Archivos para March 31, 2024

Y de las denuncias, claro. En Galicia se han venido sucediendo denuncias y manifestaciones en contra de la instalación de una macrocelulosa entre los términos de Palas de Rei y Melide, como puede apreciarse buscando en Google las noticias más recientes sobre el asunto.

De hecho, la interposición de denuncias, alegaciones, etc., ha dado lugar, por ejemplo, a un informe emitido con fecha 17 de abril de 2024 por ICOMOS sobre la incidencia o no de la industria que se pretende instalar entre dichas localidades gallegas.

El informe de ICOMOS se emite tras “diversas denuncias efectuadas por diferentes entes y asociaciones públicas contra el proyecto”, lo que para quienes venimos denunciando la pretensión de abrir una mina de grandes dimensiones para la extracción de litio, es una referencia que nos anima a seguir planteando cuestiones en contra de dicho proyecto.

La macrocelulosa de fibra textil que se pretende en Galicia afecta al Camino de Santiago. Bueno, en realidad no afecta expresamente al Camino, pero sí a su protección, como señala ICOMOS.

En febrero de 2024, el Diario Oficial de Galicia publicó el anuncio de sometimiento a información pública de la AAI (autorización ambiental integrada), la EIA (Evaluación de Impacto Ambiental), la declaración de utilidad y el proyecto de la industria, que había sido declarado PIE (Proyecto Industrial Estratégico) en 2022.

Como puede observarse, el proceso seguido por la celulosa en Galicia es muy similar a lo que se pretende en Extremadura con la mina de litio.

Sin embargo, ICOMOS entra de lleno en el asunto, a pesar de que no hay afección directa al Camino de Santiago, “aun reconociendo que la zona de implantación de la industria proyectada se encuentra fuera tanto de la zona de delimitación del Bien de Interés Cultural como de la delimitación del bien de Valor Universal Excepcional que es el Camino de Santiago de Compostela, y que como tal ha sido considerado Patrimonio Mundial, así como de su zona de protección; entiende que dentro de la citada industria existen una serie de elementos arquitectónicos e instalaciones que tendrán un fuerte impacto en el paisaje que define la ruta jacobea y que, por lo tanto, sí afectan en gran medida al bien de Valor Universal Excepcional, y ello más allá de la propia naturaleza de la actividad industrial que se desarrolle”.

La consecuencia inmediata que el informe de ICOMOS es la recomendación (ICOMOS es un organismo consultivo) de que se acometa la Evaluación de Impacto Patrimonial, de manera independiente “que analice profundamente los impactos, sobre todo desde el punto de vista visual y de su apreciación; que estudie alternativas, que proponga medidas de mitigación y que cuente con la participación de las comunidades locales. Dicha evaluación debe considerar las interdependencias entre el bien Patrimonio Mundial, su zona de amortiguamiento y su contexto más amplio, donde, como sucede en el presente caso, se desarrollan actuaciones con impacto potencial. El mencionado documento deberá redactarse de conformidad a la actual Guía de Orientaciones y herramientas para la evaluación de impactos en el contexto del Patrimonio Mundial de los organismos consultivos de la Convención; en este sentido resultarán de aplicación las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, versión actualizada y aprobada en Riad en septiembre de 2023 y en cuyo articulado se establece la metodología a emplear para este tipo de actuaciones así como su obligatoriedad.”

Como sin duda algunos lectores de esta Cerca de las Retamas recordarán que en febrero de 2023 incluí una serie de entradas en las que señalaba la necesidad de la Evaluación de Impacto Ambiental para establecer las consecuencias que para el Valor Universal Excepcional tendría la megamina, cuáles son los distintos pasos que la Guidance and Toolkit for Impact Assessment in a World Heritage Context, publicada por la UNESCO han de seguirse para la formulación del Estudio de Impacto Ambiental.

Vale.

A mediados de octubre de 2023, el precio de la acción de Infinity Lithium era de 0,100 UAD. Desde entonces, su precio, con algún diente de sierra, no ha dejado de deslizarse has los 0,050 UAD en que la acción se situó en la última semana de abril. Una caída en torno al 60%. Los mineros (?) australianos están caninos y buscan desesperadamente poder a su página web “buenas” noticas que exciten a los inversores que catapulten los precios hacia arriba.

Para eso, seguramente, habrán convencido a El Ingeniero para que los miembros del CICCP, con motivo de su patrón, Santo Domingo de la Calzada, se conviertan en el foro necesario desde el que proyectar la “buena” imagen de su proyecto minero.

Es extraño que en la festividad de los ingenieros de caminos, canales y puertos, el proyecto que sea estrella a modo de lección magistral (como suelen hacer todos los colegios profesionales) no sea una carretera, un puente, sino una mina. Eso sí, están invitados los colegios de profesionales “superiores”, que son, en suma, los que cuando se trata de proyectos que requieran los informes pertinentes, los que determinan la aprobación o no de los mismos.

Podría resultar interesante, incluso cinematográficamente, presenciar la imagen de El Ingeniero tomando la palabra, con un retrato del rey Juan Carlos I vestido de marinerito, porque él hizo la mili en la marina.

Hará El Ingeniero una bonita y profesional presentación del ingeniero de minas que se encargará de vender su proyecto, en presencia de numerosos técnicos superiores y de las autoridades de la Junta de Extremadura competentes en materia de minería, a las que corresponderá, si son capaces de superar los sucesivos trámites administrativos, conceder la venia a la mina.

Para el alcalde de la ciudad, también invitado, será un momento cumbre palpar el ambiente que el proyecto causa entre tanto técnico superior, porque ya sabemos que para él, la decisión será aquello de lo que diga la rubia. O el técnico.

Por supuesto, el ponente del proyecto afirmará que será una mina de emisiones cero, que, como me dijo a mí mismo, ellos no necesitarán subvenciones ni ayudas para su proyecto, que este es urbanísticamente compatible, como lo “demuestra” el último informe urbanístico y jurídico municipales tan de gusto del alcalde, y que lo de vallar todo el perímetro minero es solamente una ínfima cuestión de seguridad.

Espero, incluso, que El Murciano y su técnico minero animen a los presentes, técnicos superiores de economía desahogada, a invertir en acciones de la mina.

La presencia del alcalde y de los cargos políticos de la Junta de Extremadura, que deberán ser los que tomen las decisiones para poner en marcha, o no, el proyecto dará pie a esas buenas noticias que esperan en Perth.

De todas formas, y antes de que los relaciones públicas del sicariato minero de Cáceres publiquen esas “informaciones” tan buenas, para excitar a los inversores de la bolsa de Sydney, sería conveniente que ante tanto técnico y tanta rubia que avalen el proyecto, y así el alcalde pueda seguir con su mantra, conviene recordar que “para enterrar a los muertos, cualquiera sirve, cualquiera menos un sepulturero” (Romero solo, LEÓN FELIPE).

Y en esta historia minera, el sepulturero, el que quiere que los otros sepultureros le den la razón, es el alcalde, al que no le importa, a lo que sabemos, que la ciudad quede sepultada.

Probablemente, el del patrón del CICCP, El Ingeniero recuerde cómo, pisando con fuerza el asfalto de la CN-630, en presencia del vendedor de las parcelas del Ceres Golf diga aquello de que “esto hay que solucionarlo”.

Vale.

Los que tenemos ya cierta edad, muchos de los que tenemos ya cierta edad, recordamos cómo fue la caída de Adolfo Suárez, y las consecuencias que tuvo. Porque tal parece que quienes ahora son los corifeos contra el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa Begoña Gómez, están reeditando las artimañas que en 1981, sus padres ensayaron, con éxito, contra Adolfo Suárez.

Suárez no dimitió de su cargo si no fue por las terribles presiones, de todo tipo, que se cernieron sobre él, y que finalmente se lo llevaron por delante, y con ello, el cuasi fallido golpe de Estado. Digo cuasi fallido porque, aunque en los años siguientes, ya con gobiernos socialistas, quedaron claras, muy claras, las limitaciones del poder político: el Ejército, la Iglesia, la Judicatura, la Corona y el Franquismo resultaron las ganadoras de aquel envite.

Ahora, en 2024, se repite la historia (no hemos aprendido nada) y se cumple aquello de que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla. Es verdad que en esta ocasión ha sido necesario que la intocable Judicatura haya dado un paso al frente y se haya constituido en el la punta de lanza envenenada contra el poder político.

Ahora, en 2024, son los hijos de aquellos que en 1981 frenaron cualquier atisbo de democracia plena y nos dejaran solamente algunas líneas de democracia formal. Los de ahora no tratan de frenar, si consiguen la caída de Pedro Sánchez, un camino hacia una democracia más completa, sino cortar de raíz siquiera una apariencia de democracia formal.

Los de 1981 y los de ahora, los de 2024, han mamado de la misma teta: el fascismo, y ahora trata de recoger frutos.

En 2008, la revista “Cahiers de civilisation españole contemporaine” se publicó un artículo de Pierre-Paul Gregorio, titulado “Los inicios del cerco a Adolfo Suárez y sus primeras repercusiones en la prensa madrileña” cuyo resumen extraído de la misma revista dice lo siguiente:

Se trata de poner en perspectiva la oposición creciente que Adolfo Suárez tuvo que arrostrar desde septiembre 1977 hasta septiembre de 1980, y que tuvo su origen en muy diversos sectores de las elites nacionales del momento. A través del encadenamiento de diferentes acontecimientos, sin duda inconexos entre sí en un primer tiempo, se va a ir creando en la España de la Transición un sentimiento de hastío y de rechazo hacia el Presidente electo. El estudio se cierra en el momento de la formación del último gobierno liderado por Adolfo Suárez. En otras palabras, cuando esa «cacería» de la que hablaba «Cándido», empezó a cobrar mayor amplitud. Por ello, a través de las líneas que siguen, intentamos trazar el panorama que condujo, precisamente, a ese proceso de desestabilización que acabaría, de manera no forzosamente deseada por algunos actores del mismo, en la intentona del 23-F. Y todo ello, empezando a señalar el papel que algunos periódicos –El Alcázar y, en mucho menor medida, Ya y ABC– pudieran haber tenido en tales premisas.

La lectura del mencionado resumen es tan clara respecto a la situación actual que es por sí mismo definitoria, y nos lleva a una conclusión: los mismos fascistas de entonces vuelven en 2024. Y están a un tris de conseguir lo que llevan propugnado.

Vale.

Hace unos días se anunciaba, otra vez, un acuerdo del Ayuntamiento de Cáceres con la CHT, Confederación de Aguas del Tajo, para dos asuntos importantes: la nueva depuradora y el proyecto de regeneración de la Ribera del Marco.

Ambas cuestiones vienen de antiguo y sobre ellas sobrevuela una decisión, realmente injusta, de la CHT por la que no se considera El Calerizo de Cáceres como una masa de agua, lo que en la práctica deja sin protección al origen mismo de la ciudad, puesto que El Calerizo es el sustrato sobre el que emergen la ciudad Monumental, Patrimonio de la Humanidad, y un enorme valor prehistórico como Maltravieso y las demás cuevas que asientan sus salas bajo la piedra caliza y sobre la “mina” de agua.

Cuando se producen lluvias más o menos fuertes, llega hasta El Marco (aliviadero principal del Calerizo), aguas encauzadas en el llamado Regato de la Plata, aguas superficiales que se funden, justo en El Marco con las que surgen en el aliviadero, en el punto en el que se sitúa el nacimiento de la Ribera. Algunos lo llaman Fuente del Rey, los más puristas y tradicionalistas.

Sin embargo, quienes hemos corrido por el lecho de la Ribera prácticamente seco en verano porque el aliviadero del Marco, o los otros, como el del Sapillo, no afloraban agua, en los tiempos en los que la ciudad se abastecía exclusivamente de los pozos situados en el Espíritu Santo (dos fuera de lo que ahora se llama Cerca de don Jorge) y dos dentro, separados entre sí 70 metros, vemos ahora cómo durante todo el año la Ribera lleva agua, y bastante más de la que aflora, tímidamente, bajo el muro del Marco.

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En un tiempo, y en base a determinadas informaciones que pude conocer, señalé que la Ribera llevaba, lleva, abundante agua, y pensé en que el verdadero nacimiento de la vena de agua que riega el cuerpo de la ciudad, ya no estaba en el aliviadero del Marco, ni en el del Sapillo (sepultado bajo la losa de hormigón del almacén de UDACO), ni en el del Arropez, ni mucho menos en el de los Caños de Santa Ana, este arrasado por las extracciones de agua de las minas de fosfatos de Segismundo Moret (premiado por ello con una calle de la “capital” y un topónimo del extrarradio).

Aquella percepción de cambiar el lugar del nacimiento de la Ribera a lo más profundo del Palacio de Congresos, donde se colocó una bomba hidráulica de extracción e impulsión de agua, cuyo vertido al cauce de la Ribera se aprecia directamente, me ha sido actualizada tras conocer algún detalle más. No sólo se vierten al cauce las aguas extraídas del Palacio de Congresos, sino que alguna (al menos una, a la espera de cuantificar el número) de las promociones de viviendas erigidas en lo que fue la Huerta del Conde tiene colocada su bomba de achique y extracción de agua, con vertido directamente al cauce.

Y no parece que las aguas que se extraen de la promoción que tiene colocada la bomba extractora sean de escaso caudal, ya que los propietarios de la misma están tratando de colocar una instalación de paneles solares para que la energía eléctrica que produzcan les abarate la factura eléctrica que genera la bomba extractora.

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La referencia que hice al principio del “proyecto” de regeneración de la Ribera tiene mucho que ver con algo que, de producirse en los términos de lo publicado en prensa sobre las declaraciones políticas, olvidarán el principal problema.

Primero, la necesidad de que una vez por todas se declare el Calerizo como masa de agua, cuya protección hidrológica, geológica e histórica, ha de salvaguardarse.

Segundo, el conocimiento de cuántos puntos de extracción de agua similares al del Palacio de Congresos y a la promoción de viviendas citadas existen sobre el Calerizo, y, sobre todo, la cuantificación de cuánta agua sale del mismo y que en la práctica termina perdiéndose, puesto que a la vista de cuál es el caudal apreciable de la Ribera, parece mucha más de la que pueden asumir los tramos de huertas asentadas en los márgenes de la misma.

Vale.

En las dos primeras décadas de este siglo, tuve la ocasión de leer, aunque fuera de pasada, artículos teóricos o de proyección teórica sobre cómo serían en el futuro los conflictos armados, las guerras. Y en ese contexto, los conflictos asimétricos serían, serán, son, los más reconocibles.

Un primer concepto de asimetría de conflictos (guerras) sería el enfrentamiento entre un ejército regular con otro irregular. Históricamente, España tenía alguna experiencia en las guerras del Norte de África, cuando el Ejército regular español se enfrentaba a las cábilas árabes.

Otro concepto de la asimetría que se estudiaba era el enfrentamiento entre dos ejércitos regulares, pero con una evidente diferencia de poderío militar, económico y geopolítico, de manera que la guerra se vería desde fuera primero como inevitable, y después con una evidente victoria del ejército más fuerte, más poderoso.

Hemos llegado en este 2024 con dos guerras asimétricas evidentes: la guerra de Gaza y la guerra de Ucrania. De cómo se desarrollen ambas, la comunidad internacional podrá alcanzar un mayor o menor grado de pacificación.

En orden temporal, primero fue la guerra de Ucrania, con la invasión, el intento de invasión de Ucrania por parte del poderoso ejército ruso. La invasión rusa de Ucrania, ​ también denominada guerra de Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, constituye una escalada de la guerra ruso-ucraniana que comenzó tras los sucesos del Euromaidán en 2014. 

En principio, la opinión internacional sería que si Ucrania se enfrentaba al invasor ruso, solamente con sus medios, la guerra sería muy rápida. Una de las excusas del presidente Putin para invadir Ucrania era que el país ucraniano se estaba echando en manos de la OTAN y EEUU. La debilidad  de las fuerzas ucranianas ante Rusia se fue compensando con el apoyo material (armamento y equipos) de los países europeos y los EEUU. Lo que parecía un rápido conflicto, se ha estabilizado dos años después de su inicio, pero se desconoce cómo evolucionará en el futuro.

A comienzos de octubre de 2023 (en concreto, el día 7) un amplio ataque de comandos de Hamás sobre Israel dio como resultado la captura por las milicias palestinas de un buen número de rehenes, y una durísima respuesta de las fuerzas armadas israelíes, que desde dicha fecha han causado unos 35.000 muertos entre los gazatíes, de los cuales unos 16.000 son niños.

La crueldad de Israel en su respuesta al ataque de Hamás está, aunque lentamente, y con altibajos, a que la opinión pública internacional y los gobiernos occidentales traten, con más o menor fuerza de influencia, de que Israel frene en su venganza y se puedan sentar las bases para la única solución política posible: la creación de los dos Estados, uno israelí y el otro palestino.

Tanto en la guerra de Ucrania como en el caso de Israel-Gaza, su enquistamiento en el tiempo pudiera ser (o no) un principio de resolución, pero la diplomacia camina sobre la inestable cuerda de equilibrios cuya explosión pudiera resultar fatal. Por ejemplo, el cruce de ataques entre Israel e Irán podrían llevar, en función de si se repiten y escalan, a la intervención de países occidentales.

En el caso de Ucrania, el cambio de aportaciones de armamento y material desde la UE y EEUU por la presencia de tropas europeas y de la OTAN sobre el terreno (como ha pedido Emmanuel Macron) podría aumentar exponecialmente la dureza de la guerra.

Vale.