Alomojó resulta que en Cáceres no hay alcalde. O alomojó sí. Pero mientras tanto en el Periódico hacen una entrevista a Rafael Mateos, que, alomojó es el alcalde. Y le preguntan por la mina. Y su respuesta, alomojó, resuelve alguna dudas:
“Respecto a la mina, se habla de una mina soterrada mucho más respetuosa y que lógicamente vemos con otros ojos, pero estamos a la espera de la declaración de impacto ambiental, que creo que es lo importante. Si existe algún tipo de daño o de riesgo para la zona del Calerizo no vamos a dar luz verde desde el punto de vista urbanístico a ese proyecto, pero si cumple todos los parámetros que establece, no solo la normativa autonómica y local, sino la nacional y la europea, creo que no podemos oponernos a un proyecto que a lo mejor trae desarrollo a la ciudad”. (El Periódico Extremadura, 15 de septiembre de 2024).
Por si acaso, vamos a realizar un pequeño ejercicio como si fuera de la EBAU, y vamos a analizar el texto.
Dice R.Mateos que se habla de una mina soterrada mucho más respetuosa y que lógicamente vemos con otros ojos. ¿Se habla? ¿Quién habla? ¿Dónde se habla? ¿En la taberna de la Colorá o en la de Tejada? ¿Ha oído rumores R.Mateos? ¿Sólo ha oído rumores? Una mina más respetuosa, ¿más respetuosa que otra mina? Además, es una mina soterrada, de la que R.Mateos ha oído hablar. Y si es soterrada, ¿con qué ojos la ha visto? ¿Tiene varios pares de ojos R.Mateos? ¿Ve R.Mateos a través de superficies totalmente opacas como es el suelo protegido?
Dudas y más dudas. Alomojó R.Mateos no tiene dudas y está jugando al despiste.
Bien, bien. Estamos a la espera, dice, de la declaración de impacto ambiental, que “creo que es lo importante”. ¿Espera R.Mateos que le pongan en la mesa la D.I.A.? ¿Si es así, la quiere sola o con guarnición? ¿La DIA será cocinada en casa o vendrá de la orilla del Guadiana? Alomojó, si viene de la orilla del Guadiana, muchos ya conocemos la influencia de las aguas del río de los ojos en los convites de brócoli y otras yerbas.
Luego, R.Mateos se lanza con los condicionales, sí, eso que le gusta tanto y que deja para que sus técnicos se los sirvan en adobo. Dice “Si existe algún tipo de daño o de riesgo para la zona del Calerizo no vamos a dar luz verde desde el punto de vista urbanístico a ese proyecto”. Veamos, dijo un ciego y nunca vio. Los daños geológicos al Calerizo serán una cuestión de la DIA, pero que ello lleve a una negativa, alomojó, urbanística, no concuerda mucho. De tanto poner tantos ojos en algo que, se dice, se comenta, que sería una mina soterrada, a R.Mateos se le están montando las visiones.
Alomojó, para R.Mateos el que la mina soterrada, de la que se oye hablar en la taberna de la Catalana, no cumpla respeto sobre el Calerizo, pero sí todas las demás leyes locales, autonómicas, estatales y europeas, no habrá más remedio que comerse la mina soterrada, con guarnición de setas y unas raspas de jamón.
Alomojó, eso de referirse a lo que se escucha, está en el aire, de una mina soterrada, no es tan malo como pudiera parecer, y R.Mateos está con los timbales tocándole las orejas, locos por la música, y quiere que haya mina.
Eso es. Porque la mina soterrada de la que solamente se oyen comentarios, dimes y diretes, dice R.Mateos, que “alomojó trae desarrollo a la ciudad”.
Alomojó alguna vez Cáceres llegue a tener un alcalde que la defienda.
Vale.



