El brazo togado del Partido Popular y, por resumir, de la extrema derecha, ha convocado una huelga de días. Lo que los diversos libelos fascistas llaman una huelga de togas.
Vaya por delante una afirmación, creo que ajustada a la realidad legal de nuestro país: los jueces no tienen reconocido el derecho a la huelga. Si hay alguien en la sala que afirme lo contrario, espero razonamientos y artículos de leyes.
Otra afirmación: al brazo togado del fascismo en España no le gusta un proyecto de ley aprobado en Consejo de Ministros y remitido a las Cortes Generales para su tramitación, para su aprobación con cuantas modificaciones resulten, y posterior promulgación. O lo que es lo mismo, al brazo togado del fascismo no le gusta que el Gobierno cumpla con lo mandado en la Constitución, esto es, la iniciativa legislativa.
Otra afirmación, derivada de la primera. El brazo togado del fascismo dejará de ser poder judicial mientras se mantenga en huelga, abandonando a su suerte los juzgados, y, sobre todo, a los ciudadanos que han acudido a ellos buscan justicia. La huelga de togados lo que hace es dejar de cumplir con sus obligaciones, y permite a los ciudadanos actuar en consecuencia. Ahí lo dejo.
Por otra parte, y reafirmando que no tienen derecho de huelga, me gustaría saber cómo y quién tendrá a su cargo el nombramiento de los servicios mínimos.
En realidad, lo de los servicios mínimos referidos a la Justicia en España es un oxímoron. La Justicia no es lenta en nuestro país, la justicia está secuestrada por quienes no quieren que camine y que sea justa.
No hay nada como seguir algunos procedimientos, que caminan muy muy despacio y otros, los que interesadamente gustan al brazo togado del fascismo que no tienen problemas de carburantes para tantos y tantos autos, tantas providencias…
Vale.








