Archivos para February 28, 2007

La Defensa Nacional es un asunto de todos, no sólo de los militares, en contra de lo que se cree. Por ello, cuando se tratan estos asuntos, no hay que tener miedo a hablar con opinión política, conociendo el papel de cada uno.
Por ello, cuando estos días atrás en mi ciudad, su alcalde se hace eco de unos rumores publicados en prensa, y no los contrasta, uno podía pensar que obraba de buena fe. Pero cuando el alcalde Saponi dice, y repite, que tiene documentos y datos concretos sobre la certeza de esos rumores, incluso después de que el JEME los desmintiera en ejercicio de su mando, no puede uno sino pensar en que el alcalde se ha metido en un charco.
En un charco de información caducada, de información intoxicada, y de información interesada. ¿Por qué el alcalde de Cáceres, a la vista de los rumores publicados no descolgó el teléfono y llamó al Ministerio? ¿Acaso pensaba que le iban a tratar con el mismo desprecio con el que le trató su correligionario, el minisTrillo del Yak-42? ¿Por qué no descolgó el teléfono y llamó al JEME, y más sabiendo que cuando el minisTrillo le despreciaba, los mandos militares se afanaban en resolver, en favor de la ciudad de Cáceres, el entuerto organizado por el correligionario del PP?
Lo que no puede hacer un cargo público, cuando se tratan asuntos de la Defensa Nacional, es convertirse en portavoz de Radio Macuto, utilizando para ello documentación caducada, por muchos agradecimientos que haya por medio.
Lo que debe hacer ahora el alcalde Saponi es salir del charco con dignidad (no creo que la tenga en estos asuntos), pidiendo disculpas, no sólo a los militares a los que puso de los nervios, sino a la ciudad de Cáceres, a la que pretendió engañar.
Vale.

En estos días se puede visitar en Cáceres una exposición sobre José María Valverde (nacido en Valencia de Alcántara en 1926). Y en estos días, Valverde, uno de los nuestros, vuelve a ser actualidad y debería serlo más.
En el último debate en la Asamblea de Extremadura, el líder (perversión del lenguaje) de la oposición, Florianito Chico, apelaba a la ética médica del Consejero de Sanidad y candidato del PSOE a la Junta de Extremadura por el asunto de la refinería.
Iba a decir que recomendaba a Florianito Chico a que visitara la exposición sobre Valverde, y a que lo leyera, pero no, mejor que no vaya, porque se apropiará de él.
Parece ser que Florianito Chuico es profesor de Derecho. ¿Qué ética profesional y jurídica impartirá a sus alumnos? Parece ser que es profesor de Hacienda Pública, ¿pondrá como ejemplo del buen hacer económico al Ayuntamiento de Cáceres, donde su hermano del alma es concejal sin cartera?
En estos días en que los superiores jerárquicos de Florianito Chico se manifiestan en las calles para recuperar la autoestima (¿dónde la tendrá Rajoy, si es que la tiene?) apoyándose en mentiras, en burdas mentiras, como su antecesor gÁnsar se fotografiaba en las Azores por recomendación psiquiátrica para vencer su complejo de inferioridad, en estos días, la figura de Valverde, un extremeño que puede verse en su exposición, es universal, se agiganta ante la pequeñez mental, el enanismo ético, la flojera estética de estos derechones y derechistas que no son capaces de superar sus complejos enfermizos y buscan la autotestima.
Valverde, en este tráfago de mentiras, de insidias y de calumnias es una lección. Me atrevo a asegurar que Florianito Chico no visitará la exposición.
Vale.

Los payasos ZAR han aprendido a formar trincheras con las víctimas de atentatos terroritas y detrás de esas tincheras se esconden, cobardes, para que la verdad no les alcance, para que la verdad no descubra sus vergüenzas.
Escondidos, agazapados, detrás de las trincheras de víctimas esperan que la verdad del juicio del 11M no los descubra en las mentiras que entonces intentaron hacernos creer y no los descubra en las mentiras de una conspiración que solamente alimentan sus mentes enfermas de poder, alentadas por un sujeto acomplejado por su enanismo mental, por su inferioridad mental, como la de todos los fascistas que le precedieron: ¡si hasta en la voz de pito se parece al mochuelo del Pardo!
Camuflados detrás de las trincheras de víctimas esperan que la verdad de la corrupción urbanística, de los negocios que demuestran diariamente los jueces que son su pan de cada día, la mierda que se comen con el sudor de nuestras hipotecas.
Escondidos, como cobardes que son, buscan la emboscada para asaltar el poder, en la oscuridad de la mentira, en la penumbra de la insidia, en la cama de la hipocresía.
Los payasos ZAR no hacen gracia: vuelan como el aguilucho franquista y comen carroña como las gaviotas que son su símbolo.
Vale.

Durante la Transición, y desde la mayor parte de los análisis políticos en estos años de Constitución, se considera que Fraga Iribarne aportó un elemento muy importante: consguió neutralizar a la extrema derecha, cuyo resurgimiento progresivo comienza en la segunda legislatura de Aznar, la de ma mayoría absoluta, donde vieron que la impunidad de la derecha era el elemento diferenciador.
Así, la excusa de la conspiración del 11-M, alimentada por un Jiménez Losantos que es un converso a la extrema derecha, y ya se sabe que los peores son estos, los conversos y un sujeto carente de escrúpulos, Jotapedro Ramírez, es el elemento aglutinador de los más bajos institntos espñolistas (consideran que España les pertenece por derecho divino). Y ahí es donde aparece Rajoy.
El liderazgo, o, mejor dicho, la falta de liderazgo de Rajoy sbre su partido, la falta de un modelo político que plantee una alternativa de gobierno (¿por que no tiene agallas para presentar una moción de censura?), su sometimiento absoluto a sujetos como Acebes, Zaplana y los dictados de Losantos y Jotapedro, su pusilanimidad y su miedo a ser defenestrado, le hace acurrucarse en los brazos de Inestrillas y marchar bajo las banderas falangistas y preconstitucionales.
En realidad, Rajoy es donde se siente a gusto: con el yugo y las flechas, con el aguilucho imperial de la una, grande y libre. Eso le permite no tener que demostrar a los suyos y a sus votantes que es un hombre de estado: es, simplemente, un monaguillo de gÁnsar, puesto de privilegio que alcanzó, seguramente, por cursos acelerados de mamporrero.
Vale.

El etarra Iñaki Bilbao, ese que salía amenazando a los jueces, estaba condenado a 52 años, obteniendo beneficios penitenciarios hasta dejarle la condena en 30 años, y salió a la calle en septiembre de 2000, siendo Ministro de Justicia Ángel Acebes y Ministro del Interior Mariano Rajoy. En marzo de 2003, el etarra Iñaki Bilbao, tan generosamente tratado (¿por qué?) por Acebes y Rajoy, asesinó al Concejal socialista de Elorrio José Priede.
Nadie, entonces, pidió responsabilidades del dúo de íntegros integristas españoles. Y, menos, que fueran cónplices de un asesino.
Hoy, esos mismos fulanos Rajoy y Acebes piden a la gente que se manifiesten contra una decisión legal, plenamente legal, del gobierno socialista.
Esos cobardes Acebes y Rajoy, si fueran como se reclaman hombres íntegros, deberían, primero, pedir perdón por el asesinato de José Priede, y, después, presentarse en el registro del Congreso de los Diputados y presentar una moción de censura.
Pero esos individuos que se llaman españoles de bien (de bien comer, se entiende), españoles íntegros, no tienen las agallas suficientes para someterse a un acto democrático. Quieren sacar a la gente a la calle para usarlos de escudos humanos, porque ellos, en el cuerpo a cuerpo, en el debate político, en el debate democrático, saben que no pueden ganar.
Y no pueden ganar por muchas razones, pero sobre todo, porque para ellos, la democracia es una excusa a defender si son ellos los que gobiernan, y es una lacra si pierden en la mierda de sus mentiras.
Son, en definitiva, hipócritas. Y claramente, fascistas.
Vale.

Hoy, el Gobierno ha decidido plantear la prisión atenuada para el terrorista de Juana Chaos, y el Juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha dictado un Auto concediéndola.
El PP, por el bozal de Rajoy, ha hablado en nombre de «los españoles». Mariano, con el bozal tuyo habla por ti. En mi nombre, no.
Si estás en desacuerdo, ordena a tus servicios jurídicos recurrir el Auto judicial, u ordena a tus picapleitos que presenten una querella criminal por prevaricación contra Rubalcaba o Zapatero, pero deja de ser lo que eres: un hipócrita. Hubo un etarra excarcelado sin haber cumplido la condena, cuando tu amo gÁnsar negociaba con ETA, que, después, asesinó a un concejal socialista. ¿Sabes, Mariano, que en aquel gobierno revoloteaba un sujeto que se te parecía mucho? ¿Qué responsabilidad se te puede exigir a ti, que con tu conducta política posibilitaste que un etarra excarcelado sin haber cumplido su condena asesinara a un socialista? Tú, en aplicación de tu moral de sacristía, dirás que ninguna, pero no por eludirla, sino porque el asesinado era socialista.
El Estado actúa con justicia y los falso, los hipócritas como tú, solamente buscáis la venganza amparados en una masa a la que, con la ayuda de los obispos y demás voceros, lanzáis por delante.
No vuelvas a hablar en nombre de los españoles, por lo menos, en el mío, no, porque ni te reconozco como español, ni como demócrta ni como hombre.
Vale.