‘When we understand that slide, we’ll have won the war:’ US generals given baffling PowerPoint presentation to try to explain Afghanistan mes, (‘Cuando comprendamos esa diapositiva, habremos ganado la guerra’: generales estadounidenses en una desconcertante presentación de PowerPoint para tratar de explicar los tiempos de Afganistán). Daily Mail, 2010). Poco después, el General Mc Crystall afirmó: “El daño que le ha hecho del power point a la guerra”.
La transparencia, las transparencias, eran in illo tempore, aquellos dibujos o esquemas trazados sobre papel transparente, papel vegetal, que normalmente se colocaban en retroproyectores hasta para decorar paredes o para epatar en las presentaciones de empresas.
Luego llegó power point y las transparencias se democratizaron, se hicieron universales y no había conferencia en la que desde el portátil y a través de un proyector se vaticinaran beneficios empresariales, organigramas de parroquias, sin que entre transparencia y transparencia (entre página y página de pwp) hubiera nada más.
Ahora, las transparencias, la transparencia, se ha convertido en un lugar común, en una pestaña de una página web, en un portal en el que la opacidad es total.
Pues así tenemos al alcalde de Cáceres: oculto por la montaña de la transparencia.
Es curioso lo del alcalde de Cáceres y la “mina” de litio: si el dardo, afilado o romo, llega desde Mérida, la respuesta es: transparencia. En cambio, si la cuestión se le plantea desde la ciudad que dice gobernar, la respuesta es: informes técnicos. Lo que diga la rubia.
Tras haber solicitado la especuladora australiana el “pase” a concesión directa de la “mina de litio”, el alcalde de Cáceres se ha enterado por los periódicos de que la Junta, de su amiga Mari, le ha dado el pase. Claro, que los periódicos se han enterado porque la minera colocó en su web un comunicado redactado por un tal John Royle dando a conocer la buena nueva.
Y entonces fue como el alcalde de Cáceres se tapó con una nueva página de transparencia.
La minera afirma en su web: “En concreto, la resolución de la administración regional señala que «conforme al Informe de los técnicos de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de 9 de abril de 2024, queda demostrada la existencia de un yacimiento de litio en las 2 cuadrículas mineras solicitadas como concesión directa de Explotación, siendo técnica y económicamente viable su aprovechamiento con la aplicación de las actuales tecnologías de explotación y procesos metalúrgicos».
Una resolución de la administración regional que no es pública, que no es transparente. No lo es ni para el alcalde, que lo único que sabe sobre la misma es lo que sabemos los demás, porque ni ha sido informado ni él ha mostrado interés en ello.
¿Cómo va a pedir transparencia alguien que no lo es, que oculta su ignorancia en su dejación de obligaciones políticas? Lo mismo sucede cuando se escuda en los informes técnicos.
La ignorancia, en política, es la ausencia de interés en quien ejerce el poder y en quien, siendo administrado, renuncia a buscar las respuestas necesarias.
¿Cómo podemos aceptar que la Junta de Extremadura afirme, como afirman sus “técnicos” que la mina es económicamente viable”? ¿En qué datos verificables se apoyan sus técnicos para afirmar esa viabilidad económica?
¿Cómo es posible afirmar esa viabilidad sobre la capacidad económica de una empresa si en el momento de emitir los informes sabemos, porque eso sí es público, que en la actualidad su valor bursátil ha caído un 52% en un año?
¿Se incluyen entre los datos económicos que tan generosamente han sido evaluados las opciones de recurrir a subvenciones públicas o beneficios fiscales a otorgar por la administración?
Porque quiero recordar que a quien esto firma el director técnico de la mina le aseguró que no necesitaban subvenciones, que para eso estaban sus inversores.
Inversores que, ahora, han hecho caer a la empresa un 52% de su valor.
Vale.



