causas justas y nobles.)
Así comienza el artículo de homenaje a Bush que firma en Le Figaro el exPresidente Aznar: un homenaje de lealtad… a Bush, claro.
Porque cuando el señor Aznar afirma, sin ruborizarse (mejor dicho, sin sentir ni un ápice de vergüenza) que las responsabilidades se asumen con total lealtad no se está refiriendo a la lealtad que le obligaba con los ciudadanos españoles que le eligieron como presidente del gobierno. Él se refiere a la lealtad a los señores más poderosos que él. En la práctica, cuando Aznar habla de Bush se refiere a él como a su señor.
Aznar no fue leal con los ciudadanos españoles, embarcando a nuestro país en una guerra ilegal, a mayor gloria del más nefasto presidente de los EEUU, según todos los estudios que se vienen haciendo en ese país. Y ser pelota mayor del universo del más nefasto, viene a ser lo mismo que ser el más ridículo de los pelotas del universo.
Unir en dos líneas conceptos como lealtad y coraje con las causas nobles y justas, y atribuyendo a Bush la toma de decisiones en causas nobles y justas (guerra de Irak, Guantánamo, torturas, desregulación financiera…) y atribuyéndose el mismo Aznar la lealtad a esas causas es una falacia propia de quien atesora un elevado concepto de sí mismo, de quien es, en realidad, un ególatra.

Aznar resume, en ese artículo, algo que es propio de los acomplejados, de los psicológicamente acomplejados: se muestra fuerte con el débil (para él, todos los que no le adoran, son desleales y, por tanto, débiles) y débil con el fuerte (con Bush, claro).
De todas formas, en España tenemos la suerte de que su sustituto, que no sucesor, en el PP, el tal Mariano Rajoy, tiene una acusada personalidad, tiene fuerza de carácter y cada vez que su homo antecesor la caga, como en el artículo de Le Figaro, él, superMariano, de manera inmediata se desmarca de esas opiniones y da instrucciones en su partido para que todo el mundo abjure de Aznar, abjure de ÉL.
Vale.

Los micrófonos, abiertos a destiempo, suelen jugar malas pasadas. Y suelen, sobre todo, poner al descubierto las miserias de quienes, en los discursos enardecen a las masas con soflamas, y luego no creen ellos mismos en nada de lo que han dicho a sus seguidores.
El año 2007, el año en el que España se iba a romper por impulso de Zapatero, el año en que Zapatero iba a liquidar la unidad de España, fue el año en que Mariano Rajoy lanzó un mensaje «institucional» animando a participar en la festividad del 12 de octubre. Aquel mensaje sirvió para que muchos seguidores de Mariano sacaran lo mejor de su casa a los balcones: las banderas preconstitucionales, las de la dictadura.
Ahora, cuando se ha comprobado que España no se rompe, ahora ya no hace Mariano el mensaje institucional, ahora ya Mariano se muestra como es.
Un micrófono abierto ha descubierto a Rajoy: «Mañana tengo el coñazo del desfile».
Podría no hacerse ningún comentario, pero cuando un hipócrita queda al descubierto hay que analizar hasta donde nos puede llevar su realidad. Porque, ¿cuándo era sincero Rajoy? ¿el año pasado cuando sacaba de las tripas más reaccionarias los símbolos de la dictadura?
Sin duda alguna, Mariano es sincero ahora. Muy sincero.
Vale.
El libelo de Jotapedro señala que el etarra De Juana Chaos redimió penas de cárcel con documentos falsos. Y, rápidamente, algunos se tiran a la piscina, no se sabe si para no ahogarse o para que la tormenta no les alcance bajo el agua.
Entre ellos, Mariano Rajoy. El líder del PP olvida que su partido estuvo gobernando durante 8 años, de 1996 a 2004, y que en esos años De Juana Chaos estaba en la cárcel, seguramente redimiendo penas con documentos falsos.
Mariano Rajoy señala, ufano, que la Fiscalía investigue. Claro que la fiscalía debe investigar, y aclarar todo aquello que afecte a los papeles falsos que hubiera podido utilizar el criminal etarra. Por supuesto.
Pero también debe haber una investigación política. Una investigación que aclare qué hacían los responsables de las cárceles donde cumplía sus condenas por horribles crímenes el terrorista. Porque puede quedar aclarado que el etarra haya podido utilizar documentos falsos, y si el delito de falsedad no ha prescrito, puede ser juzgado por ello. Pero también debe aclararse que han hecho durante ese tiempo, también durante el tiempo que gobernó el PP, los responsables Instituciones Penitenciarias, los Jueces de Vigilancia Penitenciaria y los ministros del Interior y Justicia en las fechas en que De Juana presentaba documentos falsos.
La campaña mediátca que se avecina por la salida, tras cumplir sentencia, de la cárcel del criminal etarra, puede convertirse en la piscina en la que algunos se resguarden de sus responsabilidades.
Porque si el etarra presentaba documentos falsos, los responsables de Instituciones Penitenciarias y, finalmente, los Ministros responsables de las cárceles, pueden haber incurrido en responsabilidad que se denomina in vigilando.
Es muy probable que el foco se ponga solamente en quien cometió el delito y se deje de lado la responsabilidad política de quien tenía la obligación de hacer cumplir estrictamente las leyes.
Vale.