Archivos para July 31, 2024

El gobierno de la Junta de Extremadura no deja de sorprendernos, cuando no es un pito, es una flauta. Ahora presenta un infame pastelkitsch que hace pasar por un original diseño para celebrar el día de la región (en septiembre, no cuando toca, que es en marzo), y que utiliza para adornar un lema rotundo, que quiere hacer llegar a lo más rotundo, a la tierra madre, a lo más arcaico.

Con un diseño que mezcla lo cursi con lo presuntamente naïf, con un diseño que mezcla las deidades romanas con los excesos cromáticos de un artista taurino, con ello pretende hacernos creer que el día de la región, el 25 de marzo, llamaremos a la tierra madre y esta nos contestará con el eco de una deflagración el 8 de septiembre que nos romperá los tímpanos saliendo de la profundidad de la mina llamada María Guardiola.

Vale.

“En una Cáceres desierta de un Ferragosto cualquiera»… Como a mediados de este ferragosto creo que la Junta de Extremadura nos sorprenderá la canícula con algún anuncio en anuncio en pro del PREMIA de la promina de litio, conviene recordar algunas cuestiones, algunos antecedentes en los campos de la chapucería y/o de la chanchullería.

¿A qué clase de CHANchullo responde el hecho de que la Junta de Extremadura no haya ejecutado la Sentencia del Tribunal Constitucional STC 137/2023, de 27 de septiembre, que declaró inconstitucional prácticamente la totalidad del Decreto 5/2022, el llamado “Decreto del litio”?

¿Qué clase de CHApuza es el Decreto que otorgó la categoría PREMIA a unos papeles presentado por una sociedad pantalla de la minera australiana?

¿Qué clase de CHANchullo es que con la pantalla de Castilla Mining se haya pasado de un proyecto integral, completo, robusto, “cadena de valor”, de aprovechamiento del litio de Valdeflores a unos papeles que se refieren solamente a un primer aprovechamiento?

¿Qué clase de CHApuza es aprobar en Consejo de Gobierno un Decreto de declaración de PREMIA a los papeles presentados por la empresa pantalla y haber olvidado el trámite de audiencia del Ayuntamiento de Cáceres, a pesar de la consanguinidad entre ambos órganos de gobierno?

¿Qué clase de CHANchullo es que los presuntos mineros australianos soliciten de la Confederación Hidrográfica del Tajo la obtención de aguas superficiales de la zona y de pozos en El Calerizo para   consumo igual en cantidad a la que consumen los vecinos de Cáceres en un mes y medio, y que ni la Junta de Extremadura ni el Ayuntamiento de Cáceres, unidos por lazos de consanguinidad aún no hayan dicho ni pío?

¿Qué clase de CHApuza es que el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura apruebe un Decreto para convalidar el Decreto PREMIA por, en principio, “resolver” el olvido en el proceso de trámite de consulta al Ayuntamiento?

¿Qué clase de CHANchullo se esconde detrás de la fantasmada de aprobar un Decreto con la única finalidad de resolver un trámite no realizado?

¿Qué clase de CHApuza es que ni los miembros del Consejo de Gobierno ni sus servicios jurídicos ignoren que corresponde al poder legislativo la convalidación de los actos del poder ejecutivo?

Las CHApuzas y CHANchullos mencionados, y otros de igual calibre o más sutiles, seguramente, nos ayuden a entender los pasos que seguramente escuchemos de María Guardiola y Rafael Mateos en los próximos días o meses.

Vale.

Ahora que, en 2024, han dado comienzo las obras de reforma y mejora del Museo Provincial de Bellas Artes de Cáceres (Casa de Las Veletas, Casa de Los Caballos) convendría recordar alguna curiosidad conocida por estudiosos de nuestra ciudad.

En el cuaderno de campo “Notas referentes a Cáceres”, de Juan Sanguino y Michel, primorosamente editado por Montaña Pulido Cordero y Abelardo Martín Cordero para Ediciones Norba 10004, aparece la siguiente entrada:

A las entradas 18 y 61 se ha añadido lo siguiente.

Fue acaso en principios de 1912 cuando un temporal de lluvias derribó la pared del jardín de la Casa de las Veletas en el ángulo de la plazuela que está a espaldas del Convento de San Pablo y quedó al descubierto el subterráneo, que cuentan es de alta bóveda de ladrillo y bastante amplio para poder andar de pie y de frente dos hombres.

Mucho sentí no haber estado por entonces en Cáceres para tomar fotografías, medidas y hacer una exploración conveniente.

Dicen que el subterráneo se dividía en dos (en lo que concuerda con lo que alguno, según creo recordar, ha escrito), yendo un ramal hacia el huerto que en la muralla tiene Quirós, bajo el cual huerto y en el lienzo de la muralla vese un portillo cegado, y el otro ramal que pasa, añaden, bajo la casa que, en el extremo derecho de la plazuela que llaman de los Gitanos, tiene comunicación con un torreón que a ella pertenece, y enseñan en el corral de la casa un hueco tapiado, en la misma muralla, a ras del suelo, como boca de subterráneo, pero más parece de atarjea. Sin embargo, lo asevera un albañil dentro de la casa, y delante de ésta en la plazuela, junto a un pretil, señalan una gran losa que dicen tapa un registro del subterráneo.

Los autores de la edición facsímil de las “Notas…” añaden, a la descripción que hace Sanguino una nota que dice:

Ortí Belmonte, que sustituyó a Sanguino en la dirección del Museo, conocedor de la existencia de dicha galería tal vez por los manuscritos de Sanguino, al estar estos depositados en el Museo, buscó la entrada. En marzo de 1942 da con ella y la prensa local la bautizó con el nombra de “Galería de la Victoria”. Lo descubierto fue un tramo de 8 metros, abovedado, de ladrillo árabe, como ya indicó Sanguino.

Vale.