Han comenzado las demoliciones de elementos construidos “sobrantes” en los terrenos que conformarán una parte importante de los terrenos de la Ribera del Marco, entre maleza, pastos, zarzas…, que formarán parte de un futuro corredor verde.
Corredor cortito, eso sí.
Uno de los mantras más repetidos cuando se habla o escribe sobre la Ribera del Marco es señalar la importancia histórica que para el asentamiento de población tuviera lugar en estos contornos está en la existencia de El Calerizo.
Y El Calerizo es el origen del nacimiento de la propia Ribera, sin la cual no se entiende ni los primeros pobladores que decoraron con sus manos Maltravieso, ni los romanos o los árabes. Ni la ciudad actual.
La Ribera nace desde el principal desaguadero más importante de El Calerizo, el Marco. Desde ahí nace la corriente de agua que alimenta las huertas tan cercanas a las murallas, primero romanas y luego musulmanas de la ciudad.
En el Proyecto de Urbanización que ha comenzado a ejecutarse con la demolición de unas viviendas precarias (hoy precarias, años bastante atrás, no tanto) incluye un DOC Nº 7, bajo el título “Estudio de Demoliciones”.
En ningún apartado de dicho documento, ni en el propio proyecto de urbanización he encontrado ninguna referencia a la posible existencia de elementos arqueológicos ya conocidos, independientemente de su estado. Al menos, no lo he encontrado.
Eso no quiere decir que no existan elementos arqueológicos, sino que existen y que la ejecución del Proyecto de Urbanización debería respetar. Y ese respeto debe concretarse primero en el papel, eliminando del Proyecto de Urbanización, DOC nº 7 “Estudio de Demoliciones” algunos elementos incluidos de modo precipitado.
El Ayuntamiento de Cáceres dispone de un documento muy interesante, que puede consultarse online, o descargarse, que, aunque no vinculante, aporta mucho valor al conocimiento histórico de la ciudad, de la Ribera que le da sentido.




